Capítulo 875
Después de aclarar los rencores entre las familias de Paulo y Bello con Rick, habían querido entender la enemistad entre Tiberio y Rick.
Todos se enfocaron en qué había pasado exactamente en la montaña aquel año.
Se olvidaron de que podrían abordar el problema desde otro ángulo.
¡Solo necesitaban averiguar si fue Tiberio quien llevó a Rick a la montaña!
No importaba lo que hubiera ocurrido en la montaña, si realmente fue Tiberio quien, sin importarle la vida de Rick, lo arrastró montaña arriba, eso probaría que había un problema con Tiberio y que el rencor entre Rick y su abuelo era real.
Si no fue Tiberio, entonces significaría que Rick había entendido mal la situación.
“¡Voy a investigarlo ahora mismo!” Con una nueva dirección, Miro encendió la computadora para investigar.
“Avísame cuando tengas noticias.”
Lain le dio una palmada en el hombro a Miro y se fue.
Fue a buscar a Abel.
Justo cuando Abel despertó, se enteró de que Tesoro había sido traída de vuelta, quedándose con los ojos tan abiertos como gongs de sorpresa.
Después de dejar que Abel se emocionara un rato, y una vez que se calmo, empezó a hacer planes.
“Abel, ve tú mismo otra vez a las residencias La Fortuna, habla con José García y su esposa.”
José García era el vecino de Rick en el pueblo de la montaña.
Hace un tiempo, Aspen y Abel investigaron a Félix y visitaron el lugar.
Abel, confundido preguntó, “Si ya preguntamos todo lo necesario,
¿qué más vamos a hablar con ellos?”
Lain explicó: “Esta vez no preguntes sobre Félix, sino sobre lo que ocurrió en el pueblo de la montaña antes y después de que Tiberio llegara. Si no pasó nada especial, pídeles que recuerden la cotidianidad. En ese tiempo, cualquier cosa que recuerden, que lo digan. No olvides grabar, quiero escucharlo“.
Abel estaba perplejo. Se fue y todavía no entendía cuál era el objetivo de Laín.
Sabía que lo que más seguía Laín de Aspen era: su inteligencia, serenidad y lo impredecible de sus pensamientos.
Después de organizar todo, Laín regresó a su habitación.
Anotó todas las preguntas que se le ocurrieron, garabateando y pausando mientras escribía.
Finalmente, su mirada se fijó en una frase: ¡Detrás de Rick, hay alguien más!
Laín frunció el ceño, sus ojos se entrecerraron, pensativo.
Al día siguiente, apenas amaneció, el Jardín Número Uno ya estaba lleno de vida.
La pequeña princesa Tesoro tuvo una pesadilla, ¡y lloró asustada!
Lloró tanto que buscaba a su papá. Content is © by .
Los cuatro pequeños se turnaron para intentar consolarla sin éxito.
Las empleadas de la casa también intentaron calmarla, sudando de nerviosismo, pero Tesoro no paraba de llorar.
Su voz se había quedado ronca de tanto llorar,
“¡Ya
volvieron, ya volvieron, el señor y la
están de vuelta!” Iván llegó corriendo para avisar.
Al escuchar esto, los cuatro pequeñoro
seguía llorando…
Tesoro bajó de la cama, sin ponerse
los zapato
Detrás de ella, seguía un grupo diciendo:
al unísono:
tesoro, no llores más, papá y mamá ya están aquí“.
y corrió hacia la puerta.
A despacio, ten cuidado de no caerte“.
Cuando llegaron abajo, Aspen y Carol acababan de entrar, y con ellos, un Rick agotado.
Al ver a Tesoro, los tres dijeron al unísono: “¡Tesoro!”
“¡Papá!” Tesoro, con los pies descalzos
y vistiendo su pijama de dibujos animados, con el cabello en desorden, corrió con los brazos abiertos hacia ellos. Viendo a su pequeña hija, Aspen se puso tan nervioso que hasta dejó de respirar, su corazón latía fuertemente.
¡Esta era la hija de Aspen!
¡Su corazón cálido!
¡El amorcito de toda su vida!
Justo cuando la pequeña estaba a punto de llegar a él, Aspen rápidamente se limpló el sudor de las manos en su ropa y dio un paso al frente para recibirla.
Sin embargo…
Tesoro lo esquívó y se lanzó a los brazos de Rick
¿Su corazón calido?, jse había deshilachado!
¿Su amorcito?, había encontrado un nuevo