Capítulo 3782 Content © copyrighted by .

“¿Compensar? ¿Qué puede compensar? Él… él debería ir a la cárcel. ¿Cómo podría arruinar tu felicidad? Tú… tú no debes escuchar las palabras de ese Mason de la familia Reed y romper con la persona que amas por dinero. En este mundo, el dinero no lo es todo. Te arrepentirás por dinero… por dinero…” La voz de la anciana señora Cross se volvió más urgente y, al final, incluso tomó la aguja de tejer gruesa y larga y golpeó con fuerza a Daniel. 

Verónica se sorprendió y quiso detenerla, pero la voz de Daniel la detuvo: “No interfieras. ¡Solo mira desde un costado!” 

El cuerpo de Verónica se puso rígido, solo viendo a la anciana Sra. Cross golpear más fuerte a Daniel y a Daniel recibiendo la paliza en silencio. 

Después de un rato, la anciana señora Cross parecía cansada de tanto golpear y se quedó sin aliento. Se volvió hacia Verónica y le dijo: “Verónica, debes perdonar a Daniel… él… él es un buen chico, a diferencia de su padre. No te dejará por dinero. Tú… debes creerle y perdonarlo…” 

La anciana señora Cross siguió hablando y Verónica no sabía qué hacer. Sabía que la anciana señora Cross no estaba en sus cabales y, si no podía darle una respuesta satisfactoria, temía que la anciana señora Cross continuara alterada. 

“Está bien, lo entiendo. Le creeré y lo perdonaré”, dijo Verónica. 

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—Eso… eso es genial —murmuró la anciana señora Cross, sosteniendo juntas las manos de Daniel y Verónica y dejándolos estrechar la mano—. Ahora puedo estar tranquila… 

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Después de un rato, la anciana señora Cross se quedó dormida en la cama del hospital y Daniel la cubrió cuidadosamente con una manta. 

—¿Esto es lo que querías mostrarme? —preguntó Verónica. 

“Su enfermedad mental se desencadenó cuando mi padre malversó dinero después de que rompimos. Mason prometió darle a mi familia una gran suma de dinero, pero con la condición de que rompiera con él. Lo hice y, esa noche, los hombres de Mason vinieron a mi casa con dinero en efectivo”, dijo Daniel. 

Cada vez que pensaba en la escena de aquel entonces, se sentía extremadamente humillado y su vida se convirtió en un desastre por ello. 

“Pero después, aunque mi padre recuperó el dinero malversado, lo despidieron igualmente. Desde entonces, le resultó difícil encontrar un trabajo estable y sólo podía hacer trabajos ocasionales. En cuanto a mi madre, sus problemas mentales comenzaron a aparecer y se volvieron cada vez más graves, y tuvo que estar hospitalizada durante mucho tiempo. En cuanto a mí…” 

Daniel suspiró amargamente: “En cuanto a mí, puedes ver en lo que me he convertido. No he logrado nada, y todo lo que quería hacer cuando era joven… 

¡En la escuela no se ha realizado!” 

—Entonces, ¿crees que todo es gracias a Mason? —preguntó Verónica. 

“¿No debería pensar de esa manera? Si no hubiera usado dinero en ese entonces, 

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Aunque mi padre hubiera cometido un desfalco, lo habrían podido condenar a prisión, pero al menos mi madre no habría sufrido un colapso mental y no nos habríamos separado. Quizá todavía estaríamos juntos y tu padre y tu madrastra nos habrían ayudado y nuestras vidas habrían mejorado poco a poco. 

“¿Por qué crees que mi padre y mi madrastra nos ayudarían?” Verónica sintió de repente que Daniel frente a ella se estaba volviendo cada vez más desconocido.