Capítulo 3467 

Los dos bajaron del auto y Mason tomó la mano de Verónica mientras caminaban hacia el parque de diversiones. 

Se quedó mirando fijamente la mano que le sostenía, recordando cómo ella solía ser la que lo guiaba hacia adelante tomándole la mano. Pero en algún momento, pareció que los papeles se habían invertido. 

“¿Verónica se siente muy triste?”, preguntó Mason. 

Verónica sonrió amargamente y dijo: “Supongo que nunca pensé que terminaríamos así”. Después de todo, Daniel fue su primer amor, el tipo de amor que siempre había imaginado que sería hermoso. Incluso pensó que su primer amor sería su último amor, un amor que duraría toda la vida. 

—¿Verónica no quiere romper contigo? —preguntó Mason—. Si todavía no puedes soportar separarte de Daniel, Verónica, entonces puedo asegurarme de que Daniel no rompa contigo. 

Ella lo miró fijamente por un momento, luciendo un poco aturdida. 

—Verónica, ¿quieres? —preguntó con su habitual voz fría, pero ahora sonaba un tanto esquiva. Sus ojos negros eran demasiado profundos y pesados, lo que la hacía dudar de lo que estaba pensando en ese momento. 

Sus ojos parpadearon levemente, luego sonrió y dijo: “Está bien, rompamos la relación, completa y completamente. No tienes que tener ningún contacto con él en el futuro”. 

¡Mason llevó a Verónica a jugar al parque de diversiones, tal como ella solía llevarlo a él cuando eran niños! 

Verónica sintió que su estado depresivo anterior y 

El estado de ánimo incómodo se había vuelto gradualmente más alegre y su estado de ánimo ya no era tan malo, con Mason 

compañía. 

Después de terminar una ronda de juego, Mason compró un 

barra de helado antigua, la desenvolvió y se la entregó. 

Verónica. 

Verónica le dio un mordisco y sabía igual que el sabor de su… 

recuerdos de la infancia. 

Sin embargo, pronto se dio cuenta de que en realidad no había sido él quien había realizado la compra. 

“¿No comes?” preguntó ella. 

“Sólo miraré a Verónica comer”, dijo. 

“El sabor es bastante bueno. Estos helados tradicionales no suelen conseguirse en los centros comerciales. ¿Por qué no compras uno tú también?”, sugirió. 

—¿De verdad? —murmuró suavemente, luego se inclinó y trajo… 

Sus labios se cerraron sobre el palito de helado que tenía en la mano. Le dio un mordisco directamente de un extremo y dijo: “Así es como lo probaré”. 

Verónica parpadeó y de repente sintió que su corazón se aceleraba con una sensación cada vez más intensa. 

Dios mío, ¿qué le pasa? ¿No solían comer así todo el tiempo cuando eran niños? Ella le daba unos bocados, luego él le daba otros bocados. ¡Ahora él solo le dio un mordisco a su helado! 

“Ese sabor sigue siendo el mismo, es raro encontrarlo. 

hoy en día”, dijo Mason. 

—Sí… sí —tartamudeó Verónica, con las mejillas ligeramente sonrojadas. 

Después de salir del parque de atracciones, Verónica miró a Mason.  © content.

y dijo: “Mason, ¡gracias!” 

-¿Por qué me estás agradeciendo? -preguntó. 

“Gracias por estar conmigo. Me siento muy bien de tenerte a mi lado”, dijo. Sin Mason en su vida, las cosas podrían haber cambiado. 

Habría sido mucho peor para ella. 

Todo el tiempo ella pensó que estaba cuidando de él, pero 

En otro sentido, ¿no la acompañaba también? 

Porque él estuvo con ella, ella no se sintió sola todos estos años. 

Incluso cuando estaba triste y molesta, había alguien que la apoyaba. 

comodidad 

su. 

—¿Verónica realmente se siente así? —preguntó Mason. 

—Mmm, en serio —dijo ella. 

“Así que Verónica seguirá sintiéndose así en el futuro”, dijo. 

dijo. “¡Pase lo que pase!”