Capítulo 7207

Mientras tanto, James había llegado al Templo de Goyoan.

Entre los muros destrozados y las ruinas, los cadáveres yacían esparcidos por todas partes, la sangre fluía como ríos y una niebla de sangre llenaba el aire, creando una escena de carnicería total.

Para los seres Alcides y los traicioneros seres divinos que se habían apoderado de este lugar, Goyo no tuvo piedad y los masacró a todos.

Incluso cuando los traidores entraron en pánico y suplicaron clemencia a su llegada, los discípulos y seguidores de Goyo continuaron su despiadada masacre sin dudarlo.

La traición es un camino de un solo sentido. Cualquier gobernante con ambición sabía que en una lucha de vida o muerte no podía haber indulgencia.

"Esto es todo un baño de sangre". James suspiró mientras estaba de pie en el salón principal del templo.

"¿Estás siendo tan despiadado para intimidarme?"

Goyo meneó la cabeza y respondió solemnemente: "¡No, claro que no! A veces la limpieza requiere medidas drásticas".

Dicho esto, agitó la mano y gritó: "¡Todos, limpien el desorden!"

Siguiendo su orden, un gran número de discípulos y seguidores de Goyo se apresuraron a entrar. Con decenas de miles de destellos de luz, la escena que alguna vez fue sangrienta se arregló rápidamente.

Sólo entonces Goyo hizo un gesto invitando a James, luego camino hacia su asiento principal.

James, sosteniendo la mano de Thea, se sentó. De repente, Goyo fue rodeado por rayos blancos y negros, y una puerta apareció detrás de él.

"Por favor, espere un momento", dijo Goyo, y luego entró por la puerta. Thea le dio un suave codazo a James. "¿Qué credibilidad tiene Goyo?" James se encogió de hombros y respondió: "No importa. No lo juzgaré por lo que dice, sólo por lo que hace".

Justo cuando terminó de hablar, una luz púrpura dorada de repente se disparó hacia él, que atrapó en su mano.© 2024 Nôv/el/Dram/a.Org.

"¿Qué es?" Thea preguntó con sospecha.

James examinó la luz púrpura-dorada con su Zen y su expresión cambió de repente.

"¿Qué pasó?" Thea sintió que algo andaba mal.

"Quentyn...Quentyn ha caído. Era su mensaje final." James suspiró con tristeza. Mientras hablaba, la luz púrpura dorada en su mano se transformó en un trozo de jade, que flotó hacia Thea.

Después de leer rápidamente el contenido, Thea levantó la vista abruptamente y dijo: "Según el mensaje de Quentyn, Xanthakos ya está en la región de Jawdat. Tiene la intención de pasar por los Templos de los Nueve Caeloros y entrar al Palacio Wuia".

James se levantó lentamente, mirando hacia la entrada principal del Templo Goyoan.

"Parece que Xanthakos es más astuto e inteligente de lo que pensaba. Es una lástima perder a Quentyn. Era una persona tan leal y justa, dedicada a la seguridad y el futuro de todos los seres vivos".

Thea pudo ver que James estaba profundamente entristecido. Desde la gran batalla contra los Dioses Malvados, no había mostrado tanta emoción. Quentyn ocupaba un lugar de gran respeto en su corazón.

Se levantó y abrazó a James por detrás. "No estés triste. Si puedes resolver la Tribulación Leere y convertirte en el maestro del Reino Haleth, es posible que tengas la oportunidad de revivirlo".

James se dio vuelta abruptamente, agarrando los hombros de Thea. "¿En realidad?"

Thea asintió y respondió: "Sí. Quentyn tiene grandes logros en el cultivo y no desaparece por completo de inmediato. Mientras una parte de él permanezca en el Reino Haleth, existe la posibilidad de resucitarlo".

James entrecerró los ojos y apretó los dientes. "¡Bien! Dado que Xanthakos ya ha tomado medidas, no veo la necesidad de seguir fingiendo".

En ese momento, Goyo salió corriendo por la puerta.

"¡Sé lo de la región de Jawdat!"

James soltó a Thea y escudriñó a Goyo que se acercaba.

Thea preguntó con urgencia: "¿Tienes alguna manera de llegar allí?"

Goyo negó con la cabeza y dijo: "No. Sin embargo, si la información que has recibido es precisa, simplemente me aclara una duda que tenía".