Capítulo 1066 

Al ser recordada por Marisol, Fernanda de verdad recordó el anillo que había tomado de entre las cosas guardadas de la abuela Borrego. En ese momento, ella sí se dio cuenta de que el anillo era valioso, pero no pensó más allá de eso. Ahora, reflexionando, podría haber alguna conexión. 

Marisol dijo: “Este zafiro es muy valioso, podría ser una reliquia familiar de los Huerta. Fernanda, deberías preguntarle a Enrique de dónde viene exactamente este objeto“.  content rights.

Fernanda negó con la cabeza y respondió: “Me gustaría, pero todas las cuentas de Enrique han sido canceladas, ahora nadie puede contactarlo“. 

Excepto… Pedro. 

Al pensar en Pedro, el ceño de Fernanda se frunció involuntariamente. 

El regalo de boda que había dejado Pedro no lo había abierto, y Pedro tampoco se había quedado a tomar una copa de vino de celebración. 

“Cierto, ¿el Sr. Huerta no envió un regalo de bodas? ¿Dónde está?” 

Marisol miró hacia Javier y Jeronimo, quienes estaban a cargo de recibir los regalos. 

Jeronimo señaló hacia un maletín y dijo: “¿Esto que contiene todos los regalos? ¡Pensé que 

era una lista de dote!” 

“¿Qué quieres decir? ¿Lo has visto?” 

“No, pero es un montón de papel lo que hay dentro, ¡puedo sentirlo con solo tocarlo!” 

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Dicho esto, Jeronimo le pasó el regalo a Fernanda. 

Fernanda lo tocó, y efectivamente, todo era papel. Al abrir el maletín, Fernanda vio que contenía un montón de contratos, un acuerdo de transferencia de acciones, un contrato con la compañía de seguros Laguna Verde, y en el fondo había una llave. 

Marisol exclamó: “¡Conozco esto! Esta compañía de seguros se especializa en guardar cofres de seguridad para personas adineradas, nuestra familia Jara guarda muchas cosas allí, pagando al menos cien mil dólares al año en tarifas de almacenamiento, pero esta compañía es la más segura, tan segura como el tesoro nacional“. 

Javier, al ver esos contratos, casi se le cae la mandíbula de la sorpresa: “Dios mío, las escrituras de propiedad de la familia Huerta, varias de las subsidiarias más rentables, incluso certificados de propiedad. ¿Qué está haciendo el Sr. Huerta? ¿Transfiriéndote sus bienes?” 

Mercedes, al ver todo esto, también se quedó atónita: “¿Cuánto dinero es eso?” 

“¿Cuánto dinero? Es más de lo que puedes imaginar“. 

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Capitulo 1066 

Marisol no esperaba que Pedro hiciera algo tan grande. Lo demás era una cosa, pero en el acuerdo de transferencia de acciones del Grupo Huerta, estaba claramente escrito que un diez por ciento de las acciones del Grupo Huerta serían transferidas a Fernanda. 

¡Eso son acciones del Grupo Huerta! ¡Un diez por ciento ya es bastante significativo! 

“Esto… es demasiado valioso, no puedo aceptarlo“. 

Fernanda rápidamente volvió a poner todas esas cosas dentro del maletín y Fabio sentado no muy lejos, frunció el ceño ligeramente, sumido en el silencio. 

“Es verdad, es demasiado valioso. Si otras personas se enteran, podrían pensar mal“. 

Marisol también estaba asustada por este generoso regalo. Dar un regalo así, fácilmente podría asustar a alguien hasta causarle un ataque al corazón. 

“Acéptalo“. 

De repente, una frase de Fabio dejó a todos estupefactos. 

“Si él te lo dio, con su carácter, no lo va a querer de vuelta“. 

“Eso es cierto… ¿Quién devuelve un regalo?” Dijo Javier: “Señorita Fernanda, cuando vuelvas, deberás agradecerle debidamente al Sr. Huerta, y cuando el Sr. Huerta se case, 

simplemente devolvemos el favor“. 

“¡Déjate de tonterías! ¡Cuántas ideas locas tienes!” 

Marisol le dio un golpe a Javier. 

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