Capítulo 1004 

‘Clash‘ 

La taza de café sobre la mesa de café se deslizó y cayó, al igual que Pedro en el suelo. 

Cuando Liberto entró, justo vio a Pedro caído, rápidamente se acercó diciendo: “¡Señor! Con su dificultad para moverse, no debería caminar sin ayuda“. 

Liberto intentó ayudar a Pedro a levantarse, pero este lo detuvo con la mano. 

La frente de Pedro ya estaba cubierta de sudor y respiró con dificultad un par de veces antes de poder levantarse apoyándose en la mesa de café. 

Pedro dijo con indiferencia: “Sé que tengo dificultades para caminar, no necesitas recordármelo“. 

“…Señor, no quise decir eso“. 

Pedro bajó la mirada hacia sus piernas, no era que no pudiera caminar, pero no podía hacerlo como una persona normal. 

Como el líder del Grupo Huerta, no podía mostrarse ante los demás con tal debilidad. 

Así que solo le quedaba la opción de sentarse en una silla de ruedas, como si fuera un inválido. 

“Fernanda y Fabio se va a casar, esa lista de regalos de bodas que hice antes, haz que alguien prepare otra lista y trae de vuelta el equipo de rehabilitación“. 

Pedro hablaba con un tono ligero, como si estuviera hablando de cosas cotidianas. Pero Liberto frunció el ceño y dijo: “Señor, sus piernas ya no están en condiciones. para la rehabilitación“. 

Después de pasar más de diez años en silla de ruedas, sus piernas ya no podían caminar como una persona normal, incluso permanecer de pie era un desafío para Pedro. Aunque durante estos años siempre había ejercitado los músculos de sus piernas, volver a caminar normalmente en medio mes era imposible. 

“Sería de mal augurio tener a alguien discapacitado en la boda“. 

“Señor, no estoy de acuerdo“. 

“¿Desde cuándo tienes voz en mis asuntos?” ConTEent bel0ngs to Nôv(e)lD/rama(.)Org .

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Capitulo 1004 

Pedro lanzó una mirada a Liberto y dijo: “Haz lo que te digo, no te preocupes por lo 

demás“. 

Liberto se quedó en silencio y al final solo pudo hacer lo que Pedro pedía. 

Arriba, el equipo de rehabilitación se estaba trasladando a la habitación de Pedro, Marisol al ver esto, dejó de comer semillas de girasol, abrió la boca sorprendida y dijo: “¿Qué está pasando? ¿Vamos a abrir un gimnasio en la habitación del Sr. Huerta?” 

Marisol se acercó y golpeó a Liberto, preguntando: “Liberto, ¿qué está pasando? ¿El Sr. Huerta ha cambiado de opinión?” 

“…Sí“. 

“¿Cambiado de opinión sobre qué?” 

Arriba, Fernanda acababa de bajar las escaleras cuando vio a varios hombres moviendo el equipo de rehabilitación. 

Marisol se acercó, intrigada: “¡El Sr. Huerta ha decidido rehabilitarse!” 

“¿Rehabilitarse?” 

Fernanda recordaba que Pedro podía caminar, aunque con dificultad. 

“Es raro, ¿por qué Pedro, después de más de diez años en silla de ruedas, de repente decide rehabilitarse?” 

Marisol, confundida, sugirió: “¿Será porque Cristal llegó a Laguna Verde, y por ella, él quiere comenzar la rehabilitación?” 

Fernanda pensó un momento y dijo: “No creo, pero tiene algo de sentido“. 

“Aunque, probablemente el Sr. Huerta solo esté hablando, después de más de diez años, ¿cómo sería posible rehabilitarse y caminar de nuevo?” 

Fernanda preguntó: “Sí, ¿por qué no se rehabilitó durante el periodo adecuado?” 

Marisol explicó: “Se rehabilitó, pero los resultados no fueron buenos. Después de todo, sus piernas sufrieron graves heridas, y aunque pudiera caminar, se movería de manera extraña. La familia Huerta es un clan importante, y le importa mucho la apariencia. Como líder, no podía permitirse caminar de manera extraña, sería motivo de burlas, así que Pedro decidió usar la silla de ruedas permanentemente“. 

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