Capítulo 2947
Sí, es un camino difícil, pero ella quiere creer que los sentimientos de Brian Hart por ella van mucho más allá del simple agrado. Su renuencia a…
Déjala ir y el miedo a que le hagan daño… ¡todas estas emociones eventualmente se convertirán en amor por ella!
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Después de dejar la residencia de The Reed, Valda Theller llamó a Brian Hart.
teléfono.
—¿Valda Theller? —La voz de Brian Hart salió del teléfono.
“¿Dónde estás?”, preguntó Valda Theller. Belongs to © n0velDrama.Org.
—En la villa, ¿por qué? —respondió Brian Hart.
—¿No estás del lado de tu mansión? —Valda Theller estaba un poco sorprendida. Pensó que estaría descansando en la casa de la familia Hart.
bienes.
“No, quería un poco de paz y tranquilidad. Si me quedaba en casa, probablemente no tendría paz”, dijo Brian Hart. Además, su lesión ya no era un gran problema. Aparte de no poder hacer ejercicio extenuante últimamente, no poder levantar objetos pesados y tener que prestar atención a su dieta, todo lo demás no era diferente de lo que le sucede a una persona normal.
—Entonces… quiero ir a verte, ¿te parece bien? —dijo ella.
Después de un tiempo, su
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—No vengo a verte por obligación, tengo algo que decirte. —Valda Theller respiró profundamente.
“Puedes decirlo por teléfono”, dijo Brian Hart.
“Digámoslo en persona”, dijo Valda Theller, porque decirlo en persona
La persona sería más solemne. Quería que él la comprendiera.
gravedad.
-Está bien, enviaré a alguien a recogerte -dijo.
“No hace falta, iré sola. ¡Espérame!”, dijo Valda Theller.
y luego terminó rápidamente la llamada.
Brian Hart miró su teléfono. ¿Qué quería decirle?
¿a él?
Tenía miedo de tener expectativas y, al final, no sería así.
Sólo conduce a la decepción.
Valda Theller tomó un taxi y pronto llegó a la entrada de Brian
La villa de Hart. Cuando tocó el timbre, un sirviente vino a abrir la puerta.
—Señorita Theller, ¿verdad? El joven maestro la está esperando adentro.
Por favor, sígueme”, dijo el sirviente.
Valda Theller siguió al sirviente y entró en la habitación.
Brian Hart estaba sentado en el sofá de la sala de estar en ese momento.
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Cuando la vio, despidió al sirviente y le dijo: «Está bien, ahora puedes decirme lo que quieras».
Valda Theller respiró profundamente y miró a la persona en
frente a ella, “¿Todavía crees que si te enamoraras de alguien en esta vida, esa persona solo podría ser yo?”
Sus ojos se entrecerraron levemente. ¿Qué estaba tratando de decir?
Brian Hart se levantó lentamente y caminó paso a paso hacia Valda Theller. ¿Sería posible? ¿Las palabras que ella quería decirle hoy podrían ser lo que él estaba pensando?
Su corazón latía más rápido, e incluso su respiración parecía volverse más rápida.
¿De verdad no se sentiría decepcionado? A veces, cuando
Las expectativas son demasiado altas y la decepción puede llegar a ser aún mayor.
Más desesperado.
—¿Sabes lo que estás preguntando? —susurró.
—Lo sé —dijo ella con gran seguridad.
Frunció sus finos labios y después de un rato, dijo con voz ronca: “Sí, si yo…
Si me enamorara de alguien en esta vida, creo que esa persona…
Sólo puedes ser tú. ¿Y tú? ¿Quieres que me enamore?
¿Contigo? ¿O quieres cortar completamente los lazos conmigo?
Sus ojos negros como el carbón la miraban fijamente.
Había anticipación, represión, ansiedad y miedo en aquellos
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¿Todo esto fue por culpa de ella?
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A este hombre realmente le gusta mucho ¿no?
Ella levantó lentamente la mano y le acarició la cara.
Su cuerpo se puso rígido, pero no lo evitó. En cambio, dejó que su mano acariciara suavemente su rostro.
“Brian Hart, ¿cuánto me quieres realmente?” Valda Theller
murmuró: “Si el amor vale 100 puntos, ¿cuánto te gusto? ¿95 puntos? ¿90 puntos? ¿O 80 puntos?”
La miró, pero no supo qué responder. Incluso él mismo
No estaba seguro de cuánto le gustaba.
—Valda Theller, yo…
Su dedo presionó contra sus labios, impidiéndole decir lo que decía.
Estaba a punto de decir.
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