Nos encontramos desde la perspectiva de Juan.
Juan es un vampiro del Clan Nell uno de los miles de clanes que existen, apenas es un preadolescente, ni siquiera llegó a los años ciento diez pero aun así su poder llegó al rango bronce-alto, que no parece mucho pero por su estatus y el estatus de sus padres es un resultado que no está mal entre sus pares, hay quienes lo superan, hay quienes es superior y la mayoría están como el.
Juan estaba de regreso a su casa tras entrenar con sus amigos pero cuando menos lo esperaba escuchó la voz del Dios Sin Nombre por segunda vez en su vida para luego de un minuto sentir un temblor y ver maravillado una pizca del poder del Dios más fuerte de todos y misterioso.
La maravilla que vio lo dejó atónito por un buen rato hasta que el ruido de su alrededor lo despertó.
Y guiado por el tumulto de la masa fue lo más rápido que pudo hacia el castillo torre que se creó desde la nada según su percepción.
Ósea que fue lento, aunque él iba apurado y los demás también todos iban en la misma dirección amontonados y con menos orden que una marea de bestias salvajes.
Para peor al lado de ellos había dos caminos que solo unos pocos peatones tomaron, no era tan directo pero sin la masa de personas hubiera llegado antes.
Tras más de media hora caminando en un camino que normalmente le tardaría cinco minutos por fin llegó frente al castillo y pudo entrar en él para experimentar por primera vez y en primera mano lo que es una mazmorra.
Y lo primero que vio lo decepcionó un poco, solo habían varias puertas en la entrada el resto estaba completamente vacío más allá de las personas que iban a las puertas aunque la mayoría iban a una aunque luego se retiraban sin entender nada.
Y fue así hasta justo cuando estaba a punto de decidir a cuál puerta ir leyendo los pequeños carteles que había en cada una.
Cambió el desconocimiento de los presentes con la aparición misteriosa de un tablero de piedra qué explicaba las reglas.
Eran sencillas, el máximo es un grupo de tres y de rango bronce-alto, las armas y equipamientos no podían superar el rango bronce-alto y explicaban en pocas palabras cómo funciona cada dificultad.
Además aparte apareció un cartel que explicaba lo que sucedió con las personas anteriores que entraron somos por desconocimiento y era que se hizo un grupo con otras personas de su misma situación.
Ya con toda la situación la cosa se calmó y aunque hubo algunos desgraciados que querían ver el mundo arder y si ellos sufren los demás también, hubo muchas más personas bondadosas que explicaron las reglas a los de afuera haciendo que muchos se fueran al ser más fuerte que un rango bronce-alto, pero también hubo algunos que empezaron a formar grupos de tres.
Volviendo con Juan él tenía que elegir el nivel de dificultad de la mazmorra y al ser su primera vez y tener un gran desconocimiento decidió elegir el nivel fácil normal así si moría no pasaría nada y podría ver algo de como es una mazmorra.
En cuanto al equipo rápidamente encontró a dos conocidos suyos que también buscaban equipo así que en pocos minutos estaban listos para enfrentar el desafío.
Y así sin miedo sabiendo que la muerte ahí vale tres monedas de bronce entraron con la intención de mejorar y ver la situación.
Y lo primero que pasó tras entrar en la puerta fue quedarse dormido en un instante para que luego unas raíces los atrapen y los lleven a un lugar apartado de los demás para enseguida cambiar el modo de sujeción a sostener suavemente su cabeza con raíces más delgadas.
Pero todo eso no lo supieron ya que se quedaron dormidos y un pedazo de su alma que llevaba la conciencia que estaba activa viajó hacia un aparato pequeño pero para una hormiga ese aparato no era tan pequeño.
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En la mazmorra de dificultad fácil-normal estábamos con Juan y sus conocidos.
Uno era un pájaro lobezno de rango bronce-medio llamado Pedro.
Y el otro es un elfo de los millones que existe de fuerza de rango bronce-alto llamado Mike.
Los tres estaban ansiosos de ver que les esperaba en la mazmorra pero antes de ir a explorarla se reunieron para hablar un poco así se organizan mejor.
“Se que no nos vimos hace años pero supongo que las cosas no han cambiado mucho, por lo poco que me he enterado de esta mazmorra nos enfrentaremos a varios enemigos en nuestra exploración en búsqueda de la sala de jefe y luego explorar más a la sala del jefe final, también hay un jefe oculto pero no se si lo podremos encontrar, aunque como todo es falso y nada es real no importa mucho” Juan viendo que es uno de los más fuertes de los tres y el elfo no quería hablar tomó el liderazgo y empezó la conversación.
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“Si he escuchado eso, pero no se a que se refieren a los monstruos, solo se que nos quieren matar y por ellos debemos matarlos o intentar sobrevivir. ¿Es como una especie de bestia salvaje o como es?” El elfo dejó su silencio y presento una duda que aunque nadie antes la tenía ahora todos la tienen.
“Nunca oí de ello, pero supongo que serán una especie de bestia salvaje pero menos loca y más estúpida, o simplemente menos loca, no lo sé bien pero supongo que rápidamente lo podremos averiguar, hablemos de cosas que sabemos y que sean importantes, como por ejemplo los roles que tomaremos cada uno” Juan supo de inmediato que era una buena duda lamentablemente solo podrían especular pero especular es una pérdida de tiempo por completo, mejor gastaban ese tiempo en algo más útil que terminará en un buen destino.
“Hmp para que hablar si ya sabemos perfectamente todo, nosotros estuvimos cien años juntos en la escuela, aunque no éramos muy apegados tanto tiempo nos hizo conocernos bien, sabemos cual debe ser el rol de cada uno en un grupo de tres, tu vas a ser el atacante principal y a la misma vez cumplirás el rol de tanque si se es necesario, Pedro será el explorador y el suport, su primer rol será ser nuestros ojos y el segundo es brindar ayuda en los momentos oportunos. Por último mi rol será ser el atacante de largo alcance y el detector y desarmador de trampas, eso sería todo” Mike dejó las cosas simples y no se fue tanto por las ramas debido a lo mucho que se conocían gracias al poder del tiempo.
“Mmm, tienes razón…¿Algo que agregar Pedro?” Y tal vez sea porque es inherentemente tímido o por ser el más débil de los tres y con las peores perspectivas del futuro, Pedro solo respondió con una negación con la cabeza.
“¿Bueno algo más que hablar antes de explorar la mazmorra?” Tras obtener una negación por parte de los dos principalmente por no tener tanta información sobre las mazmorras iban a ir directo a explorarla.
“Pues entonces vamos…espera me acordé de algo importante. ¿Cómo andan de suministros? Recuerden que aunque es todo falso aquí funciona como si fuera la realidad, los suministros que teníamos en la realidad aquí también están y funcionarán igual que en el mundo real” Y rápidamente todos revisan lo que tienen en sus bolsas de almacenamiento.
“Tengo bastantes suministros, en pociones tengo veinte y de flechas tengo alrededor de quinientos, debería poder aguantar bastante” Mike el elfo tras unos pocos segundos mostró los resultados de sus recuentos para que luego lo haga Juan.
“Mis pociones son treinta y aparte de esta armadura y mi espada tengo dos dagas media chafa y una espada de repuesto, no estoy tan mal” Tras ver lo que tenía Juan quedó muy satisfecho con lo que tenía, y eso que él no estaba para nada preparado, el solo tenia estas cosas por si pasaba algo extraño en su vida.
“...Tengo pocas cosas, algunos venenos y solo cinco pociones…” Y antes de que pudiera decir algunas tonterías tanto Mike como Juan les dieron cinco pociones cada uno así el tendría quince y pueda dar un buen desempeño, el único que tiene más es Juan y está perfecto ya que el es la persona que más daño va a sufrir así que más te vale que tenga muchas pociones aunque sea un vampiro, después de todo la regeneración de un vampiro en el rango bronce-alto no es tanta.
“Pues si ya no hay nada más que comentar vayamos a explorar la mazmorra” Y así por fin todos se fueron a explorar la mazmorra y lo primero que hicieron fue observar su alrededor, y vaya que inservible que fue ya habían visto todo lo que tenían que ver en su alrededor.
Estaban en una cueva de un tamaño de alrededor de veinte metros cuadrados que aparte de algunas rocas y que está hecho de tierra no tiene nada que agregar ni siquiera la baja altura que no llega ni a los cinco metros.
Y había un túnel el cual fueron directo a por él, era relativamente pequeño de no más de tres metros de diámetro y aparte de tierra solo había algunas rocas y estalactitas de rocas.
Al principio no ocurrió nada pero tras menos de un minuto caminando por fin encontraron a su primer monstruo y entendieron más que era lo que se refería con un monstruo.
Se encontraron con un pequeño grupo de cuatro monstruos compuesto por la misma especie, una especie rara que nunca habían visto nada parecido, parecia la base de cualquier forma sapiente y razas como los elfos o los vampiros, pero solo un poco más altos que los enanos y solo un poco más fornido que los vampiros y para más extrañeza estaban cubiertos de barro…no, error, no están cubiertos de barro, están hechos de barro.
“Ya voy, brindan ayuda” Tanta confianza tenía Juan que poco dijo para los demás.
Enseguida salió disparado hacia los cuatros monstruos de barro y con su espada quiso hacer un corte horizontal que cortaría por la mitad a los cuatro por completo, o por lo menos ese era la mejor idea que tenía aunque lo que esperaba era un corte algo profundo; y fue lo que se dio pero lo que luego sucedió no lo esperaba para nada.
El corte que logró pareciera uno normal pero en tan solo un instante ocurrió algo inesperado, el corte se cerró por completo y pareciera que el corte nunca se dio, pero no fue así, aunque en el lugar de corte ya no está el corte en general a perdido esa masa pero distribuida en todo su cuerpo, lo que provoca un gran efecto en la batalla.
Lo que se intenta lograr con la espada es matar al enemigo o por lo menos provocar heridas que disminuya su fuerza o que al acumularse muera por ella o por el tiempo que sucumba a sus heridas.
Pero estos monstruos de barro no funcionará nada de eso, solo se harán más pequeños con los cortes y un poco más débil por la bajada de peso y menos alcance aunque eso aumenta ligeramente la agilidad y cada vez será más difícil de golpearle debido a que los monstruos de barro serán más pequeños.
“Tcht, ahora veo el problema de ellos, iré a ver que sucede cuando se da un puñetazo” Y el resultado que tuvo no le gustó para nada, ni le hizo un daño que se pudiera observar, simplemente el barro fue movido hacia otro lado y como si fuera algodón luego se repuso, por lo menos cuando se cortaba una parte quedaba en el suelo y luego no se podía hacer nada con ello.
“Mierda, ni cortes ni puñetazos, no creo que mis flechas, sirvan” Aunque dijo esas palabras por las dudas disparó una flecha hacia donde sería el ojo para ver el resultado…que fue…