CAPÍTULO 1608

Capítulo 1608

Nollace estaba jugando con la copa vacía en la mano. Sin levantar la cabeza para mirarla, preguntó: "¿Terminaste de hablar?"

Los hombros de Lisa temblaron. “Nolly, por favor, tienes que confiar en mí esta vez. No estaba buscando a Daisie para meterse en problemas. Escuché todo lo que dijiste durante los últimos cuatro años. No busqué a Daisie. Todo fue culpa de Anna.

"Lisa". Nollace levantó el párpado y la miró con tristeza.

Lisa sintió que su sangre se helaba y su rostro se puso pálido como la ceniza. "Nolly-"

No me llames así. Me hace sentir enfermo."

Lisa estaba atónita y apretó el puño con fuerza.

'¿Permitiste que Daisie te llamara así en el pasado, pero te sientes mal cuando te llamo de la misma manera que ella?'

Lisa no entendía por qué no fue ella quien consiguió el amor de Nollace.

De repente, pensó en algo. ¿Podría ser que su memoria haya sido restaurada?'

Sus labios temblaban cuando preguntó: "E-Entonces, ¿cómo debo llamarte?"

Mientras se limpiaba la mancha de té en el dedo, dijo: “Pregúntale a las criadas. Me vas a llamar como me llaman las criadas.

“Pero yo soy tu—”

"¿De verdad crees que eres uno de los Knowles porque te estás quedando en la mansión Knowles?" Nollace se puso de pie, rodeó la mesa y se paró frente a ella.

Ella bajó la cabeza porque no tenía las agallas para mirarlo a los ojos, "Sí... Joven maestro Knowles".

"Pedro". Nollace llamó a su mayordomo.

Peter caminó hacia adelante y se paró a su lado con reverencia, "¿Cómo puedo ayudarlo, joven maestro Kuowles?"

“A partir de hoy, organiza un poco de trabajo para ella y mantenla ocupada. Si ella no tiene nada que hacer, dará vueltas y deshonrará a los Knowles, ¿entiendes?

Peter nunca iría en contra de las órdenes de Nollace, así que asintió, "Entendido".

Lisa miró a Nollace y se mordió los labios mientras él desaparecía lentamente de su visión.

¡Ella se negó a aceptar esto! ¿¡Por qué debe ser tratada como una sirvienta y hacer el trabajo de la sirvienta!?

¡Todo esto fue culpa de Daisie!

En el Victoria Business College...

La sesión de la tarde fue un espectáculo de danza. Todos ellos sortearon el ballet que necesitaban ensayar, y Daisle obtuvo el "Cisne Negro".

Ella estaba preparando su maquillaje en la parte trasera del escenario mientras los otros estudiantes estaban

actuando, en el escenario uno tras otro.

Un estudiante le trajo el disfraz y los zapatos. "Daisie, pondré tu ropa y tus zapatos aquí".

Daisie miró al estudiante a través del espejo y sonrió, "Gracias".

Después de que el estudiante se fue, Daisie tomó el disfraz y entró en la sala de archivos.

Julianna llegó al fondo del escenario después de que Daisie entrara al probador. Cuando vio las zapatillas de ballet de Daisie en el escritorio, un pensamiento surgió en su cabeza y rechinó los dientes.

'¡Ella intimidó a Lisa primero! Ella es una malvada perra de dos caras. No necesito sentir pena por hacerle esto a ella.

Con ese pensamiento en mente, Julianna se acercó y clavó un pequeño clavo en la punta de cada una de las zapatillas de ballet de Daisie.

Mientras Daisie no lo mirara de cerca, no lo sabría. content rights.

¿No tienes mucha confianza en ti mismo? ¿No eres el mejor triunfador? Veamos cómo obtendrás los elogios de los profesores esta vez. Después de terminar todo, se dio la vuelta y se fue.

Tan pronto como Daisie se cambió, alguien le informó que era su turno de subir al escenario. No tuvo tiempo de revisar sus zapatos, así que se los puso y caminó hacia el escenario.

Se paró en el escenario y comenzó a actuar mientras las luces se apagaban y la música sonaba.

Tenía un buen físico y parecía un elegante cisne con su falda de ballet de plumas negras. Todos sus movimientos eran suaves, pero de repente, un dolor punzante en los dedos de los pies la hizo temblar y sus movimientos se congelaron. Incluso los profesores debajo del escenario notaron sus extraños movimientos.

Daisie fue la mejor triunfadora entre los recién llegados al departamento de Drama, Teatro y Cine. Tenía buena memoria ya que podía recordar todas sus líneas sin dificultad y se desempeñó excelentemente tanto en baile como en teatro. Nunca cometería errores, pero todos los profesores fruncieron el ceño esta vez. Daisie respiró hondo y se calmó, rechinó los dientes y soportó el dolor punzante en los dedos de los pies. Sus movimientos volvieron a ser suaves, e incluso la expresión de su rostro era perfecta.