Capítulo 1225

Era de madrugada en el centro de Laguna Verde, en la azotea de uno de los rascacielos.

Un hombre vestido con un anorak negro apuntaba con un rifle de francotirador hacia la ventana de un edificio comercial frente a él, donde el abuelo Mateo se sentaba en la posición principal de la sala de

reuniones.

El hombre llevaba una máscara blanca en el rostro. Después de apuntar, se oyó un disparo y el hombre detrás de la ventana cayó al instante.

De repente, el edificio comercial de enfrente se sumió en el caos.

“Bien hecho“.

Detrás de él, una voz masculina y profunda resonó: “Tienes más futuro que Ramón“.

El francotirador se giró lentamente, con una voz fría y firme: “Dije que Oriol tenía que morir“.

“El disparo de Ramón no alcanzó a Oriol, gracias a ti“.

El hombre se acercó y le dio una palmada en el hombro al asesino, diciendo: “Es tu turno de entrar en

escena“.

“Voy a poner todos los recursos del Grupo Lobo bajo tu control“. La voz baja del hombre llevaba un tono de risa indescifrable: “¿Hay algo más doloroso que la traición de un ser querido? ¿Verdad, Enrique?”

El asesino se quitó la máscara, revelando un rostro frío y profundo lleno de desafío y sombras. Ese rostro era indiscutiblemente de Enrique.

La noche era profunda y Fernanda se despertó de una pesadilla. Al volver en sí, Fabio ya no estaba a su

lado.

“¿Fabio?”

Fernanda se sintió un poco ansiosa y escuchó bulla que venía de abajo. Se levantó y bajó.

Vio a Marisol y Javier todavía en pijama, pero ya despiertos.

Fernandá preguntó: “¿Dónde está Fabio? ¿Qué está pasando?”

“Fernanda, la familia Rivera… ha tenido un problema“.

Marisol lucía pálida al decir esto.

Javier también estaba cabizbajo y no dijo nada.

Fernanda sintió como si algo en su pecho quisiera estallar, esa sensación de presagio volvió a invadirla. “¿Qué le pasó a Fabio?”

“No es Fabio… es, el abuelo“. Marisol se puso aún más pálida, diciendo: “Hubo un tiroteo en el edificio comercial y el abuelo… murió por las heridas, ya… Text property © Nôvel(D)ra/ma.Org.

“Fabio ya fue a manejar la situación, antes de irse nos pidió que cuidáramos de ti“.

Al ver a Fernanda en silencio frente a ellos, con un rostro terriblemente pálido, Javier no pudo evitar decir: “Señorita Fernanda, no te preocupes… Fabio ha enfrentado muchas tormentas, no se dará por vencido tan fácilmente. Salió con gente a buscar al asesino, quizás ya lo encontró, quizás… quizás ya ha vengado la muerte“.

Capitulo 1225

Fernanda seguía sin hablar y Marisol también estaba ansiosa, nunca habían visto a Fernanda así.

Después de un rato, Fernanda finalmente dijo de repente: “Es mi culpa“.

“¡No es tu culpa! ¿Cómo podría ser tu culpa? ¡Es el enemigo quien es demasiado astuto!”

“No, es mi culpa“. La voz de Fernanda se enfrió aún más, pero cuando levantó la cabeza, sus ojos estaban rojos: “Quería una vida tranquila y segura, así que le pedí a Fabio que evitara matar. Pero si no los matamos, ellos vendrán por nosotros“.

Al oír esto, Javier y Marisol se quedaron en silencio.

Fernanda aún recordaba cómo, en su vida anterior, Fabio había revuelto cielo y tierra en Laguna Verde, llevando a la ciudad a un estado de sangre y violencia, enfrentándose finalmente a Sebastián en una lucha por el poder.

Pero en esta vida, con su renacimiento había alterado el curso de los eventos, llevando todo hacia una dirección desconocida.