Novels2Search

E75-El cadaver

El tiempo siempre en marcha fue dándole ánimos al criado y al noble para que finalmente pudieran llegar a su destino, tras un poco menos de dos días caminando los dos hombres lograron llegar a la mansión, aunque por el estado deplorable de Mateo parecería que parte de su vida se quedó en el viaje de regreso. Cuando el resto de los criados se dio cuenta de este hecho, corrieron a Orrin para notificarle la llegada de su hijo y la de Apolo, por lo que el mayordomo se dirigió a la puerta para saludarlos e investigar cuál era el motivo por el cual se produjo el retraso.

—¿Por qué regresaron caminando?, ¿Dónde está el carruaje donde partieron?—Preguntó Orrin preocupado viendo el cansancio en el rostro de su hijo.

—¡Lo mandaron a volar!—Gritó Mateo, mientras se sentaba en el suelo agotado.

—Traigan agua y algo que comer—Pidió Orrin al resto de criados, notando que la prioridad era atender a los recién llegados—¿Cómo es que lo mandaron a volar?, ¿literalmente el carruaje se fue volando?

—Me crucé con un mago en el ministerio y este para vengarse maldijo a los caballos haciéndolos explotar en el medio de nuestro viaje—Respondió Apolo, mientras veía como los criados le acercaban una jarra con agua.

—¡Qué locura!, ¡¿Pero qué clase de mago aprende un conjuro tan salvaje?!—Exclamó Orrin algo preocupado—Esperemos que el asunto haya terminado en una advertencia.

—¡No fue una advertencia, ese lunático casi nos mata!—Respondió Mateo tomando agua como si se tratase de un elixir que alargara la vida—¡Alabados sean mis ancestros que me hicieron tan buen conductor, si no estaría muerto!

—¿Trataron de asesinarlos?, ¿Cómo responderemos, joven señor?—Preguntó Orrin preocupado con la cuestión—¿Le mandó una carta notificando del asunto a su abuelo?

—¡No hagas nada, todo lo que pasó en el ministerio de magia está maldito!—Gritó Apolo con desesperación, el joven estaba cien por ciento seguro de que todo lo que intentara en este momento fracasaría: no tenía a los ancestros de su lado en ese viaje—Ve y llena de rozas las mazmorras, haz que todos los criados digan cosas bonitas a las tumbas todos los días a las mañanas: ¡no quiero más problemas con los muertos!

—¡Como ordene, señor!—Exclamó Orrin muy conforme con la idea; por desgracia las mazmorras se habían convertido en un cementerio y no había vuelta atrás, ahora al menos lo mínimo que podían hacer era mejorar el trato hacia los difuntos para evitar su cólera—Como buena noticia le digo que ya compramos un carruaje nuevo.

This story has been stolen from Royal Road. If you read it on Amazon, please report it

—Bien, me gustan las buenas noticias, me encantan las buenas noticias: ¡No quiero recibir malas noticias por el resto del mes!—Respondió Apolo con felicidad y algo de locura, parecía que aún estaba un poco afectado por lo ocurrido.

—De hecho…—Trató de decir Orrin.

—¡No quiero recibir malas noticias!—Interrumpió Apolo con más preocupación que enojo, al parecer algo había pasado en la casa durante ese día trágico, lo único que le faltaban eran más problemas.

—Es importante que lo sepa, mi señor…—Dijo Orrin en voz baja.

—Dilo entonces, no tiene sentido ocultarlo—Comentó Apolo mirando como todos los criados tenían los ojos algo llorosos y parecía que había ocurrido una tragedia, esto provocó que el joven noble comenzara a implorar la ayuda de sus ancestros en su cabeza una y otra vez.

—Lamento informarle que mientras usted visitaba el ministerio falleció Cristóbal—Comentó Orrin con pena—Al parecer éramos los únicos con los que hablaba Cristóbal, por lo que su cadáver nunca fue recogido por sus familiares. O tal vez no tenga ningún familiar vivo, lo cierto es que era una persona muy reservada por lo que no sabemos con exactitud qué hacer con su cuerpo.

—¿Quién?…—Preguntó Apolo, pero rápidamente se dio cuenta de que por la cara de pena de los criados se debía tratar de alguno de sus criados, el joven noble de suerte recordaba el nombre de Orrin y Mateo, por lo que le importaba bastante poco esta «mala» noticia; sin embargo, sabía que era mejor aparentar pena y sumarse al resto de la casa—¿Quién osaría en dudar de su gran alma?, De seguro está feliz reuniéndose con sus ancestros, espero que lo hayan enterrado en el cementerio de la mansión como es debido.

—Todavía no lo enterramos, no sabíamos si podíamos usar el cementerio: no somos miembros de su familia—Respondió Orrin con pena mientras se limpiaba las pocas lágrimas que salían de sus ojos con un pañuelo, el resto de criados estaban igual de tristes por lo que parecía que Cristóbal era alguien bastante querido en esta casa.

—Pero no digas tonterías: ¡claro que pueden usar el cementerio!—Respondió Apolo de inmediato, su intuición le decía que era muy probable que esté muerto fuera el que estuviera causando los problemas—No solo eso, si su verdadera familia no se ha preocupado por su cadáver entonces nosotros organizaremos un entierro digno de un noble: ¡En definitiva yo ya no puedo tener hijos, así que ustedes son mi única familia en la capital!

—¡Sí, será el mejor entierro que pueda tener un criado!—Chilló Mateo dándole más impulso al tema, también pensando en su cabeza que el hecho por el cual casi había muerto era cien por ciento probable que se debiera a este cadáver vengativo.

—¡Como usted ordene, señor!, ¡Estamos muy contentos con su decisión!—Comentó Orrin con una sonrisa.