Finalmente, el carruaje llegó hasta su destino mostrando los imponentes cuatro castillos con su torreón inmenso en el medio a la distancia, pero tal y como Mateo estimaba, era muy probable que llegaran demasiado tarde y siendo este un día normal, parecía que el personal burocrático no se encontraba trabajando a estas horas de la noche. Por tanto, Apolo decidió probar ir a dormir en los dormitorios del ministerio, principalmente debido a que la otra opción era pasarse toda la noche en el asiento del conductor o tratar de caber dentro del carruaje y estas dos opciones eran demasiado incómodas para su gusto.
Tras pedir las indicaciones al guardia en la puerta del ministerio, el carruaje se dirigió hacia el tercer castillo del ministerio de magia siguiendo las indicaciones distribuidas a lo largo del camino azulado y tras unos pocos segundos, Apolo llegó hasta la puerta y un guardia procedió a recibirlo.
—Mucho gusto, ¿a qué vinieron a estas horas de la noche?—Preguntó el guardia mientras inspeccionaba el interior del carruaje y notaba que estaba vacío.
—A dormir—Contestó toscamente Apolo.
—Solo los magos pueden entrar a este castillo, ¿usted es un mago?—Preguntó el guardia dejando de investigar, para extender la mano hacia Apolo.
—Sí, soy un mago noble: ¡No voy a pagarle un soborno a un don nadie!—Se quejó Apolo mirando la mano extendida del guardia con desprecio.
A case of content theft: this narrative is not rightfully on Amazon; if you spot it, report the violation.
—No, no busco un soborno, se ve que eres algo nuevo: te estoy pidiendo la insignia de plata que te identifica como mago—Respondió el guardia rápidamente, parecía algo intimidado por el cuerpo del muchacho que parecía un armario andante.
—Ah…—Apolo procedió a buscar por sus bolsillos, hasta encontrar la chapa de identificación como mago, sin perder el tiempo se la pasó al guardia.
El guardia observó la chapa con cuidado, la misma tenía el tamaño de una moneda grande y en uno de sus lados se encontraba inscripta la cara de una persona a la cual solo podía distinguírsele una nariz muy pequeña y unas orejas anormalmente grandes, esta persona era quien pagaba la cuenta, el actual emperador del imperio: César de campos plateados, hijo del anterior emperador Patricio de campos plateados. Mientras que en la otra cara de la ficha se encontraba inscripto un gorro puntiagudo lo cual servía para indicar que Apolo era un mago, por su parte lo último destacable es que aprovechando la anchura de la ficha se encontraba inscripto en sus bordes el nombre: Apolo de bosques negros.
—Todo en orden, por lo demás tienes que ir al salón 1A y buscar un juego de llaves, como dije antes: solo los magos entran a este castillo, por lo que el conductor se debe quedar esperando afuera —Comentó el guardia volviendo a sentarse en una silla improvisada con dos cajas que al parecer había robado del interior del castillo.
—Puedes meterte en el interior del carruaje para dormir, Mateo—Dijo Apolo bajando del carruaje y entrando al castillo.
—¡Que tenga una buena noche, señor!—Grito Mateo mientras sacaba su carruaje de la puerta y lo llevaba a una zona donde pudiera dejarlo estacionado toda la noche.