Una vez que comenzó a escuchar los golpes en la puerta y los festejos en los pasillos de afuera de su oficina, Dorien se percató de que probablemente se tratase de otro mago, por lo que dedujo que Apolo no entraría de forma inesperada. Ignorando a la persona que golpeaba la puerta para ser atendido, Dorien se levantó de su asiento y se dirigió hacia el estante donde había guardado el registro, sin buscar mucho volvió a tomar el libro y lo llevó hacia el escritorio.

—Madre mía, ¡Vaya escándalo que está montando este muchacho afuera!—Sonrió Dorian con alegría, en su mente pensaba que Apolo había ingresado a todos sus criados al castillo para festejar su inscripción como mago.

Tratando de ignorar los festejos de afuera, Dorien se sentó en su escritorio y sin perder el tiempo abrió el registro. Inmediatamente, el mago se puso a buscar una página en particular con rapidez como si la impaciencia por una respuesta se estuviera apoderando de él, el mago fue pasando las páginas con avidez hasta que sus ojos celestes se iluminaron de repente: ¡Había encontrado lo que buscaba!

—Veamos cuáles son las historias de estos pobres diablos…—Murmuró Dorian con una sonrisa llena de curiosidad en el rostro, mientras observaba una hoja en el registro con el título de «Magos de la codicia».

Dorian buscó en los cajones de su escritorio, abriendo varios cajones como si no recordara exactamente dónde estaba lo que buscaba, no obstante, los ojos brillantes del mago no tardaron en delatar que había encontrado lo que necesitaba. De uno de los cajones llenos de objetos misceláneos, Dorian sacó una pluma negra: inicialmente el aspecto de la pluma era bastante común, pero cualquier persona con ojos lo suficientemente atentos notarían que la pluma se contorsionaba por su cuenta lentamente como si estuviera viva.

En la hoja del registro solo se veían los cuatro nombres de los magos enlistados, sin embargo, cuando Dorian pasó su mano arriba del registro, la hoja quedó completamente en blanco como si nunca hubiera sido utilizada. Al ver la hoja limpia, el mago tomó la pluma negra en su escritorio, la mojó en tinta y escribió con lentitud:

"Registro, registro, soy un mago lleno de curiosidad en busca de detalles: ¿Podrías ayudarme?"

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Instantáneamente, la hoja del registro volvió a llenarse, pero ahora había aparecido otra columna con información al lado de la columna con los nombres.

— Deo de pueblo blanco: asesinado en pueblo blanco, Eco de los pantanos rojos: acecinado en pantanos rojos, Thais del valle: asesinado en el valle y Helena de pueblo chico: asesinada en el bosque negro—Murmuró Dorian con calma, pero su calma se fue perdiendo a medida que se percató de que había un gran problema en estos registros y la preocupación comenzó a llenar el semblante del mago.

—Todos fueron asesinados, me resultaría raro que fuera una coincidencia…—Murmuró Dorian para sí mismo mientras buscaba alguna posible respuesta—Helena, una acólita que logró llegar a convertirse en maga. Todos los demás murieron donde nacieron salvo ella y más importante aún: ¿Por qué la codicia te llevó al solitario bosque negro y cómo se relacionó esta maga con Apolo para corromper el destino de ese chico?.

Con más preguntas que respuestas, Dorian buscó nuevamente en los cajones de su escritorio hasta sacar un pergamino enrollado de aspecto algo común si se lo comparara con los raros objetos que guardaban estos cajones. El mago procedió a desenrollar el pergamino y leyó su contenido con cuidado, como si tratara de encontrar información entre las líneas de texto.

> "Querido ministro de magia:

>

> Hoy acabo de recibir una carta del rey del bosque negro pidiendo que ayudara a uno de sus nietos a convertirse en mago, al principio me alegré con la noticia de que finalmente otro de estos brutos era seducido por el camino civilizado de la magia. No obstante, continué leyendo la carta y para mi desagrado la situación no es tan sencilla como parece ser.

>

> Al parecer el joven futuro mago está siendo afectado por la maldición de un objeto mágico: un extraño anillo de bronce capaz de provocar obsesión a tal punto de que el joven se olvida de comer con frecuencia y tiende a perder la cordura con facilidad, la situación se ha tornado tan seria que el resto de su familia teme por la vida del joven.

>

> Dado que el anillo corrompió la mente del futuro mago, el rey del bosque negro sabe que no puede retirárselo sin matarlo, por lo cual decidió empujarlo a convertirse en un mago y empujar el problema a mis manos, es decir: ¡A tus manos!

>

> Por tanto, te pido que soluciones este problema y no permitas que el joven muera, lo único que me falta en mi ajetreada vida es que estos bárbaros piensen que no podemos lidiar con un simple objeto mágico.

>

> Att, el rey de pueblo blanco"