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E38-El Ministro de magia

—Nada más y nada menos que un mago que estudia cómo afecta la codicia en la magia—Explicó Dorien dando vuelta las páginas del registro en busca de una página en particular— Los atributos son una simple clasificación marcada por el mago Hades. El cual, a su criterio, dividió los campos de investigación de la magia en varias áreas, entre las cuales se encuentran los pecados humanos.

—Entonces, ¿Podría aceptar ser un mago de la codicia, luego irme de este cuarto e investigar de forma privada los patos y de tal forma ser un mago de patos? —Preguntó Apolo notando la inutilidad de este sistema de clasificación—No lo comprendo…

—Sí, por supuesto, podrías ser un mago de patos…—Respondió Dorien con seriedad, mientras continuaba buscando en el registro.

—¿Eh? —Exclamó Apolo casi que escupiendo sangre, sin esperar que el ministro de magia diera tal afirmación.

—Es tu vida y puedes investigar lo que se te antoje, jovencito…—Contestó Dorien con una sonrisa marcada debajo de su barba, parecía estar divirtiéndose con la charla mientras buscaba obsesivamente en el registro—El imperio paga por logros y descubrimientos, así que investiga lo que quieras con tu presupuesto anual, siempre que aportes algo que nadie descubrió antes: te pagan esa patente. Incluso descubriendo cosas acerca de los patos, así que puedes terminar convirtiéndote en Apolo: el archimago de los patos.

—¡Por mis ancestros!, ¿entonces para qué hice este test? —Gritó Apolo dándose cuenta de que supuestamente acababa de perder la fertilidad por leer un libro maldito solo para enterarse de sus propios gustos.

—Porque según el emperador: es obligatorio…—Murmuro Dorien con una sonrisa aún más marcada debajo de la barba—¡Oh, mira lo que encontré!

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Apolo vio cómo Dorien tenía en sus manos un registro con cuatro nombres escritos en sus columnas, el título del registro era: «Reinado del bosque negro»

—¿Son mis ancestros? —Preguntó con dudas Apolo, reconociendo alguno de los nombres escritos en el registro.

—¡Efectivamente, muchachito! —Respondió Dorien mientras leía la hoja del registro— Tea del bosque negro: gran mago de la memoria, Cosmo del bosque negro: mago de fuego, Damen del bosque negro, Eudor del bosque negro.

—¿Por qué hay dos magos de mi familia sin atributo? —Preguntó Apolo mientras miraba cómo Dorien sumaba «Apolo del bosque negro» en la lista y procedía a cerrar el registro

—Por qué no tuvieron un solo logro o descubrimiento en todas sus vidas—Explicó Dorien mientras se levantaba a guardar el registro—Así que si quieres ser Apolo, el gran mago de los patos, más te vale comenzar a estudiar acerca de los patos con seriedad.

Dorien guardó el registro y volvió a sentarse en su escritorio mientras decía:

—Por lo demás, ya eres un mago y estás registrado como un mago del imperio. Puedes irte e investigar lo que te diga tu corazón convirtiéndote en el gran mago de todos los patos, o realizar los dos test que te quedan para ver cuáles son tus atributos secundarios e investigar según lo que Hades cree que es tu destino.

—Por el momento, investigaré a los patos—Contestó Apolo algo incómodo: no tan seguro si el segundo consejo de su ancestro tenía sentido alguno; rechazando malgastar toda su vida por una frase extraña escrita en un libro maldito y un dibujito mal hecho.

—Espero grandes logros, Apolo, siempre tuve curiosidad acerca de los patos…—Comentó Dorien con una sonrisa bastante ancha debajo de su larga barba roja—Por lo demás puedes ir al primer piso de este castillo, sala 5A y retirar los fondos para tu primer año de investigación. No los malgastes y úsalos bien: ¡Recuerda que solo se dan una vez por año!.

Al enterarse de que finalmente recibiría el tan ansiado dinero, Apolo salió disparado de la habitación sin importarle los modales, parecía que el joven estaba realmente interesado en este apartado del mundo de los magos. Dorien sonrió al ver la impaciencia de Apolo por recibir su primera financiación recordando su primera vez en esta oficina con nostalgia, sin embargo, la sonrisa oculta por su barba murió de forma súbita cuando vio que el joven ya había salido de su oficina.