Realmente aprender a encontrar el método para seguir las direcciones en esta biblioteca era una completa locura digna de unos pocos genios, y según lo expresado en la carta del ancestro de Apolo si un mago contaba la manera de guiarse dentro de la biblioteca, dicho mago ya no podría volver entrar a la biblioteca nunca más.
Por lo cual había muy pocas maneras de enterarse de este secreto, una de ellas era obteniendo el método a través del legado de algún mago que a conciencia ya sabía que no iba a volver a entrar nunca más en la biblioteca en su vida, otra forma era siguiendo el método tradicional, es decir: descubrirlo por tu cuenta. De todas formas también había otras opciones de enterarse de este «conocido» secreto, por ejemplo algunos libros de la biblioteca tenían descrito entre sus páginas la forma de «navegar» en la misma, no obstante para alguien sin conocimientos en el mundo mágico como Apolo esa información era desconocida y por tanto no existía.
El dichoso método de «navegación» era el siguiente: Primero debías obtener del vendedor un código que era completamente aleatorio y cambiaba cada vez que entrabas a la biblioteca, por ejemplo en el caso de Apolo el código era AZC w25. El segundo paso era descifrar el código, lo cual era la parte más complicada, pero según lo escrito en la carta del ancestro de Apolo funcionaba de la siguiente manera: El primer nivel era el siguiente: A: camina un pabellón para adelante, Z: camina 27 pabellones para adelante, C: camina 3 pabellones para adelante. El segundo nivel funcionaba cambiando las direcciones de giro: w: no gires. 2: gira dos veces, 5: gira cinco veces. Por lo tanto, si unías los dos niveles la clave para encontrar el pabellón de libros infantiles era pasar un pabellón para adelante y girar dos veces el cuerpo, es decir que como resultado uno tenía que retroceder 27 pabellones para atrás. Luego uno debía girar 5 veces el cuerpo y como resultado tenías que moverte 3 pabellones a la izquierda. Considerando que todos los giros siempre se hacían en sentido horario y que Apolo por su código no le había tocado girar inicialmente, por lo tanto, se comenzaba siempre dando la espalda al vendedor.
En cuanto a las distancias, realmente daba igual, ya que una vez cumplías la primera secuencia te encontrarías en un laberinto infinito hasta que logres terminar de encontrar lo que buscabas: en consecuencia uno realmente podría terminar muerto en esta biblioteca.
Mentalizándose para iniciar el desafío, Apolo procedió a completar el primer pabellón; cada pabellón «aleatorio» en esta biblioteca era exactamente idéntico y el mismo consistía en exactamente 27 estanterías colocadas a cada lado formando un pasillo lleno de libros, las estanterías tenían un tamaño de cuatro metros por lo que eran realmente altas y uno debía usar un taburete que siempre podía encontrarse en cada pasillo para alcanzar los libros superiores. La razón por la cual los magos llamaban a estos pabellones idénticos entre sí «aleatorios» es debido a que el vendedor todas las noches cambiaba los libros que aparecían en estos pabellones. Por lo tanto, los libros de estos pabellones eran aleatorios y la única forma de que un mago pudiera encontrar un libro en particular en esta biblioteca era conociendo el pabellón real del libro y para eso debías emplear los códigos dados por el vendedor.
This story has been unlawfully obtained without the author's consent. Report any appearances on Amazon.
Tras terminar de recorrer el primer pabellón, Apolo se encontró con una mesa circular con cuatro sillones de cuero muy bonitos y una abundante cantidad de comida, bebidas y útiles que uno podía necesitar si tenía ganas de leer. Cada uno de los sillones en la mesa circular apuntaba a un pasillo lleno de estanterías que a su vez era otro pabellón y al final del mismo se podía ver exactamente la misma mesa circular con sus respectivos sillones. Una vez llegado a este punto Apolo había cumplido la primera secuencia y estaba en el laberinto infinito de la biblioteca.
Por lo tanto, Apolo giró dos veces el cuerpo en sentido horario para dirigirse nuevamente por el pabellón por donde había venido. Al final del pabellón ya no se encontraba el vendedor o la puerta de la biblioteca, sino que lo único que podía encontrarse era la misma mesa circular del lugar a donde estaba, recordándole al joven que había tenido éxito al cumplir la primera secuencia y ahora se encontraba en un laberinto infinito.
Apolo fue ignorando las mesas circulares hasta haber pasado los 27 pabellones que indicaban su código. Tras lograrlo, Apolo giró cinco veces el cuerpo nuevamente en sentido horario y caminó por los últimos 3 pabellones hasta finalmente encontrarse con lo que estaba buscando: ¡El pabellón de libros infantiles!
La entrada del pabellón de libros infantiles como tal consistía en una pared con una puerta y no se trataba de un pasillo a diferencia de los pabellones aleatorios. La puerta en la pared de madera amarillenta era bastante chiquita y parecía haber sido dibujada por un niño con crayones, por lo que estaba algo chueca y no tenía manija alguna. Por lo tanto, a simple vista la puerta parecía más bien un dibujo que una puerta propiamente dicha.
Apolo supuso que el dibujo podía abrirse si lo empujaba y al intentarlo resultó que realmente el dibujo se movía mostrando un túnel chiquito formado por libros. Desde la entrada del túnel no podía verse el final del mismo, pese a ello el joven curioso por saber cómo se veía el interior del pabellón infantil se agachó y con esfuerzo comenzó a gatear para adentrarse hacia el interior del túnel.