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Un buen día de aventuras...

Adam entró por la escalera de caracol, dirigiéndose al 5 piso inferior.

A diferencia de las escaleras de mármol, estas escaleras estaban hechas de madera podrida. Los costados de la escalera parecían a los de una cueva. La escalera no estaba iluminada con lámparas de aceite; sino que sobre las paredes de la cueva había champiñones azules que brillaban iluminando débilmente los escalones con una luz azulada. La escena era bastante bonita, pero algo peligrosa.

Adam bajaba con cuidado, con mucha lentitud. Pero su corazón estaba algo acelerado; hoy había sido su primer día de escuela y había logrado subir al piso medio sin que nadie se diera cuenta de que en realidad no pertenecía a esos pisos.

Adam vivía en los pisos 'inferiores' junto a su padre. El padre de Adam se las ingenio con un plan para lograr darle educación a su hijo y así poder ofrecerle un mejor futuro. Ya que la educación era imposible de obtener para los habitantes de los pisos inferiores.

Esta escalera había sido descubierta por el padre de Adam en sus días de juventud. Lamentablemente, cuando su padre la descubrió, ya era muy viejo para ser estudiante; por lo que nunca pudo obtener la túnica negra. El padre de Adam lo sabía bien: no era una simple túnica; era el derecho a saber leer; era el derecho a poder vivir bien en este mundo.

Adam finalmente logró bajar todas escalones de madera. La parte baja de la escalera era una cueva iluminada con cientos de champiñones. En la cueva había un lago pequeño y un camino de piedras.

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Adam con cuidado salto sobre el camino de piedra, hasta llegar al otro extremo donde se encontraba la pared de la cueva. Al llegar a la pared, Adam colocó su mano sobre la misma y dijo:

— Un buen día de aventuras. Pero es tiempo de que el héroe marche a casa

Las piedras de la cueva comenzaron a temblar y poco a poco se mostró sobre la pared: el dibujo de una puerta que parecía estar hecha con tiza. Adam empujó el dibujo y la puerta no se movió, parecería que había alguien afuera.

Adam esperó un rato en la cueva y volvió a probar, esta vez la puerta se movió y mostró los pasillos del 3 hexágono del 5 piso inferior.

Los pasillos se sentían mucho más elegantes que los pasillos del anterior piso; sus pisos y techos eran de mármol finamente tallado con patrones de flores. Sus estantes estaban hechos de oro y plata. Y las lámparas de aceite eran estatuas de ángeles.

No obstante, Adam sabía que toda esta belleza no valía nada en este mundo, lo único que tenía verdadero valor era el conocimiento y la mayoría de libros de este piso estaban llenos de garabatos inútiles.

Adam camino con prisa , por no decir corriendo por los pasillos; no eran seguros y tenía que llegar a casa rápido. Recién ahora, Adam noto que se olvidó de traer otro juego de túnicas; las que tenía puestas eran muy nuevas y podrían llamar la atención de gente peligrosa.

En el camino se cruzó con muchas personas, por suerte lo conocían o no tenían intenciones de robarle a un chico indefenso; por lo que pudo llegar rápidamente al hexágono 10 del piso inferior 5.