Con 17 años Adam todavía no sabía bien qué hacer cuando obtuviera su túnica negra, pero todavía era demasiado pronto para pensar en esos asuntos.
Con pasos emocionados por sus nuevos anteojos, Adam se dirigía a la escuela. Esta era la primera vez que noto que tan útiles eran estos padrinos para los bibliotecarios, todas las anteriores veces que 'gano algo': eran cosas que no podía utilizar como los libros mágicos o no las notaba como el karma. Pero estos anteojos eran reales y sus efectos parecen superútiles; por lo cual estaba muy emocionado por tratar de encontrar alguna pisada que no fuera blanca en el suelo.
Aun así, lo único que podía ver Adam mientras subía las escaleras era manchas blancas por todo el piso, las pisadas blancas eran tantas que tapaban todos los rincones de los escalones de mármol de la escalera.
Algo desilusionado, Adam se detuvo en las escaleras para descansar y preguntarle a su padrino si conocía algo de la estantería de piedra y porque la estantería de guijarros de piedra le dijo que le tocó vivir una época dura.
Su padrino contestó escribiendo rápidamente, lo cual significaba que estaba enojado con la pregunta:
'¿Sabes cuantos milenios son una época para una estantería? No te preocupes y no te molestes por saber la verdad de esa historia inútil.
Ahora, tu única preocupación es obtener la túnica negra y aprender los secretos de tu karma positivo.
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De eso sí preocúpate; ya que no se nada acerca del camino de los héroes. Tus ojos podrían tener varios secretos y algunos podrían salvarte la vida: ¡Debes descubrir esos secretos por tu cuenta!
Además, no quiero que el siguiente cambio en tu cuerpo sea algo desconocido que te termine matando por llamar la atención de los demás: ¡Ten cuidado y averígualo todo!'
Adam no sabía si seguir o no este consejo; sabía que su padrino era paranoico, pero esta vez parecía estar bastante seguro de que era poco importante el asunto de la estantería de piedra.
El muchacho nunca había visto a una estantería llorar, por lo cual no creía que fuera una tontería. Pero su padrino tenía razón sobre los tiempos. La última vez que una estantería le dijo a Adam que tenga cuidado en el futuro pasaron años antes de notar los problemas de guerra.
Adam siguió meditando el asunto mientras subía de forma lenta los escalones. No fueron pocas las veces que se tropezó por los escalones brillando en blanco, pero el muchacho quería acostumbrarse a estos nuevos colores de pisos lo antes posible.
Lo interesante de este objeto mágico es que Adam nunca sabía si el siguiente escalón tendría una pisada de alguna criatura oculta, lo cual motivaba al muchacho a seguir probando suerte para ver si encontraban algún tesoro que los demás no pudieran ver.
Finalmente, Adam llegó hasta la escuela, pero no encontró nada en el camino. Lo primero que noto Adam es que las huellas de los librillos de la escuela no aparecían por ningún lado, por lo cual el muchacho notó uno de los grandes problemas de seguir ciegamente este objeto mágico y es que muchas criaturas se desplazaban no necesariamente usando sus pies.
Por el horario Adam debería haber llegado tarde por lo cual se apuró un poco para poder tener tiempo de sobra para completar la celebración de sus 100 páginas. No sabía cuánto tiempo tardaría en completarse la celebración, pero aún recuerda haber está leyendo unas horas las 10 páginas juntos a sus compañeros de clases en su primera celebración y única oficial hasta el momento.