*Piuu, Piuu, Piuu* Tres agujeros entraron en la panza de un hombre gigante y gordo, mientras el mismo se acercaba con lentitud a la fogata en la distancia. La piel del hombre era gris y parecía ser bastante grasosa, un líquido blanco y pegajoso surgía constantemente de sus poros desprendiendo un hedor horrible. La criatura era tan alto como un árbol y tenía algas creciendo por su espalda. Mientras que sus piernas estaban repletas de corales que crecían como parásitos. En una de las manos de la criatura se encontraba un gancho bastante oxidado, el cual se tambaleaba rítmicamente a medida que el hombre gordo caminaba, esperando una oportunidad para poder clavarlo en el joven héroe.
Sin importarle los disparos, el hombre gigante siguió caminando con ritmo lento, parecía que las balas no le estaban haciendo mucho efecto y solamente eran absorbidas por la piel grasosa del gigante.
Adam desde la distancia notó el problema: esta era su oleada número 20 y entendió que estaba muerto. Su caja de madera únicamente podía controlar tres torretas de forma automática, luego de eso la cuarta torreta no andaría y estaría de reserva hasta que alguna de las otras tres se destruyera.
Esto estaba limitando a Adam, si bien se había armado una barricada muy bonita, el hombre gordo y gigante podía simplemente caminar arriba de ella y destruir todas sus torretas. Por su velocidad de tortuga, el hombre gigante no podría agarrarlo y matar a Adam.
Pero el joven no tendría tiempo para armar más torretas con el hombre gordo persiguiéndolo, por lo que solamente podría correr hasta que un enemigo más rápido apareciera entre las oleadas y lo matara.
A diferencia de las otras 20 oleadas, en esta batalla solo había un enemigo, pero este enemigo podía tragarse las balas de las torretas como si le disparara balines de goma y en consecuencia, Adam no tenía manera de derrotar al gigante.
Aunque parezca increíble, el joven héroe no se alteró por su inminente muerte y en su lugar corrió por las trincheras que había armado y salió de la fortaleza de sacos de arenas, alambres y púas. Su cerebro de ratón no dudaba y entendía que toda su fortaleza sería destruida dentro de poco y ahora lo importante era prepararse para el futuro.
La información más valiosa que reunió en estas 20 batallas, es que a lo mucho ocurrirían 30 oleadas hasta que la fogata se apagará: momento donde probablemente el rey aparecería y el enfrentamiento final comenzaría. En este nuevo viaje por el pasado parecería que la fogata se apagaría en la última oleada y no indicaba el comienzo, sino que, por el contrario: significaba el final de la aventura mágica o el último desafío.
Tal vez esta era la estrategia de la rata elegida por su yo pasado para vencer al rey: la estrategia de morir y acumular información hasta ser invencible, por ejemplo, la información de que este enemigo no se podía derrotar con buenas defensas y se necesitaba un buen ataque.
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No obstante, el actual Adam entendía que esta estrategia elegida por su yo pasado no serviría para nada: porque a estas alturas comprendió que el libro quería que él entendiera su moraleja, más que jugar un juego de reglas fijas. Por tanto, esto no era un juego de sobrevivir oleadas, sino que esto era una historia con moraleja y el juego se ganaba cuando el libro comprobaba que Adam aprendía la moraleja.
En consecuencia, el libro buscaría una excusa para matar a Adam, cambiando las oleadas las veces que sean necesarias hasta que esté seguro de que el joven de verdad comprendiera cómo sacarle jugo a su pasado. Cuando Adam ya prácticamente no dudara de que tiene que usar su pasado para sobrevivir, entonces el libro haría las oleadas sencillas y lo dejaría marchar con su habilidad.
Es por eso que Adam estaba obligado a hablar en código con su yo pasado: no era el rey el que iba a destruir las pistas; era el libro que buscaba asegurarse de que solo un poco de información se trasmitiera a su yo futuro y el resto tenía que ser redescubierto por Adam.
Esto Adam lo había verificado hace poco, ya que había dejado varias pistas que ahora habían desaparecido de la isla, por lo tanto, el libro le estaba advirtiendo de que no se podía simplemente armar un manual de instrucciones para salir con vida.
Además, la siguiente pista importante que Adam había conseguido es que el mago antiguo no se encontraba por ningún lado en la isla. Por lo que era muy probable que sea realmente el enemigo final al que el joven tenga que enfrentarse; sin embargo, el mago antiguo sería mandando del futuro al pasado cuando la fogata se apagará nuevamente.
El joven héroe corrió hacia el búnker, tenía que buscar algo que había guardado para su última oleada; sin embargo, al parecer no aguantaría tanto, por lo que era mejor usarlo ahora. Al bajar al búnker varios muebles nuevos podían hallarse, pero eso poco importaba, en estos momentos lo único relevante era una chapa de metal que había dejado arriba de la estatua de la rata.
Esta era la chapa que desencadenaría que Adam encontrará el búnker en el futuro, la obtuvo al sobrevivir a su oleada número 10 y era la ayuda más grande dada por el libro: ya que según las estimaciones del joven, esta chapa permitiría que se enviará la información que quisiera al futuro. El resto de pistas debía esconderse y luego ser hallada por el buscador de pistas de sus anteojos.
Lo más importante de esta chapa es que si había ayuda, tras la oleada 10, posiblemente lo haya en la oleada 20, pero esta vez Adam no lograría averiguar eso. El joven escribió un mensaje rápidamente en la chapa usando sus garras y salió corriendo hacia la fogata para tirarla en el fuego.
Cuando llegó a la zona de la fogata, Adam notó que el hombre gigante estaba destruyendo toda la base, pero eso no le importó a Adam y corrió hacia la fogata.
Viendo a la rata acercarse con velocidad, el hombre gordo cambió su objetivo y con una agilidad desproporcional a su cuerpo, clavó el gancho en el estómago de Adam, sin darle tiempo al joven para reaccionar al ataque.
*Sukishiii* Un sonido raro se emitió de la boca de Adam por el dolor. Pero el joven héroe reunió sus últimas fuerzas y tiró la chapa a la fogata.
Acto seguido, el hombre gigante levantó a Adam atrapado en su gancho y lo tiró a su boca.
*Crush* *Crush* Con desesperación, el joven trato de morir rápido mientras era masticado con crueldad.