Adam meditó un poco y pensó un plan por las dudas. Luego llame al viejo sin ojos y le dijo:

—¿Podrías ayudarme si algo sale del libro a atacarme?

—En algunos casos sí...—Respondió el viejo sin ojos con preocupación—Pero si entras al libro no hay manera que te ayude.

—Entrar al libro... Eso fue lo que ocurrió hace poco?—Dijo Adam recordando la extraña escena donde el libro se deslizó sobre su mano como si se tratase de una ilusión.

El viejo sin ojos miró a Adam con preocupación y dijo:

—No, yo también vi que te convertiste en un libro y que algo trataba de salir del libro... entrar en un libro es bastante más complicado que eso.

—¿Me convertí en un libro? ¿Y qué sería entrar en un libro?—preguntó Adam con apuro y nerviosismo, por la cara del viejo sin ojos parecería que si eso ocurría las cosas podrían complicarse demasiado para él.

—No puedo hablar del tema, pero dentro de poco lo entenderás—Dijo el viejo sin ojos mientras traía el siguiente libro y lo dejaba arriba del escritorio— Acá está el lago para curarte, mientras no te metas dentro del libro deberías salir vivo.

Adam con desconfianza se acercó al escritorio. El viejo sin ojos notando las dudas del muchacho y para animarlo un poco, dijo:

—No puedo decirte mucho, pero si puedo decirte que todo será diferente una vez que leas ese libro. ¡Los héroes siempre salen vivos, Adam!

El joven héroe no respondió, solo tomó el libro en el escritorio y se dirigió hacia el lago. Su estrategia sería leerlo en el agua. Adam no sabía qué pasaría, pero estando rodeado de agua que lo regenera de forma automática debería ser muy complicado morir.

Adam miro el libro: 'Cangrejo Amarillo'. El joven recordaba el consejo del monje: ‘Al mal aspecto del libro: mala la lectura’ y el aspecto de este libro no era malo, sino que era horrible.

El libro era bastante grueso y su cubierta parecía estar hecha con dos trozos de carne podrida atada con hilos para coser en uno de sus extremos. No podían apreciarse las hojas en el interior del libro porque estaban escondidas dentro de la carne y la inscripción con título estaba colocada en una chapa de metal oxidado clavada con clavos en uno de los extremos del libro.

En la chapa de metal oxidado había una carita feliz y una frase escrita la cual decía en el idioma del piso medio: ‘Disfruta de tu nueva vida, esclava inmunda’. La frase estaba grabada de una manera muy desprolija: de tal forma que parecía que alguien la agregó al libro hace mucho tiempo.

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Adam inspeccionó la frase con más cuidado: ya que podía ser una pista dejada por algún bibliotecario, pero por la letra utilizada para grabar el metal parecía que fue escrita con odio más que con la intención de ayudar a resolver el acertijo de este libro mágico.

Al abrir el libro, Adam noto que únicamente había dos páginas engrapadas a la carne en cada extremo del libro, por lo tanto, el libro estaba compuesto únicamente por dos carillas. Estas dos carillas serían su quinto libro mágico, en consecuencia Adam procedió con bastante cuidado por más que la lectura fuera bastante corta.

Adam empezó a leer las dos carillas, pero se detuvo de inmediato y observó a las carillas con atención: los caracteres en el libro se estaban moviendo como si tuviera vida propia por todo el libro. Adam trató de seguirlos para leer las carillas, pero dentro de poco un revuelto de caracteres apareció en el libro mareando a Adam, imposibilitando su lectura.

El joven miró con atención como los caracteres iban y venían por el libro hasta que todos los caracteres comenzaron a ir al medio formando varios círculos: uno más chico que el anterior. Acto seguido poco a poco los círculos comenzaron a girar en diferentes sentidos y mareando más aún a Adam.

A Adam le era imposible tratar de leer algo por el momento, por lo que solo observaba los cambios en el libro, tratando de comprender su sentido. Luego de ver girar a los círculos por unos minutos, Adam noto una diferencia y era que el círculo más grande de caracteres había desaparecido. Como si fuera un efecto dominó todos los círculos fueron desapareciendo del más grande al más chico hasta que únicamente quedó un único carácter en el medio.

Adam lo reconoció: ese carácter de forma individual significaba:"Yo" en el idioma de piso medio. El joven notando que el carácter no se movía por unos minutos y solo permanecía moviéndose por la mitad de las dos carillas probó diciendo en leyendo alta:

—Yo

El carácter desapareció y otros dos caracteres aparecieron en su lugar, eran un círculo y un cuadrado, pero Adam entendió que estaba tratando de hacer el libro, por lo cual leyó en voz alta su significado.

—Yo descubrí

Los dos caracteres desaparecieron y cuatro aparecieron en su lugar, Adam inmediatamente leyó:

—Yo descubrí un gran

Al leerlo otros 8 caracteres aparecieron, pero Adam dudó en leerlo en voz alta. Temía que algo malo pasara si lo leyera, en voz alta.

— Yo descubrí un gran secreto, pero no puedo revelarlo.

Los caracteres se hundieron y escritos con sangre aparecieron otros 32 caracteres, Adam los leyó en su mente y con algo de temor continuó leyendo.

—Cuantos más libros mágicos yo lea: más mágico se vuelve mi cuerpo y cuanto más mágico sea mi cuerpo: más mágicas serán mis aventuras y cuanto más mágicas sean mis aventuras: más trágica será mi muerte.

Al leer el secreto en voz alta la sangre empezó a salir del libro a borbotones y cuando las dos páginas estaban cubiertas de sangre, la sangre desapareció y un mensaje apareció en su lugar. Adam se puso más tranquilo, por suerte este era un buen mensaje y en voz alta lo leyó:

—Por tus grandes acciones y ser bueno con los demás esclavos, déjame decirte que en tu sexto libro será tu primera gran aventura: en la primera aventura solo debes observar sin abrir la boca para sobrevivir, felicidades por dar tu primer paso en el sendero del mago, Adam.