Un mes pasó volando y como todos los días, Adam estaba por entrar al salón de clases, pero parece ser que alguien había decorado el salón de clase esta vez; ya que la entrada del salón de clases estaba cubierta con estrellas blancas de papel y varias serpentinas de papeles.

Con algo de dudas, Adam abrió la puerta y se encontró con que todo el salón está cubierto por serpentinas blancas. Aquiles tenía un cono de papel en la cabeza puesto como un sombrero y los otros dos estudiantes también lo tenían puesto.

—Ten Adam, ponte esto— Dijo Aquiles pasándole un cono de papel

Adam ,con algo de aturdimiento, se puso el cono en la cabeza y se sentó en la silla del pupitre.

—El día de hoy celebramos sus primeras 10 páginas!— Grito Aquiles, sacando un libro negro de la mesa,el libro se abrió y la luz de la sala desapareció. Acto seguido, el libro comenzó a voltear sus páginas y a proyectar estrellas por las paredes del aula de madera.

Adam sé entusiasmó con la escena, pero lo que más le sorprendió fue que las estrellas empezaron a bailar por el aula hasta formar una frase en el techo que decía: '¡Felices 10 páginas!', en tres idiomas. Adam se concentró y pudo leer las palabras escritas en el idioma del piso medio.

—¡Los felicitó a todos!— Dijo Aquiles de forma muy eufórica— ¿Franco, sabes cuántas páginas tiene en total el libro superior?

—Sí, son 120— contestó Franco con orgullo.

Adam pensó la respuesta por si le preguntaban, si no recordaba mal, su libro eran 140 páginas, pero todos contaban lo mismo; así que supuso que algún día tendría que leer más páginas que el resto.

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—Muy bien— dijo Aquiles — Cada 10 páginas uno celebra un hito en su camino para dominar la lectura del idioma. Para celebrarlo todos tienen que leer las 10 páginas en voz alta durante esta clase y veremos que ocurre. Una vez que terminen cierren su libro y no lo habrá hasta que terminen de recitar todos.

Como dijo Aquiles , todos los estudiantes fueron recitando sus días páginas y cerraron el libro luego de hacerlo, no notaron nada raro, pero siguieron las instrucciones.

—Por suerte solo fueron 30 páginas— dijo Aquiles, algo cansado por escuchar la misma historia 3 veces— Ahora habrá sus libros. ¿Notan algo raro?

Adam lo abrió y se sorprendió, todas las anotaciones de Aquiles desaparecieron y también cambiaron todas las palabras del libro. El profesor a notar la cara de sorpresa de todos sus estudiantes explicó:

—El libro cambia todas las palabras automáticamente si logras recitar 10 páginas seguidas; es decir que ahora tienen que leerlo de cero otra vez hasta llegar a 20 páginas, pero esta vez no es lo mismo. Ahora las palabras son otras y más complicadas. La última lectura: la lectura completa de 120/140 páginas es la prueba para obtener tu túnica negra. Si lo lees, ya dominas el idioma.

—Pero no entiendo nada— Se quejó Bianca— ¿Por qué cambió tanto?

Adam también noto el problema. No es que solo aparecieron nuevas palabras; sino que también habían aparecido frases sin sentido aparente como: 'El ratón comió el edificio' . La frase no tenía nada que ver con el párrafo anterior y nada que ver con la página entera; que describe la historia de un joven héroe.

—Si, ahora no tiene sentido—dijo Aquiles con una sonrisa, pero también molesto; esta era la parte más complicada de enseñar— Pero más adelante aprenderán que una misma frase puede tener diferentes significados, por desgracia. Por el momento iremos viendo poco a poco eso en la próxima semana.

Mientras decía eso Aquiles sacó una caja de madera y retiro 3 insignias de manera con el número 10 inscriptos en ellas y se las paso a cada estudiante diciendo:

—Por lo demás como es tradición de este Hexágono; pueden visitar las librerías de las primeras 10 páginas que se encuentran en las pinturas.

—Son librerías, no estanterías— Aclaró más detalladamente Aquiles; por miedo a que Adam no vaya.