Adam miró la pregunta bordada en el peluche de forma aturdida, recordaba que la última vez que alguien le había hecho esta pregunta, el juguetero le había afectado la mente, por lo tanto, el libro debería estar afectando su mente en esta oportunidad también: el problema ahora era descubrir en qué cosa lo estaba afectando…
En busca de respuestas, Adam siguió cavando en la arena hasta dejar visible la trampilla del búnker. Adam abrió la trampilla y con cuidado bajó por las escaleras hasta llegar al piso de madera. Al llegar al búnker, el joven iluminó con su dedo en busca de más pistas para resolver el desafío. Lo primero que el joven observó es que el piso de esta sala estaba lleno de huellas de bibliotecario.
Además de las huellas de bibliotecarios, había otras huellas de color violeta rodeando 5 de las estatuas que Adam encontró en la habitación. Mientras que la estatua que el joven había visto dibujada en la biografía de su padrino era la única que no estaba rodeada con el círculo violeta.
El joven héroe investigó la sala con cuidado y logró encontrar una pared grabada con una raya, claramente era un símbolo de su yo pasado. Pero lo que asustó a Adam es que además de esa raya, la pared estaba repleta de huellas colocadas de forma ordenada por la pared: claramente entendió que esto era una señal de que hubo innumerables intentos y no solo uno.
Con cuidado, Adam siguió investigando las estatuas de la habitación, que por el momento eran lo segundo más llamativo del búnker, además de la pared llena de huellas.
A primera vista las estatuas no tenían nada de especial. Sin embargo, el joven héroe observó que había algo raro parpadeando en la frente de la estatua del maniquí con pistolas, por lo que miro esta estatua con más atención en busca de la pista dejada por su yo pasado.
Al parecer el Adam del pasado había grabado un monóculo en la frente del maniquí de madera, el monóculo parecía ser una pista importante. Por lo que el joven pensó por un rato hasta que se dio cuenta de que podía estar vinculado al barón de la escuela.
Adam no entendía muy bien el motivo de la pista, por lo que siguió buscando pistas por la habitación hasta que encontró un tablón de madera con la siguiente frase escrita:
"El mundo me dijo que derrotar al rey era imposible, pero también es imposible que el rey me mate en el futuro. Para combatir al rey y desafiar al mundo, utilizaré estas estatuas que pertenecen a cada uno de los guerreros que murieron por la mano del rey en el pasado. Volveré a sus tiempos, pero esta vez saldré vivo y vengaré al guerrero asesinado"
*Shhhgg* Acto seguido, las 6 estatuas de la habitación comenzaron a girar lentamente hasta mirar a Adam.
Al ver las estatuas mirándolo, Adam supo que había llegado a la siguiente parte de la misión, por lo que se acercó a la estatua del maniquí para poder viajar al pasado y cumplir el desafío.
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*Clunk* El sonido de la madera rechinando se escuchó cuando Adam trató de tocar la estatua del maniquí. Al sentir el ruido, el pelirrojo con sospecha volvió para atrás y volvió a caminar sobre el mismo tablón de madera.
*Cluunk* El sonido de la madera rechinando volvió a escucharse. Adam probó caminando por los otros tablones del piso de madera, pero este era el único que rechinaba.
Con sospecha el joven se acercó al suelo y sacó el tablón del piso, iluminando con su dedo, pudo comprobar que alguien había tallado una pregunta corta en la parte de atrás del tablón: '¿Quiénes cuentan la historia?'
Al leer el mensaje, el joven héroe dejó caer el tablón al suelo y pensó en el barón de la escuela, el peluche de la tienda de anteojos, Sofía y el mensaje. Todas esas pistas no lo estaba llevando a nada ni ayudándolo con nada, pero si las juntaba con este mensaje su significado se hacía evidente.
—No puede ser...—murmuró Adam de forma aturdida, se levantó y volvió a iluminar el tablón de madera detrás de él y leyó en voz alta—El mundo me dijo que derrotar al rey era imposible, pero también es imposible que el rey me mate en el futuro.
Adam miró a la estatua del maniquí grabada con el monóculo del barón y a la infernal cantidad de huellas en la pared, luego reflexiono en la pregunta bordada en el interior del conejo.
—El engaño en mi mente es creer que tengo que volver al pasado…—Murmuró Adam mirando a las 6 estatuas con cierta molestia y cautela—Para qué mierda voy a querer ir al pasado, si el rey no puede matarme en el futuro. Dejemos que el futuro sea mi nuevo presente y digamos adiós a los problemas del pasado: ¡Qué solución más idiota!
Un poco irritado por sentirse estafado, el joven héroe iluminó con cautela, desde la distancia, la estatua del maniquí con pistolas:
—Así que el monóculo y los círculos de huellas en las otras estatuas es para indicarme que serías la siguiente estatua en engañarme con tocarte… y casi lo hago…
Adam ignoró a la mirada de las 6 estatuas y camino hacia las escaleras, subió las escaleras y caminó por la playa hacia el tronco que seguía incendiándose junto al cadáver del mago.
Noto que todo se incendiaba salvo la fogata, Adam reflexiono sobre este hecho y tomó una rama del arbusto cercano donde antes estaba escondida la honda. El joven quemó la rama con el fuego del tronco y usó el palo quemándose para prender la fogata. Adam, viendo a la fogata prendida fuego, se sentó a esperar en la arena junto a la fogata.
Las horas pasaron y la noche se acercó lentamente. Adam actualmente se encontraba mirando el atardecer en la costa, dejando que sus pies se fueran hundiendo por la marea mientras esperaba que la fogata se apagase.
Finalmente, la fogata se apagó y el sol en el horizonte se puso, dejando la isla en completa oscuridad: parecía que esta noche no había luna. Pero cuando la oscuridad rodeaba toda la isla, una luz se prendió de golpe iluminando la playa: era la fogata que estaba volviendo a regenerarse.
Adam se dio vuelta para ver a la fogata, pero para su sorpresa había alguien más en la fogata y era el viejo mago antiguo sentado en el tronco, el cual se encontraba calentando sus manos en la fogata con calma, como si nunca se hubiera prendido fuego.