—¡No, es imposible!—Gritó Adam con enojo.

Pero una ráfaga de pensamientos cruzaron por su cabeza del joven al enterarse de que eso era posible.

—¡No, no tiene sentido!—Se gritó a sí mismo Adam con violencia, parecía muy alterado por sus pensamientos.

Adam se sumergió en el lago y tomó sus cabellos colorados como buscando arrancarlos. Acto seguido salió del agua y gritó con aún más fuerza:

—¡Tiene sentido, carajo! ¡No puede ser que este mundo sea tan miserable! ¡Qué mierda de vida esta!

El joven volvió a sumergirse en el agua del lago y estuvo un buen rato saliendo y sumergiéndose en el lago como buscando calmar el cansancio y la falta de aire. Mientras gritaba abajo del agua del lago con violencia:

—¡Qué carajo pasa con estos enfermos! ¡Cómo podría haber semejante enfermo viviendo en este mundo!

Finalmente, Adam se cansó y dijo con enojo y rabia mientras caminaba por el lago reflexionando y dando gritos con enojo:

—Sofía incluso siendo una chica tan joven parecía ya tener las manchas negras en las pupilas y la infeliz había sido profesora de la escuela en la otra vida. Lo mismo ocurre con el director: ¡Qué clase de viejo amable mata a cientos antes de ascender! Con razón Aquiles buscaba ser tan buenos con nosotros, no era tanto el temor al barón, sino poder cosecharlos para el barón.

—No, eso lo dudo—Dijo el viejo sin ojos inmediatamente, compartiendo el secreto de la escuela que pudo encontrar las historia sueltas de Adam y buscando incentivar aún más la curiosidad del joven—Hay otra estantería viviendo en la escuela. El barón controla muchos pisos por eso nunca lo vio Aquiles y tampoco presta atención a sus reglas. Pero la otra estantería debe tener este truco para que puedan aprender más idiomas los profesores. Y así preparar el camino para que el barón cumpla sus condiciones: una estantería vasalla.

—¡Si considero que hay dos estanterías todo encaja mucho mejor!—Dijo Adam con aún más violencia—Aquiles profesor de la clase especial, probablemente esa clase no se pueda cosechar y por eso no se preocupaba por reunir el cariño de sus estudiantes. Lo cual es más que evidente, como un chico de 43 años vas a cosechar a un grupo de bestias que vivió dos vidas

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Adam se tiró con los brazos abiertos a los lagos, mientras se quejaba con aún más violencia , por cómo todo empezaba a tener sentido:

—Por eso no hay adultos, los adultos no se los puede engañar de forma tan inocente. Por eso el barón no dudó en matar a Sofía , pero sí le perdonó la vida a Aquiles. Aquiles es útil, Sofía no. Y yo era un niño en sus ojos o en sus planes.

Tirado en el lago la mente de Adam, se quemó tratando de encontrarle más pistas al asunto, pero un problema había surgido:

—Por eso era especial y no podían matarme, pero cuando me sacaron de esa clase fue para poder hacerlo… A Franco y Sofía dudo que los maten: sus padres se quejaría si desaparecieran sus hijos. Ambos son de los pisos superiores, porque me pusieron en esa clase: no pinto nada ahí...

—Tenías buen karma y notaron que no tenías recuerdos, Adam...—Dijo el viejo sin ojos con tono muy frío, pero quería convencer al héroe del peligro y seguir confirmando sus ideas—Sin padres, desprotegido. Eres el blanco perfecto para que Aquiles pudiera cumplir los requisitos de la otra estantería.

El viejo sin ojos noto que Adam parecía no aportar más ideas y tiro aún más leña al fuego, comentando con mucho enojo:

—Con razón se empezaron a preocupar tanto por vos desde aquel incidente: ¡Son bibliotecarios que nunca ven la cara de los demás! ¡Nunca se preocuparon por ti, Adam!

Adam parecía no reaccionar, estaba en su mundo, tratando de resolver el problema que había aparecido en su mente. Luego de mucho pensar, Adam se paró de golpe en el lago y se dirigió corriendo hacia los archivos de su anterior vida que le había dado Cesar.

—Clase superior… S-2. ¿Fue una casualidad? —Murmuró Adam mientras abría los archivos y vio la clase de su otra vida: S-30. Sus manos temblaron y soltó los papeles de sus manos mojadas y dejó que se cayeran al suelo. Adam se quedó Aturdido unos minutos, hasta que gritó con todo su pulmón:

—¡Ahora lo entiendo mi yo pasado, busco desesperadamente tener mal karma por este problema!. Por eso en mi otra vida me peleé con ese tal Oliver, ¡Pero y si quiso advertirle y nunca me creyó! ¿Por eso todos en la clase parecían odiarme?

—Eres Adam... No me cabe duda que ese fue el motivo—Respondió el viejo sin ojos con mucho odio, no quería que otra estantería le robara su fuente de libros mágicos— Descubrir un secreto así de niño, solo tú podrías hacerlo.

—Al menos descubrí cuál sería la celebración especial el día que aprenda las 140— Dijo Adam, rompiéndose en llantos y cayendo de rodillas al suelo de la cueva.