Pasó el tiempo y finalmente las orejas de Adam terminaron de curarse. Sin perder el tiempo, el joven se dispuso a ir al mercado de los pisos medios, de tal forma de poder encontrar algún sastre que le hiciera una túnica negra con capucha. De esa manera, la túnica del joven luciría más espectacular para cuando se la tenga que mostrar a su padre.
Antes de dirigirse al mercado, el joven tuvo que parar por el banco de los pisos medios y retirar algunas hojas de caracteres mágicos.
La biografía del padrino de Adam se había destruido en el libro mágico y el joven héroe quería tratar de recuperarla con el espejo de los hexágonos 2 y 4. Según el viejo sin piernas, que el muchacho rescató hace varios años, tendría que envolver su mano en hojas de caracteres mágicos para volver a sacarla como nueva usando el espejo.
Además, las hojas de caracteres mágicos podían ser necesarias para poder practicar la habilidad de transformarse en un libro. Por lo tanto, Adam quería ir al banco para comprar y retirar un gran fajo de caracteres mágicos y de esa forma poder ir practicando en su aventura subiendo por los pisos superiores.
Con algo de impaciencia por el ansiado encuentro con su padre, Adam se dirigió al piso medio 3, hexágono 18, donde se hallaba el banco de los pisos medios. Al llegar, Adam se acercó a la estantería de piedra y tomó uno de los innumerables libros de lomo dorado que se hallaban en sus estantes, provocando que sé materializa una cabeza con los ojos vendados de la estantería de piedra. Al formarse, el viejo con ojos vendados pregunto con monotonía:
—¿Qué operación desea realizar?
—Quiero comprar algunas hojas de caracteres mágicos y luego retirarlas— Contestó Adam poniendo su dedo sobre la primera hoja del libro, provocando que aparecieran sus datos.
—Perfecto, ¿Cuántos deseas comprar y cuantos retirar?— preguntó el viejo, corriendo las vendas en sus ojos y mirando con curiosidad los datos en el libro sostenido por el joven.
—Deseo comprar y retirar cuatrocientas hojas de caracteres mágicos—Respondió Adam, 400 hojas eran un gran fajo de hojas, por lo que sería algo complicado comprar más y transportarlas mientras subía las escaleras hacia los pisos superiores.
El viejo vendado miró los datos de Adam nuevamente y luego comentó:
—Si vas a comprar para llevar de viaje o ejecutar experimentos, podrías comprar un libro de caracteres mágicos y ahorrarte problemas con el transporte.
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—¿Me leíste la mente? ¿Pueden hacer eso las estanterías?—preguntó Adam, justo estaba pensando en el problema del transporte y ahora el viejo parecía tener una solución.
—Un libro de caracteres mágicos son 100 lotes de caracteres mágicos—Comentó el viejo de piedra ignorando la pregunta de Adam— Mientras que un lote son 1000 hojas de carácter mágico, si vas a realizar un viaje largo, es mejor llevar un libro que guarde tus hojas y no dejarlas sueltas.
—¿Pero no sería muy pesado un libro de semejante cantidad de hojas?—preguntó Adam, el precio no era un problema porque este tipo de hojas eran bastante baratas para él.
—El libro genera las hojas hasta que retires los 100 lotes—Contestó la cabeza de piedra con voz monótona—Por otra parte, el libro es tan pesado como una tabla de madera chica, por lo que pesa bastante menos que 400 hojas.
—Bueno, dame el libro de caracteres mágicos—dijo Adam.
Apenas Adam dio la orden para ejecutar la operación, la cabeza de piedra abrió su boca y una mano también hecha de piedra salió de la boca sosteniendo una tabla de madera azulada. El joven héroe tomó la tabla de la mano de piedra, provocando que la mano se metiera dentro de la boca. Habiendo completado la transición, el resumen bancario de Adam cambió y el libro de lomo dorado volvió a la estantería de piedra, mientras la cabeza del viejo con ojos vendados desaparecía entre las piedras de los estantes.
El joven miró la tabla de madera azul tratando de entender cómo funcionaba. La tabla azulada no era muy grande y tenía el mismo tamaño de las hojas de caracteres. Para sorpresa de Adam, la tabla no parecía tener nada de especial, salvo que en la parte superior había un cuadrado de papel pegado en la tabla. Arriba del cuadrado de papel, estaba inscrito en el idioma de los pisos medios: 'Escriba la cantidad de hojas a retirar'
Adam sacó un lápiz de su túnica y escribió el número uno en el cuadrado de papel: el número se diluyó en el cuadrado de papel y una hoja cayó al suelo del otro extremo de la tabla. Con sorpresa, Adam tomó la hoja de caracteres mágicos del piso y trató de ver si podía meterla dentro de la tabla nuevamente. Pero parecía que solo se podía retirar y no había forma para guardar las hojas retiradas en la tabla azulada.
Con los papeles mágicos obtenidos, Adam se acercó al hexágono 2 del mismo piso del banco y busco el espejo. Al encontrar el espejo, el joven esperó a que no pasara nadie y comenzó a envolverse las manos con las hojas de caracteres mágicos.
Adam terminó de envolver la mitad de su brazo en hojas de caracteres y hundió su mano en el espejo. La sensación de meter la mano por el espejo era bastante extraña: se sentía muy frío y de vez en cuando el joven tocaba algunos objetos sólidos, pero no del tamaño de un libro.
La sensación dentro del espejo era muy similar a meter la mano en una bañera llena de cubos de hielo. Pero el líquido dentro del espejo se sentía como aceite y no como agua, por lo que a Adam le costaba mover la mano dentro del espejo.
Luego de buscar por un rato, Adam finalmente sintió algo que se parecía a un libro y lo removió: efectivamente era la biografía amarilla de su padrino y parecía estar en perfecta condiciones, como si nunca hubiera sido alcanzada por un rayo. Con la biografía segura en los bolsillos de su túnica negra y sin perder el tiempo, Adam se dispuso a caminar hacia al mercado de los pisos medios.