—Tiene mucho sentido…—Dijo el viejo sin ojos, parecía que su cabeza estaba en otro lado en este momento— Mucho, pero mucho sentido…
Adam siguió la idea y pensó aún más detalladamente el asunto:
—Cuando lo conocí, Aquiles tenía 43 años, sin embargo, dominó 3 idiomas y muchas veces lo vi estudiar un cuarto. Claramente, usó toda su vida para aprender idiomas. Los profesores saben el secreto del ascenso al infinito y también pueden alargar sus vidas con las recompensas del barón.
—Continúa chico, creo que estás llegando a algo importante…— Incentivo el viejo sin ojos, tratando de activar la curiosidad del muchacho.
—Los estudiantes son niños…—Pensó Adam con los ojos cerrados nadando por el agua de vez en cuando tratando de encontrarle el sentido a toda la escuela—Porque es más fácil que se apeguen a sus profesores y reúnan más puntos de cariño. ¡Pero hay un problema!
—¿Cuál es el problema, muchacho?—preguntó el viejo sin ojos con rapidez y cada vez más nervioso. El chico lo estaba logrando, seguía dándole información útil y para el que era una estantería atar los hilos era aún más fácil que para Adam. El viejo sabía que si bien este chico tenía apenas 17 años era una bestia que logró revivir sin saber leer y recién ahora se dio cuenta como usar correctamente al chico que había criado durante años.
—Aquiles no parecía saber del Barón y era profesor…—Respondió Adam con dudas—¿Por qué Aquiles desperdiciaría más de 43 años de su vida en solo un rumor?... Claramente, debía tener la confianza de que alguien le daría las recompensas. Además, no parecía buscar el cariño de los estudiantes y el barón se lo comentó en su momento.
—¿Tenía mal karma, Aquiles?—preguntó el viejo sin ojos pensando en su cabeza una posible respuesta al secreto de las escuelas del barón.
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—No, tenía karma neutro…—Contestó Adam de inmediato, pero luego ayudó al viejo sin ojos con su idea agregando:
—Pero el director buscó morir con mal karma y mató muchos bibliotecarios antes de ascender.
—¿Conoces algún otro profesor con mal karma, muchacho?—preguntó el viejo sin ojos, pero parecía aún más preocupado que antes, parecía que la idea en su mente se estaba haciendo más y más sólida.
—Algunos profesores tenían mal karma o parecían tenerlo….—Respondió Adam, no sabía en profundidad sobre el karma positivo, pero del negativo si sabía un poco gracias a la ayuda de su padrino— Pero únicamente eran las manchas negras. Además, las pinturas de los antiguos profesores también tenían esas manchas negras, aun así, mi papá también tenía esas manchas y no era una mala persona.
El viejo sin ojos miró a Adam de arriba a abajo y dijo con preocupación:
—Ser una mala persona y tener mal karma son dos conceptos totalmente diferentes, muchacho. Por las dudas nunca vayas a la escuela a retirar tu túnica negra, te daré una yo. Trata de ocultar el hecho de que dominaste el idioma una vez lo hagas y nunca más vuelvas a ese piso cuando aprendas el idioma.
—¡¿Qué?!—Dijo Adam de forma estupefacta, abriendo los ojos de golpe y mirando al viejo, pero por su cara parecía no estar bromeando
El viejo sin ojos lo miró con algo de miedo y comentó de forma nerviosa:
—Aquiles tiene 43 años: prácticamente es un adolescente y domina casi 4 idiomas, Reflexiónalo un poco y te darás cuenta de que hay algo mal en eso. Me gustaría darte más información, pero yo tampoco sé mucho acerca del barón, es una estantería relativamente nueva en los pisos de madera y no es originaria de los pisos de madera como yo. El barón es un invasor y para colmo uno que subestima a las guarderías, claramente es una estantería de poca confianza, así que hay que dudar de él y además…
El viejo sin ojos iba a continuar argumentando sus dudas acerca del barón, pero temiendo que Adam no le haga caso y no crea en sus palabras, interrumpió su historia y terminó diciendo de forma contundente:
—El karma es útil y el tuyo es muy raro en esta época. Eres un pez gordo para tus profesores y cuando obtengas la túnica negra te van a poder cosechar: ¡Ten mucho cuidado, Adam!. Tu vida es más valiosa de lo que crees… y de lo que yo creía… ¡Si de verdad me quieres, no puedes dejar que Aquiles te mate!
—¡¡No, eso es imposible!!—Gritó Adam con enojo.