Adam se molestó aún más, no sabía bien que era un piso infectado, pero el nombre de la zona sonaba horrible.
—¿De todas formas como conseguiste el libro? Noto tus túnicas con sangre, pero sigues siendo un héroe.
—De eso quería hablarte—dijo Adam,siguiendo las instrucciones de su padrino exagero su historia para hacerla sonar como si fuera un auténtico héroe que venía de derrotar a un dragón y no un pobre niño que se meó en una habitación mientras era raptado por una estantería.
El viejo sin ojos escuchó atentamente en especial la parte de los libros mágicos, en esa parte detuvo a Adam y comento:
—Primero que nada, el viejo de la otra estantería no te dio un libro mágico, las estanterías no pueden tomar los libros mágicos de los bibliotecarios o de las criaturas de manera tan sencilla, en general hay condiciones bastante complicadas de cumplir por ejemplo vivir en mi cueva mágica.
—¿Esta cueva es mágica?— Interrumpió Adam, vivió en esta cueva por mucho tiempo y nunca le pareció muy especial.
—Hay comida infinita y esa agua cura las heridas y lava ropa— Respondió el viejo con orgullo— Por lo cual es mágica. Pero como te contaba, lo importante es que no le debes un libro mágico a nadie. El libro era del Actorino. Murió y ahora es tuyo, hasta que lo utilices y desaparezca.
—¿No podían guardarlo? ¿Qué pasa si lo hace?— Pregunto Adam mirando su libro negro.
—No pasa nada, pero solo tiene un uso, es inútil—Respondió el viejo sin ojos con mucha molestia e ira, casi gritando las palabras— Y como es inútil no sirve para tratar de obtener mis contactos, la otra estantería solo buscaba engañarme.
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—Pero ahora tienes uno que si dura para siempre— dijo Adam, recordando los efectos de esta cueva.
—Que inocente que eres muchacho—Respondió el viejo sin ojos con mucho desprecio—Él no sabe que tengo esta cueva. ¡Y, por lo tanto, ese libro mágico no existe! Negociaremos otro libro mágico más, pero es mejor que me ayudes a encontrar unos librillos en el piso de abajo si no de verdad podrían matarte.
—¿Pero no conocías a unos ositos?—preguntó Adam con mucha duda, no le gustaba la idea de explorar el piso de lunáticos.
—¡Está loco, mocoso!—Gritó el viejo sin ojos, casi dejando sordo a Adam— ¡Los ositos me ayudaron a ser quien soy ahora, valen más que tu vida y la de todos los bibliotecarios de este piso! ¡Buscarás otros librillos que yo no conozca y que parezcan fiables!
Adam asintió con miedo; nunca vio al viejo tan molesto, sacó a su padrino y le preguntó acerca del plan .
Su padrino contestó: '¿Y tú obtienes?... Pide también poder leer el libro como condición, no mejor aún pide algún libro de un uso por tu ayuda de intermediario. El viejo sin ojos obtendrá dos libros más y te deberá un favor muy grande'
Adam asintió y su padrino continuó escribiendo: 'No se lo menciones al viejo sin ojos hasta que te lo den, así será una sorpresa; a todos les gustan las sorpresas. No le hables de sus librillos, a ninguna estantería le gusta hablar del tema'
La conversación duró un poco más y Adam notó que parecía que su padrino se emocionaba con que encuentre un rol en la guerra, por lo que Adam pensó que debía ser bueno.
—¿Cómo encuentro librillos libres, sin estanterías que los usen?—preguntó Adam
—No es fácil, pero la guerra lo hace más fácil—Dijo el viejo sin ojos con cautela, no quería revelar demasiado del tema—No es que no tengan estanterías, pero si están aburridos de no hacer nada, lo importante es lograr convencerlos.
—¿Y cómo lo hago?— Preguntó Adam, no le gustaba la idea de tener que pasear por esos pasillos llenos de lunáticos buscando algo tan chico por tanto tiempo.
—Depende de lo que pida, tú solo eres un intermediario— Respondió el viejo sin ojos—Solo tráeme las ofertas. Yo tomo la decisión final. Créeme, los librillos buenos son muy codiciosos y caros. Pero si el viejo del 4 piso tiene con qué pagarlo, no va a ver problema en hallarlos.