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El gran padrino.

El oso no volvió a darse la vuelta, pero Adam estaba bastante preocupado; el oso parecía que no estaba mintiendo. Su padrino le había explicado de antemano que los librillos viven para siempre, aunque parezca una pegatina de un osito adorable bien podría ser más viejo que el viejo sin ojos.

Con precaución, Adam se metió al baño, no debería ser tan complicado obtener el olor, si solo era usar unas túnicas sucias no le preocupaba tanto como había exagerado el oso.

Como todo en esta habitación, el baño está muy finamente decorado, con una hermosa bañera de oro y plata, tapada con una cortina hecha de seda violeta. El suelo tenía un lindo azulejo con patrones de rosas, pero estaba bastante sucio como para notar bien el patrón. Una túnica blanca bastante rota podía hallarse desparramada sobre las baldosas.

Al entrar al baño, Adam no noto nada inusual además que el olor a podrido se hacía más fuerte, al punto que le dieron ganas de vomitar. Resistiendo las ganas de vomitar, Adam encontró un par de túnicas con olor desagradable en el suelo del baño y salió para ver al oso y demostrarle que si era valiente.

—¡Acá las tengo, ahora vamos por la caja!—Gritó Adam poniendo las túnicas enfrente del oso.

El oso miró la túnica en el suelo por unos cuantos minutos, luego miró a Adam a los ojos y le dijo con una voz ronca:

—Lo que necesitas está en la bañera. La ropa no sirve para nada.

Adam entendió el problema, tenía que ser algo tan sucio como la ropa interior. El oso decía la verdad, él se negaba a utilizar la ropa interior de otra persona para camuflar su olor, por lo que sacó a su padrino y le explicó la situación.

Si fuera por Adam, preferiría tomarse más tiempo tratando de convencer a los librillos por su cuenta. Su padrino parecía no responderle, cuanto más preguntaba más inusual se hacía su falta de respuestas, hasta que finalmente le escribió: 'Lo más importante es que escuchaste que el oso mencionó la palabra purga con el viejo sin ojos. No sería imposible que ocurra, solo raro'

Adam leyó con atención y preguntó con miedo: '¿Qué es una purga?'

Su padrino respondió de inmediato: 'El piso inferior está lleno de lunáticos, es normal que haya intenciones de expandirse echando a todos los habitantes de este piso'

Adam se puso bastante nervioso al enterarse de eso, no quería que echen a su padre.

Luego las palabras desaparecieron y su padrino cambio el mensaje: 'Solo echarán a la gente de los primeros pisos inferiores; tus amiguitos estarían a salvo y tu padre también, no llegarían hasta 5 piso inferior, el proceso se hará lentamente así no sale gente lastimada, eso es una purga de pisos'

Adam se relajó bastante, al saber que no le ocurriría nada malo a su padre, pero entonces la duda surgió y pregunto: '¿No me conviene evitar seguir al oso y buscar mi propio método?'

Su padrino tardó un tiempo en responder, pero finalmente unas palabras aparecieron en la biografía: 'No, una vez ocurra la purga no podrás entrar en estos pisos y no podrás obtener los librillos, si no devuelves tu favor, serás un chico malo y no podrás vivir en la cueva. ¡Buscar los calzoncillos, Adam!'

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Adam se asustó, no quería que el viejo sin ojos lo echara como su padre lo hizo. Con un poco más de valentía decidió seguir el plan del oso y se metió al baño a buscar los calzoncillos sucios.

Al entrar al baño el mismo olor putrefacto invadió la nariz de Adam, por lo cual tuvo que contenerse para no vomitar, busco por toda la sala, pero no encontró los calzones en el piso, por lo cual debería haber más ropa sucia en la bañera.

Con los tambaleantes por el olor putrefacto, Adam corrió la cortina de la bañera con cuidado, pero no había ropa en la bañera. Pero si salió un olor terrible que hizo vomitar a Adam sobre el piso del cuarto, luego de tranquilizarse un poco y acostumbrarse al olor, Adam echó un vistazo en la bañera.

La bañera estaba llena de agua negra y sucia. Parecía que esta agua era la fuente del olor terrible. Con algo de valentía y mucho asco, Adam metió la mano dentro de la bañera para ver si podía hallar los calzoncillos dado que desde la superficie no se podía notar nada.

El líquido parecía ser algo más viscoso que el agua normal por lo cual le dio aún más ganas de vomitar a Adam, pero resistiéndose logró hallar algo dentro de la bañera, pero no parecía un calzoncillo.

El rostro de Adam empezó a sudar porque no le gustaba lo que su mano estaba sintiendo y con mucho miedo saco lo que estaba dentro de la bañera.

Fue cuando el rostro de una persona empezó a formarse debajo del agua negra que Adam soltó lo que estaba levantando y corrió hacia la puerta del baño. Adam se dirigió desesperadamente hacia la puerta de la habitación y trató de abrirla, pero parecía que el oso la había cerrado de nuevo.

—Tranquilízate, solo es un muerto—Dijo el oso con calma—Si haces mucho ruido llamarás la atención y tú serás el próximo muerto en esta habitación.

Adam dejó de intentar y miró al oso con odio, por haberlo encerrado en la sala. Se acercó al oso del tamaño de un dedo y le gritó:

—¡Ábreme la puerta! ¡No me interesa más obtener el librillo! ¡Quiero irme a casa!

El oso vio que el chico se abalanzaba sobre él y se metió a nadar en el piso y corrió hacia al techo de la habitación a donde Adam no llegaba, miro al chico debajo de él tratando de saltar para agarrarlo y con calma dijo:

—Eres un bibliotecario, trata de conservar la calma o no durarás mucho en este mundo. A los demás no les importa tu edad. Habla con tu padrino...

Adam siguió saltando por un buen rato, como vio que no funcionaba, trató de abrir la puerta de nuevo, pero no funcionaba. El niño buscó las llaves, pero no las encontró. Finalmente con resignación Adam terminó haciéndole caso al oso y le preguntó a su padrino que hacer.

Su padrino solo contestó: 'Hazle caso al oso y consigue los librillos'

Adam se molestó con la corta respuesta y escribió en la biografía: '¡Pero no hay calzoncillos en la bañera, en su lugar hay un cadáver!'

El padrino tachó lo escrito por Adam como si se hubiera molestado y de forma desprolija una pregunta se escribió en la biografía: '¡Pero no hay calzoncillos en la bañera, en su lugar hay un cadáver!' '¿Quieres saber la verdad, Adam?'

El niño no dudó y escribió un simple: 'Si'

Su padrino tachó todas las frases escritas y un mensaje apareció en la biografía:

'¡Pero no hay calzoncillos en la bañera, en su lugar hay un cadáver!' '¿Quieres saber la verdad, Adam?' 'Si'

'La estantería de madera blanca te puso una bomba en la cabeza, si no consigues al menos un mísero librillo en esta semana, tu cabeza estallara y un libro aparecerá en su lugar, como le ocurrió al Actorino. ¡¡Consigue los putos librillos, niño!!'