Al abrirlo el armario, Adam noto que no había nada adentro, además de un tablón de madera que decía: 1 punto por intento. Esto debía ser el armario de utilidades y su yo del pasado debió usar 10 puntos para comprar los champiñones que dan luz
Entendiendo que este era el armario de utilidades, entonces el ataúd debería ser la caja para mejorar armaduras, Adam se acercó corriendo en su cuatro patas, pero no entendió muy bien cómo funcionaba, por las dudas se metió dentro y cerró el ataúd con su tapa pero tampoco funciono.
Adam supuso que todo esto se explicaría y podría utilizarse cuando tenga los puntos: que todavía no sabía cómo ganarlos, pero el joven deducía que estaba derrotando a las criaturas enviadas por el rey.
Con velocidad, Adam trepó por las escaleras con sus cuatro patas de rata y llegó hasta la superficie, rápidamente corrió hacia la zona donde estaba la fogata. No sabía si todo era idéntico a su anterior paso por el pasado, pero sí sabía que este libro tenía una constante y era que todas las pistas cruciales fueron dejadas cerca de esa fogata.
En su forma de rata, Adam corría a una velocidad bastante más rápida que un humano, por lo que en poco tiempo pudo llegar hasta la fogata, Al llegar lo primero que hizo fue acercarse al tronco y poner arriba del mismo su caja de madera.
Adam planeaba usar este lugar para empezar a armar sus defensas y era mejor ir preparándolo ahora antes de investigar nada, ya que a la torreta le tomaba un tiempo para construirse y si no la tenía armada para cuando comenzaran los ataques estaría muerto.
Luego de poner la caja sobre el tronco, Adam colocó su palma sobre la caja de madera y cada tablón de la caja empezó a girar y moverse en diferentes sentidos hasta formar una torreta. La torreta solo tenía un canon y disparaba un disparo a la vez, tampoco disparaba de manera muy rápida por desgracia.
La munición no era infinita, por lo que Adam tenía que utilizar los primeros puntos para comprar más munición. Por suerte la torreta venía con un cargador con 250 balas y el cargador se recargaba de forma muy sencilla.
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Otro problema de su raza es que la caja únicamente tenía las piezas para generarle una torreta, también tendría que comprar repuestos para comprar otra torreta, así que pase lo que pase tenía que lograr que esta torreta funcionase hasta tener los puntos para conseguir un repuesto.
Cuando terminó de construirse la caja de madera cayó sobre el tronco y la torreta empezó a girar buscando objetivos de forma automática, Adam se tranquilizó y observó su entorno: la fogata estaba prendida iluminando los alrededores y una rama de laurel se hallaba quemándose en la fogata.
El tronco seguía estando y parecía que no había mucha más información disponible en los alrededores. Por lo que Adam aprovechó este tiempo para empezar a armar un muro de arena alrededor de la fogata, con sus patas y manos de ratón, cavar la arena le resultó inusualmente fácil con sus patatas de ratón.
Sus torretas podían disparar, había una raza que usaba pistolas y otra raza que usaba arcos, por lo que era muy probable que hubiera enemigos que también puedan atacar con armas a distancia. Por lo que Adam se estaba preparando para enfrentarlos armando su barricada con arena, su estrategia sería mantener las torretas lo más seguras posible. Mientras las torretas se encargaban de atacar a sus enemigos y el joven se encargaría de preparar las defensas.
Antes de que pudiera terminar el muro de arena que defendía la parte trasera, Adam comenzó a escuchar los crujidos provenientes del mar y unas cuatro personas se acercaron a la costa igual que como había ocurrido en su anterior paso al pasado. Adam observó con cuidado como los cuatro hombres corrompidos por el mar se acercaban agitando sus sables de forma aleatoria.
*Piuuu* Apenas uno de los hombres tocó la orilla de la costa, la torreta disparó en la cabeza de la criatura haciendo que se desplomara en el suelo. La torreta dejó de girar y su cañón empezó a mecerse de un lado a otro sobre la cabeza de otro de los hombres, hasta que finalmente la torreta logró fijar su cañón en la cabeza del hombre y disparó para abatir al enemigo.
*Piuuu* Un agujero se formó en la cabeza del hombre corrompido y cayó en el suelo, solo había logrado dar unos pocos pasos en la costa. A este ritmo todo se haría de forma automática por lo que Adam decidió ganar tiempo, se fue corriendo al búnker sin esperar el resultado evidente.
Cuando llegó al búnker, Adam notó que en los alrededores de la estatua del rato se encontraban cuatro monedas de oro parpadeando por el efecto de sus lentes.