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E1-85-El Sombrin doctor.

Adam sentía que algo peludo lo estaba tocando y lentamente abrió los ojos. El joven vio que estaba tirado en una cama hecha con pupitres de la escuela, su cuerpo se encontraba vendado de forma muy rudimentaria con trozos de túnicas negras manchadas de sangre y algunas partes quemadas. Parecía que alguien lo había traído hasta un aula para ayudarlo.

Adam vio hacia los costados, tratando de observar que lo estaba tocando, pero no podía ver nada desde su ángulo, ya que la persona que lo ayudaba se encontraba abajo del pupitre. El joven estaba muy débil y no podía oír nada por sus oídos. Increíblemente, sus anteojos seguían perfectos y estaban en su cabeza por lo que el efecto seguía activado.

Adam notó que la habitación tenía unas pisadas chiquitas y doradas que resaltaban bastante en el mar de pisadas blancas formadas por bibliotecarios. Parecía que quien lo estaba ayudando no era humano. Con sorpresa, Adam vio abajo del pupitre y se encontró a un sombrin luchando por tratar de vendarle las piernas con un trozo de túnica negra.

La criatura completamente peluda noto la mirada de Adam y supo que el chico se había despertado, rápidamente sacó un libro de su bolsa blanca y lo tiró a la cabeza del pelirrojo.

Inconscientemente, Adam levantó su brazo y evito que el libro lo golpeará en la cabeza, pero antes de que pudiera hacer algo más, el sombrin levantó una de las patas de los pupitres donde Adam estaba acostado.

*Puff* Adam cayó al suelo y sin darle tiempo a accionar, el sombrin corrió y le embocó una patada en la panza.

*Auuuuch* Gritó Adam cubriéndose la panza con sus manos, esta vez sí dolió bastante.

Luego de patearlo, el sombrin desapareció en el aire, dejando solo al joven que agarraba su panza con dolor. Adam miró con sorpresa el lugar donde la criatura había desaparecido, no entendía por qué lo había ayudado y mucho menos porque tenía tantas ganas de darle una patada.

El joven héroe trató de levantarse del suelo, pero se dio cuenta de que era complicado mantener el equilibrio: sentía que era demasiado raro no poder escuchar nada. No obstante, Adam no se desesperaba porque confiaba en que únicamente tendría que llegar hasta la cueva para poder curarse en el agua del lago. El problema ahora era lograr bajar 400 escalones en este estado miserable.

Con cuidado, Adam caminó hacia el libro mágico (o maldito) y lo recogió para observarlo:

El libro por suerte tenía buen aspecto y a primera vista no parecía ser muy mágico, pero si muy bonito: su cubierta era de cuero marrón y tenía una chapa de metal verde sobre una de sus tapas que decía: 'Jamón y Queso'. Parecía un libro de cocina pero muy bien decorado.

Sacándose de encima los vendajes molestos y mal colocados, Adam se preparó para su largo camino hacia la cueva, cuando salió del aula, el joven se dio cuenta de que no había absolutamente nadie por los pasillos de la escuela, parecería que todos se habían ido. Algo incómodo por la soledad absoluta, Adam continuó su camino en silencio sin poder escuchar sus propios pasos.

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Al salir de la escuela, el joven héroe observó el caos en que se encontraba el hexágono 4: las estanterías del pasillo principal del hexágono 4 estaban destruidas. Algunas estanterías se quemaron completamente por el fuego y otras estanterías tenían rotas todas sus estantes por la fuerza del impulso, no obstante había otras estanterías del pasillo principal que estaban intactas. Adam supuso que eran las mágicas o las importantes, por lo que pudieron defenderse de las llamas.

Los que no se salvaron de las llamas eran los bibliotecarios: no todos explotaron por la onda sónica, así que aún había rastros de heridos por todos lados y los cadáveres calcinados no faltaban. Para colmo los pocos sobrevivientes se estaban peleando entre sí por los libros mágicos dados por los sombrines; sin embargo, nadie atacaba a las criaturas peludas y los mismos no soltaban los libros mágicos de sus manos hasta ver que la persona a la que debían entregar su libro estaba consciente.

Pero los afortunados que estaban lo suficientemente bien para lograr despertar eran inmediatamente atacados por una patada del sombrin y luego asesinados a golpes por otros bibliotecarios codiciosos.

Adam se quedó un rato impactado por la escena. Luego sacó a su padrino que siempre guardaba en uno de los bolsillos de su túnica, diseñado especialmente para guardarlo. Adam quería preguntarle por qué el director había cambiado tan radicalmente su actitud, no podía ser un mero capricho.

Su padrino respondió: '¿Tuviste otro ascenso? El primero no fue casualidad, pero este sí. Eres afortunado ... Muy afortunado … Demasiado afortunado, ¿No te parece?...'

Adam se quedó mirando el mensaje unos minutos, era bastante corto, pero había una parte que creía que estaba malinterpretando por lo cual pregunto: '¿Cómo que el primer ascenso no fue casualidad?'

Su padrino contestó:

'Nada es casualidad en esta biblioteca, Adam.

Quién tomará mi biografía sería la respuesta imposible del ermitaño, así me aseguraba que mi heredero tuviera si o si un acenso y el libro mágico que eso trae.

Yo le dije la solución de ese acertijo al ermitaño hace un tiempo: La estantería del hexágono 0 únicamente puede preguntar los nombres de los bibliotecarios que actualmente se encuentren en el piso de la ascensión y hayan nacido en ese piso.

Solamente debes estudiar todos los nacidos de ese piso menos uno y luego pactar con el jefe de pisos el control y salida de bibliotecarios al piso en cuestión. En este caso el único nombre que no conocía el ermitaño era el chico con mi biografía.

Pero eso no importa, La respuesta que buscabas era: Karma, tu director quería ascender con mal karma. El porqué hacerlo: no lo sé. No sé tanto sobre ascensos y no consideré que fuera útil saber sobre ellos: nunca busqué ascender. Probablemente por eso pude hallar una forma de vencer la respuesta imposible y el ermitaño no.

Y tú quieres lo contrario: Karma bueno. ¡Así que deja de perder el tiempo preguntando tonterías y ponte a ayudar a los heridos!

Da igual que seas sordo y de suerte camines. ¡Estas oportunidades son pocas y debes aprovecharlas! Más adelante cuando seas grande y entiendas mejor este mundo, necesitaremos un buen colchón de karma positivo para neutralizar varias cosas…

¡Si encuentras alguna oportunidad fácil y segura, trata de robar algún libro mágico de algún herido! ¡Vale la pena, incluso si tienes que matarlo!'