Novels2Search

El Sombrin doctor.

Adam sentía que algo peludo lo estaba tocando, lentamente abrió los ojos y vio que estaba tirado en una cama hecha de pupitres de la escuela, su cuerpo está vendado de forma muy rudimentaria con túnicas negras manchadas de sangres y algunas partes quemadas. Parecía que alguien lo había traído hasta un aula para ayudarlo.

Adam vio hacia el costado, tratando de observar que lo estaban tocando, pero no podía ver nada desde su ángulo, parecía que había alguien estaba ayudándolo desde abajo del pupitre.

El joven estaba muy débil y no podía oír nada por sus oídos. Increíblemente, sus anteojos seguían perfectos y estaban en su cabeza por lo que el efecto seguía activado.

Adam notó que la habitación tenía unas pisadas chiquitas y doradas que resaltan bastante en el mar de pisadas blancas formadas por bibliotecarios. Parecía que quien los estaba ayudando no era humano. Con sorpresa Adam vio abajo del pupitre y se encontró a un Sombrin luchando por tratar de vendarle las piernas con un trozo de túnica.

La criatura completamente peluda noto la mirada de Adam y supo que el chico se había despertado, rápidamente sacó un libro de su bolsa blanca y lo tiró al piso. Acto seguido empujó a Adam de la cama de pupitre tirando al suelo del aula.

*Puff* Adam confuso por acabar de despertar cayó al suelo, acto seguido noto que el sombrin corría y le embocaba una patada en la panza.

*Auchh* Gritó Adam cubriéndose la panza, esta vez sí dolió bastante.

Luego de patearlo el sombrin desapareció, dejando al joven dolido solo en el aula.

Adam miró con sorpresa el lugar donde la criatura había desaparecido, no entendía por qué lo había ayudado y mucho menos porque tenía tantas ganas de darle la patada.

Adam trató de levantarse, pero noto que era complicado mantener el equilibrio, sentía que era demasiado raro no poder escuchar nada. No obstante, el joven no se desesperaba porque confiaba en que únicamente tendría que llegar hasta la cueva para poder curarse en el agua del lago. El problema ahora era lograr bajar 400 escalones en estado miserable.

Support the creativity of authors by visiting Royal Road for this novel and more.

Con cuidado, Adam caminó hacia el libro mágico (o maldito) y lo recogió con cuidado escondiéndolo en su túnica.

El libro por suerte tenía buen aspecto, a primera vista no parecía ser muy mágico, pero si muy bonito: su cubierta era de cuero marrón y tenía una chapa de metal verde sobre una de sus tapas que decía: 'Jamón y Queso'. Parecía un libro de cocina pero muy bien decorado.

Sacándose algunos vendajes molestos Adam se preparó para su largo camino hacia la cueva, cuando salió del aula se dio cuenta de que no había absolutamente nadie por los pasillos, por lo que continuó su camino en silencio sin poder escuchar sus propios pasos.

Al salir de escuela noto que las estanterías del pasillo principal del hexágono 4 estaban destruidas. Algunas estanterías se quemaron completamente por el fuego y otras tenían rotas todas sus estantes por la fuerza del impulso, no obstante había otras estanterías del pasillo principal que estaban intactas. Adam supuso que eran la mágica o las importantes, por lo que pudieron defenderse de las llamas.

Los que no se salvaron de llamas eran los bibliotecarios, no todos explotaron por la onda sónica, así que aún había rastros de heridos por todos lados y los cadáveres no faltaban.

Adam se quedó un rato impactado por la escena. Luego sacó a su padrino que siempre se guardaba en uno de los bolsillos de su túnica, diseñada para guardarlo. Quería preguntarle por qué el director había cambiado tan radicalmente su actitud, no podía ser mera casualidad. El joven pelirrojo no quería creer que fuera solo casualidad.

Su padrino respondió: '¿Tuviste otro ascenso? El primero no fue casualidad, pero este sí. Eres afortunado ... Muy afortunado … Demasiado afortunado, ¿No te parece?'

Adam se quedó mirando el mensaje unos minutos, era bastante corto, pero había una parte que creía que estaba malinterpretando por lo cual pregunto: 'Como que el primer ascenso no fue casualidad?'

Su padrino contestó:

'Nada es casualidad en este piso, Adam.

Quién tomará mi biografía sería la respuesta imposible del ermitaño, así me aseguraba que mi heredero tuviera si o si un acenso y el libro mágico que eso trae.

Yo le dije la solución de ese acertijo al ermitaño hace un tiempo: La estantería del hexágono 0 únicamente puede preguntar los nombres de los nacidos en este piso. Solamente estudias todos los nacidos menos uno. En este caso: el chico con mi biografía.

Pero eso no importa, Las respuestas que buscabas era: Karma, tu director quería ascender con mal karma. El porqué hacerlo: no lo sé. No sé tanto sobre ascensos y no consideré que fuera útil saber sobre ellos, nunca busqué ascender. Probablemente por eso pude hallar una forma de vencer a la respuesta imposible y el ermitaño no.

Y tú quieres lo contrario: Karma bueno. ¡Así que deja de perder el tiempo preguntando tonterías y ponte a ayudar a los heridos!

Da igual que seas sordo y de suerte camines. ¡Estas oportunidades son pocas y debes aprovecharlas!

¡Pase lo que pase no robes un libro mágico de algún herido! ¡No arruines tu karma!'