Adam se quedó esperando unos minutos en la habitación hasta que finalmente el abuelo de Elías regresó con una bolsa en la mano, la cual contenía la nueva túnica de Adam, con una sonrisa el viejo mago le dijo:
—Realmente es una pena que te hayas unido a una hermandad de magos. Elías ya se escapó por las escaleras para empleados del mercado, por lo que los últimos detalles te los diré yo.
—¿Empezó la purga fuera de la tienda?—preguntó Adam, asustado por la información recibida.
Aunque el proceso de elegir una hermandad y crear la túnica pareció durar una eternidad para Adam, la gran realidad es que a lo mucho tardó una hora en completarse todo el proceso, por lo que en teoría no podría haber pasado nada afuera en tan poco tiempo.
—No, también me parece raro…—Comentó el viejo, malinterpretando las palabras de Adam.
El viejo mago abrió la bolsa en su mano y sacó una túnica negra, se la entregó a Adam y comentó con tono preocupado:
—O los eternos de estos tiempos son muy prolijos con su infiltración o todavía no dieron la señal para comenzar el ataque, pero no tengo dudas de que la masacre será hoy: a diferencia de los bibliotecarios, la magia nunca miente.
Adam tomó la túnica con algo de nerviosismo por las palabras del mago. Al ver la túnica con más detalle, el joven notó que la capucha que había pedido se había agregado, pero los símbolos no estaban bordados sobre las mangas.
Cuando el viejo mago observo el aturdimiento en el rostro de Adam, explico con calma::
—Pasa tu mano arriba de las mangas pensando en mostrar los símbolos y aparecerán, cuando quieras ocultarlos: haz lo contrario. La mayoría de los bibliotecarios se sienten incómodos mostrando la hermandad a la que pertenecen, por lo que lo normal es ocultarlo en las zonas pobladas.
Adam siguió las instrucciones y pasó su mano arriba de una de las mangas. Mientras retiraba la mano de la manga, el joven héroe noto que un símbolo bordado en plata podía hallarse sobre la manga. El símbolo parecía ser la cabeza de una cabra con dos cuernos muy largos y un pentagrama colocado en su frente.
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—Ese es el símbolo del bestiario—Comentó el viejo mago—Puedes hundir tu mano en el símbolo para sacar el libro de la hermandad y luego puedes volver a meterlo cuando quieras. El libro es muy importante: ya que da muchos consejos y más importante aún da una descripción detallada de objetivos y rituales de la hermandad.
Adam siguió la indicación y metió la mano dentro del símbolo, notando que la sensación era muy similar a cuando hundía su mano en el espejo. Luego de buscar un rato, Adam logró sacar el libro de la hermandad del bestiario.
La cubierta del libro era peluda y tenía el mismo símbolo que Adam tenía grabado en las mangas de su túnica en una de sus tapas, pero no tenía ningún título escrito en ella.
El libro parecía tener muchas hojas y era bastante grueso, sus páginas estaban envejecidas y parecían haber sido mojadas por agua y luego secadas, algunas páginas estaban rotas y muchas páginas parecían faltarle.
Luego de echarle un vistazo, Adam probó volver a meter el libro en sus mangas: al acercar la punta del libro al símbolo, el libro comenzó a hundirse en la tela hasta desaparecer.
Viendo como funcionaba su nueva túnica, Adam por curiosidad quiso mirar el símbolo de su otra hermandad. Al pasar su mano sobre su otra manga e ir retirándola: un símbolo bordado con oro comenzó a formarse hasta revelar que el símbolo de su segunda hermandad era una roza cardinal.
—Bien, veo que entendiste cómo funcionan los símbolos en tu túnica—Comentó el viejo mago con algo de apuro en la voz—Por lo demás te entrego tu estuche de canicas. No tienes que pagar, considera un regalo por ser nuestro último cliente. Buena suerte sobreviviendo a la purga, muchacho.
Adam tomó el estuche de canicas y al tomar el estuche, el joven observó que la mano del mago se iba haciendo cada vez más transparente. Notando la anomalía, el joven miró al mago con curiosidad y noto que todo su cuerpo se estaba volviendo transparente hasta que desapareció en el aire, dejándolo a Adam solo en la tienda.
Aturdido por la desaparición del mago, Adam con apuro salió de la tienda, si el mago de verdad uso una habilidad mágica para saber cuándo sería la purga, entonces no podía perder más el tiempo. Ya cuando el joven héroe esté seguro en los pisos superiores, podría tomarse el tiempo de ver cómo era el libro de la hermandad de los caminos ocultos.
Con pasos apurados, Adam se dirigió hasta la estantería del viejo sin ojos para despedirse y de paso pasar por los pisos inferiores a recoger a su padre para emprender juntos su larga travesía explorando los pisos superiores.