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Especial 40

Especial 40: Traición por una esperanza

*Punto de vista de Darla*

“Nuestra misión es de vital importancia. No la vayas a echar a perder.” (hombre robusto)

“Yo podría hacerlo por cuenta propia. Ustedes serán sólo un estorbo.” (Darla)

“¿Que dijiste, maldita?” (secuaz 1)

“Espera, no dejes que te provoque… El señor Nauchin dijo que ella es importante y que solo debemos asegurarnos de que cumpla con su trabajo. Si la herimos serán nuestras cabezas las que rueden.” (hombre robusto)

Me reí para mis adentros de este grupo de incompetentes. Como Trino había dicho, la misión que se me había asignado era de vital importancia para tenderle la trampa a los objetivos de Víctor: tenía que recolectar información sobre los puntos débiles de los monstruos que había en el grupo, según la información que me dieron, eran solo tres: un arácnido, un lobo y un hobgoblin peculiar.

Esta vez estaba por mi cuenta, sin Darwin acompañándome.

Desde que nos convertimos en pertenencias de ese cobarde… No, más bien desde un tiempo anterior a eso, desde que tengo uso de la razón, mi hermano y yo nos hemos convertido en expertos cazadores.

No recuerdo cómo conseguimos este talento, lo que sí puedo decir es que no lo heredamos de nuestro padre ni tampoco de nuestra madre, ambos eran bastante temerosos (pese a que mamá es una lizardon también).

Quizás lo heredamos de nuestros abuelos, quién sabe. No los conozco.

El punto es que darle caza a los monstruos que se nos designaron no es ningún problema, no si logro averiguar sus hábitos y habilidades. Es por eso que se me asignó esta misión de exploración.

Una vez que nos encontremos con el objetivo, hasta el punto donde serán emboscados, les estaré siguiendo mientras me estreso con estos chaperones que me fueron asignados.

Podría hacer esto sola, mientras que tengan cautiva a nuestra madre no intentaré ninguna locura como desertar sin importar cuanto me crea capaz mi hermano de hacerlo… Soy mucho más paciente y astuta de lo que piensa.

Será cuando logre encontrar una oportunidad, y solo hasta entonces, que decapitaré al maldito de Victor.

“Darla, si estas inconforme de que estemos aquí puedes quejarte con el señor Nauchin cuando este trabajo termine, aunque claro, él no le prestará atención a los reclamos de una sucia bestia.” (hombre siniestro)

De entre los árboles, el más problemático de los chaperones lanzó un insulto en mi contra, pero no me importaba, ya me había acostumbrado a su boca llena de porqueria.

Sin embargo, después de Víctor, él era la persona a la que más despreciaba.

“Si, lo que tu digas, Moco.” (Darla)

“¡Es Muco! ¡Bestia estúpida!” (Muco)

Su sed de sangre me bañó como si fueran aguas sucias. Con su mano puesta en la empuñadura de su espada, a poco estaba de lanzarse en mi contra, le falta tener sentido del humor.

“¡Tu tampoco te dejes provocar por Darla, Muco! Si nos vas a causar problemas y a poner en riesgo la misión mejor regresa a Silvertha.” (Trino)

“¡Tch! En la primera oportunidad que encuentre, te cortaré en pedazos.” (Muco)

No le presté atención a sus palabras, solo es un perro salvaje… Si bien es un poco bueno con la espada, se encuentra en un nivel con el que puedo lidiar.

Pasaron dos días mientras que vigilabamos el punto por el que se nos informó que pasarían los objetivos. Al parecer, espías aliados de Victor les están pisando los talones también para asegurar una mayor probabilidad de éxito.

Durante este tiempo, aproveché para entrenar con el hacha y a meditar sobre muchas cosas, también tuve que lidiar con los avances de algunos de mis chaperones, quizás vean a los no humanos como inferiores, pero no les importaría acostarse con una mujer aunque sea de otra raza.

Un golpe para cada uno de los atrevidos fue más que suficiente para bajarles el calor. Aunque hubo algunos bastante insistentes.

“¡No creas que tienes la libertad de negarte! ¡Abre las piernas y guarda silencio!” (secuaz 2)

“¿Con que no tengo la libertad?” (Darla)

“¡Aghhh! Maldita!” (secuaz 2)

Solo un pequeño bofetón con mi cola fue suficiente para lanzarlo a un par de metros de distancia. Los humanos sí que son frágiles.

“¡Ya verás!” (secuaz 2)

El pobre trató de desenfundar un cuchillo, pero yo ya tenía el filo de mi hacha en su cuello… Un solo movimiento y habría menos ojos sobre mi. El patán lo entendió y soltó su arma.

“¿Qué está pasando? Si hacen mucho escándalo atraerán monstruos o ladrones… ¡Darla! ¡Suelta el hacha!” (Trino)

“Calma, Trino… Solo actué en defensa propia, este pobre diablo creyó que podría convertirme en su mujerzuela. No habría necesidad de tener que usar mi arma si hubiera retrocedido con mi primer advertencia.” (Darla)

Guardé el hacha de todas formas, haciendo que Trino suspirara de alivio y el idiota que trató de propasarse conmigo se fuera de espaldas.

“Tu, regresa a tu puesto.” (Trino)

“S-Si, Trino…” (secuaz 2)

Una vez que me quedé a solas con Trino, lo escuché suspirar de nueva cuenta.

“¡Eres una esclava! ¡Si se te ordena abrir las piernas lo haces y punto! No vuelvas a tratar de…” (Trino)

“No soy la esclava de ninguno de ustedes.” (Darla)

“¡Hiiiii!” (Trino)

Asustado por la pequeña cantidad de sed de sangre en mis palabras, Trino dejó escapar un chillido agudo, casi como el de un cerdo.

“Si soy esclava de alguien, sería de Victor, solo ese tipo tiene el ‘derecho’ de ordenarme tener sexo con él o con alguien más. Ustedes seis están en mi mismo nivel, como simples propiedades. Los podría matar y alegar que murieron víctimas de algún monstruo y a nuestro dueño le importaría tanto como la noticia de que alguien pisó un insecto.” (Darla)

“¡Ma-Maldita!” (Trino)

“¡No, no! Soy la pieza clave de esta misión de vigilancia y la posterior misión de captura… Tu mismo dijiste que si algo me pasa, sus cabezas rodaran.” (Darla)

No le quedó de otra más que agachar la cabeza. Lo dejé a solas y fui a buscar un nuevo lugar, uno más privado, donde hacer mis necesidades sin ser interrumpida por otro sucio libidinoso.

Durante mi búsqueda, encontré una remota aldea a los pies de un cañón. No estaba demasiado lejos del camino, pero si bien oculta, seguramente debe ser un escondite de bandidos. Esto es malo… Si nos encuentran, gastaremos tiempo y recursos luchando contra ellos, en el peor de los casos, podrían capturarnos.

Hemos tenido suerte hasta ahora de no ser descubiertos por ellos.

“Mmm, encontraste algo muy interesante… Nos vendría bien visitar ese lugar para abastecernos.” (Muco)

Otro fisgón que me espiaba...

“Lo más probable es que sea la guarida de una banda de ladrones. No conocemos su número, armas o habilidades. Lo mejor sería dejar este lugar y buscar otro.” (Darla)

“Tranquila, cobarde… Soy un experto en el sigilo, puedo infiltrarme en la guarida de un grupo de mugrosos ladrones y matarlos a todos. Solo observa.” (Moco)

No pude detenerlo, Moco saltó de una sombra a otra como si él mismo fuera una… En todo caso, será mejor que le advierta al resto del grupo para que nos vayamos de aquí…

Una idea atravesó mi mente antes de ir a dar la noticia de retirada. Podía huir yo sola y dejar a todos estos tipos a su suerte para que los maten los ladrones… Pero pensándolo bien, es una mala idea, en el remoto caso de que sobrevivan, me acusarian de deserción. No tengo de otra más que de advertirles. Di rápidamente con Trino, cerca del lugar de la discusión de hace rato.

“¡Trino! Levantemos el campamento y vamonos de aqui… Encontré una guarida de ladrones y el idiota de Moco fue a causar problemas.” (Darla)

“¿Que cosa? ¿Estas de broma?” (Trino)

“¡Claro! ¡Ahora deja que te cuente un chiste que escuché la otra vez…! ” (Darla)

“Basta de sarcasmo, si de verdad hay una guarida de ladrones y Moco… Muco fue ahi es porque hay oportunidad de vencerlos. No huiremos, tenemos que mantener este punto de vigilancia hasta que aparezca el objetivo. Vamos a seguir a Muco y a tomar la iniciativa de atacar a los ladrones.” (Trino)

¡Este cerebro de frijol!

“Es demasiado peligroso, ¿De que servirá gastar nuestras fuerzas en ladrones?” (Darla)

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“Pues es mejor que ser perseguidos por ellos tratando de huir y que perdamos la oportunidad de cumplir con nuestro trabajo… ¡Especialmente tu! ¡Qué es lo unico util que sabes hacer!” (Trino)

Tuve que resistir el impulso de golpear a este torpe… Pero tenía un buen argumento, dado que no pude evitar detener a Moco, la misión se vió comprometida. Con los bandidos alerta y tras nosotros, es posible que el blanco se entere y cambie su ruta, lo cual echaría a perder toda la estrategia. Pero para evitar que la información se filtre, se necesita…

“Hay que matarlos a todos, no debe quedar ninguno con vida.” (Trino)

Trino me quitó las palabras de la boca mientras corría hacia el campamento para dar la noticia.

No me queda de otra entonces.

Para sorpresa mia, Moco realmente logró exterminar a todos los habitantes de la aldea, la cual si resultó ser una guarida de ladrones. Sin embargo, estaba muy bien disfrazada como un poblado normal, pues había niños, mujeres y ancianos entre los muertos… Seguro eran los familiares de los bandidos.

Escuché que la situación de esta región era tan grave que había aldeas enteras que se habían convertido al robo y pillaje de otras, así como de viajeros. De no ser porque la mayoría de los adultos tenían un tatuaje en la espalda que los distinguia como miembros de una banda, seria difícil distinguir este lugar de una aldea ordinaria.

“Hola, se demoraron en llegar… Como ven, yo solo pude encargarme de todos estos ladrones… Si, son ladrones, luego de matarlos les descubrí las espaldas y encontré esos tatuajes de mantarrayas.” (Muco)

Moco nos recibió con un rostro ensangrentado y esbozando una desagradable sonrisa.

“¡Muco, maldito! ¡En verdad pudiste con todos! Ja, ja, ja, ja...” (secuaz 3)

“¡Claro! ¡Soy el gran Muco! ¡Para cuando se dieron cuenta de que estaba ocurriendo ya había matado a la mitad!” (Muco)

Contento y orgulloso de su hazaña, Moco extendió sus brazos para presumir e indicarnos que lo admirasemos. Mi atención se centró en los que obviamente no eran los combatientes de esta aldea. Quizás fueran parientes de criminales, incluso que ayudaran robando o matando, pero me causaba mal sabor de boca verlos muertos.

Suspiré, estaba mal que mostrara simpatía en estos casos, si ellos tuvieran la oportunidad de matarme, sin duda la tomarian… Es un mundo duro.

“¡Pudiste al menos conservar a algunas mujeres! ¡Estoy ardiendo por dentro!” (secuaz 2)

“Lo hice, conservé a las mejores… Están en esa casa.” (Muco)

“¡Grandioso!” (secuaces)

Sin perder tiempo, los idiotas se despojaron de sus ropas y fueron a la casa que Moco les había indicado. Al cabo de un par de minutos, los gritos y sollozos de mujeres se pudieron escuchar desde dentro.

“¡Ahhh! Que buen rato he pasado, solo espero que tengan alcohol en las bodegas.” (secuaz 1)

“Lo sé. La elfa tiene los pechos pequeños para mi gusto, pero vaya trasero, y lo mejor es que todavía era virgen.” (secuaz 3)

“Sin importar que no sean humanas, una mujer es una mujer… La elfa no estuvo mal, pero ya he tenido sexo anteriormente con hembras de esa raza. Estoy esperando a que el plan concluya y capturemos a las mujeres que viajan con los monstruos. Escuché que una de ellas es una naga.” (secuaz 2)

“¿Una naga? ¿Los famosos habitantes de Tulser?” (secuaz 4)

“Esos mismos… Según se dice, tanto hombres como mujeres tienen una belleza sin par, al grado que hacen que los elfos se vean como goblins en comparación.” (secuaz 2)

“¡No bromees! ¡¿En serio?! Espero tener una oportunidad con esa mujer…” (secuaz 1)

“Pues tendrás que esperar tu turno, no solo los invitados del señor Nauchi están interesados en ella, sino muchos de los chicos en cuando se enteraron.” (secuaz 2)

“Je, je, je, pues mientras no la rompan, bien puedo esperar.” (secuaz 1)

Mientras me encontraba ocupada, pude escuchar la desagradable conversación de estos patanes, quienes en lugar de estar haciendo su trabajo como es debido y hacer guardia, solo se enfocaban en satisfacer sus bajos instintos.

Decidimos usar esta aldea como base hasta que el blanco llegara; los ladrones habían acumulado una buena cantidad de bienes, y con las mujeres capturadas, el grupo de inútiles me molestarian menos. Lo siento por ellas, pero me quité un estorbo muy molesto… Lo menos que podía hacer por para compensarles era enterrar los cuerpos de sus compañeros.

Actualmente estoy en mi descanso, pues Moco y Trino están vigilando el camino, mientras que el resto deberían estar cuidando la aldea por si los ladrones tienen más elementos que hubieran salido con antelación y pudieran volver… Esta vez, si huiré y los dejaré morir si nos atacan.

Luego de terminar de enterrar el último cuerpo fui a buscar algo de agua para beber, el pozo estaba cerca de la casa donde estaban las mujeres cautivas, una de las cuales estaba tratando de huir. No podía dejarla.

“E-Espera… No hagas ruido, te propongo un trato si nos ayudas a escapar.” (mujer)

“¿Y que alertes a otros de nuestra presencia? Paso.” (Darla)

“Tu… Tu no eres muy amiga de esos tipos, ¿verdad? No sé por que estas con ellos pero te conviene estar de nuestro lado… Esta es solo una de las aldeas propiedad de la Raya Voladora.” (mujer)

Luego de que la descubriera, la mujer trató de negociar conmigo, trató de hacer que el nombre de su banda sonara famoso, pero me era indiferente.

“Puedo hablar bien de ti con los demás miembros, se ve que eres fuerte… Podrías llegar a convertirte en la mano derecha del jefe. Solo sácame de aquí y llévame al norte.” (mujer)

“...No estoy interesada en pasar de un imbécil a otro. Ahora, vuelve por las buenas con las otras o esos tipos se enojaran y no será bonito para ti. Son muy pervertidos como ya te habrás dado cuenta.” (Darla)

“Un momento… Por favor…. Debe haber algo que quieras…. Ya sé, eres una lizardon, quizás te interese oír esto… El jefe dijo que encontró a un dragón, necesitaba refuerzos así que llamó a los mejores de toda la banda para capturarlo. Si Oddim no hubiera dejado la aldea para cumplir la orden, tú y tus compañeros no habrían podido invadirla.” (mujer)

Vaya que está deseperada, inventarse cuentos de que su jefe descubrió un dragón… Tal falta de respeto hacia tan gloriosas criaturas me puso de mal humor.

“No me mires de esa forma, estoy diciendo la verdad. Viaja en compañía de un grupo muy adinerado de personas y con otros monstruos más… Está bien, sé que suena ridículo, ¡Pero es la verdad!” (mujer)

Eso suena familiar… Un grupo de personas viajando con monstruos…. ¿Será posible?

“Dime, ¿Sabes que otros monstruos viajan con ese grupo?” (Darla)

“¡Claro! El mensaje decía que eran monstruos mitad caballo mitad mujer, una araña gigante, un lobo negro, un…” (mujer)

“Con eso me basta, te creo. Escucha, si me dices dónde está ese grupo de personas, te dejaré ir.” (Darla)

“Están en el norte, pero a estas alturas ya debieron emboscarles… Aunque puedo pedir que te den parte de las ganancias por venderlos. Al parecer hay un coleccionista de monstruos muy famoso en Silvertha.” (mujer)

“Gracias… Puedes irte.” (Darla)

“Esto… Si no es mucho pedir, podrias dejar libres a las demás.” (mujer)

“Pides mucho, pero está bien. Ahora, vete.” (Darla)

Con una gran sonrisa en su rostro, la mujer se dió la vuelta y emprendió la huida. Si tiene cuidado, podrá llegar a salvo junto con sus amigas a donde hay más de sus compañeros ladrones… Sin duda les dará la noticia para que vengan, pero eso no me importa, yo también me marcho, por fin encontré la oportunidad que estaba buscando para acabar con el maldito de Victor y liberarnos a Darwin, a nuestra madre y a mi de su inmunda existencia.

Un dragón… La más gloriosa de todas las criaturas, pensar que viaja con el grupo al que debía perseguir, esta es sin duda obra de los dioses.

Lo extraño es que no estuviera en el reporte, siendo una criatura sin igual, seria lo que más llamaria la atencion de Victor...

Bueno, ya pensaré en eso en otra ocasión. Por ahora, tengo que marcharme, pero antes…

“Oh, ahí está la mujer lagarto… ¿No te sientes sola de que ya no te prestemos aten…?” (secuaz 2)

La cabeza del sucio rufián voló por el aire antes de que pudiera terminar su burla… Gracioso, cumpli mi amenaza de decapitarlo. Los demás miraron incrédulos lo que acababa de ocurrir, aproveché su momentánea confusión para atacarlos también.

“Tri.. ¡Trino…!” (secuaz 1)

Antes de poder acabar con todos, uno de ellos (Sam), gritó y silbó con fuerza para llamar a Trino… Rayos, fui muy lenta. Los árboles son un obstáculo para el ruido pero Moco tiene un muy buen oído, seguramente lo escuchó.

Me lancé contra el pobre diablo, mi hacha fue rápidamente por su cuello pero logró evadirla, no así el golpe con mi cola. Antes de que pudiera incorporarse de nuevo, lo pateé y finalmente acabé con su vida al partirle la cabeza en dos.

Trinos y Moco no me asustan, menos ahora en mi situación actual. Sin embargo, los dos juntos podrían ser un problema, lo mejor será tenderles una trampa.

“Todas ustedes son libres de irse… Su amiga se fue hacia el norte. Pueden usar esto.” (Darla)

Confundidas pero aliviadas, las mujeres se vistieron con las ropas y las botas que les di y emprendieron la huida. He cumplido mi promesa… y le sacaré provecho.

Me rasgué la ropa un poco y coré mi armadura y algunas partes de mi piel, también me ensucié un poco para que pareciera que había luchado, después escondí los cuerpos excepto por uno

“¿Qué sucede?” (Trino)

“¡Trino! ¡Nos atacaron! ¡Vinieron más ladrones! ¿Dónde está Muco?” (Darla)

“Aquí estoy… ¿Y los demás?” (Muco)

“Sam está muerto, los demás fueron a perseguir al enemigo por temor de que haya más en los alrededores. Debemos de ir a ayudarlos, siganme.” (Darla)

Corrí hacia el bosque sin esperar respuesta, y me siguió el dúo de crédulos.

“Es por aquí, estas son sus pisadas.” (Darla)

“Muy bien, no deben estar lejos.” (Trino)

El plan iba funcionando a la maravilla, creen que estamos siguiendo a los demás hacia un grupo de enemigos, pero debo encontrar el momento perfecto para atacar antes de que descubran que son las prisioneras usando sus botas.

Es hasta que llegamos a un punto de ramas altas que finalmente llega mi oportunidad…

“¡Al suelo! ¡Es una trampa!” (Darla)

Con la tensión de prepararse para un combate, Trino y Moco reaccionaron instintivamente a mi advertencia y se arrojaron al suelo, rompiendo su postura de combate y volviéndose blancos fáciles.

“¿Pero que...? ¡Aaahh!” (Trino)

‘Fushhhh’ mi hacha cortó el cuello desprotegido de Trino, matandolo al instante, y con un segundo y certero movimiento, quedó enterrada después en la espalda de Moco, acabando también con su vida.

“Resultó más fácil de lo que esperaba. Ya logré quitarmelos de enci-” (Darla)

Sentí una ligera rafaga de aire, seguida por un agudo dolor en mi pecho… Mi visión se puso borrosa, y mi cuerpo comenzó a pesarme.

“Tienes la piel más dura de lo que pensé, ese ataque hubiera sido letal de no ser así… Pero puedo solucionarlo con este otro.” (Muco)

Mi mente y mi cuerpo actuaron con rapidez suficiente como para evadir un segundo ataque en mi contra, pero estaba en aprietos con la herida resultado de un ataque sorpresa… ¿Pero cómo sobrevivió?

“¿Sorprendida? Tuve suerte de que decidieras atacarme por la espalda, es la parte que más tengo protegida, ¿Ves?” (Muco)

El hacha estaba incrustada en su espalda pero no sangraba… Debí decapitarlo como a Trino.

“Algo me olía raro en tu historia pero las huellas fueron convincentes… Eres una criatura más astuta de lo que pensé… Rastrera y traidora también. Aunque pensándolo bien, no eres tan lista: has condenado al resto de tu familia junto contigo.” (Muco)

“No… Yo… Les salvaré.” (Darla)

“No puedes porque vas a morir. Cualquier idea que hayas tenido, cualquier esperanza que haya alimentado tu traicion, ya no importa… ¡Ahora muere!” (Muco)

Se lanzó hacia mí con la punta de sus dagas largas apuntando hacia la herida en mi abdomen. Fue fácil evadir su ataque gracias a lo obvios que eran sus movimientos y sus intenciones… Desgraciadamente, él tenía la ventaja, y más con cada minuto que el combate se extiendiera.

“¿No vas a defenderte? Cierto, con esa herida y sin arma es muy difícil que puedas hacer otra cosa que no sea esquivarme. Veamos cuanto tiempo resistes.” (Darla)

Sus ataques se volvieron más rápidos, pero eran igual de predecibles que antes. Su mueca burlona se distorsionaba cada vez más, a medida que mis movimientos se entorpecian; hice una finta de atacarlo con mi cola, lo que me permitió ganar un poco de distancia.

“¡Es inútil!” (Muco)

Ansioso por acabar con mi vida, Moco se lanzó nuevamente en mi contra con el movimiento más torpe hasta ahora: no estaba cuidando su defensa, tenía sus ojos clavados en mi herida, y sus pisadas carecían de fuerza suficiente. Podía darme cuenta de lo que estaba pensando, que este seria el ultimo ataque que iba a necesitar.

Él tenía la razón: en ataques sorpresa era extraordinario… Pero no lo era una vez que era descubierto.

Bajé mi cuerpo lo más que mude, lo escuché reírse al pensar que me flaqueaban las fuerzas, que aunque no estaba del todo equivocado, no fue la verdadera razón… Ya que una vez que se acercó lo suficiente a mi, lo esquivé saltando por encima de él, tomé su cabeza con mi cola y giré rápidamente en el aire… El sonido de su cuello rompiéndose fue la señal de mi victoria.

Ambos caímos al suelo, pero solo yo me levanté, aunque tuve que hacer un gran esfuerzo.

“Estoy perdiendo mucha sangre… Los medicamentos… Oh, están en la aldea.” (Darla)

Solo traía los que me daban a mi, que eran de menor calidad que los del resto… No serían suficientes para curar mi herida, no de inmediato… Con descanso suficiente, mi cuerpo se curaría por sí solo, pero no podía darme ese lujo, ¡Tenía que encontrar al gran dragón y a sus elegidos!

“Agua…” (Darla)

Me dió una sed tremenda, tambien seria bueno para lavar mis heridas… Por suerte, escuché el sonido de una corriente cercana y me dirigí hacia allí, encontrando un arroyo.

Entré y bebí, pero las fuerzas terminaron por abandonarme completamente y me desplomé en medio del caudal…

“No… No… Yo debo… Ir…” (Darla)

Perdí la conciencia.

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