Capítulo 35: Obsequios
Poco después de haber salido de Irios llegamos a un divisadero donde pudimos ver una meseta muy extensa que representaba el exterior de la cadena montañosa de Tulser.
Como alguien que ha vivido los últimos 14, casi 15 años dentro de las montañas, el paisaje se sentía como algo nuevo.
Por otra parte, era la primera vez que Naku veía algo que no fuera Tulser, su mirada reflejaba expectativa y un poco de temor a algo nuevo.
Detuvimos nuestra marcha por un rato para contemplar la vista.
“Es bello el paisaje, ¿no crees?” (Aruh)
“Si… Es muy diferente a las montañas.” (Naku)
Agatha y Eugene también estaban asombrados por la vista, mientras que Mitena, quien ya estaba acostumbrada a esta vista, veía hacia el horizonte con emoción por el viaje.
“Esta es la región de Newrel, si nos dirigimos al noroeste por un día llegamos a la región de Waterloud, y si vamos hacia el sur, llegaremos a un pueblo donde podremos tomar la desviación a Menat… De ahí serán 20 días para llegar.” (Richard)
El joven Almond nos avisó de la ruta que tomaríamos. El camino era largo y llevaria muchos días para llegar hasta donde vive Fortuna actualmente.
El correo en Eralgia es dirigido por el mismo ejército debido a los peligros que representa viajar de un lado a otro; las cartas que nos escribimos Fortuna y yo eran enviadas y recibidas por el teniente Gerald y solía tomar algunos meses para que las cartas llegaran a su destino..
Existe otro método de comunicación más rápido, que es por medio de palomas mensajeras, pero es un método exclusivo para mensajes del gobierno. Hace poco intente buscar el huevo de algún ave que pudiera mandar mis mensajes, pero no hay ninguna en Tulser, la mayoría son aves terrestres o muy aterradoras, como el cayuko, una especie de buitre o ave similar muy famosa por comer niños humanos dentro y fuera de la cadena montañosa.
Si usara a este último, lo abatirían con flechas apenas verlo.
“¿Cuánto tiempo tardaremos en llegar al pueblo que menciona?” (Aruh)
“Unos seis días luego de bajar las montañas.” (Richard)
Es mucha la distancia, desearía que Fortuna no se hubiera ido tan lejos.
“Continuemos con nuestro camino entonces.” (Aruh)
Avanzamos montaña abajo por un camino con muchas curvas; una de las ventajas que tiene Eralgia sobre otros países es su red de caminos, es por eso que a pesar de que el terreno es accidentado, podíamos movernos sin peligro.
Luego de tres horas de camino, llegamos a un área de descanso, algo que notamos fue la poca cantidad de monstruos con los que nos topamos, además de lo débiles que eran. Cuando quisimos matar a alguno, el joven Almond y su grupo intervinieron y fueron ellos los que se encargaron de matar a los monstruos; a Naku y a mi nos parecía que solo estaban tratando de presumir su fuerza, pero resulta que los demás también pensaron lo mismo.
Luego de que Naku hablara con Mitena sobre su encuentro con el joven Almond, la visión positiva que tenía sobre él cayó bastante. Lo que en especial le molestó fue que el joven Almond no aceptó la derrota cuando debió ser.
“Fue un viaje agitado hasta aquí, ¿Les parece si acampamos aquí por hoy? No falta mucho para el anochecer.” (Richard)
Me parece una buena idea, el sol ya estaba bajando y pronto sería de noche, era necesario hacer los preparativos para acampar y quería hacer algunas cosas que tenia pendientes, sin olvidar la rutina de entrenamiento.
Pusimos las tiendas y recolectamos leña para una fogata. Las chicas y yo dormiríamos juntos, Eugene tendría su propia tienda, y los soldados compartirían la suya; ¿Los hombres y mujeres del ejército duermen juntos sin diferencia de género? En nuestro caso, aunque dormimos también juntos, Naku, Agatha y Mitena son mis mujeres, no mis compañeras de trabajo.
¿Cómo es que evitan la tentación? No, creo que mas bien soy yo el que piensa de la manera extraña, que hombres y mujeres duerman en el mismo lugar no significa que deba terminar en sexo.
Como sea, entre lo que pienso hacer esta tarde están la armadura de Eugene, su espada y una daga para Agatha, además de un par de sorpresas en las que había pensado desde que Agatha se convirtió en concubina; lo platiqué con Naku y le gustó la idea.
Lo primero que terminé fue la armadura, quedo bastante resistente y ligera a pesar de tener varias capas para una mayor protección. Era el juego completo: un peto con protección para los hombros, cinturón, guardabrazos, guantes, botas, protección para las piernas, y casco, también hice un escudo pequeño; el diseño era sencillo, pero su calidad era satisfactoria.
Como no tenía una forja al alcance, fundí las piezas de cobre en varios crisoles en hoyos con distintas proporciones de estaño y otros materiales cada uno; el que destacaba fue el del cuerpo principal de la espada, donde decidí agregar orihalcon en polvo al cobre.
El orihalcon, es un metal muy parecido al oro, pero de mayor dureza natural y un punto de fusión relativamente alto para la tecnología de Maltras, que es alcanzado al usar una madera especial. Debido a su rareza y dificultad para procesar, solo los enanos lo manejan y es uno de los secretos detrás de las mejores espadas que forjan (el otro es la gran habilidad que tienen en la artesanía del hetros). Según el maestro Fas, soy el único estudiante no enano al que le ha enseñado tal secreto.
El mezclar cobre, estaño y orihalcon permite hacer espadas más largas que las convencionales y muy resistentes a la oxidación. Es por eso que las espadas de los enanos son tan famosas y a ese bronce se le conoce como el ‘Bronce Eterno’.
Cuando tengo todo listo, cada pieza y material, comienzo con la fabricación de las armas. Una hoja con variaciones de bronce en el cuerpo, filo y patrones, con una curvatura que la especialice en cortar pero que aún conserve la propiedad para la estocada, de un solo filo, un pomo, guarda y empuñadura especiales; todo completamente hecho de metal.
La espada terminada era excelente, modestia aparte. Si se la mostrara al maestro Fas, estoy seguro que me haría beber alcohol hasta que me creciera barba y me convirtiera en enano; claro que eso es imposible, pero es una forma en la que los enanos felicitan a personas de otras razas.
Una hoja con el color y el brillo del oro y hermosos patrones con forma de diamante, tenía un filo que solo sería superado por las espadas de acero que forgé para Naku y para mi. La guardé en su respectiva funda y fabriqué dos dagas de la misma manera que la espada.
Cuando terminé, ya comenzaba a anochecer, me había apartado del grupo para proteger los secretos con los que trabajaba.
Acompañado por Arachne y Barker, quienes montaban guardia para mantener alejados a los mirones, regresé a donde estaban todos.
No había ningún problema con mis compañeros, pero no confiaba en el joven Almond y sus hombres. Es increíble la diferencia que puede haber entre un padre y un hijo.
Al acercarme al campamento, escuché el sonido del combate, pero no era una pelea, sino entrenamiento.
Todos estaban teniendo rondas de sparring y eran supervisados por Naku. Solo ella, Agatha, Mitena y Eugene estaban participando, los soldados estaban haciendo guardia y observándolos a distancia.
“Disculpen la demora, ya he terminado.” (Aruh)
Naku dio la orden y todos dejaron de practicar, no sin antes agradecer a su compañero.
“Te perdiste el entrenamiento.” (Naku)
“Practicare con Arachne y Barker, los tres nos quedamos sin participar.” (Aruh)
“Guriii” (Arachne)
“Harrrrrr” (Barker)
“Entonces no hay problema… Y bien, ¿Cómo salió todo?” (Naku)
“Estupendo, tengo listos los regalos para todos.” (Aruh)
“¡Agatha! ¡Mitena! ¡Eugene! Vengan un momento.” (Naku)
Los tres llegaron siendo llamados por Naku.
“¿En qué puedo servirles mis señores?” (Eugene)
“Tenemos algunos obsequios para los tres. Primero, algo que te había prometido desde hace unos días, Eugene.” (Aruh)
Le entregue la armadura a Eugene, quien la miró sorprendido.
“¿Una armadura? ¿En verdad piensa obsequiármela? Se ve muy costosa y de alta calidad, para un viejo como yo.” (Eugene)
“No te menosprecies, Eugene, estaremos dependiendo de ti y me gustaría que estuvieras protegido. Vamos, pruebatela.” (Aruh)
Instruido por mi, Eugene comenzó a ponerse la armadura, estaba diseñada para ser usada encima de la ropa y ser fácil de vestirse y quitarse.
Eugene lucía como un guerrero veterano con la armadura puesta.
If you stumble upon this narrative on Amazon, it's taken without the author's consent. Report it.
“Es algo vergonzoso de mi parte haber perdido mis habilidades de combate con los años. Siento que no soy digno de tan maravillosa armadura.” (Eugene)
“Aún conservas tu habilidad y experiencia, te ayudaremos a recuperarla y a superarla, así que viste esa armadura con honor. La he hecho especialmente para ti.” (Aruh)
“Trabajaré duro para ser digno, mi señor.” (Eugene)
“Esa actitud me gusta, también quiero que tengas esta. Agatha, Mitena, estas dos son para ustedes.” (Aruh)
Le entregué la espada a Eugene, y una daga a Mitena y Agatha respectivamente.
La lanza cortante de Mitena es el legado de su madre para que continuara con la meta de perfeccionar su estilo luego de que ella decidiera retirarse. Fue la misión de su madre la que la guió hasta Tulser y le ayudó a crecer y alcanzar su fuerza actual... Es por eso que está muy apegada a la lanza.
Es por eso que como regalo le di una daga que pudiera ser su arma secundaria.
“Eugene, traté de recrear el tipo de espada que solías usar para que te sintieras más cómodo. Agatha, conserva esa daga cerca de ti y entrena duro para poder usarla. Mitena, quiero que mi obsequio te cuide cuando sea necesario, espero que sea una buena acompañante para la lanza que te heredó tu madre.” (Aruh)
Eugene me miró como si me estuviera pidiendo permiso para desenvainar la espada, a lo que asentí.
Cuando los tres desenvainaron las armas que les di, sus expresiones eran distintas pero todas compartían el hecho de que eran de sorpresa.
“Es una daga bellísima… Parece como si estuviera hecha de oro.” (Agatha)
“Cierto, es muy bella. Estos patrones de la hoja… Pero además de eso posee un gran filo, es una daga hecha por un maestro entre maestros.” (Mitena)
Esa es una expresión un tanto vergonzosa, a pesar de lo orgulloso que estoy de haberlas construido, aun me siento por debajo del nivel de mi maestro.
“Fue usted quien las forjó, ¿verdad? maestro Aruh.” (Mitena)
“Si, fui yo quien las fabricó, aunque no están hechas de oro, es una técnica que me enseñó mi maestro.” (Aruh)
“La atesorare por siempre, maestro Aruh. Muchas gracias por su obsequio.” (Mitena)
“Yo… Yo también. Voy a entrenar muy duro para poder usarla, se que no soy tan fuerte como la señorita Naku y Agatha, pero al menos trataré de no ser una carga.” (Agatha)
“Escucha, Agatha, jamas te consideres una carga, incluso si no sabes combatir. Eres una gran chica con muchas virtudes, ten eso en cuenta. Mis intenciones para darte ese regalo y enseñarte a usarlo es para que puedas defenderte por tu cuenta en caso de que no esté cerca… Porque quiero que, aunque sea un poco, haya algo de mí cuidándote siempre.” (Aruh)
Lágrimas comenzaron a juntarse en los ojos de Agatha, quien guardó la daga en su funda antes de limpiarlas.
“Muchas gracias… Joven Aruh” (Agatha)
La sonrisa de Agatha era tan encantadora, me siento feliz de poder hacerla sonreír así.
Mitena también guardó su daga y puso su mano en el hombro de Agatha.
“Hemos encontrado a un gran hombre, ¿verdad?” (Mitena)
“Si.” (Agatha)
Comencé a sonrojarme, Naku se me acercó y me susurró al oído.
“Aruh, también hiciste los otros obsequios, ¿verdad?” (Naku)
“Por supuesto.” (Aruh)
Saqué los dos regalos especiales de entre mis ropas, ya antes había regalado dos de estos objetos, las personas a las que se los di fueron Naku y Fortuna. Unos dijes brillantes.
Originalmente iban a ser solo dos y representarían mi compromiso con Naku y Fortuna, pero luego de discutirlo con Naku, decidí hacer estos dos también… Y con los planes que hay para mi, voy a tener que preparar más.
Estos dijes serán para las mujeres a mi lado.
Las piedras eran de dos colores mezclados cada una; la del dije para Agatha era de un color blanco brillante con un poco de azul, y la de Mitena era color cobre con detalles negros.
“Estos también son para ustedes.” (Aruh)
Las piedras de los dijes liberaban una luz tenue, se trataba de un dispositivo mágico creado con uno de los inventos que diseñé durante mis estudios con el profesor Spencer. La luz brillaba si había circulación de hetros a través de la batería mágica y solo era necesario llevar el dije puesto para que funcionara.
Mitena y Agatha tomaron los dijes, encantadas por su belleza.
“Este es un regalo especial que les entrego, es una propuesta en la que les pido formalmente que sean mis mujeres y estén a mi lado, ¿Los aceptan?” (Aruh)
“Yo también tengo uno, es un símbolo de un vínculo con Aruh, significa que son importantes para él…” (Naku)
Naku les mostró su dije con satisfacción.
“Yo… Acepto este obsequio, y reitero mis votos que hice frente al antiguo señor… Estaré a su lado por siempre, maestro Aruh.” (Mitena)
Mitena se lanzó a mis brazos y la abracé. Ella comenzó a llamarnos maestros a Naku y a mi desde nuestro primer día juntos, pero en esta ocasión se sentía como algo mas intimo. Eso me hacía muy feliz.
Miré a Agatha, quien se acercó lentamente a mi.
“Le amo… ¡Le amo, joven Aruh! Amo su bondad, su ternura, su sonrisa, la manera en la que hace latir mi corazón, como me sostiene en sus brazos, como me hace suya… ¡Lo amo! Quiero estar a su lado y ser tu mujer.” (Agatha)
Abracé a Agatha también, pese a que continuaba siendo un poco formal, la manera en como me llamaba era mucho más dulce. Sostuve a las dos en mis brazos, sin importar si eran concubinas, eran mis mujeres.
Naku nos miraba con una sonrisa cálida, se acercó y me abrazó por la espalda, en ese momento deseé tener brazos lo suficientemente largos para abrazarlas a las tres… Que serían cuatro dentro de poco.
Voy a lograr amarlas a todas sin hacer menos a ninguna, esa es la promesa conmigo mismo.
“No estarás solo, también pondremos de nuestra parte en esa meta que piensas.” (Naku)
Naku me susurró al oído, sus palabras sonaban como si pudiera leer mi mente, bueno, de la manera en la que nos conocemos, no me sorprendería que pudiera.
“Mi señor.” (Eugene)
Todos volteamos a ver a Eugene, quien se había arrodillado como si fuera un caballero frente a su rey.
Nos separamos de nuestro abrazo debido a la situación.
“Yo solo soy un viejo, un hombre que lo ha perdido todo. Hace muchos años serví en un ejército pobre, bajo el mando de un rey codicioso que veía a sus súbditos como animales y los mandó a una guerra para satisfacer sus deseos. Mi pueblo perdió y fui vendido junto con mi familia, me convertí en esclavo, una persona tratada peor que los animales y sufrí muchos castigos por toda clase de razones, llegó un momento en que olvidé lo que se sentía ser humano, lo único que me mantenía cuerdo era mi sueño de poder ver a mi familia de nuevo, un sueño tonto e imposible en mi condición… Pero usted, mi señor, me liberó de mi esclavitud a cambio de unos pocos años de servicio, me limpió y me dio de vestir, me dio de la misma comida que servía en su plato, y sobretodo, me prometió ayudarme en mi deseo de ver a mi familia y liberarla, un sueño del que cualquiera se reiría, pero usted lo dijo de buenas intenciones incluso si era imposible, no con falsas promesas, sino con una compasión sincera…” (Eugene)
Eugene levantó la espada, ahora enfundada, a la altura de su rostro.
“Tres meros años son insuficientes para pagarle; con esta armadura y espada que hizo para mi quisiera pedirle que me tome como su siervo… Si los dioses son misericordiosos y me permiten ver a mi familia de nuevo, permítame dejarlos en un lugar seguro y continuar sirviéndolo, hasta que esté cansado cuerpo haya dejado de ser útil.” (Eugene)
La mirada de Eugene estaba llena de fuerza, como la de un lobo que había salido a cazar después de un largo tiempo.
Sus votos y determinación me conmovieron, en estos momentos se veía diferente que cuando lo conocí, no solo por su vestimenta, sino por la intensa aura a su alrededor.
Me acerque a él y le ofrecí la mano.
“Voy a necesitar tu ayuda para salvar al mundo.” (Aruh)
Nota del autor: Al final decidí no abandonar el libro, pero ya no contaré con el mismo tiempo de antes para escribir, así que las actualizaciones serán mas lentas... Pero para este fin de semana liberaré algunos capítulos de golpe (como unos 15 si me doy prisa.)
También quiero advertirles que a partir de aquí, la historia se podrá poner un poco cruda y atrevida... Muy cruda y atrevida a decir verdad, así que espero que no me corran por eso orz
Saludos y muchas gracias por su apoyo.