Capítulo 4: Seis años después / Conocimientos del mundo.
Han pasado ya seis años desde que reencarné, ya puedo hablar y entender el idioma, además de leerlo y escribirlo. A pesar de que no hay muchos libros, saber leer y escribir es parte importante de los habitantes del reino y gracias a eso, los índices de analfabetismo son bastante bajos. Dado a que no hay muchas escuelas en la cadena montañosa de Tulser, la mayoría de los infantes aprenden de sus padres.
Aunque la información es limitada, he logrado aprender bastante de la historia de este país y un poco del mundo conocido.
El nombre de este mundo es Maltras, el nombre del reino que habito es Eralgia, el cual es un reino muy próspero donde varias razas coexisten pacíficamente.
Tiempo atrás, Eralgia era un pequeño reino habitado principalmente por humanos rodeado por tribus y países pequeños de otras razas. Los conflictos entre estos países o con Eralgia no eran pocas, la única excepción eran los naga, quienes eran una tribu resguardada en las temibles montañas de Tulser, habitadas también por voraces y poderosos monstruos que hacían prácticamente inhabitable la región; pero los monstruos a su vez eran las presas de los naga, lo cual los convierte en la especie más fuerte y temida.
Varias incursiones de varios países, incluso de aquellos del otro lado de las montañas, terminaron siempre en fracaso.
Todo cambió hace unos mil años aproximadamente. Una chica elfo contrajo nupcias con el rey de Eralgia de aquel entonces pese al rechazo de los nobles y oficiales del reino; sin embargo, la habilidad como gobernantes del rey y la reina era extraordinaria. No solo lograron purgar a la nobleza de los inútiles y volverla más competente, sino que mejoraron las condiciones de vida de los habitantes en general.
Gracias a un refuerzo militar y avance tecnológico, las tribus que rodeaban al reino comenzaron a temerle y a evitarlo; sin embargo, las políticas exteriores no fueron de incursión militar, sino por medios políticos y comerciales. Al poco tiempo, las razas empezaron a cansarse del conflicto y las guerras y comenzaron a abrirse a Eralgia, hasta que finalmente optaron por unirse al próspero reino y este se expandió rápidamente, logrando siempre el equilibrio necesario para evitar ser aplastado bajo su propio peso.
En solo 40 años, el reino había logrado ampliar mas de 5 veces su territorio original pero al poco tiempo de haberlo logrado, el rey falleció. Aunque la reina, los nobles y todo el reino en sí lloraron su muerte, la reina no dejó que el gobierno de su amado cayera en desgracia y continuó estableciendo políticas y cuidando del reino hasta su propia muerte.
Muchos estaban dudosos de que si el nuevo rey, hijo de los anteriores gobernantes, era un heredero apto; pero sus bajas expectativas los traicionaron, el joven rey elfo logró superar a sus padres y mejorar aún más el reino, y su mayor hazaña fue la de lograr la anexión de los elusivos naga.
El cómo realizó esto fue de hecho bastante simple pero a la vez arriesgado. Junto con sus mejores y más fuertes caballeros, el rey se lanzó en una expedición por las montañas de Tulser para iniciar relaciones diplomáticas con los naga.
Luego de una semana, sus tropas se vieron diezmadas por los monstruos, pero logró su objetivo: contactar de manera pacífica con los naga, quienes a su vez sintieron respeto por el rey, pero esto no sería suficiente para anexarlos al reino.
Lo que logró conquistar a los naga fue el regalo que trajo para ellos.
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El rey era bastante inteligente y amaba aprender nuevas cosas, uno de sus mayores gustos era aprender sobre las distintas razas y culturas del mundo, y entre sus investigaciones logró conocer un poco sobre los naga.
El regalo del rey para los naga eran especias, cereales, alcohol y una pareja de aves de corral.
Estos productos eran para mejorar las ofrendas de los naga hacia su espíritu protector, la serpiente de la montaña, Nagur.
Los naga amaban a Nagur, por lo tanto, aquello que mejorará sus tributos era muy bien recibido.
Tras algunas negociaciones con los jefes de todas las aldeas, los naga se unieron al reino jurando lealtad de no traicionarlo.
Dado que los naga no podían abandonar las montañas, o de lo contrario perderían la bendición de su espíritu, el rey les pidió su ayuda para domesticar la región lo más que se pudiera para extraer recursos y proteger al reino de las amenazas que vinieran del este, al otro lado de las montañas.
Así concluyó la hazaña del rey, los naga formaron parte del reino y permitieron la entrada de los humanos, enanos y elfos para que se establecieran en las montañas de Tulser, asimismo les brindaron su protección contra los monstruos que habitaban en ellas.
Esto nos lleva hasta la época actual, el reino no se ha vuelto a expandir pero si ha tenido conflictos con algunos de sus vecinos pero nada a gran escala, por lo que se mantiene estable.
En cuanto a mi, desde que cumplí los tres años he comenzado con mi entrenamiento de combate y caza bajo tutela de papá y mamá, quienes a pesar de que son muy amorosos conmigo... ¡Son entrenadores que dan miedo!
"¡Levanta más la dirección de tu golpe! ¡Más arriba! ¡Bien, continúa atacando!" (Tovs)
"HAAAAAAAA" (Aruh)
Siguiendo las instrucciones de papá, lanzó un fuerte golpe con mi espada de madera pero es bloqueado con facilidad.
"¡No apoyes tanto peso en el lado derecho de tu cuerpo!" (Tovs)
Papá desvía suavemente mi ataque y pierdo el equilibrio. Mi respiración está agitada y el cansancio me impide ponerme nuevamente en pie.
"Con eso será suficiente por hoy. ¡Has mejorado mucho, Aru! A tu edad apenas y podía levantar el mandoble, ni se diga de pelear con tal destreza..." (Tovs)
Al levantar mi vista, papá está junto a mi y me levanta para sentarme junto a él.
"Dime, ¿Te gustaría ser cazador, o guardia de la aldea? También está la opción de mudarse al pueblo Korka y ser un centinela de las montañas de Tulser." (Tovs)
"Yo... quisiera ser herrero." (Aruh)
"¿Herrero? ¿Como yo? Eso me alaga mucho, Aruh. ¿Que se le va a ser? Entonces, cuando cumplas los doce te presentare con el maestro Fas Nesel." (Tovs)
Mis palabras ponen de muy buen humor a papá, sin embargo, aunque seguir sus pasos es uno de los motivos por el cual me interesa la herrería, existe otro motivo principal.
"Pero hasta que cumplas los doce, tendrás que continuar con tus estudios. Incluso siendo herrero, un naga es un naga y por lo tanto la fuerza y habilidad en combate son indispensables" (Tovs)
"Si." (Aruh)
"¡Aruh! ¡Ahora es turno de mamá!" (Mura)
Mamá se acercó a donde estábamos papá y yo, en sus manos cargaba dos arcos grandes junto con su respectivo par de sacos con flechas.
¿En serio? ¡Pero si apenas llevo un par de minutos descansando!
"Esfuérzate, mi campeón" (Tovs)
No trates de lucir genial aunque lo seas, papá. Oh, mis padres actuales también son unos explotadores...
Aunque no siento que me moleste.