Capítulo 45: Hallazgo con suerte
Al explicarle a los demás, se preocuparon por la situación que atravesaba Fortuna.
"¡Todo está listo para que partamos!" (Agatha)
"¡Detendremos esa subasta y salvaremos a la señorita Fortuna!" (Mitena)
Me alegra lo mucho que se preocupan por ella, pese a que aún no la conocían.
"Está también la opción de participar en la subasta con los fondos que tienen para el viaje, pero eso deberían dejarlo como último recurso." (Dob)
"Primero buscaremos la identidad del subastador para arrebatarle a Fortuna. Dob, ¿Tienes contactos que nos puedan ayudar?" (Aruh)
"Es un asunto extraoficial, pero tengo a varios conocidos que estarían interesados en frustrar subastas." (Dob)
"Muchas gracias, cuento contigo." (Aruh)
"Hay algo que no me queda claro, ¿Porque en Goldtree? Se suponía que la señorita Fortuna vivía en Menat." (Mitena)
"Es posible que el subastador se sienta intimidado de hacerlo ahí." (Agatha)
"Es muy probable, señorita Oráculo. El subastador debe temer a una represalia de la familia Dewell y sus socios. Una región cercana a Menat pero fuera del alcance de la influencia de esta, es una mejor opción." (Dob)
"Independientemente de sus razones, cuando hallemos al tipo que se atrevió a secuestrar a Fortuna, haremos que pague." (Naku)
Todos estuvimos de acuerdo.
...
Serán tres días y dos noches de viaje hasta Jimama, ahí sentariamos una base para buscar cualquier información del ofertador y tener un ojo cerca de la subasta.
Hasta entonces, limitariamos nuestro tiempo de descanso. Las chicas acordaron que se abstendrían de que tuviéramos sexo hasta que rescataramos a Fortuna, y yo también acepté.
Por tal razón, me uní a la vigilancia nocturna pese a la insistencia de Eugene de que descansara, pero tenía que hacerlo por una razón importante.
"Con Arachne dormida, lo mejor es que me quede a vigilar también." (Aruh)
Si, hoy era la noche en que a Arachne le tocaba dormir. Ha estado desde el atarcedecr en el interior del acorazado y no despertará hasta la mañana del día siguiente.
"De todas formas deje que seamos su siervo y el señor Dob los que se encarguen de permanecer despiertos... Barker también nos ayudará, así que puede estar tranquilo." (Eugene)
Eugene era bastante insistente en tomar la responsabilidad, era un hombre muy confiable.
"Te agradezco mucho tu devoción Eugene." (Aruh)
"Haré todo a mi alcance para servirle, mi señor. Puede ir a descansar y dejarnos todo a nosotros." (Eugene)
Pensé en seguir el consejo de Eugene cuando sentí algunas presencias de personas acercarse... Estábamos en el camino a Jimama, en medio del bosque, sin poblados cerca. Estas presencias significaban una cosa.
"Ladrones." (Aruh)
"¿Como ha dicho?" (Eugene)
"Hay personas acercándose, lo más seguro es que sean ladrones." (Aruh)
Eran 18 las personas que se aproximaban a donde estábamos.
Deben de ser bandidos muy atrevidos como para atreverse a atacar a un grupo de viajeros con un acorazado...
No debieron de ver a Arachne con nosotros, solo que los carros eran escoltados por cuatro personas más los conductores y serían un blanco fácil.
"¿Bandidos? Es la primera vez que nos topamos con un grupo desde que entramos a Goldtree." (Naku)
"Estos deben ser muy atrevidos." (Mitena)
"¿Cuantos son, Aruh?" (Naku)
"Son 18 personas, deben creer que con la superioridad numérica nos vencerán... Se dieron cuenta de nuestros números desde fuera del rango de mi habilidad, debe haber individuos con buena vista entre ellos." (Aruh)
"Sí, debieron vernos desde aquella formación rocosa de allá." (Naku)
"¿Puede saber la ubicación de las personas sin verlas, joven Hydran? Esa es una fantástica habilidad... Según sé, sólo algunos naga la desarrollan, pero pensar que no está ligada al espíritu Nagur. Usted debe ser el vigía perfecto." (Dob)
No me gustaría pensar como reaccionaria si supiera que conservo mi fuerza fuera de Tulser.
"Lo mejor será acabar con ellos antes de que estemos en el rango de sus flechas." (Eugene)
"Si, tienes razón." (Aruh)
Barker se levantó y se aproximó al bosque.
"Harrrr" (Barker)
"Parece que quiere decir que él puede encargarse solo." (Naku)
"Harrrrrr" (Barker)
"Eso parece. Muy bien, Barker, puedes ir tu solo, pero recuerda que no puedes comertelos aunque sean ladrones." (Aruh)
No solo Cherry había crecido mucho en este poco tiempo, también Barker lo hizo. Su altura actual era de 1.35 metros y seguía creciendo.
Ahora que recuerdo, Arachne también creció muy rápido, aunque al parecer ella ya alcanzó su altura máxima (2.2 metros)... El veloz crecimiento debe ser algo característico de los entes con los que vinculo.
"¡HARRRRRR!" (Barker)
Dando un fuerte gruñido, Barker se adentró en el bosque con una increíble velocidad.
"¿Está seguro que no deberíamos...?" (Dob)
*AAAAAAHHHH*
Los gritos de varias personas interrumpieron las palabras de Dob, me moví cerca de Agatha y le tapé los oídos. Ella era la más sensible a las cosas de miedo y estos gritos eran bastante atemorizantes (aunque yo los había ocasionado.)
"Gracias, joven Aruh" (Agatha)
"Fu, fu, eres muy considerado, Aruh." (Naku)
Ser considerado es el deber de un hombre para con sus mujeres.
En menos de un minuto, los ruidos cesaron y Barker se dirigió de vuelta hacia aquí.
Las presencias desaparecieron, Barker los mató a todos.
Cruel, sí, pero ellos no se habrían detenido con despojarnos de nuestras cosas.
Maltras era un mundo donde era común asesinar a otros, no me considero un asesino a sangre fría pero también estoy dispuesto a matar de ser necesario.
Barker es muy inteligente y se dio cuenta de que eran peligrosos, así que no tengo ningún problema con lo que hizo.
Cuando Barker regresó se le veía triste y tenia un poco de sangre en sus patas, pero no era suya.
La razón por la cual estaba triste es por algo que había encontrado, que muy seguramente le había quitado a uno de los ladrones.
"Aruh... Eso es..." (Naku)
Me acerqué rápidamente a Barker y tomé lo que colgaba de su hocico.
"Si... El dije de Fortuna." (Aruh)
Mi regalo cuando nos comprometimos, un dije de madera con una piedra color ámbar en el centro.
"Una... Pista." (Aruh)
Cerré mi mano con el dije y volteé a mirar a los demás, era momento de actuar.
"Iniciaremos una búsqueda en estos bosques. Nos dividiremos en dos grupos, uno me acompañará a buscar el escondite de estos ladrones y el otro se dirigirá a Jimama por si Fortuna es llevada allí." (Aruh)
Todos asintieron con determinación.
En el grupo de búsqueda estaríamos Naku, Eugene, Cherry, Barker y yo, y en el equipo que iría a Jimama estarían Agatha, Mitena, Arachne y Dob.
Quería que Eugene fuera también con Agatha y Mitena, pero él insistió diciendo que tenía experiencia lidiando con ladrones, así que acepté su ayuda.
Mitena y Arachne cuidarán de Agatha y los animales además de apoyar a Dob y sus colegas, mientras, estos se encargarian de buscar más información y estar al tanto si alguien llevaba a Fortuna a la ciudad.
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"Cuida bien de ellas, Dob, no quiero que nada les pase, ¿Entendido?" (Aruh)
"Dudo mucho que alguien tan débil como yo sea capaz de estar a la altura de la señorita Minters o de Arachne, pero haré todo lo posible para mantenerlas fuera de peligro." (Dob)
"Joven Aruh... Por favor tenga cuidado." (Agatha)
"Si, lo tendré. Ustedes tambien cuidense mucho." (Aruh)
"Maestro... Vuelva a salvo y encuentre a la señorita Fortuna." (Mitena)
"Así será, Mitena." (Aruh)
Abracé y besé a las dos y nos despedimos.
Los miembros del equipo de búsqueda partimos bajo el manto de la noche a cazar bandidos.
...
Fuimos primero a buscar indicios cerca de los cuerpos de los ladrones que Barker había matado.
No era una escena agradable, pese a estar oscuro se podía apreciar los cuerpos desgarrados de 18 personas. La mayoría eran humanos y solo había un kekat, todos eran hombres.
"¿Quien traía el dije?" (Aruh)
"Harrrr" (Barker)
Barker se acercó a un arquero joven. El hombre tenía aproximadamente unos 17 años de edad, humano; busque entre sus ropas y lo desvestí para ver si tenía algún tatuaje o símbolo que lo identificara, lo que encontré fue un tatuaje con la forma de un ciempiés en su abdomen bajo, cerca de sus genitales... Era un lugar muy doloroso para hacerlo, pero también servía como prueba de valor..
"Busquen en los demás para ver si tienen un tatuaje igual." (Aruh)
Al examinar los demás cuerpos encontramos que de hecho, todos tenían ese tatuaje en esa misma posición.
"Un ciempiés en esa zona... Es un rasgo muy distintivo..." (Eugene)
"Conozco a esta banda... El capitán Almond me habló de ella, se hacen llamar 'Ponzoña', pero se supone que esta banda debio ser subyugada hace tiempo, y su área de operación estaba más al oeste." (Aruh)
"Aruh, se me ocurre cierta razón por la que estos tatuajes están ahí... ¿Acaso...?" (Naku)
"Si, yo también lo sospecho, es muy probable que sea una táctica para controlar a sus víctimas mediante el miedo... Ven el tatuaje mientras son obligadas a hacerles sexo oral." (Aruh)
Naku se llenó de enojo, su sed de sangre desbordaba mientras veía con odio y desprecio los cuerpos sin vida de los ladrones.
"Hay que seguir moviéndonos." (Naku)
Hice que Barker aprendiera el aroma de los ladrones y buscara el camino por donde habían venido.
El bosque estaba oscuro y lleno de obstáculos, pensé que Eugene tendría dificultades en seguirnos el paso pero no fue así, él fue un soldado en el pasado y debió de lidiar con situaciones similares, además de que estaba mejorando mucho físicamente gracias a los entrenamientos que teníamos.
Seguimos el rastro de los ladrones por varias horas y como Naku había sospechado, llegamos hasta una formación de rocas.
No había nada salvo por comida en conserva; ni mapas ni notas o alguna otra pista. Barker continuó olfateando y logró encontrar otro rastro.
Dormimos solo una hora cada quien esa noche, si encontrábamos ladrones era necesario al menos un mínimo de descanso.
Comenzó a amanecer, los demás debieron partir ya hacia Jimama.
Hubo veces en las que Barker perdió el rastro, había arroyos y rápidos en el bosque, además de que estábamos combatiendo constantemente con monstruos; los ladrones debían de ser bastante hábiles como para moverse en estos bosques.
Pese a las dificultades, la gran astucia de Barker y los consejos de Eugene nos permitían encontrar el rastro nuevamente en cada ocasión.
Por suerte, encontré la presencia de dos personas en el bosque, debía de tratarse de más rufianes.
Nos acercamos a donde sentí las presencias y encontramos a dos hombres armados con arcos y flechas que hacían de vigía encima de los árboles.
Naku y yo asentimos, tomé mi arco y le apunté a uno de los hombres mientras que ella subió rápidamente a un árbol y se dirigió sigilosamente hacia donde estaban los ladrones.
La agilidad que tenía Naku en los árboles le causaría envidia a cualquier ardilla, en un instante logró colocarse detrás de uno de ellos sin ser vista.
Luego de escucharlos hablar, Naku me envió una señal de aprobación y disparé mi flecha contra uno de los hombres. La flecha se incrustó justo en la frente del ladrón y lo clavó contra el árbol, su compañero ni cuenta se dio y recibió un golpe en la nuca de parte de Naku, perdiendo la consciencia.
"Eso fue... impresionante, mi señor." (Eugene)
"Gracias. Ahora vayamos a sacarles toda la información que tienen." (Aruh)
"Si no le molesta, deje que sea yo quien lo haga... Sé cómo hacer hablar a otros." (Eugene)
"Está bien, lo dejo en tus manos." (Aruh)
"Muchas gracias, no lo defraudaré." (Eugene)
Lo primero de lo que nos aseguramos fue de atar bien al ladrón; después, Eugene lo amordazó para que no pudiera gritar.
"...Comenzaré ahora." (Eugene)
Eugene le descubrió las piernas al hombre y lo golpeó con una roca en el hueso.
El ladrón recobró la consciencia de inmediato.
Sin esperar a que dejara de retorcerse, le dio un segundo golpe en la otra pierna.
El dolor era tal que los ojos del hombre comenzaron a llenarse de lágrimas; cuando dejó de hacer ruido, Eugene lo tomó del cabello y lo miró a los ojos, después lo hizo ver el cadáver de su compañero.
"Voy a matarte, maldito. Te mataré como a tu amigo pero tu no tendrás tanta suerte, te haré sufrir, te haré sufrir mucho." (Eugene)
Eugene volvió a golpear al hombre en las piernas, haciéndolo llorar de nuevo.
Mientras él se encargaba de interrogarlo, los demás estábamos cuidando de que no hubiera más bandidos acercándose.
"¿Te duele? Voy a seguir golpeándose, cuando me canse de golpearte voy a cortarte pedazo a pedazo con mi espada, y cuando acabe de divertirme voy a colgarte de un árbol y esperaré a que los monstruos vengan a comerte." (Eugene)
Hasta yo tenía miedo.
"Dime, ¿Quieres que me detenga?... ¡¿QUIERES QUE ME DETENGA?!" (Eugene)
"Hmphhhh."(Ladrón)
El hombre asintió desesperado.
"Si intentas gritar, voy a continuar." (Eugene)
Eugene puso una mano en el cuello del ladrón y le descubrió la boca poco a poco.
"Convencemé de que me detenga." (Eugene)
"¿Que... Qué quiere? Si me deja ir le conseguiré mujeres, mujeres hermosas..." (Ladrón)
"¿Mujeres hermosas dices?, Me encantan las mujeres... ¿Donde están?" (Eugene)
"Puedo ir por unas para usted... Solo déjeme ir." (Ladrón)
"Mientes... Ni siquiera debes de tener mujeres, solo quieres engañarme... Voy a continuar." (Eugene)
"No, por favor... Si tengo mujeres, están con el resto de los chicos... Están... Están a seis horas de aquí, en una formación de rocas cercana... Lo llevaré con ellos..." (Ladrón)
"Muy bien, te creeré. Si me dices la verdad dejaré de castigarte." (Eugene)
Eugene amordazó de nuevo al hombre.
"Lo tengo, mi señor." (Eugene)
"Si, gran trabajo." (Aruh)
Ya estábamos cerca.
Le agradecí a Eugene y nos dirigimos hacia el lugar indicado. En el camino nos encontramos con más vigías, pero los eliminamos a todos sin problemas.
Continuamos avanzando sin problemas hasta que pude sentir un gran número de presencias con mi habilidad, y entre ellas había una que conocía...
...Blair.