Capítulo 111: Esperanza marchita (primera parte)
Cerca de 10 minutos después, Naku se despertó.
Era raro que tanto ella como yo nos levantemos al último… En mi caso fue por las heridas que me infligí, pero Naku salió ilesa del combate.
No se debía a que me estuvo cuidando durante la noche, ni estaba cansada por tener sexo (ya que no tuvimos). Pensé que debía haber quedado agotada luego de la matanza de monstruos que realizó… Pero apenas abrió los ojos y me vio, me contó la razón.
“Hola, Aruh… Tuve otro encuentro con Nagur, otra profecía.” (Aruh)
Acaricié su cabello, lo que le agradó… Tras darle un beso de buenos días, le pedí que continuara hablando.
“El sueño fue bastante lúcido… Sin embargo lo único que me dijo es que el futuro estaba sujeto a cambios, que no diera por hechas las anteriores profecías” (Naku)
Fue una noticia perturbadora, sin embargo ya me temía que ese era el caso desde que ya se habían presentado cambios. Significa que no es seguro que ganemos la batalla… No, debemos ganarla, eso no ha cambiado.
Me gustaria saber mas sobre nuestro enemigo… En el peor de los casos, este seria un demonio.
Los demonios fueron seres que desaparecieron hace mucho tiempo, durante una guerra que acabó con muchas razas y otras criaturas que ahora son mitológicas…
Eso es conocimiento general que aprendí desde niño… Incluso al poco tiempo de haber reencarnado.
Fueron muchos los cuentos para dormir que me contaban mis padres que tenían a los demonios como antagonistas… Y el más poderoso de todos los que jamás existieron, fue el rey demonio.
Hasta antes de reencarnar yo era un chico de mente científica. Cosas como los demonios no eran otra cosa más que simples historias de superstición… Sin embargo, en Maltras, todo apunta a su existencia como otra raza mas… Una ya extinta, pero que sin lugar a dudas, existió.
Y algo que los caracterizó, aparte de su maldad inigualable, era su gran poder… Se dice que desafiaron a los mismos dioses.
Bueno, solo es una de las posibilidades, sin la confirmación de Nagur, no sabemos si es un demonio después de todo.
“Naku, cuéntame todo lo que te dijo Nagur…” (Aruh)
Lo mejor seria discutirlo con todas las chicas, con Eugene, To, y hasta con Dob… Pero eso podía esperar para más tarde.
Podríamos hablarlo con mis amadas esta noche y con los demás en una reunión.
Sin embargo, todavía quedaba darle seguimiento al exterminio de devars y con la búsqueda de víctimas… La amiga de Lauzi fue rescatada anoche, así que muy probablemente podamos encontrar al resto de sus familiares y conocidos hoy mismo.
Naku me contó a detalle su conversación con Nagur mientras que ambos nos vestiamos.
Dado que Naku no puede estar en completa sincronía con Nagur, el intercambio de información tampoco es completo… Pero la noche anterior, el vínculo fue más alto de lo normal… Es posible que se intensifique en el futuro próximo, de ser así, podremos revelar el misterio de quién es el enemigo al que nos enfrentamos.
El sueño no reveló mucho más, salvo que mi destino estaba conectado al de muchas otras mujeres… Naku me dijo eso muy emocionada.
…
Cuando nos vestimos y armamos, salimos de la tienda de campaña. Fuimos atendidos de inmediato por Blair y Mitena, quienes se habían quedado haciéndonos de guardia… Hubiera preferido amanecer con ambas a mi lado.
“Buenos días, joven Aruh, señorita Naku…… El líder de los soldados de Sulteto quiere hablar con ustedes cuanto antes, le dijimos que estaban indispuestos pero al parecer es sobre un tema urgente.” (Blair)
Durante un breve instante, Blair miró mis brazos llena de preocupación, pero me dio un reporte profesional.
“Si, vayamos todos… Lo más probable es que se trate de una operación para seguir buscando en la zona.” (Aruh)
No lejos del campamento, estaban mis demás amadas. Como si estuvieran a la espera de que Naku y yo saliéramos.
“¡Heoooo!” (Cherry)
Y en cuanto nos vio, Cherry se dirigió corriendo hacia mi. Me preparé para recibirla con un abrazo, pero Úrsula y Alice la detuvieron.
“Cherry, tienes que controlarte… Oíste a Desia, nada de sexo hasta que el joven Aruh se repusiera por completo.” (Alice)
“Si, sacrificio.” (Ursula)
El rostro de Cherry fue la descripción misma de la angustia… Pero se resignó y se acercó caminando cabizbaja junto con Alice y Úrsula… Un abrazo no le haría daño a nadie, ¿Entonces por qué…?
“Maestro… No tiente demasiado a Cherry… Ella no se detendría con un abrazo.” (Mitena)
“Es cierto… Mínimo sería un beso profundo como el de aquella vez en Jimama, pero en esta ocasión, ella lo arrastraría hasta dentro de la tienda…” (Blair)
“¡Esperen un momento, chicas! ¿Qué es eso de que no podemos tener sexo con Aruh?” (Naku)
Blair y Alice le dieron la misma explicación que me dio Desia hace poco…
Naku se tiró de rodillas, con una mirada de desesperanza.
“Tres días es demasiado… Tres días es demasiado… Tres días es demasiado…” (Naku)
¡Jamás la había visto tan decaída! ¡Tengo que hacer algo al respecto!
“Naku… Incluso si no puede haber coito… Conozco muchas otras técnicas para darles placer y mostrarles mi cariño…” (Aruh)
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Sus ojos recobraron su brillo al instante… Y una sonrisa se dibujó en su rostro, a la que respondí.
Miramos a nuestro alrededor, Varetsi, Fion, Nana, Calse y Medea se habían acercado también lo suficiente como para lograr escucharme… Todas estaban sonrojadas y a la expectativa.
Asentí con determinación.
…
Fueron un total de 33 los soldados que murieron en la batalla de anoche… Logramos limpiar de monstruos todo el bosque, pero hubo un costo en valiosas vidas. Baje mi cabeza en señal de respeto y pedí por el descanso de los caídos mientras caminaba frente a los altares de piedras apiladas en su honor.
Si van a la fuente eterna, o tienen la oportunidad de vivir una segunda vida, es algo que desconozco, pero deseo por el descanso de sus almas…
Era una tienda en la que nos esperaban tanto el teniente como el sargento Faban, un par de soldados… y Dob.
Sentí también la presencia de Regis, Blair me contó que llegó poco antes del amanecer y que intentó verme, pero que Arachne y Barker lo habían impedido para que me dejara descansar…
“¿Podrías ir a avisarles que ya me encuentro bien, Eugene? Desde aquí puedo sentir su preocupación.” (Aruh)
Junto con mis chicas, Eugene y To también me acompañaban. En cuanto le hice mi pedido, Eugene asintió y se dirigió presuroso para cumplirlo.
“Nos dió un tremendo susto luego de tan impresionante demostración de poder… ¿Son todos los naga así de resistentes?” (Melson)
“Se sorprendería de lo que puede hacer… Es único entre su raza.” (Dob)
“Buenos días… Me disculpo por haberlos preocupado, pero me encuentro perfectamente… Estuve al cuidado de maravillosas manos.” (Aruh)
“Si puede decir cosas como esas puedo aceptar sus palabras de que ya se mejoró.” (Melson)
El número de personas en el campamento había disminuido mucho, no solo por la muerte de soldados, sino porque los mercenarios tomaron el trabajo de llevar a todas las víctimas de los monstruos de vuelta a Sulteto.
Ahora que ya me había puesto de pie, era hora de continuar explorando en el bosque… El dia de hoy llegaríamos a la aldea de Lauzi… eso fue lo que me comentó el teniente.
Hubo dos cosa que noté mientras conversábamos… La primera era que el sargento Faban usaba un talismán, que según recuerdo, era del sargento Simon. Lo otro es que las miradas de los soldados estaban muy fijas en mi… Demasiado.
Estaba acostumbrado a llamar la atención y a recibir miradas, pero estas eran en especial fuertes… No estaban acompañadas de malicia, pero tampoco de respeto, era más bien miedo.
Debe ser por mi actuación anoche.
“Existe sin embargo un problema por el que debemos retrasar nuestra partida… La señorita Ogine insiste en acompañarnos.” (Dob)
“No veo el problema con ello…” (Naku)
“Señorita Naku… Es solo que Lauzi se encuentra cuidando de su amiga, la señorita que el joven Aruh rescató anoche.” (Desia)
“¿No fue enviada con las demás personas a Sulteto? ¿No estará tratando de hacerla venir con nosotros… verdad?” (Aruh)
Las chicas asintieron al mismo tiempo. Naku y yo nos llevamos las manos a nuestras sienes.
“Es precisamente lo que intenta… Es más caprichosa que Fion aquí presente.” (To)
“Maestra To… No lo diga como si ese fuera mi única cualidad. Ajem, aunque también concuerdo en que Lauzi se está sobrepasando… Intentamos hablar con ella pero nos dice que todo estará bien, que ella se encargará de cuidarla.” (Fion)
“Teniente Melson… La señorita Blery se encuentra especialmente delicada. No podemos dejar que nos acompañe, no debio enviar de vuelta a los mercenarios con las demás víctimas sin ella también.” (Aruh)
En respuesta a mi reclamo, el teniente solo se limitó a rascarse la nuca… Buscó el apoyo de sus hombres pero fue Dob quien salió en su defensa.
“Lo más adecuado era de hecho mandar a ambas jóvenes, pero la señorita Oguine se negó… Ella dijo que quería hablar con usted y si le daba una razón que la convenciera, estaría dispuesta a regresar y a llevarse a la señorita Blery con ella.” (Dob)
“¿Y estuvieron de acuerdo con ello?” (Aruh)
Dejé escapar un suspiro cuando me dieron una respuesta afirmativa… Sé que yo mismo acepté que Lauzi nos acompañara, pero mi promesa no cubría que dejaría que personas heridas se expusieran al peligro.
Varios rugidos de felicidad se escucharon a la distancia, eran los chicos.
Mi mal humor estaba todavía presente pero disminuyó un poco por el éxtasis que era dirigido hacia mi persona proveniente de ellos…
Al final, decidí aceptar la condición de convencer a Lauzi…
…
Luego de un emotivo encuentro con mis entes, de lograr calmarlos y convencerlos de que de verdad me encontraba bien, fui a la tienda donde estaba Lauzi. Junto a la de ella, se encontraba la presencia de su amiga, la señorita Blery.
“Ahaaa” (Lora)
“¡Espera, Lora!” (Lauzi)
Estaba a punto de entrar a verlas, cuando la señorita Blery salió de la tienda y se lanzó a mis brazos, sorprendiendonos a todos.
“¡Nooo!” (Lora)
“¿Qué ocurrió, Lauzi? ¿Se encuentran las dos bien?” (Aruh)
“Si, es solo que Lora salió corriendo de repente.” (Lauzi)
Lauzi trató de tomar de los hombros a su amiga, pero ella se aferró con fuerza a mi cuerpo… Puse mis dedos en su mentón y levanté su rostro, y en sus ojos vi un vacío.
No había emoción alguna reflejándose en su mirada, ni tristeza, ni angustia, o dolor… Tampoco miedo. Obviamente, tampoco había esperanza o dicha.
“Su mirada… ¡Kuh!” (Varetsi)
Varetsi dejó escapar un leve gruñido de frustración. Me sentía igual. Voltee a ver a Desia, con la esperanza de que su magia fuera capaz de curar su mente como ya lo habia hecho anteriormente con las discípulas de Gerso, Eufira y Roksa… Pero no fue así.
“Lo siento mucho, joven Aruh… Usé mi magia, pero me temo que no ha sido efectiva.” (Desia)
Anoche, Desia usó su hechizo para sanar el daño emocional, esperaba ver los resultados una vez que se despertara, pero no hubo ningún efecto positivo… La mente de la señorita Blery se había roto por completo.
Quizás por instinto, ella volvió a bajar su cara y a presionarla contra mi pecho. No traía puesta mi armadura de acero, solo el gambeson… Así que no se lastimaria al presionar con la fuerza con la que lo hizo..
“Lauzi… ¿Porque no la quisiste llevar a Sulteto?” (Naku)
La expresión de Lauzi se ensombreció más de lo que creí que fuera capaz de mostrar una chica tan decidida como ella. Sus pensamientos se volvieron fáciles de adivinar, por lo que antes de que respondiera, le indiqué que se detuviera.
“Está bien así, ya has dado tu respuesta, Lauzi. Pero lamento decirte que no es posible traerla con nosotros, no en este estado…” (Aruh)
“Joven Aruh… ¿Me permitiría decir unas palabras?” (Titanya)
Fui interrumpido por Titanya, lo cual era poco común pero no extraño. Tiene una personalidad muy dulce, pero es también muy sabia, y a estas alturas, sé que cuando intercede, es por una buena razón.
“Claro.” (Aruh)
En lugar de dirigirse hacia Lauzi, Titanya se acercó a la señorita Blery, quien quizás sintiendo la mirada de mi amada, respondió y le respondió la mirada.
“Esos son ojos que me resultan muy familiares… Algunas de nosotras corrimos el riesgo de tener esa misma mirada… La de una víctima quebrada. Si soy sincera, no existe manera de salvarla; ha dejado de ser una persona.” (Titanya)
“¡¿Cómo… Cómo te atreves?!” (Lauzi)
Tan furiosa estuvo por la afirmación de Titanya, que Lauzi casi se lanza sobre ella… Pero Naku se interpuso.
“Ella aún no ha terminado de hablar. No seas tan impulsiva y escucha.” (Naku)
“¡Señorita Naku!” (chicas)
El intento de Naku por calmarla no fue suficiente, Lauzi corrió furiosa contra Titanya.
“Considera esta mi primera lección para ti...” (Naku)
Los movimientos de Naku fueron muy rápidos y precisos, si yo fuera el blanco no hubiera podido evadirlos.
Naku pasó a través de Lauzi con pasos finos y naturales, empujó un poco su costado, obstruyó sus pies… Y al siguiente instante la tenía sometida en una llave. La sorpresa en el rostro de la joven elfo era entendible, y sirvió para que su ira desapareciera.
“Perdón por haber insultado a tu amiga… Solo trataba de explicar su situación. Vi a muchas mujeres con esos ojos, es algo que quiero olvidar pero que continúa fresco en mi mente y en mi corazón… Incluido con el miedo de ser la siguiente.” (Titanya)
Titanya le dirigió una mirada significativa a las chicas… Era un tema que a mi también me causaba dolor, pero su voz sonaba firme y llena de fuerza.
Volteé a ver a Blair, quien me asintió suavemente… Indicándome que ella y las demás se encontraban bien.
“Entonces… ¿Se va a quedar así? ¿Es lo que tratan de decir? ¿Que he perdido a mi amiga para siempre? ¿Que no hay diferencia de que esté muerta?” (Lauzi)
“No… Lo que quiero decir es que no pienso ver a otra mujer terminar en el olvido y el sufrimiento. Yo quiero ayudarte a cuidar de ella también.” (Titanya)
“¿Que…?” (Lauzi)
“Te encuentras en una encrucijada entre cuidar de tu amiga e ir a rescatar a tu familia, ¿verdad? Pues deja que ayude… ¡Quiero que tu amiga se recupere!” (Titanya)
En un giro que no me esperaba, Titanya se puso del lado de Lauzi… Y la siguieron el resto de mis amores.