Capítulo 51: Discutiendo las relaciones y la verdad.

Eufira se opuso vehemente a mi propuesta, casi ganándose un castigo de Naku, pero luego de decirle que la otra opción era que las autoridades se adueñaran de todos los documentos e investigación de Gerso y los hicieran públicos, decidió aceptar mi oferta a regañadientes.

Mi plan era enseñarle no solo los conocimientos de Gerso, sino los principios de un guerrero, claro que esto último sería también para Roksa.

“Nosotros cuidaremos de este lugar y de esas esclavas, pueden descansar tranquilos.” (Wallace)

Eufira y Roksa fueron llevadas por los guardias a la estación militar para que pasaran la noche, estos últimos también se ofrecieron a cuidar del edificio de Gerso, cuyo cuerpo fue sacado y llevado fuera de la aldea para ser enterrado luego de que le cortaran la cabeza.

Siendo parte de una banda muy peligrosa y odiada, ella no recibiría ritos de sepultura y el lugar donde descansen sus restos quedaría en el olvido.

Si un cuerpo se entierra en medio de un bosque es muy probable que sea desenterrado y devorado por monstruos; por tal motivo, este método de sepultura se realiza lejos de los asentamientos para evitar que estos últimos se acerquen y ataquen a otras personas.

Ya que todo había terminado, lo único que restaba era reencontrarnos con los demás en Jimama… Pero antes, Naku y yo queríamos poner a Fortuna al tanto de todo lo que había ocurrido.

Fuimos llevados con el alcalde del pueblo, un hombre bastante mayor, quien nos ofreció hospedarnos en la mejor habitación de la mejor posada.

“Señor Hydran, quisiera agradecerle de todo corazón por haber subyugado a la banda de ladrones Ponzoña. Sus fechorías le han causado un gran sufrimiento a la población de Goldtree.” (Alcalde)

Ponzoña había atacado y asaltado a varias aldeas en la región, violando a muchas mujeres y secuestrando a las que mas les gustaban.

Todos celebrarán sus muertes.

“Que los extermináramos fue por motivos personales, pero me alegro de que ya no van a ocasionar más problemas.” (Aruh)

“Solo quisiera saber… ¿Los exterminaron a todos? Escuché que el líder es un hombre muy escurridizo.” (Alcalde)

“Si, los hemos exterminado a todos… La cabeza del líder quedó un tanto destruida, pero la noticia de su muerte se hará pública en Jimama.” (Naku)

Mientras que conversábamos de tales temas, noté a Fortuna decaída, así que apresuré a que terminaramos la charla y pudiéramos irnos a descansar.

Cómo dictamen del alcalde, los miembros del gremio mercenario “Hachas del Bosque” serían absueltos de su relación con Gerso; y las propiedades de esta, incluidas las dos esclavas, quedarían a mi total disposición.

Desgraciadamente, aunque no se les culpe de cometer un crimen, es muy seguro que la reputación del gremio se manchara y se quede sin clientes.

Bueno, son personas muy capaces, dudo mucho que las adversidades puedan con ellos.

…

Naku, Fortuna y yo nos quedamos a solas en nuestra habitación. Los muros eran gruesos y no había personas en las habitaciones contiguas, dándonos suficiente privacidad… Ideal para que conversáramos de temas importantes.

“Aruh… Blair, ¿Ella como...?” (Fortuna)

Fortuna comenzó a hablar apenas llegamos a la habitación.

Había cierto temblor en su voz, no era por miedo o enojo, sino culpa hacia sí misma.

“Ella… Se quedó con los bandidos. Su cuerpo… Su corazón, ¿Como está?” (Fortuna)

Si, esos canallas le causaron un terrible sufrimiento a Blair, abusaron y se burlaron de ella, tratándola como un objeto. Las lágrimas que la hicieron derramar me provocaron un dolor tan intenso, que debo felicitarme por no pisotear y destrozar parte por parte a los malditos.

Fortuna debe estar atormentándose de igual forma, sabiendo por lo que Blair había pasado.

“Fortuna, hay algo que deberías saber… Yo… He convertido a Blair en mi concubina.” (Aruh)

“Aruh… Tú…” (Fortuna)

Me miró con ojos de sorpresa.

“Yo... He decidido que quiero cuidar de Blair. Ser la fuerza que le ayude a avanzar, que la sostenga cuando esté cansada, la luz que la guíe en la oscuridad. Lo siento, Fortuna... Voy a amarla a ella también.” (Aruh)

Nos quedamos los tres en silencio. Fortuna me miraba fijamente a los ojos y yo a ella; no sé cuánto tiempo duramos así, pero sentí que fue mucho tiempo, hasta que bajó la vista y apretó sus puños.

“Blair… Esa tonta dijo que se quedaría con tal de que yo fuera vendida y rescatada de alguna forma. Fue ella quien les dijo que yo era virgen, que ganarían mucho dinero por mí. Yo quería salvarla también, que la vendieran junto conmigo… ¡Pero no fui escuchada!” (Fortuna)

Fortuna comenzó a sollozar y levantó de nuevo su mirada, dejándome ver todas las lágrimas que estaba derramando.

“Aruh… Yo también quiero que hagas feliz a Blair… ¡Te lo suplico!” (Fortuna)

La abracé y limpié sus lágrimas con mis dedos.

“Lo haré. Juro que la haré feliz.” (Aruh)

Ella me besó apasionadamente, sus deseos y sentimientos me fueron trasmitidos.

“¡Kyaaa!” (Naku)

Escuché un ligero y adorable grito de Naku, lo cual encendió mi fuego interior, por lo que empujé a Fortuna en la cama mientras continuamos besándonos.

Busqué su lengua y ella respondió, fue un beso atrevido que continuó llenándonos de pasión.

“Ahhh, Aruh…” (Fortuna)

Separé mis labios de Fortuna y fueron encontrados por los de Naku, nos besamos de igual forma.

“Los labios de Aruh… Ahora los de Fortuna.” (Naku)

Luego de besarme, Naku besó también a Fortuna, quien no opuso resistencia. Después, le habló en secreto al oído.

La expresión que puso Fortuna fue de sorpresa en un principio, pero se convirtió en una sonrisa cálida.

“Gracias…” (Fortuna)

Sus manos rodearon mi cuello con suavidad, una caricia llena de amor.

“Aruh… Quiero que lo hagamos… Tuve mucho miedo de caer en las manos de alguien más... Solo hay alguien a quien quiero entregarle mi cuerpo, y esa persona eres tú. Hazme tuya, Aruh.” (Fortuna)

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Y cumplí ese deseo.

Lo hicimos intensamente. Tuve un poco de cuidado al principio por ser la primera vez de Fortuna, pero luego de un rato la situación escaló tan de tal forma, que los tres quedamos bañados en mucho sudor y otros fluidos de amor.

Siento pena por quien deba limpiar la habitación… No, me encargaré de hacerlo yo.

“Eso… Fue… ¡Increíble!” (Fortuna)

“Ciertamente… Estoy ansiosa para llegar con las demás.” (Naku)

“¿Las demás? Entonces, ¿Llevaste a cabo el plan?” (Fortuna)

Tragué saliva como acto reflejo, mis labios se sellaron involuntariamente.

“Si, justo como lo habíamos predicho, Aruh es irresistible para muchas chicas.” (Naku)

“...... ¿Cuantas van?” (Fortuna)

“Fortuna… Yo…” (Aruh)

Fortuna me tapó los labios con uno de sus dedos… Entendí de inmediato que era una platica entre las dos… Una conversación que estaba obligado a escuchar.

“Están Agatha, Mitena, Cherry y Blair… Pero vamos a necesitar muchas más.” (Naku)

“¿De cuántas estamos hablando?” (Fortuna)

“No puedo asegurarlo con certeza… En un principio creí que debían ser alrededor de 9 para satisfacer a Aruh, pero luego de esa vez en Irios, me di cuenta de que necesitaríamos un número mayor… Más de 20 diría yo.” (Naku)

Casi me ahogo al escuchar ese número.

“Cuéntame los detalles de lo ocurrido en Irios, por favor.” (Fortuna)

Naku le contó sobre el primer día que llegamos a Irios, haciendo un especial énfasis en el número de chicas.

“... Y como Aruh tiene una tremenda resistencia es que requerimos de mucha ayuda. De hecho, en esta ocasión se contuvo mucho por ser tu primera vez… De lo contrario habríamos perdido la consciencia las dos…” (Naku)

Al parecer toda esa información no fue del agrado de Fortuna, su gesto se volvió severo.

“Mmm” (Fortuna)

No, ya lo recuerdo... Hace esa expresión cada vez que se pone a pensar detenidamente.

“Ya veo, tienes un punto muy válido… Me gustaría conocer al resto de las chicas que van hasta ahora, deben ser mujeres muy buenas para que las incluyas, Naku. De todas formas, ya que es un número grande que va a crecer en el futuro, vamos a tener que esforzarnos para que el grupo permanezca unido, resolver problemas, y podamos todas recibir el amor de Aruh.” (Fortuna)

“Sí, estoy totalmente de acuerdo.” (Naku)

Las dos se dieron un saludo de manos. Fortuna quitó el dedo de mis labios y los puso en los suyos.

“¡Prepárate, Aruh!” (Fortuna)

“Si.” (Aruh)

…

También tenía un tema muy importante del que quería hablar a Fortuna y del que solo Naku sabía hasta el momento… Que soy una persona que ha reencarnado desde otro mundo.

Cuando se lo mencioné, solo se me quedó mirando por un largo rato en silencio, hasta que…

“Eso explica varias cosas.” (Fortuna)

Reaccionó muy tranquilamente.

“Perdona por no habértelo hasta ahora… Muchos de mis ‘inventos’ de hecho fueron creaciones de otras personas del mundo de donde vengo.” (Aruh)

“Lo haces ver como si les hubieras robado el crédito… Esas personas no están en Maltras así que dudo que les importe.” (Naku)

“Pero siento que hubiera menti…” (Aruh)

Naku me jaló la mejilla.

“Aruh, ya hablamos de eso antes… Fortuna, tu jala de su otra mejilla.” (Naku)

“Si.” (Fortuna)

“Siendo la que estaba más relacionada a los inventos de Aruh, ¿Que opinas de lo que ha hecho?” (Naku)

“Bueno, ciertamente estoy sorprendida de que su alma provenga de otro mundo… Siempre he visto a Aruh como alguien muy inteligente e innovador, pero ahora entiendo que había una razón detrás de sus ideas” (Fortuna)

Esas palabras se sentían como cuchilladas. Perdóname Fortuna, perdón por ser un fraude.

“Pero eso no me importa, ¿Que hay de malo en tomar las ideas de otros? No hay comerciante que no lo haga, ¿Creías que me molestaria?” (Fortuna)

Fortuna dejó de jalar de mi mejilla y comenzó a acariciarla.

“Las virtudes de Aruh son mucho más grandes que solo sus invenciones.” (Fortuna)

“Cierto. Su valor, su determinación, su bondad, la dulzura de sus besos, podría quedarme hablando durante mucho tiempo si tratara de contarlas todas.” (Naku)

Las abracé a las dos, feliz de ser el hombre que habían elegido.

Las mejillas de Fortuna se enrojecieron suavemente.

“Ya que todo quedó claro… ¿Podríamos continuar?” (Fortuna)

“Si, la noche es bastante joven.” (Naku)

Muy bien, por mi encantado.

...

Tuvimos una segunda ronda, tras la cual cayeron dormidas. 

Me alegro de que Fortuna se sienta mejor.

Me quedé admirandolas en silencio; contento, acaricié las mejillas de ambas con delicadeza.

Tuve un poco de miedo de mis propias limitaciones, estuve a punto de perder a Fortuna y a Blair. Quien sabe lo que nos depararía el futuro, debo encontrar la manera de cómo solucionar los problemas que se presenten.

Esta vez tuve suerte, la próxima podría no tenerla.

Antes de dormir, me puse a pensar en todo lo que tenía a mi alcance hasta ahora, todos mis conocimientos y habilidades.

Comencé a formular ideas y proyectos, había uno en el que estaba trabajando, pero necesitaba más.

Esperaba encontrar información importante en los documentos y demás cosas que Gerso dejó atrás. Pero eso no sería todo, también necesitaba estudiar y entrenar más…

Obviamente, sin descuidar mi amor por ninguna de mis chicas… Será difícil, pero imposible es una palabra que voy a quitar de mis acciones.

Un par de presencias me sacaron de mis pensamientos. Me enojé por lo tontas que eran....

Eufira y Roksa se movían hacia el edificio de Gerso. Los guardias que las custodiaban seguían con vida… 

Al menos no tendré que excederme con las dos.

Nota del autor.- Vienen unos capítulos sin mucha acción (incluidos los especiales) pero son solo para cerrar el arco...