Capítulo 77: Reunión con el alcalde de Jimama
Cuando nos separamos de los miembros del gremio, Naku, Schelt y yo regresamos de nuevo a los establos para recoger a los animales y nuestras cosas.
Primero asistiremos una reunión con el alcalde, y en la tarde, antes de que cayera la noche, nos reuniremos de nuevo con el gremio para levantar el campamento.
“Son personas muy valientes.” (Schelt)
“Si, además de que es divertido estar con ellos.” (Aruh)
“Pero es su valentía la que me preocupa sobre ellos, en especial de Warth…” (Naku)
Concuerdo con Naku, respeto mucho las capacidades de los miembros de las Hachas del Bosque, tanto de cada integrante como del grupo entero… Pero temo por su seguridad…
Mmm, siento que comprendo mejor a Dob, su deber es cuidar de la seguridad de Naku pero mis decisiones son riesgosas o están fuera de lo que él planea.
“Son aliados nuestros, y dependeremos de su ayuda para la misión de Nagur… Eso los podría poner en riesgo, por eso me gustaría que fueran un poco más prudentes.” (Naku)
“En ese caso también deberíamos serlo nosotros.” (Aruh)
Somos los principales involucrados.
“¡Por eso debemos fortalecernos!” (Naku)
Naku declaró galantemente.
“Siendo fuertes, tendremos justificación para sobrellevar peligros.” (Naku)
“En el caso de ustedes dos, ya podrían serlo.” (Schelt)
…
Preparamos a los animales y los carros para dirigirnos a la que sería nuestra nueva morada: el exterior de la mazmorra. Aprovechando la situacion, tambien vamos a entrenar en el cuidado de animales y carga durante campamentos.
Para evitar que se repitiera lo que ocurrió con el arsenal el día de ayer o que fuera robado, los cierviros van a ser los que jalen el acorazado ligero; mientras que el buey llevaría el carro que estos llevaban hasta ahora.
Como aún no estaba preparado el animal que va a llevar el carro de comerciante, este va a ser transportado por ahora por otros dos cerdetoks que el alcalde nos prestó.
Como me lo imaginé, parecíamos una caravana con tantos carros y animales. Además, un pequeño grupo de guardias vinieron para escoltarnos.
“¡Son ellos! ¡Son los héroes de Goldtree!” (hombre 1)
Algunas de las personas que estaban en las calles nos vieron y dedujeron nuestras identidades…
“¿Cual es el líder? El que extermina a los ladrones y juró librar a Goldtree de todos ellos.” (mujer 1)
P-Parece que los hechos se están distorsionando…
“¡Debe ser la mujer de cabello azul! ¡Ese porte! ¡Esa aura imponente!” (hombre 2)
“No, yo escuché que era un hombre… Un lizardon.” (hombre 3)
“No, era un elfo con maestría sobre la magia de fuego y de agua.” (hombre 4)
“¡Eso es imposible!... Y todos saben que fue una mujer humana y sus dos fuertes y musculosos compañeros enanos.” (mujer 2)
Era increíble en lo que los rumores se habían convertido.
Naku y varias de las chicas se reían discretamente…
Por otra parte, Mitena y Blair no lucían muy contentas con lo que la gente decía… Mitena se tocó sus abdominales, preocupada, pero Varetsi (montada en nuestra yegua Nana) se le acercó y le dijo algo en voz baja, logrando mejorar su ánimo.
“Tienes razón, Varetsi. Son el resultado de mi esfuerzo… Y que al maestro Aruh le gustan.” (Mitena)
Si te refieres a tus músculos, estas en lo cierto… Me encanta todo tu bello cuerpo, Mitena.
Entre las miradas, halagos y murmullos de los pobladores, avanzamos hasta las puertas de la muralla. Al otro lado se podía apreciar una gran torre.
La ‘Torre del Encanto’.
Es la primera construcción de la ciudad, erigida hace 700 años.
Se trata de un templo dedicado a los dioses, donde estudian y viven los prospectos a sacerdotes y sacerdotisas de la región hasta que sean enviados a los lugares donde se establecerán para ayudar a la gente (principalmente pequeños puestos en aldeas y pueblos).
La religión de los seis dioses está difundida por toda Maltras, siendo la única… Lo que cambia de país a país son los ritos y la filosofía.
En Eralgia, la doctrina se basa en el amor de los dioses hacia todas las razas del mundo.
“Me esperaba una turba enfurecida y con la intención de derribar las puertas… Pero tal parece que todo se ha tranquilizado.” (To)
Tal y como To había mencionado, la poca gente que había en los alrededores de la muralla se veía tranquila... Si, deprimida y asustada, pero lejos de ser una violenta multitud.
Pero el estado de actitud negativa de las personas fue cambiando, la alegría de aquellos que nos reconocían se volvió contagiosa, y pronto, una verdadera muchedumbre se reunió en el espacio que había entre los edificios y la puerta… Esta vez se trataba de una muchedumbre feliz y aliviada.
“¡Heroes! ¡Gloria a los héroes!” (multitud)
Varias de las chicas se pusieron nerviosas, Alice se puso completamente roja, mientras que Desia y Úrsula estaban especialmente tímidas.
“El carisma que tiene es extraño, pero refrescante y muy bueno… Como el de un verdadero héroe.” (Dob)
Por un momento creí notar un poco de respeto en la voz de Dob, pero fue casi imperceptible… O fue de las personas y solo se mezcló con la de él.
“¡Habrán las puertas! El invitado del alcalde y del Señor de la región ha llegado!” (escolta)
Se escuchó un fuerte ruido al otro lado de la puerta y esta empezó a abrirse despacio.
“¿Esta Perik en la parte interna de la ciudad?” (Keeva)
“No lo sé… El señor Dob dijo que lo cuidaría pero no mencionó donde.” (Eugene)
Alcancé a escuchar una conversación entre Eugene y Keeva con respecto a Perik. Sonreí al enterarme del cariño que le tomaron… Voy a adelantarme.
“Por cierto, Dob… ¿Donde está Perik? ¿También está dentro de la muralla?” (Aruh)
“No, está en la base secreta.” (Dob)
¿En ese lugar? No es malo, mas bien, es una opción segura.
“O al menos así será hasta esta tarde… Planeamos movernos también al interior…” (Dob)
Dob se llevó la mano al mentón, incluso con la máscara puesta se veía un tanto preocupado.
“¿Habrá algún problema si Keeva y Eugene lo visitan?” (Aruh)
“En lo absoluto. Ambos son confiables y tienen la libertad de hacerlo… A decir verdad, el jovencito ha estado preguntando por la señora Yonzo.” (Dob)
Me alegré al escuchar la respuesta de Dob, se lo haré saber a Eugene y a Keeva para que puedan visitar a Perik antes de que vayamos a la mazmorra.
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Cuando las puertas se abrieron completamente, nos dirigimos al interior. Los aplausos a nuestras espaldas se intensificaron, por lo que me di una ligera vuelta y levanté la mano para despedirme… Ganándome una ovaciones especialmente fuerte.
“Bien pensado, joven Hydran… Con eso la moral de la gente se renovará nuevamente… Aunque hará las cosas más difíciles para el plan de salvarle el rostro a las fuerzas de la ciudad.” (Dob)
Los escoltas se desanimaron al escuchar a Dob. Me disculpé internamente.
Justo cuando estábamos entrando, un grupo de soldados salieron cruzando caminos con el nuestro. En sus manos llevaban estacas de madera con las cabezas de los miembros de Ponzoña ensartadas en ellas… Las expresiones de mis chicas se ensombrecieron, especialmente las de Blair y Kristera.
La única cabeza que no estaba en una estaca era la de Morbonzola, la cual venía en una pequeña jaula de bronce… Hicieron un buen trabajo en unir las piezas; además, todas las cabezas estaban bien conservadas… Debieron estar las tratando con algunas resinas o cera para volverlas resistentes a la putrefacción.
“Les quedan bien esas expresiones…” (Varetsi)
Había un profundo desprecio en la voz de Varetsi.
…
La parte interna de la ciudad era bastante diferente a la de Irios. Había algunas instituciones militares, pero eran pequeñas y parecían diseñadas para oficiales importantes; las calles estaban pavimentadas y habían linternas de piedra para iluminar en la noche.
Predominaban las casa de gente adinerada, edificios llenos de escribas, templos y una escuela. Estaba obviamente también, la ‘Torre del encanto’...
La mansión del alcalde estaba entre las más pequeñas que había, pero seguía siendo grande; y a diferencia del resto de los demás edificios de la ciudad, que estaban hechos de madera, se trataba de una construcción hecha de roca.
Destacaba también su gran jardín.
Había un grupo de 20 guardias vestidos con armaduras de calidad y armados con lanzas largas esperándonos. El líder de los escoltas se acercó al que también parecía estar al mando e hizo un saludo militar.
Dob lo siguió, y con un porte de autoridad declaró:
“Soy el agente Dob, vengo como escolta del guerrero Aruh Hydran y de la señorita Nakureshta Snakia, oráculo de los naga. Quiero que se nos lleve con el alcalde depuesto para la administración de la ciudad de Jimama.” (Dob)
Los soldados nos dieron el paso.
En lugar de ir directamente a la mansión, fuimos a un gran edificio que estaba un poco apartado pero unido por un sendero techado… Un establo.
Algunos mozos salieron a ayudarnos con los animales, pero Agatha tuvo que ayudarles con los cerdetoks, y Mitena con su yegua de guerra.
Había un hombre joven, de cabello largo y aspecto intelectual esperándonos dentro del edificio. Y aunque dijera joven, su edad podía ser mucho mayor de la que aparentaba… Se trataba de un elfo.
“Mis mas cordiales saludos, héroes de nuestra ciudad y de la región entera… Soy el alcalde de esta ciudad Konorato Sageon.” (Konorato)
El alcalde Konorato nos dirigió una sonrisa, luego le ordenó a los mozos a que se dieran prisa en meter a los animales al establo y los cuidaran.
Como planeábamos durar poco tiempo aquí, y el alcalde previendo eso, dejamos los carros en el exterior.
“Por aquí.” (Konorato)
Apuntó hacia una puerta que daba al sendero techado.
“Quisiera darles una muestra de mi hospitalidad. Por favor, siganme.” (Konorato)
Asentí. Le seguimos, y durante el breve trayecto, el alcalde inició la conversación disculpándose por el tiempo que pasamos en la parte externa de la ciudad.
“No tiene porque preocuparse por ello. Aunque fue poco el tiempo, lo disfrutamos. Sin mencionar que nos hospedamos en una gran posada donde pude estar con mis amadas.” (Aruh)
Gracias a la libertad ( y algo de anonimato) de estar en la ciudad externa, pude encontrar a Fion, Schelt, Keeva, To, y a Perik; fui al bosque y me hice de Lempo, de Quetzal y del huevo de imp…
Claro que también ocurrieron algunos inconvenientes, pero ese ya es otro tema.
“Si, el ‘Salón de los ‘Placeres’, ¿verdad? Lo leí en los reportes.” (Konorato)
Dob debió mencionarlo… ¿O el alcalde usó a otros espías? Con tantas personas viviendo y trabajando en los alrededores no podría percatarme de la existencia de alguno.
“Si está tan contento con la posada puedo arreglar alguna recompensa o reconocimiento para el lugar.” (Konorato)
Mis chicas y yo asentimos a la oferta del alcalde. Queríamos premiar a la posada.
Al llegar a la mansión, los mozos nos ayudaron a retirarnos nuestros impermeables y los colocaron en una vara horizontal para secarlos.
El lugar era acogedor.
El suelo estaba hecho de madera bien tallada, y las paredes estaban tapizadas con lienzos de lino.
Pese a que las construcciones de piedra son frías, y más durante los días lluviosos, el fuego de una chimenea mantenía cálida la habitación.
Sentí muchas presencias en la mansión (posiblemente la servidumbre y la familia del alcalde), pero las que me llamaban más la atención eran las que se encontraban en una habitación cercana. Se trataba de un grupo de 13 que permanecían inmóviles.
“Vayamos a mi oficina, hay muchas cosas de las que deseo hablar con ustedes… Por favor, si tienen alguna petición, solo diganla y yo haré que se cumpla.” (Konorato)
Aceptamos cuando nos ofreció una merienda y él le hizo una señal a los sirvientes para que se pusieran a trabajar.
Nos movimos hacia la oficina del alcalde, era el cuarto al lado de donde estaba el grupo de presencias. Dudo que fuera algo peligroso, pero por si acaso me mantuve preparado, algo que Naku notó e imitó.
“No hace falta estar tan tenso, joven Hydran. El alcalde Sageo quiere que vean a unas personas, pero no es nada malo… Está relacionado a la petición que le hice.” (Dob)
¿La de darle el crédito al ejército? Entonces esas presencias deben ser soldados a los que el alcalde tiene preparados para darle caza al padre de Lempo.
“Fyaaa” (Lempo)
Lempo sonrió de manera un tanto engreída y burlona… Esa reacción pareció ser dirigida a los soldados.
“Pasen y tomen asiento.” (Konorato)
Un sirviente nos abrió la puerta desde el otro lado y fuimos invitados a pasar a la elegante habitación.
Había sofás puestos pensando en nuestros números; sin anaqueles o un escritorio, más que una oficina parecía una sala de estar.
Una mujer nos esperaba de pie junto a uno de los sofás, al igual que el alcalde, se trataba de una mujer de raza elfo.
“Ella es mi amada esposa, Siris Sageon; nos acompañará durante la reunión para abordar algunos temas de índole militar… Tiene el rango de capitán en las fuerzas militares de la región.” (Konorato)
“Es un gran honor para mi el poder conocerlos, a tan valientes y nobles guerreros.” (Siris)
“Es también un placer para nosotros…” (Aruh)
A simple vista, y ante los ojos de los inexpertos, se vería como una mujer frágil, pero su mirada y su gran postura dejaba en claro que tenía mucha experiencia en combate.
Luego de que nosotros también nos presentaramos, fuimos a tomar asiento; sin embargo, Eugene, Keeva y To quedaron a espaldas nuestras como la servidumbre de la pareja que también estaba detrás de ellos.
“Estamos sin respuesta sobre que mas ofrecerles por repeler al monstruo… Recibimos la noticia de que rechazó la oferta de que construyésemos estatuas de su persona… Si hay algo que desea en específico, con gusto cumpliremos su petición.” (Konorato)
Comenzamos por hablar sobre más recompensas que podíamos recibir… A parte de dinero no se me ocurría otra cosa… Quizás manuscritos referentes al tema de los espíritus, recetas alquímicas, o cualquier otra cosa que pudiera ser de utilidad… Volteé a ver a mis chicas, preguntando si había algo que ellas quisieran. Recibí respuestas negativas salvo por Fortuna.
“Ya hemos recibido muchos bienes por parte de la ciudad de Jimama, de toda la región de Goldtree… Simplemente no hay nada más que pudiéramos recibir...” (Fortuna)
El carro de comerciantes que nos dieron traía consigo también una gran cantidad de recursos de la región. Especialmente maderas, piedras, arcillas, y plantas.
“Incluso, es probable que el lugar donde nos desea hospedar se nos va a regalar…” (Fortuna)
Yo también tengo ese presentimiento…
“Pero eso sería inútil para nosotros, debemos partir de la ciudad dentro de algunos días… Es por eso que me gustaría hacer una propuesta.” (Fortuna)
Lo que Fortuna pidió fueron algunos derechos de comercio para una nueva compañía que deseaba fundar… Una destinada a generar fondos para nuestro viaje y las operaciones que realizaríamos durante él.
También pidió un local donde establecer dicha compañía y ayuda para conseguir personal… El cual sería dirigido por ella vía Rah.
Con este plan cubriremos otro problema; podríamos usar el edificio para construir el nido para Rah y su hermano y así mantener el contacto con las ‘Hachas del Bosque’.
Aunque deberemos elegir un buen empleado para evitar que se fugue la información.
Quizás Dob puede leer mentes, pero se anticipó y sugirió dejar a la persona que recomendó para que administrara los mensajes llevados por ambos kagytos.
……Lo mejor sería aceptar.
“Pienso que sigue siendo muy poco… Pero se hará como han pedido.” (Konorato)
Fortuna y el alcalde se dieron un apretón de manos, la mansión que se nos regalaría se convertiría en la sede de la empresa… Aún faltaba el papeleo y muchos asuntos para poder llevar a cabo la petición de mi amada, quien mencionó que lo terminaría durante los ratos libres en el entrenamiento de estos días.
“Nos hubieras contado de tu idea con anticipación, Fortuna…” (Naku)
“Lo siento, solo era un pensamiento dando círculos en mi cabeza hasta haber conocido en persona al alcalde…” (Fortuna)
¿Fue algo improvisado? Es sorprendente.
Todas compartían mi opinión y vieron a Fortuna con ojos de admiración.
…
Luego de un par de temas sin mucha importancia, el alcalde pasó al tema principal de la reunión.
“Nos encargaremos de eliminar a ese monstruo. Luego de exhibirlo un rato para calmar a la población, lo mandaremos a la capital para que sea estudiado.” (Konorato)
Intentamos ofrecernos a ayudar pero nuestra oferta fue rechazada.
“No podemos seguir dependiendo de su poder, joven Aruh… Ya le debemos mucho por todo lo que ha hecho.” (Siris)
“Así es. Me gustaría que pasara el resto de su estadía en la ciudad disfrutando de nuestra hospitalidad.” (Konorato)
“Contamos con una fuerza de elite para ayudar en la búsqueda y caza del monstruo.” (Siris)
La señora Siris le hizo una señal a un sirviente para que se acercara a una puerta, no por la que entramos, sino una que daba a la habitación donde se encontraban las presencias.
El joven mozo dio tres golpeteos y abrió la puerta.
El grupo de 13 personas, hombres y mujeres, entró a la oficina..
“Es terrible…” (Dob)
Oí a Dob murmurar. Estaba de acuerdo con él.
Los soldados que entraron eran jóvenes que iban desde los 13 hasta los 20 años de edad; llevaban puestas armaduras excepcionales, espadas y lanzas de gran calidad, todo el equipamiento debió ser fabricado por maestros enanos…
El problema era que eran todos unos inexpertos.
Mala postura, mirada inocente, manos suaves, forma torpe para moverse…
Parecían jóvenes jugando a ser soldados.
“Líder de brigada, Eronde Guardases se presenta.” (Eronde)
Una chica humana dio un paso al frente, separándose del resto de su equipo. Su presentación fue seguida por el resto de su equipo.
Era una brigada compuesta por soldados de varias razas.
“Son todos soldados de élite que se graduaron con honores de la academia militar en Tokota.” (Konorato)
“Kiih” (Alice)
Alice reaccionó al escuchar de donde se graduaron estos jóvenes soldados. Sus ojos se encontraron con los de una soldado humana, quien la miraba de vuelta..
“¿Podrá ser?” (chica soldado)
Nerviosa, Alice apartó la mirada.
“¡¿Alice?!” (chica soldado)