Especial 13: Sentimientos de las dos esposas (Segunda parte)
*Punto de vista de Fortuna*
Siempre me han llamado hermosa e inteligente.
Nací con la capacidad de ver ganancias y pérdidas con gran facilidad, pero eso no necesariamente significa ser inteligente, sólo ser hábil.
Si en verdad fuera inteligente, no habría tantas cosas que no puedo cambiar...
Tengo un padre y una madre, pero también otra mujer más en la casa que cuida de mí, ella es la concubina de mi padre.
Ella tiene una hija, que es también mi familia; sin embargo, los demás no lo ven de la misma manera.
Mi madre es muy estricta, se apega a la creencia de que la esposa es la mujer principal y solo sus hijos son considerados los herederos del padre.
Ella nos tiene a mi hermano mayor, a mi hermano menor y a mi, pero considero ridículo que haya una separación tan notoria.
Sé que mi madre intenta poner a sus propios descendientes en un eslabón preferencial donde tengan mayores oportunidades de éxito. Sé que lo hace por nuestro bien, pero no me gusta.
Desde que tengo memoria, he estado muy encariñada con Blair, mi media hermana, hija de mi padre y Sol (su concubina).
La admiro por su valentía y lo genial que es.
Siempre he querido que me llame hermanita o por mi nombre, pero está adoctrinada por las enseñanzas de mi madre y me llama ‘señorita’, como si fuera su jefa.
Siempre quise ser inteligente, quizás así vería la forma de cambiar tal situación.
Debido a la gran atención que recibía, pude aprender a leer desde temprana edad, lo que me ayudó a adquirir muchos conocimientos.
Con las sumas y restas, pude descifrar los problemas que tenía mi padre para controlar su flujo de capital y solucionarlos.
Con la etiqueta, me fue fácil leer las intenciones de otras personas y adelantarme en sus planes.
Fui aclamada como una genio, e incluso Blair me felicitó, así que seguí esforzándome.
Los días en que continúe estudiando fueron pasando, y cada vez ayudaba más en los negocios de mi padre.
Fui alabada a tal grado, que incluso mi hermano mayor me nominó para ser la heredera.
Cada nuevo negocio de mi padre con el que me involucraba nos dejaba bastante dinero, pero ninguno fue un producto lo suficientemente novedoso como para impulsar la compañía lo suficiente.
Pero cuando me di cuenta, mis padres ya estaban hablando de buscarme un prometido.
Me había esforzado para recibir los halagos de Blair, pero me sobrepasé y me convertí en el símbolo de la familia, y como tal, debía casarme y continuar con la estirpe Dewell.
No era que me molestara, no estaba en contra de tales planes, pero sentía que era demasiado pronto…
Un día llegó una carta dirigida hacia mi padre que venía acompañada de un producto llamado jabón.
Dicha carta hablaba maravillas de las propiedades que tenía el articulo que nos mandaron.
Todos quedamos sorprendidos del jabón cuando lo usamos, la limpieza que lograba dar era refrescante y muy buena. Este era sin duda el producto que necesitábamos.
Mi padre quiso ir a visitar a su amigo y yo me ofrecí a acompañarlo. El lugar donde vivía era en las infames montañas de Tulser, correría un gran peligro si lo acompañaba, pero si no iba, posiblemente lo estafarian en las negociaciones; además, yo quería conocer el entorno en el que vivía la persona que elaboró el jabón.
Mi hermana Blair nos acompañaría, ella había entrenado a combatir bajo la tutela de un viejo soldado para así servir a la familia.
Se me ocurrió que lejos de la influencia de mi madre, podría hacer que nos volviéramos más cercanas.
Viajamos durante varios días hasta llegar a la aldea donde vivía el amigo de mi padre.
Era un lugar mucho más tranquilo de lo que esperaba, creí que encontraríamos muchísimos monstruos, pero no era muy distinta de cualquier otra aldea.
Cuando lo encontramos, estaba acompañado de un lindo niño de cabello plateado, un naga como los que nos habían acompañado desde que entramos a Tulser.
Cualquiera pensaría que se trataba de un mozo o un esclavo, de hecho mi padre y Blair lo hicieron, pero tenía una fuerte e inteligente mirada que dejaba en claro que no era un sirviente… Además, estaba el tratado de no esclavitud de los naga.
Sin embargo, no pude advertirselo a Blair, quien intentó disciplinarlo, ¡Todo por culpa de las enseñanzas de mi madre!
Me asusté al ver el cambio en los ojos del niño, estaba dispuesto a responder a la agresión de Blair, y algo me decía que era más fuerte que ella.
Por suerte, el amigo de mi padre detuvo a Blair y nos informó que el mundo niño era de hecho el inventor del jabón y su alumno. Leí que los elfos son un tanto quisquillosos al elegir un alumno, así que eso hablaba de la inteligencia que tenía.
Me alegré de ver a alguien que de verdad fuera inteligente.
Pero lo que en verdad me sorprendió fue la compasión que tenía… Cuando mi padre le ofreció castigar a Blair por su actuación, él pidió que no fuera un castigo grave y tomó el asunto como un malentendido.
Eso lo selló.
Fuerte, guapo, inteligente y gentil. Si mis padres tenían pensado que me casara con alguien, entonces lo había encontrado.
Pero él…
"Ya... Tengo a alguien que me gusta... Alguien a quien amo." (Aruh)
Tales palabras me hicieron responder de una manera que jamás creí que diría.
“Significa que habrá que decidir quién es la esposa principal." (Fortuna)
Sonaba como a mi madre...
Aruh se mostraba indeciso a aceptar mi propuesta, y nos habló de su prometida y de que la acompañaría fuera de Tulser para ayudarle en una misión que ella tenía… ¡Vaya devoción y amor!
Es bien sabido que los naga no abandonan Tulser voluntariamente, pero él estaba dispuesto a hacerlo por el bien de su prometida.
La relación en mi familia no era mala, pero no sentía tal chispa de pasión de mi padre hacía mi madre y Sol.
Si Aruh era así de bondadoso y me aceptara como su esposa también, podríamos estar los tres en una relación más cercana, donde no dejaría que cosas como el estatus intervinieran en la relación…
No dejaría que el egoísmo que heredé de mi madre se interpusiera.
Mi padre estuvo de acuerdo con el compromiso, solo debía de dar lo mejor de mí para ser aceptada.
Al parecer hice un buen trabajo durante las negociaciones, su mirada hacía mi persona indicaba respeto. Bien, le había mostrado un punto bueno sobre mi.
Cuando nos despedimos, comencé a formular planes de cómo convencerlo de que yo era un buen partido como esposa; sin embargo, al ver a Blair, la noté decaída, seguramente se sentía mal por lo que hizo.
Le ofrecí acompañarla al día siguiente para pedirle disculpas a Aruh… Tendría que trazar también un plan para ayudarla.
…
Stolen story; please report.
Salimos Blair y yo a la mañana siguiente para encontrarnos con Aruh.
Incluso durante el trayecto, cuando estábamos las dos solas, Blair se negaba a tratarme como su hermana menor, así que traté de ser insistente, pero nos encontramos con Aruh en el camino y decidí dejar el tema para otra ocasión.
Aruh era un chico bastante educado y trabajador, quise acompañarlo fuera del bosque, pero él se negó diciendo que era muy peligroso.
Esta era mi oportunidad para hacer que Blair se disculpara, tardé hasta muy noche formulando este plan y no sabía si funcionaria… Decidí invertir en lo mucho que conocía a Blair.
La hice ver como alguien capaz que podría cuidarnos… Y él dio la respuesta que esperaba.
Como resultado...
“¿Oooh?” (Blair)
Según mi predicción, tales palabras molestaron el orgullo de Blair, por lo que retó a Aruh a un duelo… También se disculpó, pero no de la manera más adecuada…
¡Todo había salido perfecto!
Anoche llegué a la conclusión de que quizás esta sería la mejor manera de que los dos arreglaran el malentendido. Escuché de Samuel que los caballeros y guerreros suelen arreglar sus diferencias en un combate; obviamente debía ser un enfrentamiento de práctica y no uno real.
Pensé en que tendría que insistir un poco pero Aruh aceptó de inmediato.
El resultado del combate fue una total victoria para Aruh, incluso sin conocimientos de combate sabía que sus movimientos estaban muy por encima de los de Blair.
Sin embargo, mi plan no resultó como creí que lo haría.
Había lastimado la autoestima de Blair, incluso hice sentir mal a Aruh.
Le expliqué un poco sobre la personalidad de mi hermana, y decidí disculparme por el inconveniente.
"Lo siento." (Fortuna)
"¿Por haber orquestado el combate?" (Aruh)
Él logró ver detrás de mi plan, ¿Desde cuando? ¿El principio?
"¿Lo sabías y aún así continuaste con ello?" (Fortuna)
"Era bastante obvio, desde ayer pude ver que eres muy lista, no fue difícil descifrarlo." (Aruh)
Que genial... Es tan inteligente y masculino, y además notó muy bien el esfuerzo que hice ayer para llamar su atención…
Me emocioné un poco, pero logré tranquilizarme y continuar con la conversación.
"Entonces, ¿Por qué...?" (Fortuna)
"Te preocupas mucho por ella, ¿Cierto? Imagine que le vendría bien un poco de mano dura para que se de cuenta de sus propias limitaciones." (Aruh)
¡Dioses! ¡Es tan bueno! Preocupándose de Blair y tratando de ayudarla.
No podía más, ¡Había encontrado al chico mas perfecto que pudiera existir!
Era tal mi vergüenza que traté de ocultarla imitando la personalidad de mi madre.
En verdad quería convertirme en su prometida… Intentaría todo lo posible para convencer a la señorita Nakureshta, oráculo de los naga, en que me aceptara como la segunda esposa.
Tendría que ser fuerte y decidida.
No pasó mucho para que la conociera. Cuando la vi, pude ver que era una belleza al igual que Aruh.
Me hice la fuerte y me presenté con gracia y elegancia, pero ella me tomó por sorpresa y me abrazó de una manera que se sintió extraña…
Y de la nada, esa chica se me declaró.
Me asusté y escondí detrás de Blair mientras la escuchaba disculparse con Aruh… Lo cual fue muy poco y comenzaron a coquetear de inmediato, lo cual me hizo sentir un dolor en el pecho, así que intervine cuanto antes.
Mostré mi mayor fuerza e hice énfasis en que planeaba ser la esposa de Aruh también…
Pero no me imaginé que ella lo aprobaría tan fácil.
"Volvió inútiles los planes de la señorita por seducir al joven... ¡Que chica tan aterradora!" (Blair)
¡Blair!
Contrario a todas mis expectativas, la señorita Nakureshta trataba de ayudarme a convertirme en otra prometida…
Y entonces escuché lo que Aruh pensaba de mi.
Los latidos de mi corazón se aceleraron.
Además, me di cuenta de los motivos por los que se negaba a aceptar un segundo compromiso.
Entendí que más que convencer a la señorita Nakureshta, lo que tendría que hacer era otra cosa…
¡Unir fuerzas con ella!
Me acerqué a Aruh, con solo ver a los ojos a la señorita Nakureshta, no, a Naku a los ojos, pude llegar a un entendimiento con ella. Fue una sincronía entre mujeres que comparten un mismo objetivo.
Hice mis votos y besé a Aruh. También, le explique lo que esperaba de él, de cómo quería que fuera su relación con Naku y conmigo.
Continúe besándolo, sentí un fuerte instinto despertar en mi. Jamás creí que sería tan atrevida.
Con el beso que Naku le dio también, las defensas de Aruh cedieron y logramos nuestra victoria.
…
Luego de que lograra ser aceptada por Aruh como su prometida, nos reunimos en su casa.
Ahí, Naku nos informó que iba a haber una guerra entre Eralgia y otro país en el norte…
Todos se preocuparon por Aruh ya que esto podría influir en su misión con Naku, pero dudo que haya motivo alguno para preocuparse.
Al parecer, los naga pierden su protección cuando abandonan Tulser… Pero eso no sería ningún inconveniente para él.
"No se mucho de la bendición del espíritu de las montañas, pero creo que la habilidad del joven Aruh es autentica, esta en un nivel en el que ninguno de nosotros cuatro sería capaz de vencerlo." (Blair)
Quedé sorprendida por la intervención de Blair… Quizás Samuel tenía razón después de todo.
De cualquier modo, yo estaba de acuerdo con lo que había dicho Blair.
Además, él nos tendría a Naku y a mí.
¡Daría mi mayor esfuerzo!
Mi padre se opuso a tal decisión, pero me mantuve firme, ¡No daría marcha atrás!
Pero ni incluso viendo mi determinación, mi padre no aceptó… Tendría que convencerlo mostrándole mi capacidad.
Ya no se trataba de si era lista o no, no permitiría que esto se volviera otra cosa que no pudiera cambiar.
Por suerte, mi padre no canceló mi compromiso con Aruh y decidió alargar nuestra estadía, pero por desgracia tuvimos que partir luego de que pasara ese tiempo.
Y justo antes de partir, Naku y yo recibimos cada una un regalo de parte de Aruh. Se trataba de unos bellos dijes que él mismo había fabricado.
Pude ver su amor en este obsequio…
No pude contenerme y me lancé sobre Aruh.
Esa tarde, cuando iba en el carruaje con mi padre, él me hizo una pregunta con un tono pícaro al verme admirar el dije.
“Fortuna… Si pudieras convertir ese dije en oro, ¿Cuanto obtendrías?” (Allan)
“No habría tesoro lo suficientemente grande como para comprarlo.” (Fortuna)
Mi padre rió alegremente por mi respuesta.
Nota del autor: Perdón por la tardanza. Un punto de vista de Fortuna como se los habia prometido... ¿Lo hice? Digamos que si XD Les agradeceré sus comentarios.