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Capitulo 33

Capítulo 33: Metal cálido

El encuentro entre Naku y el joven Almond terminó en una completa victoria para Naku. En serio, vaya forma de aplastar el orgullo de alguien, no sería extraño que pasara de una mala actitud hasta una profunda enemistad por esto.

“¡Maestra Naku! ¡Usted es grandiosa!” (Mitena)

“Fue… sorprendente, la señorita Naku es extraordinariamente fuerte.” (Agatha)

“Si, sus habilidades están muy por encima de lo que un simple y viejo soldado retirado como yo podría alcanzar… Ella y el señor poseen un poder inimaginable.” (Eugene)

“Muy cierto, mi sangre de guerrera arde de imaginar el sendero que caminaremos juntos.” (Mitena)

“No se mucho sobre la sangre guerrera, pero sé que el joven Aruh y la señorita Naku podrán atravesar cualquier problema que se ponga enfrente de ellos.” (Agatha)

“Guri” (Arachne)

Me alegra saber que piensen bien de nosotros, pero no es bueno sobre estimarnos, somos personas también, no dioses o espíritus.

“Perdón por el mal ejemplo que di, me resultó muy difícil contenerme.” (Naku)

Naku llegó hasta donde estábamos y se disculpó por el combate que tuvo, pero solo recibió halagos.

“No, su combate fue increíble. Y pese a haber ganado de manera tan aplastante, mostró espíritu de guerrero y le ofreció buena voluntad al joven Richard.” (chica elfo)

“Es cierto, maestra Naku. Debe enorgullecerse de la manera en que combatió, de su técnica y habilidad para luchar, no hubo nada de qué avergonzarse durante la pelea… Incluso pudo acercarse al joven Richard y volverse su amiga como lo había predicho” (Mitena)

“No precisamente su amiga… Pero logré conocerlo mejor.” (Naku)

Un grupo se formó alrededor de Naku y todos parecen haber olvidado la práctica entre Mitena y yo; bueno, no es como si lo hubiera hecho para ser popular.

Noté que la expresión de Naku al hablar del joven Almond era un tanto amarga tras la sonrisa con la que se expresaba con las chicas a su alrededor.

En cuanto al joven Almond, él se acercó hasta donde estábamos y me extendió la mano.

“Fue una experiencia enriquecedora, muchas gracias por dejarme formar parte de ella, joven Hydran.” (Richard)

Acepté su saludo y agradecimiento, su expresión era tranquila y no se veía como si nos guardara algún resentimiento.

“No fue nada, nosotros también agradecemos que se haya ofrecido a ayudarnos con el entrenamiento.” (Aruh)

Una sonrisa se dibujó en su rostro, pero no reflejaba emoción alguna, solo era una sonrisa formal. Sentí como apretó mi mano mientras me saludaba, y después, partió de regreso por donde había venido y se reunió con el otro chico, y ambos se retiraron del lugar.

Al verlo directamente a los ojos sentí que me recordaba a alguien… A mi en mi vida pasada.

Tenía un gran orgullo y el deseo de alcanzar un objetivo para sobresalir y mostrar superioridad. Siento que no podríamos llevarnos bien…

Cuando terminamos de practicar, decidimos tomar de nuevo una ducha. Eugene se separó nuevamente de nosotros y regresó a la estancia de sirvientes, dijo que seria para hacer más prácticas y meditación, pero sé que también lo hizo para darme tiempo con mis chicas. Antes de separarnos, le pregunté cuál era el arma con la que estaba más familiarizado y me describió una espada curva muy similar a la talwar, hecha con una combinación de plomo y metal ligero, un poco frágil pero muy afilada, si mejor hago una espada de bronce variando la composición de cobre y estaño en varias partes de la hoja, además de agregar… Quizás logre crear una versión que sea superior.

Arachne y Barker regresaron al bosque, claro, no sin antes de que los cepillara, limpiara y jugáramos un rato con ellos.

Los cuatro tomaríamos una ducha juntos, pero luego de que las demás chicas decidieron unirse, Ysene intervino para que tomáramos baños separados por género. Las chicas fueron llevadas al baño al que fuimos en la mañana y yo a uno que estaba enseguida.

Nuevamente se me ofreció la asistencia de alguien para ayudar a bañarme pero me negué; ya que Naku no estaría involucrada, no tenía intenciones de estar desnudo con una mujer desconocida.

Sin embargo, me di cuenta gracias a mi extra percepción de que solo a mi me habían ofrecido compañía, a las chicas no… ¿Es que tengo reputación de mujeriego o que? Luego de recordar el día anterior, decidí mejor guardar silencio.

Luego me di cuenta del motivo por el que nos separaron, sucede que algunas de las chicas tenían la tarde ocupada.

Salimos los cuatro a visitar la ciudad (Naku, Agatha, Mitena y yo) acompañados por el teniente Gerald y uno de sus hombres, un kekat llamado Miaurice, como guías; aprendimos sobre la condición de la ciudad y la manera en la que estaba construida.

La ciudad estaba dividida en tres zonas respecto a su función, la primera parte que visitamos fue el interior de la segunda muralla, solo fue un paseo breve por algunas instalaciones. Cuando pasamos al interior de la primer muralla, comenzamos a atraer la atención y fuimos muy saludados; comencé a hacerle preguntas al teniente Gerald sobre cómo abastecían de agua a la ciudad y él me explicó que había un gran canal subterráneo construido con piedra y arcilla desde el río, que databa desde la fundación de la ciudad y que alimentaba a los muchos pozos de esta; también me informó de que la ciudad estaba compuesta por seis mil habitantes, sin contar los soldados (cuyo número no mencionó por ser un secreto estratégico) y que las principales actividades eran la producción de centeno, la pesca y el comercio con el resto de Eralgia.

Pese a lo avanzada que era, la arquitectura de los edificios era igual que la de la aldea, al menos en la zona agrícola y dentro de la primer muralla, haciendo ver a la ciudad como pobre, no siendo así el caso. La razón de la forma de construir las viviendas así es porque los materiales y estructura permitían tener una casa fresca en verano y menos fría en invierno.

Pasamos a visitar la plaza de la ciudad, el área comercial, el santuario construido a Nagur (donde varias personas le rindieron culto a Naku), los establos de la ciudad, entre otros puntos.

Cuando fue hora de comer, el teniente nos llevó a un puesto callejero donde vendían brochetas de pollo al carbón y pedimos varias órdenes. Debido a que la comida fue pagada por el teniente, Naku y yo tratamos de contenernos pero perdimos ante nuestro apetito ya que el entrenamiento requirió de mucha energía; la cara de sorpresa de los demás al vernos comer fue algo vergonzosa… Si, nosotros dos tenemos más apetito luego de hacer ejercicio.

Durante el recorrido, el tema del hermano menor del teniente fue mencionado y comenzamos a hablar sobre él.

Richard era el segundo hijo del capitán Almond y desde joven poseía una actitud difícil, ya que le gustaba demostrar lo fuerte que era y tenía muchos percances con niños de otras razas donde por lo general solía perder, pero a medida que fue creciendo fue mejorando su actitud y se unió al ejército de Eralgia; fue a estudiar a la capital como soldado y obtuvo muy buenos logros, logrando ser reconocido por otros señores del reino. Cuando regresó a la región, fue nombrado líder de brigada y asignado a tareas de patrullaje.

Le pregunté al teniente Gerald sobre la razón por la que su hermano querría ser nuestro escolta, y él nos respondió que se debía a que estaba juntando méritos para ser transferido a la capital.

Bueno, ya entiendo sus motivos, pero sigue sin gustarme la idea de que nos acompañe, así que sugerí la idea de usar un guía de rango bajo para que nos acompañara a la capital y no tener que quitarle soldados a la ciudad.

“Eso sería práctico debido a la situación en la que nos encontramos, pero recibimos órdenes del rey y de la corte para que fueran escoltados por soldados… Se que con sus habilidades no es necesario que los defiendan, pero contar con una guardia de soldados tiene sus ventajas.” (Gerald)

“Muy cierto, los naga son conocidos por los militares de altos rangos y varios comerciantes, pero solo son una pequeña fracción de las personas fuera de Tulser; la gran mayoría de la población jamás ha visto a un naga en sus vidas, y bueno… Ustedes dos destacan mucho.” (Miaurice)

“Entonces, tener una guardia nos ayudaría a evitar problemas innecesarios, ¿verdad?” (Aruh)

“Correcto, su apariencia física los volvería el blanco de muchos, bandidos y secuestradores sobre todo. Estoy seguro de que no tendrían problemas en lidiar con esas escorias, pero su viaje sería muy entorpecido, sin mencionar que con la ayuda de mi hermano menor, se les facilitarían diversas cosas, como entrar sin problemas a un poblado o conseguir hospedaje.” (Gerald)

Ya veo, tiene muchas ventajas que seamos escoltados por el joven Almond y sus hombres. Sigue molestandome su actitud y forma de ser, aún más luego de escuchar la opinión que me dio de él y de escuchar su pasado… Pero creo que no habrá problemas si lo tenemos bien vigilado.

Al final, decidimos aceptar que nos escoltaran.

Regresamos a la mansión cuando comenzó a caer la noche y Naku y yo fuimos llamados inmediatamente a una pequeña sala con dos puertas, una era la entrada y la otra estaba al fondo de la habitación, esta era mucho más gruesa y grande, además de que estaba hecha de madera y reforzada con plomo. Solo el señor Hornstel y su asistente, el señor Hector, estaban presentes.

“Los preparativos fueron terminados. Ten, esta es una copia del documento.” (Marcus)

“¿Documento? ¿Se trata entonces de la transferencia de un bien, propiedad del reino?” (Aruh)

“Es correcto, tras estas puertas se halla un tesoro que se encontró hace muchas generaciones aquí en Tulser. Sin embargo, hubo un debate en si debía ser transportado a la capital para ser estudiado, o bien, que permaneciera en Tulser. Al final, el rey de aquellos tiempos, su alteza Francis, concluyó que siendo una bendición de la región, debía permanecer aquí, con los naga… De todas formas, la administración de este tesoro se le encargó al señor de la región, quien debe cuidarlo.” (Marcus)

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Debe de ser algo muy importante, pero…

“En verdad suena como algo muy valioso, ¿Esta bien que nos lo llevemos?” (Aruh)

“Si, por parte de los naga, este regalo cuenta como una ofrenda a Nagur, representado por su oráculo.” (Marcus)

Naku asintió.

“Si se trata de una ofrenda, será aceptada con gusto.” (Naku)

“Lo más problemático fue hacer el papeleo para hacer la transferencia de propiedad del reino a ustedes, pero ya se hizo todo lo necesario. Con esa copia, ahora tu eres el propietario y no se te podrá culpar de robo si algo pasa, así que cuidalo bien.” (Marcus)

Debe de tratarse de un negocio delicado; como medida de precaución, solo yo y Naku fuimos llamados, para que nadie más supiera de la situación.

De ser algo tan problemático que solo nos traerá problemas, mejor no nos lo hubiera dado, espero que no sea muy tarde para rechazar la oferta…

No, quizás primero deba verlo antes de tomar una decisión, no es bueno ser temerario pero tampoco lo es ser un cobarde...

“Ahora que todo quedó claro, vayamos por el tesoro. ¿Me haces el honor, joven Aruh?” (Marcus)

Ya que la puerta por donde iríamos por el tesoro era muy pesada, el señor Hornstel me pidió ayuda para abrirla.

En el interior había unas escaleras que iban hacia abajo, estaba oscuro, así que el señor Hornstel tomó una antorcha para iluminar el camino.

“Siganme.” (Marcus)

Bajamos por las escaleras co diseño de caracol y con muchos peldaños.

“Hasta ahora solo lo ha llamado tesoro, pero, ¿Qué es exactamente?” (Aruh)

“Es un metal extremadamente único en el mundo, al grado de que solo pudo ser reconocido gracias a las leyendas de épocas previas a la invasión del rey demonio, donde se menciona que una espada hecha de este material mató a 10,000 demonios.” (Marcus)

“No tenía idea de que un metal así estuviera en Tulser, dada la importancia como propiedad de los naga, se me debió de haber informado al respecto.” (Naku)

“Quizás si se le haya mencionado, es solo que su rareza no es importante para las sacerdotisas del culto a Nagur… Es conocido más bien como el metal cálido.” (Hector)

“¿Así que de eso se trataba? El sol congelado.” (Naku)

Metal cálido, sol congelado, ninguno de los dos nombres me es familiar, no es parte de los conocimientos sobre los metales de Maltras que me enseñó el maestro Fas Nesel.

“En las leyendas que lo describen,¿Mencionan alguna manera de procesar dicho metal?” (Aruh)

“No, dicha técnica es desconocida; se dice que una de las razones por las que el rey Francis lo dejó en Tulser fue porque los herreros lo llamaron un metal basura.” (Marcus)

Esas palabras me suenan muy familiares, siento que las escuché en otro lado… Si, fue como el maestro Fas llamó al hierro.

“Al final, concluyó que no se podía confiar en leyendas y prefirió usarlo como un gesto de buena voluntad con los naga; pero fue el señor de la región de aquel entonces, mi antepasado, quien le sugirió conservar la propiedad por si se presentaba el caso de que se encontrara la manera de procesarlo.” (Marcus)

Mientras hablábamos, llegamos hasta el final de las escaleras, las cuales terminaban en la entrada de un gran espacio abierto que estaba vacío salvo por un altar en el centro.

La temperatura en el lugar era bastante alta, desde que bajábamos las escaleras se podía sentir el calor, pero esta área es en especial sofocante.

“Ese es el tesoro… La fuente del calor de la habitación… El metal cálido.” (Marcus)

Un bulto cubierto en tela y cadenas estaba encima del altar, tenía forma de huevo y debía tener un metro de altura, y medio de diámetro en la parte mas gruesa.

¿Cómo fue que no le encontraron uso y lo llamaron metal basura? Con el calor que produce debe tener muchas aplicaciones, y su rareza le daría un buen uso comercial… El rey Francis debió estar muy desesperado por conseguir el favor de los naga, e inventó el rumor de que era un metal inútil.

“La temperatura es muy alta, merece su nombre de sol.” (Naku)

Mmm, un metal que emite calor… Creo recordar que aparecía uno similar en leyendas de la Tierra.

“Mi antepasado confió en que se encontraría la manera de procesar este metal… Que alguien podría hacerlo… Y yo, como su descendiente, creo que ese alguien eres tú, joven Aruh.” (Marcus)

Naku y yo nos acercamos al altar.

“¿Qué me dices, Aruh? ¿Deberiamos de aceptar este regalo?” (Naku)

“Mmm, el señor Hornstel dijo que con este documento podríamos evitar problemas y el metal sería técnicamente nuestro, pero…” (Aruh)

“Es un metal muy llamativo, sería difícil de ocultar, ¿cierto?” (Naku)

“Así es, solo un trozo de este metal puede calentar toda esta habitación, aunque podamos probar nuestra propiedad sobre él, atraería la atención de muchos, y entre ellos, los que buscarían hacerse de algo tan raro y valioso…” (Aruh)

“Señor Marcus, ¿Qué pasaría si Aruh logra procesar este metal?” (Naku)

“No les mentiré, a pesar de ser una recompensa es también una responsabilidad muy grande, es posible que si el joven Aruh logra procesar el metal cálido y la noticia se vuelve pública, habría personas tras de ustedes.” (Marcus)

Si, ese es el mayor inconveniente, sería igual que con el acero, pero con el acero al menos podría ocultar su origen… Un momento, creo que ya se como lidiar con este metal.

“¿Y podríamos contar con usted para que el secreto no se divulgue?” (Naku)

“Haré todo lo que esté en mis manos para evitar que se filtre información dentro del gobierno… Sin embargo, no podré hacer mucho aparte de eso.” (Marcus)

“El no ser descubiertos por otros, sería responsabilidad de ustedes.” (Hector)

“Solo tengo una pregunta mas. Señor Marcus, este metal ha pertenecido a su casa por generaciones, ¿No se sentiría tentado en querer hacerse con el metal refinado?” (Naku)

“Si que es implacable, ja, ja, ja… Pero entiendo sus motivos para ser tan desconfiada. A decir verdad, siempre he querido ver que se pudiera crear algo con este metal; sin embargo, mi gratitud hacia el joven Aruh es grande y siento que su invento es mucho mejor que las leyendas de tiempos pasados. Si de verdad puede crear algo con el metal cálido, estaré feliz de que mi recompensa le haya servido.” (Marcus)

Naku se había encargado de conseguir la cooperación del señor Hornstel para guardar el secreto al reino si lograba refinar el metal cálido y de confirmar nuestra confianza en él.

Al escuchar la respuesta que esperaba, Naku asintió satisfecha y después miró al señor Hector, quien se acomodó los lentes que le había dado.

“De igual manera le estoy agradecido al joven Aruh… Arreglé todo para que el papeleo evada a los burócratas y nadie se entere siquiera de que el metal les pertenece ahora.” (Hector)

Se tomaron la molestia de que esta recompensa fuera un total secreto, un tesoro que le pertenece tanto a los naga como al reino y cuyas leyendas son grandes.

“Se los agradezco, estaré gustoso de aceptar su regalo.” (Aruh)

Los dos muestran una expresión feliz y satisfecha en sus rostros.

“Por cierto, me gustaría comenzar cuanto antes. ¿Tendrán una forja donde pueda trabajar en secreto?” (Aruh)

La expresión de todos cambio por una de sorpresa, y después, la de Naku se volvió una de decepción. Creo que sé a que se debe.

“No te preocupes, estoy seguro de que terminaré a tiempo.” (Aruh)

Y su expresión regresó a ser una feliz.

Recibí la ayuda de Arachne para trasportar el metal cálido, sus habilidades furtivas son excelentes y sin la extra percepción es imposible detectarla.

Llegamos hasta una forja cerca del área de entrenamiento… No había nadie cerca. Bien.

Arachne hizo de guardia y comencé a forjar.

Abrí el bulto, ahora cubierto también de seda para tratar de disminuir el calor que emitía y no nos descubrieran en el recorrido hasta aqui; el metal era de un hermoso color rojo.

Comencé a triturar el metal cálido, también carbón y el ingrediente principal: hierro.

Se me ocurrió hacer esta mezcla por que al igual que el acero, se desconocia el proceso para manejar el metal cálido. Aún no estaba seguro si funcionaria, pero debía probar.

Seguí el mismo proceso que con las espadas que había hecho para Naku y para mi, y por alguna razón, el proceso fue mas fácil; había logrado crear una nueva aleación de acero, y una muy dócil.

Creé varios wootz, y sorpresivamente, el calor que emitía el metal cálido había disminuido en el tamaño de área, mas no de temperatura… Intenté transmitirle hetros y el aire a mi alrededor aumento de temperatura rápida y explosivamente, aunque no se sentía como un calor normal que lastimaba, sino como una especie de aura… Voy a tener que ser muy cuidadoso con este nuevo acero… Por su color y semejanza con el de las leyendas de la Tierra, lo llamaré ‘acero escarlata’.

Guardé los wootz y los escondí en el acorazado. Arachne y Barker cuidaron del carro desde las sombras.

Cuando llegué a nuestra habitación, Naku, Agatha, y también Mitena me estaban esperando.

“Te tomaste tu tiempo, Aruh.” (Naku)

“Trate de darme prisa pero el tiempo se me fue de las manos.” (Aruh)

“Bueno, lo importante es que ya estas aquí… Mitena se nos unirá a partir de ahora.” (Naku)

“E-Estoy en sus manos, maestro Aruh, maestra Naku, Agatha.” (Mitena)

“Llevémosnos bien, Mitena.” (Agatha)

“Si, con gusto.” (Mitena)

Los cuatro nos encargamos de tener una noche mas ardiente que el metal cálido.