Capítulo 36: Dejando Tulser, y...
Les conté a todos sobre la misión que teníamos Naku y yo, que nos enfrentamos a un peligro desconocido y que no sabríamos cuando terminaríamos.
Eugene proclamó que nos seguiría y ayudaría a cumplir nuestra meta, Agatha y Mitena también aseguraron que pondrían todo de su parte para ayudarnos.
Antes de irnos a dormir, Eugene me pidió continuar entrenando conmigo, lo cual acepté, y junto con Arachne y Barker nos pusimos a practicar esgrima mientras las chicas se adelantaron a cenar.
Eugene afirmaba que perdió mucha de su habilidad en todos estos años, pero es bastante bueno y mejora rápidamente. No tardará en recobrar su antigua fuerza.
...
Esa noche quise contarle el secreto de mi origen a Agatha y Mitena ahora que eran oficialmente mis mujeres, sin embargo, Naku intervino diciendo que aún era un poco pronto para ellas, pero concordamos en al menos hacerlas conscientes de que tenía un secreto.
Las dos aceptaron esperar al momento en que se los contara.
"Aunque el secreto fuera de que es el mismo rey demonio, no me importaría; pediría que me convirtiera en una demonio para estar a su lado." (Agatha)
Las dos se volvieron muy cercanas desde que las recibí oficialmente como mis concubinas, Agatha se volvió un tanto apasionada en sus palabras y contacto conmigo, algo que me gustó y qué hizo sentir alivio a Naku.
Una llama de determinación ardió en los ojos de Mitena; ambas aseguraron que seguirían a Naku para hacerme feliz y ayudarme en todo lo que pudieran.
Me encargué de ser especialmente tierno con las tres cuando lo hicimos y de dejar una sonrisa de satisfacción en sus rostros al terminar.
Con Arachne y Barker como guardias no tenía que preocuparme de que fuéramos a ser atacados mientras dormíamos, sin embargo, con mi extra percepción me di cuenta de que el joven rubio y el joven Almond estaban cerca de donde habíamos puesto nuestra tienda, se siente como si nos estuvieran vigilando.
No está de más permanecer un poco alerta de esos dos.
...
"Hoy llegaremos a la base de las montañas al atardecer y al pueblo de Deucer antes de que anochezca." (Richard)
El joven Almond nos informó mientras preparábamos todo para partir.
"El pueblo de Deucer es relativamente pequeño pero es una importante puerta a Tulser, así que habrá muchos mercaderes. Si tienen cosas que deseen comprar o vender les ayudaré en el proceso." (Diane)
La chica del grupo del joven Almond nos informó con buena actitud y una sonrisa que irradiaba energía. Creo que su nombre era Diana o algo así, ni Naku ni yo estamos interesados en ella, es hermosa, pero tiene un cierto aire incómodo a su alrededor.
"Contamos con todo lo necesario para el viaje, solo necesitaríamos usar los establos y buscar una posada." (Aruh)
Luego de todas las provisiones y fondos que recibimos, no vamos a necesitar de mucho.
"Entiendo, pero si cambian de parecer solo avisenme." (Diane)
La joven hizo un saludo formal y se fue acompañando al joven Almond.
"Avanzaremos a paso veloz, el camino a partir de aquí será más tranquilo pero no bajen la guardia... Una vez que salgamos de Tulser perderán su protección espiritual y sus fuerzas." (Richard)
Ah, no sabe de la noticia de que conservaré mis habilidades fuera de Tulser y que Naku nunca tuvo la bendición de Nagur... Bueno, no tengo porque informarle.
Durante el resto del descenso, era tal como había dicho el joven Almond, el viaje fue más tranquilo, y más que la presencia de monstruos, había sonidos y avistamientos de aves cantoras.
"...Se siente como si hubiéramos abandonado Tulser." (Naku)
"¿Todo bien?" (Aruh)
Naku se veía un poco cabizbaja, no es de extrañarse, haber vivido siempre en Tulser y ser el avatar de Nagur, debe estar muy apegada a estas montañas. Yo también me siento un poco nostálgico pese a no haber salido todavía.
"Si, me encuentro bien, es solo que comienzo a sentir como si me estuviera separando poco a poco de Nagur..." (Naku)
De pronto, Naku detuvo a la yegua que montaba y se vio un preocupada.
"¿Naku? ¡Detengan la marcha!" (Aruh)
Cuando di la orden, mis acompañantes se detuvieron de inmediato, aunque nuestros guías parecían inconformes.
"¿Qué es lo que sucede?" (Richard)
"Un momento por favor." (Aruh)
Me acerqué presuroso a donde estaba Naku.
"¿Te encuentras bien, Naku? ¿Quieres que nos paremos a descansar?" (Aruh)
"Maestra Naku..." (Mitena)
"Me gustaría que nos detuvieramos un rato... Siento como si Nagur quisiera hablarme... Hay una pequeña cueva cerca de aquí, iré a meditar dentro... Puede que fuera de Tulser no vuelva a comunicarme con él..." (Naku)
"Entendido... Arachne, acompañala." (Aruh)
"¡Guriiiii!" (Arachne)
Naku debe permanecer aislada de otras personas para iniciar un contacto por su cuenta con Nagur, claro que esa condición no aplica para los animales, o para los entes como Arachne en este caso.
Dado que durante su meditación, Naku permanece vulnerable, deseo que tenga la protección de alguien, no importa si es un lugar menos peligroso que el resto de Tulser.
"Muchas gracias, Aruh, no tardare. Vamos, Arachne..." (Naku)
Naku bajó de su yegua y fue acompañada por Arachne al interior del bosque.
"¿Por que fue la señorita oráculo al bosque?" (Richard)
"Fue a hacer algo relacionado con Nagur... Descansemos un poco en este lugar mientras la esperamos." (Aruh)
"Entiendo, entonces detengámonos." (Richard)
Había algo de emoción y dicha en sus palabras, cuando fue de nuevo con sus hombres, conversó de algo y recibió una negativa del joven Arrows.
Aprovechamos para dejar descansar a los animales un rato; Agatha sacó un cepillo y comenzó a cuidar de los cerdetoks.
"Siempre hay que cuidar que la piel de los cerdetoks esté limpia o se llenarán de parásitos." (Agatha)
Todos decidimos ayudarla a cuidar de los animales, nos dividimos las tareas: Agatha y Mitena limpiarían a los cerdetoks, Eugene a los ciervinos, y yo a las yeguas y a Barker; también intenté cuidar de la yegua de Mitena, pero ella intervino ya que los caballos del ejército son muy tercos y agresivos con otras personas que no sean su jinete o los criadores que los cuidaron desde pequeños, pero grande fue su sorpresa al ver que se dejaba limpiar por Agatha sin ningún problema.
"¡Eres grandiosa con los animales, Agatha! ¡Tienes todo un don!" (Mitena)
"Solo uso lo que me enseñó mi abuelo." (Agatha)
"Enseñame, por favor, por favor, enseñame... Quiero aprender a cuidar mejor de Zarig." (Mitena)
"Claro, con gusto te ayudaré." (Agatha)
Agatha y Mitena comenzaron a conversar de manera amistosa, ambas se volvieron amigas rápidamente y congeniaban muy bien.
Me di cuenta de que el grupo de soldados se dispersó por el bosque, la única que se quedó atrás fue la señorita Diana. Ninguno de los hombres tomó el camino por el que se había ido Naku, sino que parecían estar buscando algo.
"Esperen aquí, iré a ver qué están haciendo." (Aruh)
Había algunas presencias de monstruos cerca y correrían peligro si se alejaban del resto.
"¿A donde salieron el joven Almond y el resto del equipo?" (Aruh)
"Joven Hydran... Fueron a buscar a los goblins, encontramos restos de sus depósitos cerca del camino." (Diane)
"Goblins... No sabía que hubiera de esos en Tulser." (Aruh)
Si la lujuria tuviera forma física, esa sería el goblin. Los goblins son monstruos que viven en sociedades pequeñas y son considerados una plaga, no sólo arrasan con las tierras de cultivo de los agricultores, sino que son los monstruos más temidos por las mujeres, esto es debido a que poseen un muy potente líbido que los impulsa a copular con hembras de cualquier especie... o raza. Al ser monstruos, no pueden producir descendencia con hembras que no sean de su especie, pero eso no los desanima de intentarlo.
Son criaturas problemáticas, estando solos no son un problema para un soldado humano, pero rara vez se alejan del grupo, además de que saben usar herramientas y armas simples, como lanzas de madera o mazas de hueso.
Como ninguna parte de su cuerpo es valiosa, no hay muchos guerreros que quieran arriesgarse a cazarlos, es por eso que su control y exterminio queda a cargo de los militares del reino.
"Los goblins son criaturas que prosperan con facilidad, no se adentran en Tulser debido a la fuerza que tienen los monstruos de la zona, pero pueden vivir en las partes menos peligrosas." (Diane)
"¿Y está bien que se adentren al bosque desconociendo su número?" (Aruh)
"Somos jóvenes pero seguimos siendo soldados, debemos cumplir con nuestro deber... A decir verdad, la que se encuentra en mayor riesgo es la señorita oráculo, podrá ser fuerte pero los goblins pueden llegar a formar grupos muy grandes. Lo mejor sería que fuéramos por ella." (Diane)
"Gracias por preocuparse, pero Naku estará bien, Arachne se encuentra con ella." (Aruh)
Aunque se encuentre vulnerable meditando, Naku estará a salvo con Arachne cerca; incluso si un millón de goblins se les acercaran, solo serian entremeses con deseos de morir.
"Le tiene mucha confianza a esa criatura suya... Estoy curiosa, ¿Donde la consiguió?" (Diane)
"Me la obsequió una persona importante para mi, pero ni siquiera ella sabía de su origen." (Aruh)
"Ya veo, es la primera vez que conozco una criatura de su especie así que me llamó la atención. Bueno, si un hombre tan grandioso como usted dice que está bien, entonces lo está." (Diane)
Sentí un escalofrío en mi piel cuando me guiño el ojo, esto es extraño, la señorita Diana es una mujer muy bella, pero sus coqueteos me parecen desagradables.
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"Bien, le agradezco su información, les deseo suerte, y por favor, procuren no alejarse mucho y correr riesgos innecesarios." (Aruh)
Me alejé rápidamente, no quería verme involucrado de más con ella.. Al llegar a donde estaban Agatha y Mitena, sentí como la pesadez e incomodidad abandonaban mi cuerpo.
"¿Ocurrió algún problema, mi señor?" (Eugene)
"Tal parece que hay goblins cerca, los miembros de la brigada fueron a exterminarlos." (Aruh)
"Geh, goblins... ¡Como odio a esas criaturas!" (Mitena)
"¡La señorita Naku...!" (Agatha)
"Tranquila, Agatha. Recuerda que Arachne está con ella." (Naku)
"Joven Aruh, los goblins son criaturas más viles de lo que piensa, y también más fuertes, son el peor y más grande peligro que hay." (Agatha)
Vaya, sí que en verdad desprecian a los goblins... Esos monstruos sí que tienen mala reputación con las mujeres.
¿Mmm? Las presencias comenzaron a aumentar en número y a moverse hacia donde estábamos, venían persiguiendo a uno de los hombres de la brigada.
"Esto es malo." (Aruh)
Me apresuré a mover el acorazado en la dirección de donde se acercaban las presencias tratando de no romperlo, y después alineé el carruaje poniéndolo a una distancia segura.
"Agatha, aleja a los animales, haz que queden posicionados detrás del acorazado y después entra en el carruaje." (Aruh)
"S-Sí, enseguida." (Agatha)
"Mitena, Eugene, Barker, prepárense para pelear, un grupo de 40 goblins se acerca a para acá." (Aruh)
"¡Entendido! Pondré a trabajar estos viejos huesos." (Eugene)
"¡Que asco! ¿Pero que se le va a hacer? No pienso dejar que pongan una sola de sus garras en ninguno de nosotros." (Mitena)
"Harrrrrrr" (Barker)
Los cuatro dieron respuestas excelentes y tomaron sus posiciones. Agatha trabajó deprisa y ató a todos los animales al carro y se escondió dentro del mismo.
Yo y Barker nos pusimos frente al acorazado, seriamos la vanguardia; esta es la primer pelea que tendríamos juntos, y el pequeño se veía emocionado.
Eugene cubrió el flanco derecho y Mitena el izquierdo.
"Señorita Diana, venga y apoye a Eugene, se acerca un grupo de monstruos." (Aruh)
"Me llamo Diane... ¿A que se...?" (Diane)
"¡WHAAAAAA!" (Stuart)
Un grito se escuchó del interior del bosque, pero el soldado estaba bien, solo debio gritar por el pánico; él y los demás jóvenes de la brigada se acercaban corriendo.
"¡Son muchos! ¡Emprendamos la retirada!" (Richard)
"No será necesario, colóquese detrás mío... y apoyen a Mitena y a Eugene." (Aruh)
El joven Almond fue el primero en llegar y dio la orden para que nos retiraramos inmediatamente.
"¿Que ha dicho? Suena como si quisiera que nos enfrentaremos contra ellos, no sea ridículo, son alrededor de 50 goblins... Rayos, ¿De donde salieron tantos?" (Richard)
"Jefe de brigada, comportese y obedezca las indicaciones del maestro Aruh." (Mitena)
El joven Almond estaba muy alterado, así que Mitena le ordenó que siguiera mis instrucciones, pero eso lo hizo enojar más.
"¿Uuh? Está siendo muy impertinente, señorita ex-soldado." (Richard)
No te atrevas a hablarle así a Mitena...
Liberé un poco de sed de sangre y el joven Almond quedó mudo.
"Joven Richard... Le pido que confíe en mi, Naku aún no regresa y no podemos irnos; además, los goblins no representan un peligro tan grande como cree." (Aruh)
Una mirada de mi parte bastó para que se le bajaran los humos.
"¡Jefe! ¡Larguemonos!" (Stuart)
"Son demasiados." (Homer)
"Que vergüenza, ¿Estos son los soldados que deben proteger a mi señor?" (Eugene)
"Richard, tenemos que irnos pronto e informar al señor de la región... ¿Richard?" (Alexander)
Todos los que eran perseguidos lograron salir del bosque, pero sus intenciones se verían frustradas incluso si no hubiéramos detenido al joven Almond; los goblins venían detrás del joven Arrows.
Una lanza voló por los aires apuntando a la cabeza de uno de los soldados, el joven Stuart, pero mi espada repelió el proyectil.
"Tú y tú, al flanco izquierdo. Arrows y Almond al flanco derecho, ayuden a su compañera Diane." (Aruh)
No había tiempo para ser formal en batalla, mi voz era fuerte y logró hacerlos obedecer. Cada uno tomó su lugar, pero el joven Almond lo hizo mostrando resentimiento... Este joven sí que es un problema.
Sin embargo, eso era lo de menos, ahora debía de enfocarme en lo importante: los goblins.
Criaturas feas y de baja estatura, con piel sucia de color verde, una nariz larga y puntiaguda rasgo que era similar en las orejas, tenían grandes bocas llenas de dientes afilados; caminaban en dos piernas, ligeramente encorvados y portaban armas primitivas de madera.
Todos eran machos y estaban desnudos, dejando ver la gran y horrible erección que tenían... Ahora entiendo el disgusto de Mitena.
Ninguno detuvo su carrera y se acercaron, algunos lanzando sus armas... Mala elección..
Atrapé las lanzas mientras estaban en el aire y se las regresé. Reventándole la cabeza a 13 en la retaguardia.
Barker se lanzó rápidamente sobre aquellos que se encontraban sin armas y les desgarró el cuello a otros cinco.
Los goblins intentaron contraatacar, pero Barker era muy rápido y continuaba matándolos sin esfuerzo. Otros dos cayeron.
Uno de los goblins ardió en llamas por el aliento de fuego que le disparó Barker, extendiéndose a otros tres que estaban cerca. En un momento nos habíamos deshecho de más de la mitad.
Al ver nuestra fuerza, los goblins intentaron huir pero se percataron de Mitena y la señorita Diane y fueron tras ellas, evitandonos a Barker y a mí.
Monstruos pervertidos.
Cuatro pasaron lo suficientemente cerca mio y los corté por la mitad sin ningún esfuerzo, les dimos persecución y logramos matarlos casi a todos, pero cuatro lograron escabullirse. Antes de que me lanzara sobre ellos y los matará, Mitena y Eugene avanzaron.
Mitena agitó su lanza, cortando a uno por la mitad y golpeando en la cabeza a otro con el extremo opuesto, logrando matar a dos goblins de un solo movimiento... ¡Vaya uso del momentum!
Eugene por otra parte, se defendió de una lanza con el escudo y decapitó al goblin que lo había atacado, su expresión fue de gran sorpresa al matar al monstruo.
El último goblin en pie comenzó a ver asustado a sus alrededores.
"¡AHHHHH!" (Richard)
El joven Richard aprovechó la confusión del monstruo y se lanzó en su contra, atravesándole el abdomen con su espada.
El goblin reaccionó violentamente, el ataque no había bastado y solo lo había enfurecido, pero el joven Almond logró someter al herido monstruo y cortarlo nuevamente, esta vez a la altura del corazón.
Los 40 goblins fueron eliminados en un instante, y el miedo que se había apoderado de los jóvenes soldados se convirtió en cansancio a causa de su carrera por el bosque, ahora que ya no había monstruos pudieron relajarse y descansar.
La señorita Diane era la que parecía más asustada durante el ataque, por eso fue a sentarse al lado opuesto del acorazado, quizás para que no la viéramos llorar.
"Esto no ha terminado... Hay que buscar los nidos de donde salieron todos estos goblins ¡Levántense y síganme!" (Richard)
Sus cansados compañeros dejaron escapar unos leves gruñidos pero obedecieron y se pusieron de pie.
"Alexander, tú y Diane quédense aquí." (Richard)
"Esperen, dejen que los..." (Aruh)
"Gracias pero no, como soldados quedaríamos en deshonra si no hacemos nada." (Richard)
Entonces solo podría limitarme a ayudarlos a buscar el nido y que ellos hicieran el resto del trabajo; pero el orgullo del joven Almond no lo haría aceptar la propuesta, así que me abstuve de intervenir.
Los tres se adentraron al bosque nuevamente en la dirección por donde habían encontrado a los goblins.
Bien, ellos a lo suyo. Me acerqué a mis dos compañeros para felicitarlos, Mitena se puso muy contenta cuando halague su técnica, pero Eugene se disculpó por su pobre habilidad.
"Te desenvolviste muy bien, Eugene, considera esto como un escalón para continuar mejorando. Sé que te volverás muy fuerte." (Aruh)
"Entendido, mi señor. Muchas gracias por sus amables palabras... Por cierto, permítame felicitarlo y agradecerle de nuevo por la espada que me dio, jamas habia visto un arma con un filo tan tremendo como el que esta tiene." (Eugene)
"Cómo herrero me siento halagado por tus palabras." (Aruh)
Fuimos a ver a Agatha, pero para evitar asustarla la llamamos mientras nos acercábamos.
"Joven Aruh, me alegro de que esté ileso." (Agatha)
"Si, los goblins eran de los más torpes de lo que creía y fue una batalla rápida." (Aruh)
"El maestro Aruh fue sorprendente, Agatha, ¡Debiste verlo! Se movía más veloz que un rayo y sus cortes eran altamente precisos. Los goblins caían como moscas al enfrentarlo." (Mitena)
"Puedo darme cuenta de su poder, las yeguas y la ciervira permanecían calmadas aun en presencia de goblins, por lo general las hembras de los animales se alteran mucho con goblins cerca." (Agatha)
"El crédito no fue solo mío, Barker también se merece unas felicitaciones." (Aruh)
Levanté a Barker en mis brazos y acaricié su cabeza, se puso tan contento que comenzó a jadear y a agitar la cola con rapidez.
De pronto, capté la presencia de Naku y Arachne, quienes se acercaban a gran velocidad.
Apenas un instante de percibirlas, las dos salieron del bosque y llegaron a donde estábamos. Naku venía montando a Arachne y se veía muy preocupada... De pronto tuve un terrible presentimiento.
"Aruh... ¡Fortuna está en peligro!" (Naku)
Y se confirmó.