Capítulo 116: Sin misericordia y venerados.
“Su mujer realmente nos salvó a todos, tiene mi total gratitud.” (alcalde)
“La recibimos con gusto…... Me alegra que sus métodos no causaron un irreparable daño en la mente de todos.” (Aruh)
Pese a estar recibiendo reconocimientos por parte del alcalde, soldados y civiles de Sulteto, me sentía responsable por el miedo en sus miradas.
La razón por la que las chicas (especialmente Elin) se encontraban tan pálidas era la misma que la de estas personas: Los métodos con los que Lempo repelió a los devar y sus esbirros. Lo que quise evitar en Jimama al no dejarla interrogar a los Desertores terminó por suceder aquí.
“Fyaaa” (Lempo)
Decaída, se encogió de hombros, haciendo templar a más de uno…
“No estamos molestas contigo, Lempo… Tu nos salvaste, solo que como te lo dije anteriormente, tus métodos no fueron los más adecuados.” (Fortuna)
“La señorita Fortuna tiene razón, Lempo… Sólo seguimos un poco sorprendidas.” (Elin)
“En lo personal, me hubiera gustado estar presente para ver lo que hizo…” (Fion)
Fion comentó con una sonrisa.
Los soldados (y el mismo teniente Melson) mostraron horror cuando recién regresamos a Sulteto y vimos los cuerpos esparcidos por todos lados.
Agradezco y admiro (en el fondo) la decisión que tomó, ya que lo hizo para dejar en claro que ningun hombre podia hacer avances con ella o las demás chicas mientras yo no estaba; sin embargo, exageró y se convirtió en la reina del miedo… Así es como escuché que la nombraban algunos pobladores.
“Fion, no la alientes…” (Alice)
“N-No, hay razón para que se sienta orgullosa… Fue un poco aterrador pero es la salvadora de Sulteto.” (Megan)
Dirigí mi mirada a las ballestas que construí e instalé en las torres de vigilancia y en los muros… Mmm, no fue necesario instalarlas con Lempo aquí.
“También nos fueron de mucha ayuda, señor Aruh Hydran… Son de un diseño muy bueno y me gustaria comprarlas para usarlas en la defensa de Sulteto de hoy en adelante.” (alcalde)
Creyendo que quizás me sentía ignorado porque mis armas no recibieron crédito en la defensa del pueblo, el alcalde ofreció pagar por ellas… Lo cual acepté. Eran bastante poderosas, pero el mecanismo que tenían era simple y ya existente en las armas que vi en Jimama, además de que serían caras de producir en grandes cantidades. No eran conocimientos que me preocupara que se esparcieran.
“Además, los soldados que regresaron con las víctimas me contaron que usted también estuvo grandioso en el campo de batalla contra los hobgoblins… Los hijos que tenga con su mujer serán guerreros sin igual que me gustaría se unieran a la guardia real.” (alcalde)
Ese último comentario le levantó el ánimo a Lempo, quien asintió con gusto…
…
Se hizo una gran fiesta en todo el pueblo, aportamos con muchos de los ingredientes para hacer un banquete debido a que no quedaban muchas presas en los bosques y no quisimos gastar las reservas que le quedaban al pueblo… A cambio, se nos pagó con madera, lana, pescado en conserva, cobre y varios minerales arcillosos de una mina cercana.
Aún teníamos muchas provisiones que hemos conseguido durante el viaje, incluso con las que aportamos al pueblo, pero no estará de mas abastecernos de nuevo en Menat.
Dicho eso, la celebración fue alegre y pintoresca, haciendo que todo lo que había pasado pareciera mentira, un mal sueño del que todos estaban despertando.
Puse al tanto a Fortuna, Elin, Agatha, Lempo. Megan y Kristera de que Lauzi se había convertido en mi concubina y ellas la recibieron con mucho cariño… Casi como si lo hubieran esperado. No, si lo estaban esperando.
También les conté sobre Lora y de que nos iba a acompañar en nuestro viaje por un tiempo.
Durante la celebración, se me acercaron a conversar la jefa de los mercenarios y después Perik. Con este último debía de hablar de cosas importantes pero Dob se lo llevó para darle él mismo la noticia y asumir la responsabilidad de la decisión que tomó el reino… En otras palabras, él lo haría enojar y yo me encargaria de calmarlo.
Me hallaba sentado sobre una piel de oso con mis chicas alrededor de mi (incluso con Medea, Calse, Hasos, Iveris y Nana, aunque ellas actuaban como guardias… Pero a escondidas, de vez en cuando también coqueteabamos). Lora no estaba pegada a mi por el momento, apenas comenzó a oscurecer, sintió sueño y Lauzi la llevó a dormir dejándola a cargo de Eugene y Keeva esta vez.
“Aquí. Deja que te siva un poco más de vino, Aruh.” (Allan)
El señor Allan se me acercó para ofrecerme un poco de vino… Su mirada indicaba que quería tener una conversación de hombre a hombre…
“Iremos a prepararnos para más tarde…” (Fortuna)
Por lo que Fortuna se llevó a todas para que me pudiera quedar a solas con su padre.
“Ya estoy al tanto de lo que ocurrió en el bosque, mi querida Fortuna tenía razón en que no hay lugar más seguro en todo el mundo que su grupo, jovencito.” (Allan)
“Me esfuerzo por su hija; por las dos, más bien…” (Aruh)
“De aquí no pararemos hasta llegar a la ciudad de Julcho, ¿verdad?… ¿Que va a ocurrir con esas personas que los acosan?” (Allan)
El señor Allan estaba al tanto de los Desertores de la Ruina y de la brigada del dragón tuerto. Son personas peligrosas que viven en el lado oscuro del reino y nuestra segunda mayor amenaza en este viaje…
“…Recibiremos un reporte en la ciudad de Nott, pero Dob ha estado trabajando todo este tiempo. Él es nuestro guia y creo en su trabajo.” (Aruh)
“¿Tanto confías en ese agente? Incluso si trabaja para la realeza, es un espía.” (Allan)
“Más que confiar, me ha demostrado su fervor hacia el rey y a Eralgia, mientras su objetivo sea nuestro bienestar, nos brindará su apoyo… Y es bueno en lo que hace.” (Aruh)
El señor Allan se mostró un poco pensativo y terminó por asentir.
“Fortuna está más proactiva que en todo el tiempo luego de que se separaran ustedes dos tras mudarnos a Silvertha… Me recuerda a cuando eran niños. Por eso sigo sintiendo un poco de temor, es una hija inteligente y astuta sin par, pero en el fondo es tan imprudente como Blair… Las dos sacaron eso de mi.” (Allan)
Coincidí con él, las dos hermanas son muy parecidas. Las miramos de reojo, estaban conversando entre ellas y con las demás chicas, también se estaban integrando con las mujeres de pueblo. Blair sintió mi mirada y me saludó, gesto que le devolví sonriendo.
“Sabes… Mi esposa y la madre de Blair solían ser amigas inseparables antes de convertirse en mis mujeres, pero después de eso, su relación cambió mucho… Todos los dias pienso en que yo fui la causa de su cisma, soy el culpable que enemistó a dos buenas amigas.” (Allan)
Dió un profundo sorbo a su copa de vino, como tratando de humedecer su garganta. Le dejé continuar.
“Has logrado lo que yo no pude: amar a dos mujeres cercanas y no separarlas… Bueno, en tu caso es más extremo. Escucha, Aruh… Estoy asustado, muy asustado. Te he dado mi bendición con Fortuna y con Blair pero sigo teniendo miedo de que algo les pase, es cierto que contigo estarán más seguras que conmigo, y aún así temo que algo les ocurra. Eres fuerte y esa mujer naga que te acompaña, Lempo, is igualmente poderosa, pero eventos bizarros parecen esperarte a donde vas y eso me asusta… Me cuesta resignarme del todo.” (Allan)
Unauthorized usage: this tale is on Amazon without the author's consent. Report any sightings.
“Señor Allan…” (Aruh)
Pude ver su preocupación en su mirada, un miedo auténtico de perder a sus dos hijas… No como cuando recién nos reencontramos en Jimama, cuando su temor se asemejaba más al de un hombre ambicioso que no quería perder un bien o su fuente de ingresos. Esta vez se veía como un genuino y asustado padre.
Noté el detalle de que se refirió a Lempo como una naga, pero no le tomé importancia…
“Es probable que me cambie al bando de mi esposa cuando lleguemos a mi casa, si es asi, me disculpo de antemano…” (Allan)
“Si es así, volveré a convencerlo de que no pienso dejar ir a Fortuna ni a Blair.” (Aruh)
Su rostro reflejó sorpresa por mi respuesta, tras lo cual se echó a reír en una sonora carcajada que llamó la atención de varios. Mi mirada se cruzó con la de Fortuna y ella asintió contenta.
El resto de nuestra conversación fue más animada… Me contó cómo conoció a su esposa y a su concubina, así como detalles de su vida como hombre de familia y como comerciante. Como esto ultimo, tambien me ofreció comprarme los planos de las ballestas anti monstruos que instalé en Sulteto como lo había hecho también el alcalde del pueblo, aunque me negué ofreciéndole a cambio otros productos de uso diario...
“Oh, por chierto… ¿Dónde conochiste a esha mujer?” (Allan)
Avanzada la conversación entre los dos, y tras varias copas de vino, el señor Allan quedó ebrio y decidió tocar el tema de cómo conocí a cada una de mis chicas. Lempo fue quien mas le llamaba la atención.
“Tuve un enfrentamiento con su padre y ella lo detuvo.” (Aruh)
No estaba mintiendo, solo omitiendo detalles sin importancia.
“Shu padre debioh sher muy fuerte también. Shabes, nunca vi a alguien arrancarleh las tripash a un globin y usharlsh como arma…… Zzzzzzz” (Allan)
Y tras mencionar un brutal método de combate que Lempo usó en la pelea contra los monstruos, el señor Allan se quedó dormido a media conversación.
“Padre si que debio desahogarse de muchas cosas para terminar así de ebrio. Perdona, Aruh...” (Fortuna)
“Deje que lo llevemos a su habitación de descanso, joven Aruh.” (Blair)
Fortuna y Blair regresaron una vez que el señor Allan se durmió y ofrecieron llevarlo a descansar. Ambas se disculparon y me agradecieron por hablar con su padre, pero no fue ningún inconveniente para mi. Disfruté conversando con mi suegro.
“No es necesario que lo hagan, señoritas… Yo llevaré a su señor padre.” (To)
To también se acercó y se echó al señor Allan al hombro… La mirada de Fortuna me indicaba que ella quería acompañarles…
“To, deja que Fortuna y Blair te acompañen… El señor Allan estaría feliz de saber que sus dos tesoros lo abrigaron.” (Aruh)
“Como usted ordene, mi señor… Después de ustedes, mis señoras.” (To)
“Muchas gracias, To… Aruh.” (Fortuna)
“Si… Muchas gracias.” (Blair)
El bello rostro de Blair con las mejillas teñidas de un suave carmín, y la bella y cálida sonrisa de Fortuna calentaron mi corazón… ¡Son tan lindas!
Ambas se despidieron y acompañaron a To prometiendo regresar a mi lado más tarde…
Naku me abrazó y vio confiada en la misma dirección que yo, sonriendo al ver cómo dos hijas cuidaban a su padre. La rodee con mi brazo, devolviéndole el abrazo y acercandola mas a mi.
Mis demas amores también se acercaron, todas trayendo platos con la comida que fue preparada.
“Estuvo bebiendo bastante pero casi no comió, joven Aruh… Hicimos esto para usted.” (Kristera)
“El plural que Kristera menciona se refiere a ella y a Elin… Las demás no pudimos ayudar mucho.” (Titanya)
“Yo corté las zanahorias.” (Úrsula)
“Je, je, ya veo. Muchas gracias, todo se ve delicioso.” (Aruh)
Acariciando la cabeza de Ursula, volví a sentarme en compañía de las chicas.
“Pruebe este… Es pescado de río con verduras y hongos del bosque… Desia dice que es bueno para acelerar el proceso de recuperación y brindar energías.” ( Agatha)
Agatha me ofreció un platillo que consistía en un pez de agua dulce con la apariencia de un tiburón martillo miniatura frito y cubierto en una crema blanca con hongos negros y una guarnición de klups (una pariente de la lechuga, que al parecer, es cosmopolita), berros y cebollas silvestres.
Un brillo apareció en los ojos de Agatha cuando puso énfasis en que ayudaba a recuperar energías. Asentí y lo acepté con gusto.
…
“En honor a todos los habitantes de Sulteto, de las aldeas y pueblos que la rodean y se han visto victimizados por esta oleada de monstruos… ¡Hago un brindis y presento esta ofrenda a los héroes que nos salvaron!” (alcalde)
Fuimos nombrados en medio banquete por el alcalde, quien venía acompañado de dos hombres de la raza lizardon trayendo consigo un pequeño cofre envuelto en una frazada de lana… Una lluvia de aplausos de parte de todos los presentes también nos fue dirigida…
Me pusé de pie, mis chicas también. Fortuna y Blair ya habían vuelto tras dejar descansando al señor Allan y de dejarlo en manos de To, Barker y los mercenarios.
El sonido de los aplausos llamó también la curiosidad de Regis, quien se encontraba comiendo un par de reses que fueron sacrificadas especialmente para él… Pero viendo que que era una escena a la que ya se había acostumbrado, perdió el interés y regresó a lo suyo. Quienes sí vinieron, Arachne (con Rah en sus brazos) y Quetzal, fueron aclamados también y se les abrió el paso con respeto para que pudieran llegar hasta donde me encontraba.
“No es mucho lo que podemos darle, pero tenemos esto y creemos que tiene el valor suficiente para expresar nuestra gratitud.” (alcalde)
Los lizardones se arrodillaron frente a mi y me ofrecieron el misterioso articulo, que al desenvolverlo y abrirlo, descubrí que se trataba de pequeñas navajas transparentes como el vidrio… Seis para ser exactos. Median diez centímetros de largo y uno de ancho, tenian un color azul pálido; no tenían empuñadura o algo más, eran las hojas solamente.
“Estas navajas le fueron incautadas como impuesto a un herrero desde el gobierno del anterior alcalde. Las encontramos en el almacén guardando polvo por lo que le ruego nos disculpe si le ofendemos por considerar ofrecerle basura, pero es un artículo...” (alcalde)
Le indiqué al alcalde que estaba bien, las navajas eran un regalo más que suficiente… Estaban hechas de un material que ya tenía pero que me era imposible de procesar…
“Esas hojas… Son de adamantita.” (Schelt)
Schelt también se dio cuenta de que era lo que habíamos recibido, su ojo brillaba de la emoción.
“Aceptamos su regalo con gusto.” (Aruh)
Pude escuchar un suspiro de alivio tanto del alcalde como del teniente Melson a su lado… En serio, no era necesario que se preocuparan tanto.
Cerré el cofre pensando en que crear con las seis navajas… Podrían ser puntas de flechas, o tal vez jabalinas… Mmm, están hechas con un metal difícil de conseguir, lo mejor será utilizarlas en algo que no sea descartable o fácil de extraviar.
Fue entonces que, tras recibir de nuevo un aplauso por parte de los pobladores, me percaté de que Perik me estaba mirando desde la multitud… Y se le veía entristecido.
Terminó su conversación con Dob.