Capítulo 42: Agente infiltrado

Los miembros de la brigada tiraron sus armas y fueron arrestados por el teniente Demian. Varios hombres salieron del bosque, pero al contrario de los 110 que había dicho que eran, el total era de apenas 35; gracias a mi extra percepción me di cuenta de sus números, pero los miembros de la brigada creyeron que eran muchos debido a algunos trucos como el uso de muñecos en medio de los árboles y el movimiento de arbustos.

"¿Para quienes trabajan? ¿Cómo fue que se enteraron de nuestro plan?" (Richard)

"No es algo que traidores como ustedes puedan saberlo." (Demian)

"¿Traidores? Los traidores son ustedes por venderles Eralgia a esas bestias y desechos." (Richard)

"Richard... ¡Callate!" (Diane)

"¡No me digas que me calle! Y tú, ¡Me has estado usando todo este tiempo! ¡Maldita!" (Richard)

"¡Cierra la boca!" (Demian)

El teniente Demian abofeteó a Richard con fuerza, haciéndolo callar pero aumentando la ira en sus ojos.

"Aunque sea una traidora sigue teniendo la sangre del rey, ¡Cuida tu lenguaje!" (Demian)

"Teniente Towerton, ¿Me permite?" (Mitena)

"¿Tiene algo que decirle a los inculpados, soldado Mitena Minters?" (Demian)

"Ya no soy una soldado... Pero si, tengo algo que decirles, en especial al jefe de brigada Richard Almond..." (Mitena)

"...Muy bien, solo abstengase de lastimar a la princesa Karen, por favor." (Demian)

Apenas el teniente Demian dio su permiso, el pie de Mitena se incrustó en el rostro de Richard, lanzándolo contra el suelo.

"Eso fue por golpear a Aruh y engañarnos... Jefe de brigada Richard, siempre lo consideré una persona desagradable pero un gran soldado. Aquella vez cuando recibió su investidura por parte del señor Hornstel usted había jurado que usaría su espada para defender Eralgia... Pensar que le estaba mintiendo en ese momento..." (Mitena)

"...¡Maldito animal! ¿No entiendes? Nunca mentí... ¡Defendería la grandeza de Eralgia de las bestias y desechos que la plagan! ¡Enanos, elfos, lagartos, gatos, en especial los naga! ¡Ensucian nuestra tierra y nos han llevado a combatir contra nuestros hermanos humanos!" (Richard)

"¡Basta! ¡Por tus palabras añadiremos confabulación con el reino de Timancera y el Imperio de Rasder como cargos adicionales!" (Demian)

Rasder, mejor conocido como el imperio del Este... Así que tenian vinculos con esa nación.

"¿Quieres callarte de una maldita vez, idiota? ¡Estás empeorando todo!" (Diana)

"Richard Almond... soldado, no, princesa Karen... Me imaginé que no eran personas de fiar, pero pensar que de verdad llegarian a hacer tal cosa... Hubo un momento en que senti que podia confiar en ustedes, en verdad fui un tonto después de todo." (Aruh)

He vivido durante todo este tiempo desde que llegué a Maltras rodeado de muy buenas personas, crecí junto a Fortuna y su familia, conocí y me enamoré de Agatha y sé que puedo confiar en Eugene.

He llegado a relacionarme con grandes personas, que llegué a olvidar de que también había personas así de ruines.

"No solo fue Aruh. No me cayeron bien desde un principio, pero estaba agradecida de que nos ayudarán con nuestro problema... ¿Que planeaban hacer con nosotros?" (Naku)

Una fea sonrisa, inadecuada para las bellas facciones que tenía, se dibujó en el rostro de Diana.

"Ju, ju, ju... No se los diré, estúpidos." (Diana)

Un hombre se le acercó al teniente y le susurró algo al oído.

"Joven Hydran, señorita Snakia, les informo que sus demás acompañantes se encuentran bien. El soldado Alexander Arrows fue ejecutado mientras trataba de capturarlos." (Demian)

Las expresiones del resto de la brigada se ensombrecieron con pena y angustia al escuchar eso. Me sorprendió que hubiera cabida dentro de ellos para el dolor por la pérdida de uno de sus cómplices.

"Malditos... Malditos... Malditos, malditos, malditos, malditos, malditos... ¿Como se atrevieron a matar a Alex? ¡Alex! ¡Mi Alex!" (Diana)

Furiosa, Diana trató de rebelarse al arresto pero un soldado la golpeó en la nuca, haciendo que se desmayara. A los demás miembros se les ató y puso un saco de piel en sus cabezas.

"Ya hemos tenido suficiente de este berrinche! ¡Llevenselos!" (Demian)

Un carro salió del bosque jalado por un cerdetok; era un vehículo pequeño hecho enteramente de madera con pequeñas ventanas protegidas por barrotes. Los miembros de la brigada fueron subidos al carro y llevados en dirección al oeste.

"Lamento mucho lo sucedido... Mmm, se que deben tener muchas preguntas, pero hay alguien que va a responderlas, ese alguien los espera de regreso en el pueblo. Ahora, si nos disculpan, el tiempo es vital..." (Demian)

Sin más, el teniente Demian y el resto de sus hombres siguieron al carro dejándonos a nosotros cinco en el bosque.

...

"¡Joven Aruh! ¡¿Encontró el paradero de la señorita Fortuna?!" (Agatha)

Cuando llegamos de vuelta al pueblo de Gazu, fuimos recibidos por Agatha y Eugene, quienes se mostraron sorprendidos por nuestro pronto regreso... También había una presencia cercana que me era familiar, supongo que esa persona es la que nos explicará lo ocurrido.

"¡Agatha! ¡Estas bien!" (Mitena)

"¿Eh? ¿Yo? Claro que estoy bien, pero más importante, ¿Que hay de la señorita Fortuna?" (Agatha)

"Fortuna nunca estuvo por aquí... Fue el sucio juego de nuestros escoltas." (Naku)

"¿Del joven Richard y los demás? ¿Quiere decir que todo este tiempo ellos...?" (Agatha)

"Si, nos estaban tendiendo una trampa." (Aruh)

"Pero, entonces el joven Arrows..." (Agatha)

"No, no parece que sea así... Alexander Arrows, ¡Sal de tu escondite!" (Aruh)

El joven rubio, Alexander Arrows, salió de las caballerizas con las manos al aire como si indicara rendición, su actitud se veía muy diferente a la que conocíamos. Era como una persona completamente diferente.

Mitena y Eugene se pusieron en guardia al verlo, pero los detuve y avancé hasta estar frente a él.

"Tu eres el que va a responder por todo, ¿verdad?" (Aruh)

"T-Tranquilo... No hace falta enfadarse... Hablemos con calma del asunto." (Alexander)

"Estamos en una crisis... Fortuna puede estar en problemas, tus amigos decidieron tendernos una trampa y ahora resulta que todo fue un juego en el que estás muy involucrado... ¿Crees que tengo motivos para calmarme?" (Aruh)

"¡Lo explicaré! ¡Lo explicaré todo! ¡Solo deme la oportunidad!... Soy un agente del rey" (Alexander)

Estaba a punto de golpearlo, pero logré tranquilizarme.

"Esta bien, entonces explicate." (Aruh)

"Es un tema delicado... Vayamos por allá. Solo usted y la señorita oráculo, joven Hydran." (Alexander)

Arrows señaló una pequeña oficina separada de los establos.

Todos desconfiabamos de él, pero siendo nuestra única fuente de respuestas, y al no sentir ninguna hostilidad de su parte, además de no sentir ninguna presencia más, Naku y yo accedimos.

Los demás estaban preocupados y pidieron ir también, pero les dijimos que esperaran y que estuvieran alertas.

"Primero quisiera disculparme por haberlos engañado y meterlos en todo este embrollo, más aún en un momento como este..." (Alexander)

Cuando entramos y cerramos la puerta, Arrows comenzó a hablar. El lugar tenía solo un par de ventanillas muy pequeñas para que apenas pasara el aire y los muros eran muy gruesos; estaba muy oscuro y la única fuente de luz era una vela.

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"No necesitamos tus disculpas, sino tus respuestas..." (Aruh)

"Entiendo, lo explicaré todo... Como lo mencioné antes, soy un agente que sirve al rey de Eralgia, mi misión era protegerlos, en especial a usted, señorita oráculo." (Alexander)

"¿Así que el objetivo de tus amigos era capturar a Naku en especifico? ¿Para qué?" (Aruh)

"¿Es por ser un oráculo?" (Naku)

"Para ser más exactos, por ser el oráculo de Nagur, adorado por los naga... Lo que esos tipos querían era capturarla y usarla para tener bajo control a los naga... Y no son mis amigos, joven Hydran." (Alexander)

"¿Controlar a los naga? ¿Pensaban romper el acuerdo firmado hace generaciones?" (Naku)

El acuerdo de no esclavitud contra los naga, firmado durante el mandato del rey elfo Caliose con los naga cuando estos se unieron al reino.

Según muchas historias de los naga, antes de llegar a Tulser eran una raza poco numerosa y perseguida para ser esclavos sexuales por la gran belleza de sus hombres y mujeres.

Siempre maltratados y a merced de las demás razas, se internaron en Tulser y recibieron la bendición de Nagur.

Su pasado de persecución fue lo que marcó su desprecio por la esclavitud y el motivo por el que existe la ley de no esclavizar a los naga.

"¿En verdad eran tan tontos como para arriesgarse a iniciar la separación entre los naga y el resto de Eralgia...?" (Aruh)

"Cierto, sería un movimiento demasiado estúpido si fuera planeado por esos cuatro, el control sobre los naga se perdería cuando su oráculo muriera. Pero el plan para capturarla no venía de ellos... Sino de alguien mas arriba..." (Alexander)

"¿El señor Marcus?" (Naku)

"No, él jamás estuvo enterado de nada de esto, la persona a la que me refiero es al señor de la región de Eures, y hermano menor del rey Maximilian, Peter Rensego Swall... Sus intenciones no eran tanto la de esclavizar a los naga, sino de obligarlos a ayudar a las tropas del imperio a atravesar Tulser." (Alexander)

Es por eso que se les culpó de traición, esos cuatro estaban trabajando con alguien que quería que el imperio invadiera Eralgia.

"El señor Peter es un hombre muy poderoso y cuenta con el respaldo de muchos señores en toda Eralgia, es tanta su influencia que ha logrado crear la facción de 'Eliminación de los sucios', cuya meta es la erradicación de toda raza no humana en el reino, lo cual le ha dado el apoyo de muchos simpatizantes... Incluidos los miembros de la brigada del dragón tuerto." (Alexander)

"Entonces ese hombre reúne a todos los racistas y los convierte en sus peones, ¿No es así?" (Aruh)

"Precisamente, él tiene a muchos agentes en varias regiones. Por sus órdenes, la cuarta princesa de Eralgia, y el joven Richard Almond se infiltraron en el ejército del señor Marcus Hornstel y tenían pensado tenderles una trampa en la ruta original para ir a la capital. Yo por otra parte, me infiltré en ese grupo al ganarme la confianza de la princesa Karen y junto a otros agentes decidimos frustrar esos propósitos... Pero al cambiar la ruta de viaje, ambos planes se complicaron... Tuve que manipular las cartas y dirigirlos hacia esta región para lograr arrestar a esos cuatro." (Alexander)

"La visión que tuve no estaba relacionada a estos planes, Fortuna aún está en peligro." (Naku)

"Escucha maldito, por culpa de sus conspiraciones hemos perdido valioso tiempo para ir con Fortuna." (Aruh)

"Quiero que comprendan que hice todo esto por el bien del reino... El bienestar de una sola persona es secundario." (Alexander)

Golpeé al desgraciado en el rostro, pero no fue suficiente; Fortuna estaba en peligro y este tipo nos había traído hasta este pueblo, lejos de donde ella estaba, por tontos problemas políticos.

Lo levanté del cuello hasta una altura mayor que la mía, su nariz y dientes sangraban y trataba de aferrarse a mi mano para no ser asfixiado.

"Lo... Siento..." (Alexander)

Se disculpó con voz cortada por la falta de aire, pero no había miedo a la muerte en sus ojos.

Quería desquitarme con él...

Dicho pensamiento fue desvaneciéndose poco a poco al recordar el rostro de Fortuna. Pese a mi ira al pensar en lo que podría estar pasándole, en mi miedo por perderla... Si mataba a este hombre, no ganaría más que una satisfacción pasajera y unas manos manchadas de sangre innecesaria que me traería culpa... ¿Como podría presentarme ante Fortuna así? ¿Con Naku a espaldas mías? ¿Con Agatha? ¿Con Mitena?...

En este mundo estoy seguro de que habrá momentos donde tenga que tomar la vida de otras personas... Pero si me acostumbró a hacerlo cegado por la ira, me esperará un camino cubierto de sangre que me alejará de ellas.

Relajé mis dedos y Arrows cayó al suelo, tosiendo y respirando con fuerza.

"Hay que reanudar nuestro camino a Menat. Le daré a los animales una poción para recuperar fuerzas. Salgamos cuanto antes." (Aruh)

"Aruh... Sí." (Naku)

Naku había permanecido en silencio viéndome castigar a Arrows; estoy seguro de que ella estaba tan molesta como yo, pero suspiro y sonrió de alivio por perdonarle la vida a esa sabandija.

"Es... peren... Esperen..." (Alexander)

Arrastrándose con impaciencia por el suelo, Arrows me tomó del pie y se aferró desesperadamente.

"No pueden ir solos... Aún son un blanco..." (Arrows)

Sacudí mi pie con fuerza, lanzándolo a volar y haciendo que se estrellara contra uno de los muros de la construcción.

"Si ese racista y sus hombres vienen por nosotros, estaremos preparados." (Aruh)

"J-Joven Hydran... La idea de avisar... Al reino... Del oraculo... ¿Por que cree... Que fue?" (Alexander)

Naku y yo nos detuvimos antes de abrir la puerta... Es cierto, fui yo quien le sugirió a Naku qué le avisaramos al reino para defendernos de los peligros fuera de Tulser... Es decir que este embrollo fue mi culpa.

"Sea de quien haya sido... Fue una gran idea... Pensaron en su seguridad... Y en los problemas a los... Que se... Enfrentarían... Sino fuera por eso... La señorita Snakia... Hubiera sido capturada... En una trampa... No deje que esas buenas intenciones... Se desperdicien." (Alexander)

Saqué una poción de mi gambeson y fui a atender al joven Arrows, quien sorprendido pero aliviado, aceptó mi ayuda. Sus respiración volvió a la normalidad y las heridas en su rostro comenzaron a cerrar; tuve suerte de que no hubiera daño severo en sus pulmones u otros órganos.

Si lo pienso bien, es gracias a él que no cayéramos en una trampa de la que no pudiéramos salir.

Si, sus métodos se interpusieron en nuestro camino para ayudar a Fortuna, pero al final, le debemos la vida. Hubiera sido un muy terrible error desquitar mi ira con él...

"Dejen que les ayude a salvar a la señorita Dewell... Esta vez, de verdad..." (Alexander)

Naku se acercó y nos miramos el uno al otro, ¿Sería buena idea confiar en él?

"Juro por el nombre del rey Maximilian Eralgia, que los ayudaré... Haré lo que me pidan para que puedan confiar en mi." (Alexander)

Arrows hizo una reverencia muy formal, su frente tocó el piso.

No confiabamos del todo en él, pero sus habilidades serían ciertamente útiles...

Finalmente, Naku y yo accedimos. Arrows nos ayudaría en nuestro viaje, pero esta vez, como un aliado.