Especial 26: Entrenamiento fuera de la mazmorra.

*Punto de vista de Fortuna.*

“¡Oh, genial! Tener brazos es muy útil.” (Nana)

“Espera, Nana, ¡No te alejes del grupo ni trates de entrar al bosque por tu cuenta!” (Varetsi)

Nana trató de correr hacia la espesura de los árboles con lanza en mano mientras perseguía y mataba montones de slimes, pero regresó obedientemente luego de que Varetsi se lo ordenara.

“Usen sus habilidades a su favor, su velocidad para correr y su gran movilidad les dará la ventaja para rodear a los enemigos.” (To)

“Ya veo, tiene sentido.” (Iveris)

“Kah, kah, kah, solo es lógica… Sus cuerpos están mejor diseñados para correr que los de muchas otras razas.” (To)

“Señorita Fortuna, ahí viene un cangrejo espía… Concéntrese solo en evadir.” (Mitena)

“¡Si!” (Fortuna)

Dejé de ver a las demás entrenando y puse atención a lo que me corresponde. Es mi turno de pelear contra uno de los monstruos que se habían acercado al campamento…

Para al menos ser capaces de defendernos a nosotras mismas, nos unimos al entrenamiento impartido de combate.

Mi única experiencia con objetos cortantes son los cuchillos para las cenas o los corta sellos… Es por eso que antes de poder usar la daga que Aruh me obsequió, primero debo de aprender a moverme y a familiarizarme con ella…

Un cangrejo espía, un monstruo comestible cuya carne alcanza las 3 monedas de bajo bronce por kilogramo, levantó sus tenazas y las apuntó hacia mi.

Incluso con la daga en mi mano me sentí intimidada por el poder de la criatura…

“Los cangrejos no son muy rápidos corriendo pero pueden saltar… Tenga cuidado, señorita Fortuna.” (Mitena)

Mitena es la instructora de combate con daga mientras Naku no está… Su fuerte es la lanza pero también es muy diestra en combates de mayor proximidad.

“¡Ánimo, señorita Fortuna!” (Elin)

El cangrejo comenzó a acercarseme lentamente… Se detuvo y dobló sus patas… Va a saltar.

Me hice a un lado y logré evadir su ataque. Me sentí tentada a contraatacar, pero Mitena dijo que era muy peligroso hacerlo sin saber manejar primero la daga… Esta era solo práctica de reflejos y eliminación de tensión frente a los monstruos… Pues creo que tiene el efecto contrario.

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Luego de evadir los saltos del cangrejo espía en 6 ocasiones más, Mitena acabó con el monstruo empalándolo con su lanza.

“Eso estuvo muy bien, señorita Fortuna.” (Mitena)

“Si, gracias Mitena.” (Fortuna)

Regreso de nuevo la fila, ahora es el turno de Agatha.

De entre el grupo de ‘no combatientes’, Agatha y Keeva son las mejores, ambas ya están al nivel donde pueden atacar.

Originalmente, Ursula pertenecía a este grupo, pero se unió al entrenamiento con To, Varetsi, Schelt, Calse, Nana e Iveris.

Sus habilidades para montar glarones es impresionante.

Por otra parte, Barker y Quetzal se adentraron al bosque para entrenar por su cuenta… Al parecer Arachne usó este método con Barker cuando era pequeño.

Nuestra sesión matutina durará hasta la hora de la comida, y después de un descanso, haremos ejercicio y sparring hasta que regrese el grupo de las chicas.

Por la noche, volveremos a combatir monstruos y esperaremos hasta que Aruh regresé…

Esa va a ser nuestra rutina durante estos próximos días.

…

Cuando llegó la hora del descanso, todas aprovechamos para entrenar en otras áreas.

Schelt fue a la entrada de la mazmorra en compañía de To para colgar las pieles que trajo Aruh ayer y que habían sido previamente tratadas en químicos desde anoche.

“Mmm… Khh..” (Agatha)

Mientras que nos pusimos a ensayar nuestra labor de venta, Agatha se sostuvo el abdomen y su expresión se volvió una de dolor, preocupándonos.

“¿Que ocurre, Agatha?” (Kristera)

“Me duele… Parece que también estoy entrando en mis días.” (Agatha)

“A ver, deja que te revise…” (Kristera)

“Desia dejó medicamentos especiales para esa clase de dolor… Iré a buscarlos.” (Fortuna)

Luego de que Kristera revisara a Agatha y confirmara que, efectivamente, había entrado en sus días, le di el medicamento y la recostamos para que descansara.

“No puedo, después de practicar debo ir a cuidar de los animales…” (Agatha)

“Descansa hasta que surta efecto, nosotras ayudaremos a Ursula.” (Varetsi)

“¿Y los kagytos? Hay que darles de comer a Rah y Moneybird…” (Agatha)

“Descuida, sabemos cómo hacerlo…” (Elin)

“Solo será por un rato, alcánzanos cuando te sientas mejor.” (Fortuna)

“Si, podemos esperar hasta que te recuperes, Agatha.” (Nana)

Agatha asintió y aceptó reposar… Es una chica muy responsable.

“Beba un poco de agua, señora Agatha…” (Keeva)

Dejamos a Keeva para que cuidara de ella hasta que se sintiera mejor. Incluso si es por devoción a Aruh, Agatha debe aprender a cuidarse más.

Y apenas 20 minutos de dejarla descansando, vino en compañía de Keeva a ayudarnos.

“¿Ya mejor, Agatha?” (Ursula)

“Si, las medicinas que hacen Desia y el joven Aruh son muy efectivas.” (Agatha)

“Puedes quedarte a descansar por más tiempo… Te vi muy afligida” (Mitena)

“Es cierto… ¡Aquí estamos para cubrirnos las unas a las otras!” (Elin)

“Pero…” (Agatha)

“Aruh se sentiría muy mal si algo te pasa por excederte…” (Fortuna)

Agatha guardó silencio, pero su mirada indicaba que quería decir algo más.

“¿Qué es lo que ocurre, Agatha?” (Fortuna)

“Blair también está en sus días, pero eso no es impedimento para su trabajo… No quiero ser una inútil.” (Agatha)

Ya veo… Así que eso es lo que le preocupa.

“Agatha, los cuerpos de las mujeres reaccionan de distinta manera. Para serte sincera, el mio es especialmente dramático… Les ruego que sean pacientes conmigo cuando pase por esa etapa… Ejem, a lo que me refiero es que no puedes compararte con alguien más.” (Kristera)

Son palabras muy sabias.

“...Agatha, tus habilidades son grandiosas, ¿verdad?” (Ursula)

“¡Si!” (Calse/Iveris/Nana)

“¿Eh?” (Agatha)

“Eres una parte importante del equipo, irreemplazable, muy amable y hábil con los animales… Le enseñaste a todos los glarones a defecar en un solo punto, y a las cabras a avisar cuando quieren ser ordeñadas.” (Ursula)

Son… hazañas verdaderamente sorprendentes.

“Jamas vas a ser una inútil.” (Ursula)

Los ojos de Agatha se llenaron de lágrimas y le dio un fuerte abrazo a Úrsula, quien lo recibió feliz...

“¡Abrazo grupal!” (Ursula)

Y todas nos unimos.