Capítulo 12: La princesa comerciante (segunda parte)

Resiste Aruh Hydran.

Ufff... Ufff... No caeré fácilmente.

Gracias a que he adquirido algo de experiencia con Naku, soy capaz de reprimir esta emoción.

Si, esta niña es linda, pero ya tengo alguien que me gusta y no pienso crecer y convertirme en un mujeriego.

"¿Esta es la aldea de tu amigo, papá? Cuando los guardias que nos acompañaron dijeron que era una zona peligrosa creí que lo era... Pero luce muy pacífica." (Niña)

"Gracias a los naga, esta aldea es tranquila, pero salir fuera de ella es peligroso, Fortuna." (Allan)

Fortuna, ¿Ese es su nombre? Suena agradable y difícil de olvidar...

"¡Vaya lindura que tienes! ¿Cómo fue que un oso como tu logro tener a una hija tan bella?" (Spencer)

"Mi semilla es de alta calidad, Spencer. Es un resultado obvio que mi hija sea excepcional." (Allan)

El amigo del doctor Spencer, el señor Allan, tomó a su hija y la sentó en uno de sus hombros; los dos se acercaron hasta donde estábamos.

"Señor Dewell, quisiéramos permiso para darle agua, comida y descanso a los caballos." (Chica)

La joven pelirroja hizo una petición mientras bajaba de su caballo; el resto de los escoltas también desmontaron.

"¿No te importa si dejo descansar a mis caballos? Fue un largo viaje de varios días y están agotados; voy a pagarte, claro está." (Allan)

"No te preocupes por la paga, ¿Que clase de ingrato le negaría tal gesto a un amigo?" (Spencer)

"Gracias" (Allan)

El señor Allan le dio permiso a la chica y esta se dirigió hacia mi.

"Mozo, llevamos hasta los establos." (Chica)

¿Eh? ¿Mozo?

Confundido por las palabras de la joven, miro hacia mis alrededores y me apunté con el dedo como preguntando si se refería a mi.

La expresión de la joven se tornó severa ante mi actitud.

"¿Te burlas de mi? Naga o lo que sea, un mozo es un mozo. Tal vez tenga que darte una lección para que aprendas." (Chica)

"¡Basta! ¿Que clase de actitud es esa?" (Spencer)

"Ah, lo siento, Blair tiene un mal temperamento cuando un sirviente no muestra respeto. ¡Blair, compórtate! ¡Causaras problemas con Spencer y los naga!" (Allan)

El señor Allan detuvo a la chica cuando está sacaba un garrote de cuero con la obvia intención de golpearme. Menos mal, romperle los brazos habría causado algunos inconvenientes entre el par de amigos.

"Se que esta mal sugerirtelo siendo tu invitado, pero un mozo asi de desobediente requiere disciplina dura." (Allan)

"Ahhh. Escucha, Allan... Ese niño al que le están faltando el respeto no es mi sirviente sino mi estudiante... Y el creador del jabón del que te hablé." (Spencer)

"¿Eh?" (Allan)

No solo el señor Allan se sorprendió, sino también sus escoltas, en especial la pelirroja que intentó golpearme. Su hija Fortuna, por otra parte, a pesar de que también se veía un poco sorprendida, su expresión mostraba cierto placer por encontrar algo que buscaba.

...

El maestro Spencer nos llevó dentro de su casa en donde sirvió algunos aperitivos para los invitados. Los tres escoltas y el conductor fueron a llevar a los caballos al establo, así que no estaban presentes; la séptima presencia que sentí era la de un asistente que los acompañaba en el interior del carro.

"Vaya, Spencer me había dicho que eras joven, pero te imaginé con mayor edad." (Allan)

"Comprendo cómo te sientes, Aruh es un niño muy listo. Por el momento soy su maestro, pero estoy seguro que en cuestión de tiempo los papeles se invertirán." (Spencer)

"Llamame cuando eso ocurra, me encantará verlo... Ehem, creo que empiezo a divagar... Comenzaré por presentarme y especificar la razón por la que vine." (Allan)

"Si, eso seria lo mejor." (Spencer)

La mirada tanto del doctor Spencer como la del señor Allan se centraron en mi.

"Mi nombre es Allan Dewell, un comerciante por vocación, este adorable ángel es mi hija, Fortuna Dewell. El hombre que me acompaña es un criado de nuestra casa, Erick; y aunque no estén presentes, el resto de mis acompañantes son Blair, Lou, Bryan y Samuel. Quiero pedirte perdón por el inconveniente que te causó Blair, me encargaré de que reciba un castigo adecuado." (Allan)

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El hombre con apariencia de asistente se llevó un brazo a la altura de su abdomen hizo una reverencia elegante.

"Soy Aruh Hydran, hijo de Tovs y Mura Hydran. Soy discípulo del profesor Spencer aunque no pueda usar magia curativa. En cuanto al castigo de su acompañante, no tiene que ser tan estricto con ella, solo fue un malentendido." (Aruh)

"Agradezco tu compasión, no traje mucho conmigo en este viaje pero al menos me gustaría compensarte por ello." (Allan)

Bien, conseguí una recompensa.

"Ahora, me gustaría hablar sobre el motivo de mi visita. Luego de recibir una muestra del articulo llamado jabón que habías creado, decidí venir a hablar contigo, joven Aruh" (Allan)

"¿Viniste hasta esta aldea para hablar con Aruh? Pudimos haber quedado en Korka o alguna otra aldea más cerca de la base de las montañas que sea más segura." (Spencer)

"Sobre eso... En parte fue porque tenía ganas de ver el lugar a donde te habías mudado... Y la otra parte fue porque Fortuna quería conocer a la persona quien creo el jabón." (Allan)

"Exacto" (Fortuna)

Tras escuchar la explicación del señor Allan, su hija Fortuna se puso de pie y miró en mi dirección.

"Solo conocer en persona a una mente brillante no es suficiente, es necesario conocer a fondo a esa persona, incluso el lugar en el que creció." (Fortuna)

Esta niña me da algo de miedo, y es muy lista para ser tan joven... Será que ella también es una persona reencarnada.

"También soy creyente de que si encuentras oro una vez en una tierra, podrás encontrarlo dos veces." (Fortuna)

"Tu hija es... Muy inteligente." (Spencer)

"Lo sé. ¿No es increíble? Gracias a ella tomé una buena decisión en un negocio hace un año y al fin pude abrir una compañía. Desde entonces tengo suficiente dinero como para tener subordinados." (Allan)

"¿Por qué no me hablaste al respecto? Creí que seguías siendo un vendedor ambulante." (Spencer)

"Je, je, je. He estado un poco ocupado." (Allan)

Ignorando a los dos adultos conversando, Fortuna se acercó a mí con pasos suaves y elegantes; si ella se presentara como princesa, cualquiera le creería.

"............" (Fortuna)

Al estar frente a mi, Fortuna únicamente se me queda viendo fijamente.

"¿Ocurre algo? Es un poco incómodo que me mire tan fijamente, señorita Fortuna." (Aruh)

"...Eres muy guapo." (Fortuna)

"¿Eeeeehhhhh?" (Aruh)

¿P-p-porque dijo eso? Ahora siento como mi cara se pone roja, y no de enojo. ¡Rayos! Está haciendo temblar mi determinación, es momento de contraatacar.

"Y también eres bastante inteligente encima de eso... ¡Totalmente mi tipo! ¿Te interesaría ser mi prometido?" (Fortuna)

¡Esta niña no me deja contraatacar! Es igual a Naku en ese aspecto, ¿Que todas las mujeres en Maltras son así de agresivas?

"Suena bien. Si se une a nuestra familia, la compañía quedaría en manos de dos personas inteligentes." (Allan)

No... Esto no es bueno.

"Ya... Tengo a alguien que me gusta... Alguien a quien amo." (Aruh)

¡Lo hice! He admitido mis sentimientos por Naku, he dicho que la amo. Me encanta estar con ella, es divertido y me gusta con sus virtudes y defectos. Su ausencia me duele; siento como si los papeles se hubieran invertido y yo fuera la doncella que espera por su amado... Muy bien, la analogía no fue la indicada.

Sin embargo, mis sentimientos son genuinos y no pienso dejarme seducir. Como hombre, debo ser fuerte y confiable.

"Eso es un problema..." (Fortuna)

Lo siento, joven Fortuna, pero así son las cosas.

"Significa que habrá que decidir quién es la esposa principal." (Fortuna)

¿......Que?