Especial 30: Aldea aislada
*Punto de vista en tercera persona*
Las aldeas no son lugares muy seguros y pacíficos para vivir, sobretodo si están lejos de los caminos principales que conectan a los pueblos y ciudades. No solo son el blanco de bandidos y monstruos, sino que también pueden ser víctimas de plagas o hambrunas.
Eralgia no es la excepción (en algunos casos)... La política de creación de caminos ha asegurado que muchas aldeas a lo largo de su territorio se mantengan conectadas al resto de la civilización, gracias a lo cual, las poblaciones pequeñas pueden crecer y mantenerse prósperas.
Sin embargo, los brazos del progreso no lo pueden abarcar todo. Existen numerosas aldeas que terminan olvidadas y deben valerse por sí mismas, esto empeoró tras el conflicto entre Eralgia y Timancera, pues muchos de los recursos usados para la creación de caminos fueron destinados a la guerra…
Lo que ha impedido que muchas de estas pequeñas aldeas desaparecieran durante este y otros desastres es la convivencia entre razas. Un aldeano de una raza guerrera se convierte en un buen protector, uno perteneciente a una raza inteligente puede ser un buen médico o dirigente, etcétera…
El odio y racismo es menos común en las aldeas..
“Te dijimos que regreses a la aldea… Los goblins han aumentado mucho en número.” (Guardia lizardon)
En las afueras de una de los pequeños poblados de Eralgia, una chica elfo de largo y brillante cabello rubio se hallaba suplicante frente un grupo de seis soldados lizardon de gran porte. La jovencita de aspecto frágil y de apenas unos 15 años de edad estaba armada con una lanza improvisada con una punta de obsidiana. Su armadura también se veía de mala calidad, solo eran trozos de cuero de cabra unidos con malas costuras…
Ciertamente se veía como una guerrera… Una nada intimidante.
“Entonces dejen que ayude en su exterminio… Y no solo de goblins, también de lobos, saclers y otros monstruos que se acerquen a la aldea.” (chica elfo)
Pero al contrario de su apariencia, su mirada era fuerte, digna de un guerrero… Sus ojos eran de un brillante color dorado, aumentando su fiereza. No era un rasgo tan raro como el cabello verde, pero tampoco era muy común.
El lizardon frente a ella, el líder que se opuso a que saliera de la aldea, dejó escapar un leve suspiro.
“Ahhhh… Escucha Lauzi… ¿Que te he dicho de los goblins?” (guardia lizardon)
“Varias cosas: pueden oler a las mujeres desde una gran distancia, las secuestran y las llevan a sus nidos para violarlas hasta la muerte, viven en grupos numerosos, son astutos, pueden usar armas, engendran variaciones con más frecuencia que otros monstruos, etcétera, etcétera, etcétera…” (Lauzi)
“Si estás al tanto de todo ello, ¿Porque insistes en salir a enfrentarlos?” (guardia lizardon)
“¡Por el bien de la aldea! Y porque es divertido…” (Lauzi)
“Serás…” (guardia lizardon)
“¡Oh vamos, papá! ¡La sangre de guerrero fluye por mi cuerpo! No puedo simplemente ponerme a cuidar de las gallinas y la huerta.” (Lauzi)
Pese a pertenecer a razas distintas, ambos eran padre e hija unidos por sangre. La madre de Lauzi era una mujer elfo y la doctora de la aldea, una mujer muy inteligente pero con problemas para mantener a su hija fuera de los problemas causados por su amor a los combates y las aventuras.
“¡Las mujeres elfo también pueden ser guerreras! Peng me contó que una chica de Sulteto salió a convertirse en mercenaria hace poco.” (Lauzi)
Al escuchar ese nombre, su padre volteó a ver a uno de sus acompañantes… El de menor estatura del grupo.
“¡Lo siento! Bebí mucho esa vez.” (Peng)
“¡Por favor! Prometo seguir estudiando con mamá si me dejan ir con ustedes.” (Lauzi)
“No, y eso es definitivo… Vas a regresar a casa y ayudaras a tu…” (guardia lizardon)
“¡Shhh! Oigo algo…” (Lauzi)
“¡Giii! ¡Giii!” (goblin)
Mientras que ambos discutían, un goblin salió de entre unos matorrales, estaba lejos del grupo y se dirigía a la aldea… Si había uno, debían haber otros en las cercanías.
“Hay más que vienen de esa misma dirección.” (Lauzi)
“¡Maldición! Ya debe haber un nido cerca de la aldea.” (guardia lizardon)
El padre de Lauzi desenvainó su gran espada de bronce, los otros lizardones siguieron su ejemplo…
Pero antes de que pudieran correr a matar el goblins, Lauzi ya había arrojado su lanza contra el monstruo para después correr hacia donde estaba.
“¡Lauzi!” (guardia lizardon)
“¿Gii?” (Goblin)
El goblin se percató de la existencia de Lauzi, una hembra de buen olor… Para después morir empalado por la lanza que ella había arrojado. El tiro fue muy preciso y atravesó el cuello del desdichado.
“¡Espera, tonta!” (guardia lizardon)
Un lizardon es más rápido corriendo que cualquier humano, también que un elfo… Sin embargo, Lauzi estaba siendo más rápida que su padre y el resto de los guardias lizardones.
La persecución tuvo que ser interrumpida tras la aparición de más goblins.
“¡Son 20! Todavía pueden haber otros que estén escondidos.” (chico lizardon)
“¡Fult! ¡Peng! ¡Goee! Rodeenlos por su derecha, nosotros tres los atacaremos de frente. Eviten que se dispersen.” (guardia lizardon)
“Pero Kiloon, ¿Que hay de tu hija?” (Peng)
“Debio entrar en razón, se dirige a la aldea. Menos mal tiene algo de sentido común en su cabeza todavia.” (Kiloon)
El padre de Lauzi y líder del grupo, Kiloon, declaró tras ver a su hija ignorando a los demás goblins y dirigirse directamente a la aldea… O eso parecía, fue a recoger su lanza.
“¡Muy bien! ¿Quien es el próximo?” (Lauzi)
“......Si, le sobra sentido común.” (Peng)
“¡Lauzi! ¡Que te regreses a la aldea! ¡Ve y da la alarma!” (Kiloon)
“...¡Puedo hacerlo desde aquí!” (Lauzi)
Tras inhalar bastante aire, Lauzi dio un fuerte silbido, tan potente que los goblins se taparon las orejas e incluso ella misma terminó mareada por el ruido… Pero funcionó, se escuchó el sonido de una campana viniendo de la aldea, lo cual sorprendió a Kiloon.
“Es mi señal secreta entre Lora y yo. Si me encuentro fuera de la aldea, ella hará sonar la alarma en mi lugar tras escuchar ese silbido.” (Lauzi)
“La pequeña Lauzi es bastante inteligente…” (joven lizardon)
“¡Lo soy! Un buen guerrero no solo depende de sus músculos , sino también de su astucia… Ahora, ¡A matar goblins!” (Lauzi)
…
“Y luego… ¿Qué pasó” (joven aldeana)
“Me uní matando a los goblins que lograron escabullirse del grupo de papá y los demás, sus números aumentaron a 50... ¡Debiste verme, Lora! ¡Acabé con cinco fácilmente!” (Lauzi)
“Pero si lograste tal proeza… ¿Porque te castigaron con esta tarea?” (Lora)
Luego del incidente con los goblins, Kiloon castigó a su hija haciéndola limpiar durante 10 días los establos de los cerdetoks…
Lauzi obedeció sin quejarse, pues era la primera vez que su padre se enojaba tanto.
La jovencita humana llamada Lora era la mejor amiga de Lauzi y también su mayor cómplice en sus locas aventuras… Aunque su apoyo era desde una distancia segura, pues al contrario de la (autoproclamada) guerrera elfo, a ella le asustaban los monstruos y enfrentarse a situaciones peligrosas.
Sus personalidades eran también muy diferentes, con Lora siendo prudente y tranquila…
“Porque el torpe de papá piensa que lo que hice fue una locura muy peligrosa… Que pude haber muerto y que mi trabajo era el de ayudar en la aldea como campesina o como doctora cómo mamá… ¡Él no entiende! ¡Soy la mas fuerte de la aldea! Podría fácilmente exterminar a todos los monstruos de los alrededores…” (Lauzi)
“Al menos tu puedes darte tus escapadas y matar a uno que otro monstruo, pero yo me encuentro en una peor situación… Ahhh, ¿Por qué Félix no se fija en mi?
La razón por la que ambas eran muy cercanas y se llevaban bien, se debía a que en el fondo, las dos estaban insatisfechas con sus roles..
Ambas tenían sueños sin poder cumplirse: Lauzi el ser guerrera, y Lora ser la esposa de un rico comerciante que la llenara de lujos… Pero en ausencia de tal persona en donde vivían, el blanco era el hijo del jefe de la aldea, Félix.
“Bueno… Él come de la mano de Saterta, deberías dejar de perseguirlo y aceptar a Montesinto.” (Lauzi)
“Y tu deberías dejar de tratar de ser una guerrera… Félix heredará el puesto de jefe de la aldea y junto con su belleza, es el mejor partido en la aldea.” (Lora)
“Mmm, quizás podríamos abandonar la aldea e ir a alguna ciudad… Quizás a Jimama. Ahi podria unirme al ejercito o a algún gremio mercenario, y tu encontrar a un hombre mucho mejor que Félix, ahi debe de haber comerciantes de a montones.” (Lauzi)
“Suena como una buena idea… ¡De no ser porque sería un suicidio hacerlo! En otras partes de la región habitan monstruos muy poderosos que bajan de Tulser… Pero lo peor de todo son los ladrones, se dice que la región les pertenece a ellos y pueden hacer lo que quieran a sus anchas.” (Lora)
Una llama se encendió en la mirada de Lauzi, algo que Lora percibió y le hizo darse cuenta que más que desanimar a su amiga, la estaba alentado.
“Esto… Aunque suene emocionante, los bandidos son muy peligrosos, especialmente los que pertenecen a una banda llamada Ponzoña. Mi padre me contó que son mucho más peligrosos que los monstruos y que ni los soldados pueden contra ellos.” (Lora)
“Yo también escuché hablar sobre ellos de mi padre… Que son muy fuertes, que queman aldeas y masacran a todos sus habitantes salvo por las mujeres, a quienes violan insaciablemente… Suenan como goblins al final.” (Lauzi)
“Si, tienes razón.” (Lora)
“Ku, ku, ku, ahora de verdad que quiero ir a Jimama. Esos bandidos suenan como una buena presa, y cuando regrese a la aldea luego de vencerlos, papá y mamá tendrán que admitir que soy toda una guerrera.” (Lauzi)
“Bueno, no se para que intento hacerte entrar en razón… Siempre consigo el efecto contrario.” (Lora)
“Todo saldrá bien. Comenzaremos con los preparativos cuando terminen los 10 días de castigo… Papá saldrá a buscarme si me lo salto.” (Lauzi)
“Hablando de tu castigo, ese cerdetok no se ve muy bien… Creo que va a vomitar.” (Lora)
“¡Noooo! ¡Acabo de limpiar ese lugar!” (Lauzi)
…
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Los planes de Lauzi de abandonar la aldea junto con Lora se vinieron abajo al día siguiente.
Un hombre de la aldea que había ido al pueblo cercano regresó con la noticia de que la banda de ladrones Ponzoña había sido exterminada por un pequeño grupo de personas.
Se cantaban grandes proezas sobre este grupo de héroes, haciendo énfasis en su poder y valentía… También se habían mezclado rumores sobre cómo subyugaron a más bandas de ladrones o ejércitos de monstruos.
Eran el principal tema de conversación no solo en ese pueblo, sino en la región entera.
Pese a que la aldea estaba algo aislada, aún así los pobladores se enteraban de las cosas que ocurrían en el exterior; estaban al tanto de que tan temida y peligrosa era Ponzoña, incluso formaron sus propios rumores sobre la banda, así que la información de que fue vencida con facilidad, provocó una gran alegría además de asombro.
Más tarde ese mismo día, los hombres se reunieron a beber para continuar interrogando al hombre que les contó la noticia: el cazador Clos.
“¿En serio se enfrentaron sólo seis contra los mil ladrones?” (aldeano humano 1)
“Si, y salieron completamente ilesos. El viejo Alestor dijo que se harán estatuas en su nombre en Tokota y Jimama.” (Clos)
“Suena difícil de creer, Alestor ya está muy anciano y debe estar inventando cosas.” (aldeano humano 2)
“Pero no fue solo él quien me habló sobre esa proeza. Todos en el pueblo lo sabían… Se trata de un grupo de héroes, si, de héroes.” (Clos)
“¿Por que esos héroes se molestarían en ayudar a esta región boscosa? Está muy lejos de la capital del reino… Si quieren ser famosos hay que ir más al oeste.” (aldeano humano 3)
“Entonces no serían héroes.” (Kiloon)
Kiloon estaba entre los presentes y bebió un gran trago de su tarro de hidromiel tras dar su opinión. Sus palabras convencieron a los demás, quienes discutieron ese hecho mientras asentían.
“Concuerdo con Kiloon, un hombre que realiza una buena acción por fama o dinero es solo un mercenario… Clos, ¿no sabes si estas personas pidieron algo a cambio de su servicio?” (aldeano elfo 1)
“Tengo entendido que el Señor de la región casi tuvo que forzarlos para que aceptaran una recompensa… Y de ella solo tomaron una pequeña fracción para así responder a la buena voluntad que se les ofrecía.” (Clos)
“Tienen corazones humildes por lo que se dice de ellos… Tal vez si sean héroes después de todo.” (aldeano lizardon)
“Quizás puedan venir a la aldea y librarnos de todos los goblins y los demás monstruos.” (aldeano elfo 2)
“Y tal vez alguno de ellos se enamore de alguna de las chicas de la aldea y quiera quedarse a vivir aquí.” (aldeano kekat)
“El problemas es si se enamora de una casada, tendremos que obligar al marido a que la deje, ¡Jua, jua, jua!” (aldeano humano 3)
La conversación era amena, quizás el tema principal eran los héroes de Goldtree, pero de vez en cuando entraban otros más típicos de reuniones de hombres bebiendo.
De pronto, una persona que estaba escuchando en silencio desde las cercanías decidió intervenir para preguntar algo que, para su mal humor, no se había mencionado.
“¿Cómo son esos dichosos héroes?” (Lauzi)
“¿Lauzi? ¿Qué haces aquí? Esta es una conversación entre hombres.” (Kiloon)
Lauzi presentó una canasta con panes de trigo.
“Mamá creyó que se les estarían acabando los bocadillos con los que acompañar la bebida.” (Lauzi)
“Tienes una esposa tan buena y considerada, Kiloon.” (aldeano kekat)
“Si, pero sospecho que ella mandó el pan desde hace tiempo… ¿Nos has estado espiando, Lauzi?” (Kiloon)
“Solo esperaba el momento adecuado para presentarme… Entonces, ¿Mencionaron como son los héroes?” (Lauzi)
Dejándole la canasta de pan a su padre, Lauzi ignoró su acusación y fue directo con Clos, quien ante la intimidante mirada de la joven, retrocedió un poco.
“B-Bueno… Según se dice, se trataba de un grupo de lizardones muy fuertes.” (Clos)
Los lizardones presentes en la reunión se cruzaron de brazos, orgullosos de que algunos hombres de su misma raza pudieran liberar a la región del azote de los bandidos.
“Bueno, si hablamos de habilidades de combate no hay como un guerrero lizardon.” (aldeano humano 4)
“Así que eran lizardones... Deben de ser tan geniales como papá.” (Lauzi)
“N-No por que me halagues te reduciré el castigo, ¿o-oíste?” (Kiloon)
Kiloon trató de lucir serio, pero su cola golpeaba felizmente el suelo, evidencia de lo contento que estaba por recibir los elogios de su hija.
“¡Oooh! La limpieza de los establos por pelear con goblins, ¿verdad? Quizás más que castigarla, deberías premiar su valor.” (aldeano humano 1)
“¿Verdad que si? Pero papá cree que me expongo a mucho peligro por ser una elfo como mamá.” (Lauzi)
“Me preocupa más bien el hecho que eres demasiado intrépida… Antes de esa ocasión fuiste a exterminar un nido de abejas espectrales… Y antes de eso entraste a una madriguera de osos creyendo que era una mazmorra…” (Kiloon)
“Tch, no me recuerdes ese fiasco… ¡Malditos osos que arruinan mis sueños!” (Lauzi)
“¡Hubiera sido más peligroso si de verdad fuera una mazmorra!” (Kiloon)
“Peligroso, peligroso, peligroso… Es lo único que sabes decir.” (Lauzi)
Una vez que padre e hija comenzaron a discutir, los demás hombres decidieron continuar su conversacion…
“Pronto va a ser el festival de otoño… Este año va a haber una gran cosecha.” (aldeano kekat)
“Pondré muchas trampas para capturar bastantes presas y ayudar en el festín, conseguí unas muy buenas con Albert… Sin embargo, últimamente atrapo mas goblins que otras cosas, creo que su población está aumentando mucho.” (Clos)
Cuando el tema de los goblins fue tocado, Kiloon y Lauzi dejaron de pelear.
“Los goblins prosperan fácilmente cuando hay abundancia de comida, pero su número ha crecido mucho en días recientes… Creemos que hay un nido cerca de la aldea, ¿No es así, Kiloon?” (aldeano lizardon)
“Sí, pero incluso eso no explica que Clos los cace con frecuencia… Sus trampas están esparcidas por un amplio territorio… ¿Que hay de las que tienes cerca del pueblo?” (Kiloon)
“También en esas… Incluso en el mismo pueblo dicen que hay muchos en los alrededores.” (Clos)
“¿Será que hay menos depredadores la razón por la que hay tantos goblins últimamente?” (aldeano elfo 1)
“Puede que sea al revés.” (Lauzi)
Las miradas se centraron en Lauzi, quien tomó asiento despreocupadamente al lado de Kiloon.
“Los goblins son capaces de cazar a sus depredadores si sus números son altos… La razón por la que no me he encontrado muchas slimes tiradoras y lobos cuando salgo a entrenar debe ser por el aumento de goblins… Yo también me los he encontrado con mayor frecuencia.” (Lauzi)
“...¿Te has escapado a escondidas?” (Kiloon)
“.........Cuando salgo a entrenar tras limpiar los establos es cuando los encuentro. Claro que no son la gran cosa incluso en grupos.” (Lauzi)
Kiloon miró con reproche a Lauzi pero esta evadió dicha mirada mientras hacía énfasis en que cumplía con su trabajo.
“Estoy con tu padre, deja de andarte escapando y quédate en la aldea.” (Clos)
“Pero…” (Lauzi)
“Nada de peros, si los goblins están aumentando entonces los bosques se han vuelto demasiado peligrosos… Hasta que no hayamos exterminado todos los nidos de los alrededores no pondrás un pie afuera de la aldea.” (Kiloon)
Lauzi se levantó y se alejó del grupo con intenciones de marcharse… Pero se dio la vuelta para despedirse, y después irse de verdad.
“Esa niña… No recuerdo ser tan problemático a su edad.” (Kiloon)
“Mentira, mi padre me contó que en tu juventud también eras un rebelde.” (aldeano humano 1)
“Él era el rebelde, yo solo lo seguía… Su memoria debe estarle fallando ya a sus 60 años.” (Kiloon)
Kiloon evadió la mirada de acusación de la misma manera en la que Lauzi lo hacía.
…
Al día siguiente de que Clos llegara con las noticias de los héroes de Goldtree, Kiloon y sus hombres salieron a buscar nidos de goblins para destruirlos.
Clos decidió acompañar al equipo de exterminio como apoyo, su habilidad con el arco era tan buena como la de un elfo pero sus músculos eran mucho más grandes gracias a sus incursiones para cazar.
Sin embargo, nadie en el equipo se había dado cuenta de que un integrante mas los venía siguiendo desde la distancia: Lauzi, quien se escapó dejando a su madre creyendo que se encontraba con Lora y otros aldeanos cuidando los campos de cultivo.
Sin embargo, la búsqueda de goblins fue infructuosa, no aparecían por ningún lado… Es como si los que se acercaron a la aldea hace un par de días y el resto de los que fueron encontrados hubieran sido los últimos que habitaban en la zona.
“¿Mmm? Hay un campamento en esa dirección.” (Peng)
Mientras exploraban en busca de los nidos, el grupo se encontró con los restos de un campamento en medio del bosque… Todo estaba destruido o rasgado y había sangre por todos lados, todo indicaba que las personas que lo habían levantado fueron atacadas, y muy probablemente muertas.
“Fueron los goblins, no cabe la menor duda…” (Clos)
“¿Quien acampó aquí y con qué propósito? ¿Serían mercenarios?” (Kiloon)
“Miren, los goblins no tocaron eso… ¿Un huevo?” (Peng)
“¡Es enorme! ¿Que clase de criatura lo habrá puesto?” (Clos)
Dentro de los restos del carruaje había una jaula con un enorme objeto esférico, se trataba de un huevo con un diámetro de metro y medio.
“¡Es muy pesado! En serio, ¿Que cosa puso este huevo? ¿Un dragón?” (Peng)
Los hombres de Kiloon trataron de levantar la jaula con el huevo pero se necesitó de tres de ellos para poder hacerlo.
“Lo desconozco, pero muy seguramente no fue uno de los monstruos que viven en estos bosques… Sospecho que quienes estaban acampando aquí lo consiguieron de otra región o de otro reino.” (Kiloon)
“¿Qué hacemos? ¿Lo llevamos a la aldea? Si lo vendemos en el pueblo quizás podamos obtener los fondos para construir un camino… O bien, provisiones suficientes para varios años.” (Clos)
“Si este huevo puede pagar el camino de la aldea a Sulteno con gusto lo llevaremos a la aldea. Aunque ahora estamos en medio de una cacería de goblins… Lo recogeremos en el camino de regreso.” (Kiloon)
“Oye, Kiloon… ¿No crees que es raro que no nos hayamos topado ninguno hasta ahora? De hecho, quizás suene raro, pero no nos hemos topado con ningún otro monstruo o animal… ¡Ni siquiera una triste ardilla!” (Peng)
Cuando se mencionó el hecho de que el grupo no había encontrado goblins hasta ese momento, todos miraron en los alrededores del campamento… Había huellas pequeñas por todos lados junto con las de algunos humanos… Sin embargo, también notaron algo raro.
“No hay huesos…” (Kiloon)
Los goblins podrían haberse comido a las víctimas y a los miembros de su misma especie que hubieran muerto durante el enfrentamiento… Pero no se comerían los huesos.
Tras revisar en los alrededores, Kiloon y su equipo no pudieron encontrar los restos que buscaban… Lo que sí encontraron fueron otros huevos diversos y cascarones esparcidos, ninguno de alguna especie que conocieran.
“Más que cazadores, debían ser traficantes… Pero de ellos no quedó nada.” (Peng)
“Estas personas debieron ser atacadas hace unos tres días… Tal vez los huesos fueron comidos por algún carroñero.” (Clos)
¿E ignoraron los huevos? Los cangrejos espías los adoran…” (Kiloon)
*Criiiisssshhhh*
Un agudo ruido pudo escucharse a la distancia.
“¡Vino en dirección de la aldea!” (Lauzi)
Saliendo de su escondite, Lauzi llamó al grupo.
“¿Lauzi? ¿Cómo fue que…? Olvidalo, puedo hacerme una idea… ¿Que tan lejos fue de aquí?” (Kiloon)
El grupo había caminado por medio día y se habían alejado bastante de la aldea; Kiloon confiaba en los oídos de los elfos, su hija no era la excepción.
“Mucho, puede que sea de la aldea misma.” (Lauzi)
“Volvamos inmediatamente. Nuestras familias y amigos pueden estar corriendo peligro.” (Kiloon)
Kiloon dio la orden y todos se pusieron en marcha a la aldea.
“No te escaparás de un fuerte castigo, Lauzi.” (Kiloon)
…
Tras una larga carrera de regreso, lo que Lauzi y el equipo de caza encontraron fue una escena de pesadilla.
Varias casas fueron vandalizadas y manchas de sangre por todos lados… Todos se habrían asustado de no ser por los gritos que venían de más adentro de la aldea, por lo que debía haber gente con vida.
“Preparen sus armas… Lauzi, tu quédate aquí, iré por tu madre y a matar al responsable de esto.” (Kiloon)
“¡No! ¡Yo voy también! ¡Lora! ¡Mamá! ¡Quiero salvarlas!” (Lauzi)
Kiloon no quería gastar más tiempo discutiendo con su hija, pero tampoco quería involucrarla en lo que estuviera pasando.
“No te alejes de mi lado.” (Kiloon)
Lauzi asintió y acompañó a su padre y a los demás a donde se escuchaban los gritos. En el camino, el grupo presenció mejor el gran desastre en el que se convirtió la aldea: ya no había rastros de vida, animales y pobladores por igual habían desaparecido…
“¡Fult! ¡Busca sobrevivientes!” (Kiloon)
Uno de los lizardones se separó del grupo y fue a buscar en los alrededores.
Los gritos se hicieron más fuertes y aumentaron en número, eran tanto de hombres como de mujeres. Sin embargo, antes de que el grupo pudiera seguir su camino, varios goblins aparecieron para bloquearlo.
“¡Geeee! ¡Geeee!” (Goblins)
“¡Goblins!” (Clos)
Sin detener su marcha, el grupo exterminó a los goblins que habían aparecido; Lauzi se había adelantado ignorando las advertencias de su padre.
“Es muy buena.” (Kiloon)
Pese a que no quería admitirlo, Kiloon encontraba fascinante la habilidad de Lauzi con la lanza, quien con movimientos extremadamente precisos, siempre acertaba en puntos vitales de los goblins, dándoles muerte de un solo ataque a cada uno o a varios al mismo tiempo.
‘Puede que me haya superado sin que me diera cuenta’ pensó Kiloon para sus adentros.
Y cuando finalmente llegaron a la fuente de los gritos, su asombro se mezcló con miedo, asco y enojo.
Los goblins son conocidos por su gran libido, suelen copular con hembras de otras especies aunque no puedan procrear… También suelen atacar a mujeres sin importar su raza para este propósito.
“¡Ahhh! ¡Nooooo! ¡Bastaaa!” (aldeana 1)
“¡Pareeen! ¡Ahhhh!” (aldeana 2)
“¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Piedad!” (aldeana 3)
Gritos de angustia al ser víctimas de la lujuria de los monstruos mezclados con los ruidos obscenos de la cúpula sonaban con fuerza…
“¡No! ¡Dejenme!” (chico atractivo)
“¡Felix! ¡Ahhhh! ¡Sálvame!” (aldeana 4)
Hombres y mujeres por igual eran víctimas de la lujuria de los monstruos, quienes les violaban incansablemente pese a las súplicas de que se detuvieran… Pero los agresores no eran los goblins, estos permanecían inertes, con los ojos desenfocados…
Los monstruos que estaban violando a los pobladores eran una especie distinta, una especie tan fea como los goblins pero de mayor tamaño y que tenían los órganos sexuales de los machos y de las hembras al mismo tiempo.
“¡Majyen!” (Kiloon)
“¡Noooo! ¡Kiloon! ¡Ayudame!” (mujer elfo)
Kiloon vio con ira como una mujer elfo estaba entre las mujeres que estaban siendo abusadas por los monstruos… Se trataba de su esposa.
La ira del lizardon estalló, y con un grito se abrió camino entre los goblins, destrozándolos con el filo de su espada.
Sus compañeros lizardones hicieron lo mismo. Montones de trozos de goblins volaron por los aires…
“No han matado a ningún aldeano…” (Lauzi)
Quizás por la fuerza de la impresión al ver a su madre y conocidos siendo mancillados por las criaturas desconocidas, Lauzi tiró su lanza y miró a su alrededor… Encontró a su mejor amiga Lora llorando y gritando por ayuda.
*Keshaaa*
Los monstruos se dieron cuenta de la presencia de los atacantes. Al escuchar el grito que uno de estos seres hizo, los goblins reaccionaron y comenzaron a defenderse, no con armas, sino lanzándose contra Kiloon y los demás para tratar de someterlos…
Más de los monstruos salieron de los edificios, viendo con deseo y lujuria a los lizardones mientras masticaban huesos de los animales de la aldea o comiéndose a un goblin… Uno vio a Lauzi y a Clos, convirtiéndolos en su blanco.
“Lauzi, regresa con Fult y vayan a buscar ayuda…” (Clos)
Una multitud de goblins comenzó a aparecer de los edificios acompañando a los monstruos…
Eran muchos, si Clos y Lauzi no huían pronto serían rodeados.
“Pero… Yo… Tengo que ayudar… Mamá, Lora… Todos…” (Lauzi)
“¡Pide ayuda! ¡Te lo suplico!” (Clos)
Clos sacó su arco y disparó flechas contra el monstruo que estaba violando a la madre de Lauzi, pero un goblin se atravesó, impidiéndole matarlo… Esto no detuvo a Clos y siguió intentándolo consiguiendo el mismo resultado, cuando se le acabaron las flechas, tomó la lanza de Lauzi y se lanzó contra los goblins para acompañar a Kiloon.
“Lo siento…” (Lauzi)
Al ver a Clos unirse a su padre y a los demás, Lauzi despertó de su trance… Sus ojos se llenaron de lágrimas de frustración por sentirse intimidada tras presenciar el sufrimiento de los aldeanos, su madre y su amiga incluidos.
Viendo el gran número de goblins que había aparecido, obedeció la orden de Clos y corrió en busca de ayuda… Y en su trayecto fuera de la aldea, encontró al lizardon que se había separado enfrentándose a otro numeroso grupo de goblins.
“Lauzi… ¡Avisa a Kiloon y a los demás! ¡La aldea fue invadida por goblins!” (Fult)
Lauzi sintió el impulso de salvarlo, pero se dio cuenta de que no traía su lanza consigo y de que si intervenía, sería capturada también.
El subordinado de su padre se percató de que algo había ocurrido… Algo muy grave y que Lauzi tenía una misión…. Así que le lanzó su espada.
“¿Eh? ¿Fult?” (Lauzi)
“¡Te servirá!” (Fult)
Y con una sonrisa, el lizardon continuó defendiéndose con sus puños. Entendiendo el sacrificio que el guerrero había hecho, Lauzi tomó la espada y emprendió la huida.