Capítulo 92: Cambio inesperado
Luego de treinta minutos de espera, guardias de las fuerzas de autodefensa y la milicia se abrieron paso entre los callejones de los barrios bajos y llegaron hasta la guarida de los Desertores, en donde yo ya tenía a todos los prisioneros atados, amordazados y separados en tres categorías: Desertores de la Ruina, criminales peligrosos y criminales de baja peligrosidad.
Todos se mostraron muy cooperativos, lo que me facilitó las cosas.
Fue una escena que probablemente se veía inverosímil ante los ojos de los guardias, todos tenían expresiones de total asombro… Y miedo al ver a Regis en el tejado de la guarida (Regis pesa menos de lo que aparenta).
Los lizardones fueron rápidos en rendirle tributo.
Uno de los guardias que venían a la cabeza me resultó familiar… Y lo reconocí, fue uno de los tres que llegaron primero tras la pelea con Grezocalix frente al ‘Salón de los placeres’.
“Usted es… El héroe de esa vez… No, el héroe de Jimama.” (guardia líder)
“Aru Hydran, hoy es el día que celebran a los verdaderos héroes y no quisiera ser referido como uno por respeto hacia ellos.” (Aruh)
La verdad, el título de héroe me sigue siendo un poco vergonzoso…
“¡Que inspirador! Un corazón modesto y puro digno de los grandes héroes.” (guardia 1)
Pero mi petición tuvo el efecto de convertirme en alguien aún más admirado… De seguir así los trovadores van a empezar a cantar mis actos en Jimama… O puede que sea demasiado tarde y ya existan canciones sobre mí. Aquella vez en el cuartel, el escuchar exagerar el exterminio de Ponzoña me hace sospechar que es así.
“Ahem… Todas estas personas que tienen aquí están involucradas en una conspiración llevada a cabo por mentes criminales muy sucias y perversas… Incluso el joven que está detrás de ustedes y que los trajo aquí, arrestenlo.” (Aruh)
Los guardias ataron al delincuente que mandé a dar aviso.
“¿Cual es tu nombre y razón por la cual te uniste a esta conspiración? Te sugiero que digas la verdad, ese pequeño al que tengo en el techo puede saber si alguien miente, y no le agradan los mentirosos, ¿verdad, Regis?” (Aruh)
“¡Groaaaar!” (Regis)
Regis no tiene tal habilidad pero este criminal no lo sabe.
“Soy Gatolfo, un simple ladronzuelo del mercado… Un hombre aterrador me dijo que me daría comida y dos monedas de plata si trabajaba para él.” (Gatolfo)
Fruncí el ceño y el pobre casi se desmaya del miedo… No parece estar mintiendo, pero lo dejaré en manos de Dob investigar su pasado (cuando lo rescaten, claro) y el de los demás delincuentes.
“Los arrestaremos a todos y los mandaremos a los calabozos antes de ser colgados… Son muchos, así que van a ser varios días de ejecuciones.” (Guardia líder)
Por suerte no voy a estar presente, no tengo miramientos en matar a mis enemigos en combate, pero tampoco disfruto ver morir personas…
Pero hay algunas cosas que debo dejar en claro…
“Tomaré custodia temporal de dos grupos de los criminales que capturamos mis compañeros y yo… Este y ese de ahí.” (Aruh)
Señalé a los ‘Desertores de la Ruina’ y a los criminales de baja peligrosidad.
“También a Gatolfo. Quiero dos carruajes para transportarles por separado… Los llevaré a mi residencia en la parte central de la ciudad…” (Aruh)
“¡No me convierta en comida de su dragón o de su ave-monstruo! ¡Se lo ruego! ¡Solo tenía hambreeee!” (Gatolfo)
“¡Calla, ladrón!... Lamento decirle que aunque sea un benefactor de la ciudad, no podemos permitirle que lleve criminales al interior de las murallas.” (Guardia líder)
“Habrá oficiales esperando, así que será un juicio oficial…” (Aruh)
El líder de los guardias miró a sus compañeros y todos asintieron.
“Muy bien, pero en todo caso será acompañado de algunos soldados.” (Guardia líder)
“Me parece bien.” (Aruh)
Cargué a ‘Cazadora de los sucios’ y seguí a los guardias luego de que estos tomaran a los prisioneros. El camino de regreso por las calles de los barrios bajos me bajó los ánimos…
Es curioso cómo puedo ver ahora a las personas con tanta empatía… De una vida a otra se puede cambiar la manera de ver las cosas.
En mi interior aun siento parte del odio con el que morí, pero al ver a los habitantes de este lugar me hace creer como si esa parte negativa de mi fuera una mentira.
Gracias al amor de mis padres, amigos, y mis lindos corazones es que me puedo considerar un hombre diferente al que era en la Tierra y que ahora sea mucho más feliz…
Quiero compartir un poco de esa felicidad con los que lo necesiten… Demostrarles que la esperanza existe.
Tuve una idea mientras esperaba a que llegaran los guardias, y quiero hablar con Fortuna sobre los medios para hacerla realidad.
Pero quizás sea conveniente primero calmar a Gatolfo…
“No voy a convertir a nadie en comida para Regis, así que no tiembles tanto.” (Aruh)
Gatolfo se dio la vuelta y me miró con sus ojos grandes.
“¿En… En serio?” (Gatolfo)
“Mis palabras no deben sonar muy convincentes luego de ese combate, pero no soy un desalmado… Además, ninguno de mis entes come personas, hay mejores fuentes de alimento.” (Aruh)
“Groaaar” (Regis)
“Kurrh” (Quetzal)
Los dos asintieron.
…
Al salir de los barrios bajos, ya había un vagón de prisioneros disponible, ahí subieron a los criminales peligrosos. Dichos delincuentes eran asesinos, secuestradores o miembros de bandas similares a Ponzoña.
Otros dos carros más llegaron y subimos a los Desertores y a los malhechores de baja peligrosidad (por separado), siendo yo el que conduciría el vagón donde iban los Desertores de la Ruina y el líder de los guardias quien conducía el otro.
Al llegar a las puertas de la muralla, recibimos rápidamente el permiso de pasar; el alcalde ya había dado la orden… Cuya presencia no sentí en la mansión al acercarme lo suficiente… Pero si sentí la de su esposa, y mejor aún, la de Megan…
Estaban también ya todas las chicas y el resto del equipo reunido, junto con Dob, Perik, las tres agentes que lo cuidaban y otras presencias más que me eran desconocidas.
“¡Bienvenido, joven Aruh! ¡Todo resultó bien!” (Varetsi)
Fui recibido en la entrada por Varetsi, Desia, Agatha, Mitena y Schelt…
Desia me revisó para ver que no tuviera heridas… Le di un beso en la mejilla a cada una de mis chicas y después nos dirigimos a la parte trasera del vagón.
“Capturé a varios ‘Desertores de la Ruina’, entre ellos a alguien importante: ‘Cazadora de los Sucios’. Quiero que Dob la vea.” (Aruh)
“El señor Dob está durmiendo ahora, sus heridas ya fueron sanadas pero estaba muy fatigado.” (Desia)
“Ya veo, dejémosle descansar un rato entonces… Mientras tanto hay otro asunto que quiero solucionar.” (Aruh)
Cuando iba a mencionar a los bandidos que también capturamos, un soldado a caballo vino a toda prisa hasta la mansión.
“¿Cual es el problema?” (Guardia líder)
“¡Señor! El alcalde Sageon informa que el invitado del héroe, el señor Allan Dewell ha llegado a Jimama.” (guardia)
“Denle paso hasta nuestra mansión al señor Allan y a sus acompañantes, por favor.” (Aruh)
Los guardias asintieron y el que llegó a dar la noticia se fue a entregar la respuesta.
“¡El señor Dewell! ¡Tenemos que tener todo preparado!” (Mitena)
“Pero la esposa del alcalde quiere discutir de algo importante, ¿Que hacemos?” (Varetsi)
“Aún debemos tener unos 20 minutos o mas antes de que llegue el señor Allan… Llevemos a los prisioneros al sótano, To los mantendrá vigilados.” (Aruh)
“Prepararemos la recepción, hospedaje y los establos.” (Agatha)
“Yo te ayudaré en los establos…” (Schelt)
“Voy a buscar a Elin, Kristera y a Ursula.” (Desia)
If you come across this story on Amazon, it's taken without permission from the author. Report it.
“También hay que informarle a la señorita Fortuna, a la señorita Naku y a Blair.” (Varetsi)
Nos dividimos para tener todo listo, pese a que no estaban nada fatigados o heridos, mandé a Regis y a Quetzal a que descansaran… Se merecen un gran premio por su gran asistencia en la ‘pesca’ de hoy…
Yo fui con la señora Sageon pues me esperaba para poder conversar… Llevé a Gatolfo conmigo.
“Bienvenido, señor Aruh… Es un gusto ver que se encuentra ileso.” (Siris)
“Buenas tardes, señora Sageon. Es una pena que no pudiéramos asistir a la celebración de Megan… De la brigada como héroes.” (Aruh)
Se me deslizaron la palabras, mis ojos se cruzaron con los de Megan, quien hasta ahora estaba rígida a un lado de la señora Sageon. Naku, Fortuna, Cherry y Alice estaban en la habitación haciéndole compañía a nuestra invitada.
Mis demás amores estaban ocupadas en otros cuartos o vigilando por si venían más atacantes… Keeva y Perik estaban en la cocina junto con Kristera y Elin... y Desia, quien llegó poco después de que yo llegara a esta habitación. Por otro lado, Eugene estaba junto a Dob, las agentes y las otras presencias.
“Aruh, ¿Como te fue?” (Naku)
“Atrapé a varios Desertores y los mandé al sótano… Los tendremos ahí hasta que Dob y los agentes estén en mejores condiciones.” (Aruh)
“Pongamos a Barker para que los vigile… O podemos hacer que Lempo les saque toda la información que tengan antes de que Dob despierte.” (Naku)
“Puse a To para que los vigilara, pero la ayuda de Barker no está de más… Por cierto, el señor Allan viene en camino.” (Aruh)
“Oh, dioses… Y yo aquí quitándoles el tiempo… Quizás debamos dejar esta conversación para después.” (Siris)
“No, por favor… También quiero discutir de algunas cosas con usted presente.” (Aruh)
“...Y con Megan, ¿cierto?” (Siris)
Asentí. Megan me miraba con ojos suplicantes… Al parecer había sido regañada por la señora Sageon.
Tomé asiento tras indicarle a Gatolfo que permaneciera al lado de la puerta y no se moviera; los ojos de todas se centraron en él por un momento pero decidieron esperar a que yo lo mencionara en la conversación en lugar de preguntar sobre él.
“Antes que empiece, quiero disculparme por dejar que esto pasara. Mientras estábamos ocupados presentando a la brigada como héroes, un grupo de extremistas vino a atacarlos.” (Siris)
“Estábamos en la mira de estos tipos desde que Naku y yo estábamos en Tulser, y son tan eficientes que pasaron sobre la vigilancia de los agentes del rey… Fue un descuido nuestro también por confiarnos demasiado.” (Aruh)
“Cooperaremos con los agentes para encerrarlos a todos y sacarles toda la información que tengan… También haremos una limpia de todos los miembros de la facción que encontremos en Goldtree, el Señor Galuntre Greenstone estará más que gustoso de ayudar al benefactor de la región en deshacerse de sus enemigos.” (Siris)
Galuntre Greenstone, el señor de la región de Goldtree… Se supone que lo conoceré esta noche en la fiesta de gala.
“Puede que no suene muy convincente viniendo de un gobierno que permitió que los bandidos asolaran la región, pero pondremos todos los recursos que hagan falta para cumplir esa promesa.” (Siris)
“Estamos seguros de que harán un buen trabajo…” (Fortuna)
Fortuna estaba calmada, y en lugar de retirarse para ir a recibir a su padre, decidió quedarse en la conversación… Sus palabras tranquilas y de aprobación por la oferta de la señora Sageon le ganaron su gratitud.
Miré a los ojos a Naku, también a Fortuna… Busqué la aprobación de ambas sobre algo que cruzó mi mente el momento que entré en el cuarto y que he querido hacer desde anoche…
“Adelante, Aruh…” (Naku)
Con el permiso de mis dos esposas, hice mi petición.
“Señora Sageon… Quisiera que Megan se convirtiera en mi concubina.” (Aruh)
Fui un tonto y desconfié de ella esta mañana. Incluso sabía que era una petición egoísta teniendo en cuenta su labor como soldado, pero quería que estuviera a mi lado.
Lo ojos de Megan se abrieron mucho por la sorpresa…
“Te lo dije, Megan.” (Alice)
“¡Heooo!” (Cherry)
Sonrojada, Megan se cubrió la boca con ambas manos mientras que sus ojos se llenaban de lágrimas.
“Su petición es muy repentina. Ella es una oficial importante de la región y miembro de la recién nombrada ‘Brigada de los héroes’... Lamento informarle que eso no es posible.” (Siris)
“¿Bajo ninguna circunstancia?” (Aruh)
“La hay… Pero eso depende de ella. Megan, abandonas tu…” (Siris)
“¡Si!” (Megan)
“...... Siempre causándole problemas, soldado… Muy bien, pero no hay marcha atrás… Deberás seguir al señor Aruh con orgullo.” (Siris)
Una sonrisa en el rostro de la señora Sageon me hizo darme cuenta de que algo que planeaba fue exitoso…
“Megan, ven conmigo.” (Aruh)
“Muchas gracias, capitana.” (Megan)
Tras hacer un saludo militar, Megan vino y se sentó entre Alice y yo… No para interponerse, sino porque quería tenernos a ambos a su lado.
“Es un hombre muy peligroso, señor Aruh… Imagine como me sentí cuando ella me pidió durante la ceremonia que quería estar a su lado.” (Siris)
“¿Eh? ¿Durante la ceremonia?” (Aruh)
¿Quiere decir que Megan había hecho la propuesta personalmente?
“Simplemente no pude desobedecer a mi corazón… Quiero estar a su lado.” (Megan)
“Quieres seguir mis pasos, ¿Eh, Megan?” (Alice)
“Si, también le ofreceré mi espada al joven Aruh… Sin mencionar mi cuerpo entero.” (Megan)
“No me queda de otra mas que felicitarlos…” (Siris)
“Cuidaré muy bien de ella… Y prometo amarla mucho.” (Aruh)
Son tres las chicas que abandonaron su carrera militar por mí… Haré todo de mi parte para que no se arrepientan de ello.
“Ahora, tenemos algo de tiempo antes de que llegue el señor Allan… Hay un plan que tengo en mente y que quiero proponerle. Fortuna, dame tu opinión desde el punto de vista de un comerciante, por favor.” (Aruh)
Presenté a Gatolfo y la idea a la que llegué durante mi espera en los barrios bajos… Las reacciones que provocó fueron desde la sorpresa hasta la admiración por una propuesta tan radical.
“Si te doy mi opinión como esposa… Diría que eres el hombre más grandioso del mundo, Aruh… Pero…” (Fortuna)
“Es poco probable que tenga éxito… No conozco a ningún comerciante que se atrevería a tomar esa idea en cuenta… Muchos lo echarian afuera con solo mencionarla.” (Siris)
¿Tan extremo sería?
“Estoy de tu lado, Aruh… Convenceremos al señor Allan.” (Naku)
“Igual yo. Si lo que te preocupa es cómo lo vean los comerciantes, solo hay que convencerlos de que es factible y traerá los beneficios que buscas.” (Fortuna)
Un brillo peligroso apareció en la mirada de Fortuna.
“Megan… ¿Megan? ¿Estas bien?” (Alice)
Mientras tanto, Megan me miraba como si estuviera en trance… Alice pasó su mano frente a sus ojos, pero seguía teniendo esa expresión de anhelo sin reaccionar a ello.
“¿Eh? ¿Qué pasó? ¿Hice algo?” (Megan)
Tras unos instantes en su trance, Megan por fin reaccionó, sorprendida de que todos la estuviéramos viendo.
“No es nada, es solo que parecías estar ida.” (Alice)
“Perdón… Solo pensaba en lo bueno que es el joven Aruh. Tal vez mi opinión no signifique mucho, pero creo que es una grandiosa idea.” (Megan)
“Lo es, cierto que lo es.” (Alice)
Cherry me dio un abrazo lleno de cariño como su respuesta.
“Muchas gracias.” (Aruh)
…
Terminamos con la reunión para ir a ayudar en los preparativos para recibir al señor Allan. Llevé a Gatolfo al sótano con los demás delincuentes, y me agradeció mucho por la idea que propuse… Se conmovió al grado de derramar lágrimas.
“Cambiaré mi vida… Voy a ser un hombre nuevo.” (Gatolfo)
“Eso es lo que espero. Mi plan funcionará si tu y otras personas piensan de esa manera.” (Aruh)
Lo dejé en manos de To, los soldados y de Barker y regresé cuanto antes a prepararme, el señor Allan entró dentro del rango de mi extra percepción.
Con nuestras armaduras bien limpias y tras agregar unas prendas extras para vernos un poco más formales, todos en el grupo nos veíamos como soldados de alto rango. La señora Sageon dijo que vistiendo así podríamos asistir a las fiestas de la capital de Eralgia sin problemas.
Eugene salió para encontrar al señor Allan mientras que los demás salimos al patio y nos pusimos en formación para recibirlo.
“Estoy un poco nerviosa… Solo espero que no se asuste al vernos.” (Calse)
“Estaremos bien, solo recuerda que debemos de actuar como si fuéramos entes.” (Hasos)
No solo Calse estaba nerviosa, mis demás chicas también se preocupaban de si serían bien vistas por el padre de Fortuna… Pero el que debería estar más preocupado soy yo. No me ha dado hasta ahora una respuesta sobre el hecho de que Fortuna me acompañe… Y con lo acontecido con la banda de Ponzoña, me temo que se niegue a aceptarlo
No voy a ceder con Fortuna ni con Blair si se niega a mi relación con ellas… Pero quiero su bendición.
“Aruh… Puede que te sorprendas un poco al ver a mi padre. Ha cambiado desde la última vez que lo viste.” (Fortuna)
“Si… Él ha subido algo de peso. Oh, ahí viene.” (Blair)
Mientras me preguntaba por qué Fortuna y Blair mencionaron ese detalle sobre el señor Allan, el carro en el que venía se asomó de entre los edificios y dio vuelta para venir hacia aquí… Se trataba de un vehículo completamente distinto al que usaba para visitar la aldea, este era más… lujoso, por no llamarlo soberbio: estaba hecho de lo que parecía ser una madera blanca muy preciosa llamada ‘Álamo de nube’ (que tanto el profesor Spencer como el maestro Fas mencionaron era tan valiosa como para comprar una casa con una simple tabla), con incrustaciones de oro y gemas preciosas.
El carro era jalado por cuatro corceles muy finos de color blanco, y un regimiento de mercenarios le rodeaba… 24 en total, todos vistiendo armaduras de alta calidad y montando grandes lagartos bípedos cada uno.
“Esos son… Hoolpes. Son animales de carga muy caros.” (Mitena)
“¿Cuánto cuesta cada uno?” (Fion)
“Mi abuelo me dijo que cada uno vale una moneda de oro… Aunque no son animales que destaquen por sus habilidades.” (Agatha)
Escuche a Agatha y a Fion conversar sobre las monturas... Así que esas criaturas son más bien un lujo de los ricos… Los mercenarios que los montan se ven bastante fuertes y capaces, quizás usen esos animales para presumir su estatus.
“¿Porque padre vino en ese carruaje? Se supone que solo es para fiestas muy importantes de Silvertha…” (Fortuna)
“No se ve como un buen vehículo para viajar por los peligrosos bosques de Goldtree. Bueno, con esos guardaespaldas esa no es una preocupación.” (Siris)
Solo venían tres agentes acompañando al carro… Quizás sea mejor que nada pero hace ver mi petición que le hice a Dob como algo innecesario… Naku me dio palmadas en la espalda para consolarme.
El carro finalmente llegó a la mansión y los escoltas rodearon el perímetro como guardias profesionales, mientras que 10 de ellos formaron dos filas frente a la puerta del carruaje. Por otra parte, los agentes del rey vinieron directamente a saludarnos.
“Mucho gusto, señor Aruh Hydran, señoritas Nakureshta Snakia y Fortuna Dewell… Soy la agente Podul de las fuerzas del rey Maximilian Eralgia. Cumplimos en su petición de cuidar al señor Allan Dewell en su trayecto hasta Jimama.” (Podul)
“Muchas gracias por su ayuda y bienvenidos sean. Deben estar cansados por el viaje, así que le gustaría ofrecerles un lugar para descansar.” (Aruh)
“Eso no será necesario. Solo compartiremos algo de información con Dob y regresaremos a nuestros puestos.” (Podul)
“Sobre eso…” (Aruh)
La puerta del carro se abrió y dos hombres desconocidos bajaron… A decir verdad, solo uno uno de ellos lo era, si conocía al otro… Pero estaba tan cambiado que si no fuera por mi extra percepción no lo habría reconocido.
“¡Fortunaaaa! ¡Mi amada Fortuna! ¡Me alegro de que estés sana y salva!” (Allan)
Ahora ya entiendo por qué Fortuna y Blair mencionaron que había subido de peso… Pero no fue poco… ¡Fue mucho!
Ni siquiera podía caminar sin la ayuda de los mercenarios que se habían formado, y aún así, temía que sus rodillas fueran a romperse por su peso…
Su respiración era agitada, y eso que lo único que hizo fue bajarse del carro y dar tres pasos…
Mi rostro debió reflejar mi asombro, ya que su acompañante (quien debía ser el hermano de Fortuna, el joven Richter) me miró con reproche… Perdón por eso, pero de verdad es mucha la sorpresa al ver el cambio del señor Allan en estos años…
“Bienvenido, padre… Fue gracias a Aruh que Blair y yo estemos a salvo.” (Fortuna)
“Oh, mi Fortuna… Estaba tan preocupado.” (Allan)
“Nuestro padre casi muere del susto cuando se enteró de que fuiste secuestrada por sucios bandidos y ofertada en una subasta.” (Richter)
“Hermano… Gracias por estar a su lado.” (Fortuna)
“Eres tan valiosa para la familia que quedaríamos devastados si te perdiéramos.” (Richter)
Hubo algo que noté y no me gustó… El señor Allan está mostrando mucho cariño por Fortuna pero se está olvidando de Blair.
“Padre…” (Blair)
Mirando a mi amada concubina, hija también del señor Allan, entendí que ella estaba acostumbrada a esta situación… Pero antes de que pudiera decir algo, Fortuna rechazó el abrazo de su padre.
“¿Fortuna?” (Allan)
“Perdón por haber hecho que se preocuparan por mi, pero estoy bien como pueden ver… Aruh, chicas, mi padre está cansado y lo mejor será llevarlo a su habitación.” (Fortuna)
Aun enojada, Fortuna no dejó de sonreír…
“Si, por supuesto. Señor Allan, es un gusto verlo de nuevo… Preparamos una habitación especial para usted, deje que lo lleve.” (Aruh)
“Oh, claro… Disculpe nuestros modales. Soy el hijo mayor de Allan Dewell y hermano de Fortuna, Richter Dewell. Es un gusto conocerlo al fin, señor Aruh Hydran.” (Richter)
Sus gestos y palabras eran educados… Por otro lado, el señor Allan comenzó a mostrar mucha ira.
“¡Tú! ¡Es tu culpa que Fortuna fuera secuestrada! ¡Por querer ir contigo es que corrió peligro! ¡Cometí un grave error el ofrecerte su mano!... ¡Voy a cancelar el compromi…!” (Allan)
Estaba dispuesto a aceptar los reproches, pero Blair se puso entre él y yo y le dio una bofetada...
“No. Lo. Culpes... No sabes nada, padre.” (Blair)