Capítulo 87: Esa noche...
Continuamos el resto de la conversación durante la cena: un banquete de diversos tipos de carnes que teníamos (tanto de monstruos como de animales), verduras guisadas y licor… Jugo para Perik y Medea ya que no son enanos o herreros (quienes pueden beber alcohol desde la infancia, esas fueron enseñanzas del maestro Fas que quedaron muy arraigadas en mi persona).
Ni a Dob ni a los mercenarios les molestó que de vez en cuando coqueteaba con mis chicas… Quizás debido al ambiente festivo que trajo el alcohol.
Pero dado que estábamos platicando de temas serios, las chicas y yo nos abstuvimos de dejarnos llevar.
“¿Entienden? No deben de decirle a nadie sobre el alcance de la habilidad del señor Hydran… No hasta que se encuentre seguro en Igy.” (Dob)
La forma en la que me llamaba demostraba mucho más respeto tras enterarse del alcance de mi psicometría.
“No sé por qué está tan asustado de que algo pueda pasarle… Desde que lo enfrenté por primera vez supe que era poderoso, pero durante estos últimos días en Jimama me di cuenta de que su poder está a un nivel que desafía mi entendimiento.” (Warth)
“Eso es una exageración, Warth… Hablas como si fuera un ser sobrenatural.” (Aruh)
“¿Y no lo eres? Aparte de ti no conozco a nadie que pueda destrozar de una patada a un monstruo tan duro como lo son las ratas acorazadas.” (Warth)
Bueno, mi fuerza está por encima que incluso el resto de los naga, pero…
“O cortar a un monstruo en el aire y hacer que sus materiales caigan al suelo perfectamente limpios y desmantelados.” (Mousa)
Quizás mi técnica sea buena…
“O luchar durante horas sin siquiera sudar una gota…” (Sean)
……...Muy bien, ya entendí… Pero incluso con todo eso no soy invencible.
“Es como ustedes dicen, pero el señor Hydran sigue siendo una persona… Y mortal. Si bien tiene habilidades formidables, las tienen otros...” (Dob)
“¿Y otros tienen la habilidad de sacar un ejército de entre los monstruos?” (Warth)
“Estamos en camino a Igy no solo para estar a salvo, sino para evitar problemas en Eralgia.” (Aruh)
“¿Evitar problemas?” (Warth)
“Así es… Si bien podemos quedarnos en Eralgia y enfrentarnos a la facción de los dementes, o a otros enemigos que pongan su mira en nosotros… Hay un gran problema que me aqueja: Quizás sea fuerte y tenga la capacidad de serlo aún más, pero… No sé nada de política.” (Aruh)
“Yo tampoco…” (Naku)
Hasta ahora hemos estado dependiendo de Dob y del reino para muchas cosas, pero si nos involucramos en un asunto sin tener la habilidad o preparación necesarias… Las cosas se podrían poner muy feas.
“Por mi cabeza cruzó la idea de cazar a quienes están detrás de nuestros problemas en el reino…” (Aruh)
“Por favor, le ruego que no lo considere.” (Dob)
La voz de Dob se volvió muy rasposa al escucharme…
“Calma, fue un pensamiento pasajero que deseché rápidamente.” (Aruh)
“No me dé estos sustos.” (Dob)
“Llegué a la conclusión de que provocaría un gran desastre… Incluso si salgo victorioso e ileso, me convertiría en un demonio ante los ojos de los ciudadanos que compartían la manera de pensar que la facción y el ‘Señor Racista’. Si algún líder sobrevive y logra manipular a las masas enojadas… Creo que ya se dan una idea de lo que quiero decir.” (Aruh)
“Si… Aunque fuiste muy específico.” (Warth)
“Es precisamente eso…. ¡Es precisamente eso lo que más deseamos evitar el rey y nosotros sus agentes! Como era de esperar del señor Hydran.” (Dob)
“¡¿Justo como lo dijo?!” (Mousa)
“El joven Aruh es así de impresionante.” (Desia)
“...Si.” (Ursula)
“Es solo uno de los muchos escenarios posibles, pero es el más temido.” (Dob)
Acerté en mi teoría.
“Pero ahora que esos lacayos que querían tenderles una trampa están libres, van a tratar de venir por Naku…” (Fortuna)
“Esto y aquello son dos cosas muy distintas… Si la brigada del dragón tuerto quiere arreglar las cosas que dejaron pendientes, no tengo problemas en hacerles frente.” (Aruh)
Esta vez no seguiré sus juegos…
“Igual yo… Les haré pagar a ese grupo de idiotas.” (Mitena)
El incidente le provocaba un especial enojo a Mitena, sus ojos brillaron con una determinación tremenda.
“Me responsabilizaré de la incompetencia de mis compañeros y le ayudaré a librarse de ellos… Solo le ruego que…” (Dob)
“¿Dejemos viva a la princesa?” (Naku)
“Si, será parte de una sociedad que va en contra de la autoridad del rey… Pero es de su misma familia… Incluso yo me vería obligado a castigarlos si la matan” (Dob)
Entiendo, estaríamos cometiendo ‘lesa majestad’ si tomáramos la vida de la princesa Karen…
“Está bien, no la mataremos… Pero si usaremos algo de fuerza en su contra si la situación lo amerita.” (Aruh)
“Sinceramente espero que eso no ocurra…” (Dob)
“Esa posibilidad no será un riesgo si tu y los demás agentes logran descubrir y frustrar los planes que tiene antes de que los lleve a cabo.” (Aruh)
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En verdad espero que así sea… La princesa Karen debe de contar con muchos recursos que podría usar contra nosotros… Si nos ataca, temo por la seguridad de las chicas, cuyos habilidades no se han desarrollado lo suficiente todavía.
“Le garantizo que así será.” (Dob)
“No es una promesa tan confiable dado que el plan de tu amigo agente la dejó ir para que hiciera caer a más de sus cómplices usándonos como carnada.” (Naku)
“Y es… la segunda vez nos usan.” (Agatha)
“Me disculpo profundamente… De verdad. Interferiré en los planes de Terr y arrestaré a la princesa antes de que intente hacer algo.” (Dob)
“¿Sabes al menos donde se encuentra ahora?” (Aruh)
“Recibí un reporte de que ella, Richard Almond, Homer Antonk, y otros tres pasaron por el pueblo de Chufren, aquí en Goldtree… Pero no vienen hacia Jimama, sino al sur.” (Dob)
“¿Al sur? ¿No será que intentan ir tras el señor Allan?” (Naku)
Blair y Fortuna se pusieron de pie, asustadas.
“No, no es así… La ruta que confirmamos ha tomado el señor Dewell es distinta, separada por 8 días de diferencia.” (Dob)
“Puede que solo hayan tenido un error de cálculo y tomaron el camino equivocado…” (Blair)
“Padre aún puede ser su blanco.” (Fortuna)
“Eso es aún más improbable… Todo apunta a que las personas que acompañan a la princesa Karen son agentes de un grupo conocido como ‘Desertores de la Ruina’...” (Dob)
“¿’Desertores de la Ruina’?” (Aruh)
“Son el equivalente a los agentes del rey… Tienen su propia red de información, y algo como un error de ruta no es factible.” (Dob)
“Hablanos mas de ese grupo…” (Aruh)
Algo sobre ese grupo me dio mala espina.
“Al igual que aquellos que servimos a su Majestad, los Desertores de la Ruina son militares de élite que se especializan en misiones de espionaje, protección de personas importantes, y asesinato. Conocemos muy poco sobre sus identidades, especialmente del líder de la organización y mano derecha del señor Peter… Un hombre apodado ‘Cuervo Sangriento’.” (Dob)
Dob agregó que lo único que se sabe de él es que su raza es humana y tiene tanta habilidad que ha matado incluso a blancos naga en las montañas de Tulser; el énfasis que Dob le dio a esa información la hacía sonar como una dura advertencia hacia mi persona.
“La única razón que encuentro para que la princesa Karen no tomara la ruta que le permitiera encontrarse con el señor Dewell es porque tiene otros planes en mente.” (Dob)
“Quizás se debe también a recursos…” (Alice)
“Si, es probable…” (Naku)
“No lo entiendo, ¿No dijo el señor Dob que la respalda una organización con mucha fuerza?” (Warth)
“Es probable que no puedan brindarle dicho poder, así que lo está buscando por cuenta propia o quizás ya lo consiguió pero eso implicaba que vaya a otro sitio…” (Alice)
“Hacia el sur de Goldtree… Quizás en Menat…” (Aruh)
Mmm, algo me dice que trata de reunir una fuerza con la cual tendernos una emboscada… Les conté mi teoría a todos y coincidieron con ella.
“Debe ser como usted dice, señor Hydran… Conociendo los métodos y alcances de la princesa Karen yo también estoy seguro de que eso es lo que planea hacer.” (Dob)
“Entonces… Lo que debemos hacer es continuar entrenando.” (Fion)
Mitena asintió y se puso de pie.
“Si quieren venir por nuestras vidas vamos a darles una bienvenida que no se esperaban… Joven Aruh, quiero pedirle algo…” (Mitena)
Su mirada reflejaba una mezcla de enojo y tristeza.
“Deje que sea yo quien mate a Richard Almond.” (Mitena)
“¿Mitena?” (Agatha)
“Esta vez es muy probable que tengamos que enfrentarlo en un combate a muerte…” (Mitena)
“Es cierto… Seguramente vendrá con todo hacia nosotros…” (Aruh)
Aquella vez, antes de ser arrestado, dejó muy en claro su rencor hacia las otras razas que no son humanas, un desprecio tan fuerte que daba a entender que pondría su vida en juego para ver sufrir al blanco de su odio.
“Él no se rendirá… Pero su vida no es importante. Está bien si muere.” (Dob)
Dejé escapar un suspiro al escuchar las palabras… Richard lo veía como un amigo y Dob no tiene problemas en que lo matemos… O quizás porque lo conoce es que no le importa si muere…
“Mitena, no tengo problemas en que así sea… Pero quiero que me digas la razón por la que quieres hacerlo tú… Creo que Richard Almond vendrá tras de mí, por lo que debería ser yo quien lo enfrente.” (Aruh)
“Eso lo sé… Pero no quiero que sienta culpa por ser tú quien lo mates, Aruh… Quiero decir, maestro.” (Mitena)
“Ya… Ya veo… Ejemplo, te agradezco que te preocupes… Pero debes saber que tengo la determinación para hacerlo… Su padre es alguien a quien le tengo mucha estima pero no la suficiente como para permitir que algo les pase a ustedes…” (Aruh)
Se sintió tan agradable cuando me llamó sin honoríficos… Mitena se había sonrojado también al escucharme, pero se encontraba firme en su decisión de enfrentar a Richard Armond…
“Mitena, en un combate no podemos darnos el lujo de elegir a nuestros adversarios… Menos cuando no conocemos el alcance del adversario.” (Naku)
Naku tiene razón, todavía no conocemos bien lo que la princesa Karen está haciendo o el peligro que representa… Sería torpe solo lanzarnos en su contra.
“Mitena, sé que también tienes otros motivos por los que deseas matar a Richard Almond, pero también los tengo yo… Pero debemos ajustarnos a un plan para poder librarnos de la brigada del dragón tuerto y de quienes la apoyan sin sufrir bajas… Es probable que incluso ni debamos luchar si recibimos la ayuda de Dob y los agentes.” (Naku)
La sonrisa de Naku se volvió muy cálida.
“Lo que importa no es quién lo haga… Sino que mueran.” (Naku)
Warth y los suyos temblaron.
“Si.” (Mitena)
Y Mitena aceptó las palabras de Naku. Quise hacer un comentario sobre lo bélicas que sonaron las palabras de Naku… Pero en ese instante sentí un tremendo pulso.
Un poder sin precedentes… Pero era conocido, muy familiar.
“¿Qué es esto? Es ridículamente superior de la última vez que lo sentí.” (Aruh)
“¿Qué es lo que ocurre?” (Naku)
“¿Monstruos?” (Blair)
Todos se pusieron de pie y alertas; tomando sus armas al mismo tiempo que buscaban en los alrededores, tomaron mi repentino comportamiento como una señal de peligro.
Keeva tomó a Perik y lo acercó a ella y a Eugene para protegerlo.
“Si, uno muy fuerte… y está por nacer.” (Aruh)
Pero más que monstruo, hay que referirsele como ente.
La poderosa presencia que acababa de sentir venía acompañada por la sensación de un fuerte vínculo… Y la ubicación era el lugar donde teníamos los carros.
“¿Hablas del drake, Aruh?” (Naku)
“Así es. Vamos, quiero estar presente durante su nacimiento.” (Aruh)
…
“Esto es… ¿Un dragón?” (Jolek)
“Gran señor de los tiempos antiguos… Soy dichoso de estar frente a su presencia.” (Krok)
“Espera, Krok… ¿Que tienes?” (Jolek)
Llegamos justo a tiempo para ver al pequeño drake rompiendo su cascarón… Y ante la mirada expectante de nuestro grupo, el de los mercenarios y Dob, nació dando un pequeño gruñido.
“Ruaaaar” (drake)
La primera vez que vi a Spivula lo consideré más un dragón que un drake… Pero este pequeño, su descendiente, lo superaba en ese aspecto…
Cuatro pequeñas patas provistas de garras muy afiladas, un par de alas más grandes que el resto de su cuerpo, una cola larga y fuerte, igual que el cuello. Sus fauces ya estaban provistas de líneas de dientes, y su cuerpo, de escamas gruesas y afiladas.
Su apariencia hizo que Krok se arrodillara al verlo…
“Los dragones son los reyes de los lagartos… Las leyendas hablan que nosotros los lizardones somos sus descendientes… Y como tal, voy a rendirle tributo.” (Krok)
“¿No escuchaste que dijeron que es un drake?” (Joe)
“¡Los drakes no tienen alas!” (Krok)
“Krok, puedo asegurarte que se trata de un drake… Naku, Arachne y yo dimos caza a su madre en Tulser junto con otros nagas…” (Aruh)
“Pero… Su apariencia… Y ese poder en su mirada…” (Krok)
“Es una variación… O también fue bendecido por los dioses…” (Warth)
O las dos cosas al mismo tiempo… Son muchas las cosas que estoy aprendiendo de mi psicometría recientemente.
“Kurrh” (Quetzal)
Quetzal saltó a un lado del pequeño drake y lo miró con curiosidad…. En respuesta, el drake se le alejó y tomó una postura orgullosa.
“Oh, mirenlo… ¡Es tan lindo!” (Varetsi)
“Es muy orgulloso… O más bien, presumido…” (Agatha)
“Pero eso no le quita lo adorable.” (Varetsi)
El pequeño drake me miró fijamente… Pude sentir su deseo de querer ser acariciado por mi, y así lo hice…
“Ruaar~” (drake)
Fue tal su dicha que extendió sus alas, y al hacerlo produjo una fuerte ventisca que empujó a todos…
“¡Kurrrrrrrh!” (Quetzal)
La fuerza del aire fue tal que Quetzal salió por los aires y tuvo que ser rescatado por Arachne.
“¡¿Que clase de magia fue esa?! ¡Fue increíblemente poderosa! Y de una criatura tan pequeña…” (Dob)
Dob se tambaleó como si fuera a desmayarse nuevamente… Pobre, ha sido mucho para él en tan poco tiempo. Pero resistió y mantuvo la consciencia.
“¡De verdad es un dragón! ¡Increible!” (Perik)
Perik por otro lado, se emocionó mucho al ver la demostración de poder.
“ ¡En definitiva es un dragón!” (Krok)
Y Krok siguio insistiendo en que el pequeño era una criatura legendaria…
Siendo testigo del poder del pequeño y del orgullo que tenía, lo nombré Regis.