Capítulo 6: El ángel del amor (Primera parte)
Tres meses han pasado ya desde mi primer día de cacería; luego de volver a la aldea y de que se contara lo sucedido, los demás aldeanos, mamá incluida, me bañaron de halagos y felicitaciones. Esa misma noche hubo un banquete pese a no ser inicio de mes.
Digo inicio de mes porque en Eralgia, los meses están divididos en ciclos lunares de 30 días y al principio de cada mes se realiza una celebración en cada aldea, pueblo y ciudad.
Durante el festejo en mi honor (lo cual es un poco vergonzoso), los adultos comenzaron a hablar sobre mi futuro, y las miradas de los niños, tanto menores como mayores que yo, estaban llenas de admiración, algunos me pidieron que fuera su maestro. Eso ultimo seria difícil, ya que yo todavía sigo siendo un aprendiz.
El herrero de la aldea, el señor Fas Nesel, coincidió con los demás en que yo estaría mejor siendo un centinela de las montañas o un cazador, pero también opinó que un guerrero capaz de forjar y mantener sus propias armas era un ejemplo entre ejemplos y aprobó en ser mi tutor al alcanzar los 12 años.
Bueno, aun falta un poco de tiempo para eso, por lo que he decidido aprovecharlo para mejorar y realizar experimentos.
El día de hoy he decidido fabricar algo que no existe en este mundo y que he extrañado de la Tierra: el jabón.
El papel higiénico no lo extraño tanto, ya que existe una hoja con textura y propiedades similares para ese uso que se importa a la región. Su nombre es Fufrán, la cual es también el secreto de los pozos sépticos.
El hetros está presente en todo lo existente en este mundo, eso incluye a las plantas. Existen una gran variedad de plantas con distintas propiedades, muchas son usadas en la medicina como ingredientes para las pociones ya que el hetros que contienen pueden producir efectos en escalas muy superiores a las medicinas de la Tierra, como cerrar heridas al instante.
Las hojas de fufrán son usadas en varias medicinas, pero su uso principal es en la limpieza de desechos orgánicos. Cuando se construye una poza séptica, el suelo se llena con tierra mezclada con semillas de fufrán, las cuales irán creciendo y alimentándose de los desechos mientras que a la vez expiden una fragancia que elimina las bacterias y no produce efectos dañinos en humanos u otras razas.
Verdaderamente un mundo de fantasía.
Ahora bien, mientras que existe un buen sistema de saneamiento, el jabón parece ser algo inexistente.
No solo es desconocido para los naga, sino que cuando le pregunté al capitán Almond y a sus hombres si lo conocían, ellos respondieron que jamas había oído de eso.
La única forma de limpieza conocida es el agua y eso es suficiente para todos...
Es por eso que me di a la tarea de elaborar jabón, hasta ahora he usado algunas plantas antisépticas pero su olor es desagradable. Dado que carezco del equipo e ingredientes necesarios para la elaboración de la sosa cáustica moderna, tendré que usar hidróxido de potasio.
Como es un proceso químico peligroso, el equipo de seguridad es indispensable. Guantes hechos con piel de Rana Destripadora, lentes transparentes de alas de Cigarra Metálica y cubre-bocas con piel delgada de Pantera Saltarina; rudimentarios, pero cumplen su objetivo.
Luego de obtener la lejía y mezclarla con la grasa animal (estoy usando la de la rana destripadora) logre obtener la mezcla de jabón, con la que pude elaborar algunas barras. Como fragancia utilice una planta muy conocida: lavanda. Tengo curiosidad de porque existe en este mundo, pero también existen otras plantas y cereales de la tierra, como el trigo. Quizás sean organismos interdimensionales.
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Mis primeros jabones tras llegar a este mundo. Esta noche voy a dormir bastante limpio, pero ¿Para que esperar hasta la noche? Quizás sea hora de tomar un baño en el río.
Tras guardar muy bien el material con el que elaboré los jabones me dirijo al río con buen ánimo.
A mitad del camino siento una mirada y me pongo en guardia.
"¿Quien esta ahí? Sal de donde estés." (Aruh)
No era la presencia de un monstruo pero se sentía una extraña hostilidad, así que no podría ser alguien del pueblo.
Desde hace tiempo, incluso antes de salir a cazar por primera vez, soy capaz de sentir presencias; para ser más exacto, fue desde que empecé a manejar mi hetros. Cuando pregunté a mamá y a papá sobre ello, ambos respondieron que se trataba de un talento muy raro entre los naga. Siento como si hubiera nacido haciendo trampa en este mundo... En contraparte, no puedo abandonar la cadena montañosa, pero al ser tan grande dudo quedarme sin cosas por descubrir. Estoy considerando el ser un centinela después de todo.
En fin, gracias a esta habilidad me es posible ubicar monstruos y diferenciarlos de los habitantes o de otras personas, es por eso también que puedo sentir que esta presencia es algo extraña, sobretodo el tipo de sentimiento hacia mi persona.
"¡Por ahí! ¡Muéstrate!" (Aruh)
Empuño mi daga de bronce en la dirección por donde siento la hostilidad. Pero mi entrenamiento es poco; no, sin importar cuánto entrenamiento tuviese, me sería imposible lidiar con semejante situación.
"Je, je, je, ¡Sorprendente! ¡Fuiste capaz de sentirme a pesar de lo mucho que me esforcé en ocultar mi presencia!" (¿?)
Detrás de un árbol, una persona apareció con un gesto pícaro y alegre. ¿Naga? ¿Humana? ¿O quizás algo mas...?
"Incluso supiste mi ubicación exacta. Y esas palabras... ¡Que genial!" (¿?)
Cabello azul celeste y sedoso, piel clara y sin imperfecciones; un poco mayor que yo, quizás ocho o nueve años. Sus ropas son características de los naga pero no parece ser una; sin mencionar su color de cabello, sus dos ojos son distintos: uno azul como el de los naga y el otro de color dorado. Un rasgo que sí comparte son dos adorables colmillos que se asoman entre sus labios.
"Ah... Em... Huh..." (Aruh)
¿Qué está pasando? ¿Por qué es tan difícil de hablar? O más bien, ¿Por que mi cerebro está tan desordenado? ¿Que se esta sensación? ¿Que es esta sensación? ¿Que es? Sin darme cuenta, mi daga se escapa de entre mis dedos y se entierra en el piso.
"Ya veo... Incluso tu." (¿?)
Al ver mi situación, el gesto alegre del hermoso ángel frente a mi se ensombrece con un poco de tristeza. ¡No quiero eso!
"B-bonita... ¡Que b-bonita!" (Aruh)
¡Esas palabras se escaparon de mi boca! En serio ¿Que sucede?
Al parecer, ella escuchó mis palabras. Su sonrisa regresa e incluso aumenta de intensidad, también puedo sentir cierto aire travieso a su alrededor. ¿Es esto lo que una liebre siente al ser acorralada por su depredador?
"Con qué bonita, ¿Eh?" (Chica)
En un instante, ella se me acerca y se lanza hacia mi dándome un abrazo.
"Así que piensas que soy bonita... ¡Qué bien!"
El desorden en mi mente empeora y puedo sentir la temperatura de mi rostro aumentando. Este ángel va a volverme loco.