Capítulo 98: Partiendo de Jimama
Pasamos el resto del día recibiendo visitas de nuestros conocidos, incluyendo la dueña de la posada, así como del señor de la región, Galuntre Greeenstone… quien a su vez, trajo consigo al felhoas y al nuevo acorazado (bautizado como ‘Número 2’).
“Sigo insistiendo en que es muy poco lo que le hemos dado en comparación de librarse de Ponzoña y de los criminales que plagaban en la ciudad.” (Galuntre)
“Por favor, no es como si buscáramos beneficiarnos a costa del sacrificio de los habitantes. Además, recibimos la aprobación y apoyo de Su Señoría para el proyecto.” (Aruh)
“Incluso su empresa está destinada en ayudar a la nación… Oh, desearía que hubiera más hombres como usted… Voy a implementar un trato con los señores Hornstel y Caustos para construir más caminos a Tulser del centro y Tulser del Sur.” (Señor de la región)
En lo personal preferiría que invirtiera los recursos en la seguridad de la región y en su crecimiento… Aunque nuevas vías de comunicación y transporte hacia las montañas rendirán sus frutos con el tiempo…
Aparte de las visitas y despedidas, me enteré de que seríamos despedidos de la ciudad con otro desfile (esta vez uno formal)... No me molestó, lo que si se me hizo exagerado fue el de nombrar esa calle como el ‘Paseo del poderoso héroe naga’...
Me dejé convencer cuando se me dijo que eso sería bueno para el comercio de Jimama… Solo puse como condición que no se relacionara con la esclavitud.
Las visitas duraron hasta la tarde, y el Señor junto con sus caballeros y los agentes del rey se llevaron a los Desertores, cuyas mentes aún estaban corrompidas por la magia de Lempo y me temían con locura.
“Señor Aruh… Hemos contactado al resto de nuestros camaradas en Menat y le tendremos lista toda la información en cuanto lleguen a Nott.” (Podul)
“Muchas gracias… Estaremos dependiendo de su ayuda.” (Aruh)
“¿Cual es la información que tienen hasta ahora? Todo sirve.” (Naku)
“No tenemos nada diferente a lo que les ha contado Dob… Salvo por un par de sospechas sobre el socio de la princesa Karen… Creemos que se trata del mercader Víctor Nauchin.” (Podul)
“Víctor Nauchin… Ese hombre rara vez sale de la ciudad de Cordelia… Debe ser por la señorita Cherry, o quizás por Arachne o Barker.” (Dob)
“¿Heoo?” (Cherry)
“Verán, el señor Víctor Nauchin es un partidario discreto de la facción de la ‘Eliminación de los Sucios,’ es tan cobarde que teme de cualquier represalia en su contra… principalmente del rey. Es por eso que vive en Cordelia, la capital de la región de Monono, que está bajo el mandato directo de su primo Erunzo Nauchin, también partidario de la facción.” (Dob)
“Suena como todo un inútil, un cobarde inútil que vive bajo la sombra de otros.” (Blair)
“Es cierto, ¿Y porque este inútil saldría de su cueva por Cherry, Arachne y Barker? Es a ellos a quienes debería tenerle miedo.” (Aruh)
“Es por que al señor Víctor Nauchin le gusta coleccionar monstruos. Más que cualquier cosa en el mundo, la princesa Karen debió de informarle sobre su existencia.” (Dob)
Recuerdo que la princesa me ofreció dinero por Cherry cuando era pequeña para vendérsela a un amigo. Así que el amigo del que hablaba era este hombre… Pero mientras me hallaba en tales pensamientos, una pregunta de uno de los presentes me hizo alarmarme.
“¿Porque también la señorita Cherry? Ella no es un monstruo.” (Ihua)
Dob se dio cuenta del desliz que cometió.
“El caso es que la princesa Karen consideró muy exótica a la señorita Cherry como si fuera un monstruo… Debió decirle a Víctor Nauchin que era uno.” (Dob)
“Ya veo, suena como algo que haría la princesa.” (Galuntre)
La excusa fue suficiente para convencer a todos, dado lo desagradable que era la facción a la que pertenecía la princesa.
Sin embargo eso estuvo cerca… Es raro que Dob cometa errores así, salvo que lo haya hecho a propósito.
“Últimamente noto a Dob algo distraído.” (Perik)
Escuché a Perik murmurar algo acerca de Dob a una de las agentes, quien asintió.
“Tengo una duda… Si no podemos tomar alguna acción severa contra la princesa Karen… ¿Lo mismo ocurre con este tal Nauchin?” (Naku)
“Yo también tengo esa duda…” (Aruh)
Siendo familiar de un señor de la región debe tener algo de inmunidad o protección política… Quizás deba apegarme al decreto en el caso de la princesa, pero será frustrante contenernos con alguien más también.
“Ju, ju… Para nada… Los agentes en Menat y las fuerzas de la región podrán encargarse de usarlo vivo o muerto en contra de su primo…Pero no son las únicas buenas noticias: Ahora que mató a los Desertores aquí en Goldtree, la princesa Karen no tendrá ningún respaldo.” (Dob)
Esas son buenas noticias… Significa que no tendremos que preocuparnos de la amenaza representaba ella y sus secuaces. Podremos llegar a Menat sin complicaciones…
Pero eso solo en el caso de que los agentes tengan éxito. Tampoco hay que confiarnos y bajar la guardia, mucho menos cuando los Desertores fueron capaces de capturar a Dob y a sus compañeros.
…
Luego de despedirnos de todas las visitas y de preparar las cosas para el viaje, retomamos nuestro entrenamiento... al que se unieron los entes. Los mercenarios se convirtieron en nuestro público, y les sacamos muchas exclamaciones de asombro.
“Con este entrenamiento no me sorprende que sea tan fuerte, joven Aruh. Es más duro que el que me impartió la capitana… ¡Estoy rendida!” (Megan)
Las sesiones estaban divididas en tres niveles de acuerdo a la fuerza de los integrantes del grupo… Y Megan quiso unirse al nivel avanzado.
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“La próxima vez vienes al nivel intermedio conmigo… Ven, puedes usar mis muslos como almohada.” (Alice)
El sol comenzó a ocultarse en el horizonte y decidimos dar por terminada la práctica.
Pero en lugar de regresar a la casa a cenar, decidimos convivir con los mercenarios y asar carne al aire libre…
“Voy a ayudar a traer al señor Allan.” (Aruh)
“Nosotras también vamos.” (Fortuna)
Con la compañia de Fortuna y de Blair, fui a traer al señor Allan. Los mercenarios se negaron a recibir nuestra ayuda pero con la petición de su patrón de que nos permitieran intervenir, cedieron.
“¡Por los dioses! Estas muy fuerte, casi parece como si conservaras la bendición de Tulser.” (Allan)
“He entrenado bastante.” (Aruh)
Mostré mi bicep en tono de broma, ganándome una mezcla de risa cariñosa de parte de Fortuna y de Blair.
“Es bueno que entrenes tu cuerpo, muchacho… No querrás terminar como yo.” (Allan)
“Los lujos excesivos se te subieron a la cabeza, padre… ¿Por qué no aprovechamos este viaje para que te ejercites? Aruh y Naku son excelentes maestros.” (Fortuna)
“¡Excelente idea! También podría recibir ayuda de To. Estoy segura que a la señora le gustará verlo con esa musculatura.” (Blair)
Fortuna no se veía convencida.
“No creo que a ella le guste tal físico… Aunque si fuera parecido al que tiene Aruh esa sería otra historia…” (Fortuna)
“Creo que voy a pasar… Vi su entrenamiento por la ventana y no creo que pueda soportarlo…” (Allan)
El rostro del señor Allan se fue poniendo pálido poco a poco… Pero no podía dejar pasar esta oportunidad de ayudarlo.
“Insisto, señor Allan… Me aseguraré de que llegará a Menat con perfecta salud.” (Aruh)
Por alguna razón, pese a que traté de calmarlo con una sonrisa, su palidez no desapareció, sino que empeoró.
“Madre se llevará una grata sorpresa.” (Fortuna)
…
Durante la cena, como grupo recibimos los halagos de los mercenarios por nuestra sesión de entrenamiento. No sonaban muy fascinados pero tampoco muy falsos, era como una cortesía entre guerreros.
Cuando recién los conocí no tuve una buena impresión de ellos, de hecho algunos insistían en ver de manera lasciva a mis chicas… Aunque de igual forma, las mujeres que componían al gremio, con excepción de la líder, me miraban también con deseo.
Fue una situación incómoda, y tuve que reprender a ambos géneros sobre su comportamiento.
“El joven Aruh Hydran tiene razón. Pertenecemos a una respetable organización, no a una banda de rufianes.” (Jefa mercenaria)
“Si, perdón por eso… Es solo que rara vez se ve a un grupo formado por tantas bellezas.” (mercenario 1)
“Ahorrense las excusas, mientras lo entiendan es más que suficiente. Eviten ponerlos incómodos, ahora también trabajamos para ellos.” (Jefa mercenaria)
La jefa de los mercenarios dio un reproche con mucha autoridad. Apenados, sus hombres agacharon la cabeza… Al parecer eran personas honestas en el fondo, o al menos con ella.
Sin embargo, hubiera preferido que los hubiera reprendido desde la primera vez… O quizás lo hizo y volvieron a recaer, ambos casos me hacían sentir sospecha por este gremio y no querer confiar en ellos.
El resto de la cena continuó sin incidentes… Bueno, también estuvo el hecho de que comenzó la dieta del señor Allan, la cual sería administrada por To.
‘Un poco de carne es bueno... pero para que los músculos se desarrollen bien, tengo este brebaje pasado por generaciones de guerreros orcos’ fue lo que dijo antes de darle una bebida extraña.
“Lo siento, padre. Es por tu bien.” (Fortuna)
Cuando el festejo terminó, decidimos irnos a descansar. No sin antes ‘gastar las calorías’ mediante un intenso ritual de amor…
Pese a la insistencia de profesionalismo de la jefa del gremio, les dimos el permiso para que salieran también a divertirse.
“Nosotros cuidaremos de la mansión por esta noche, pueden hacerle caso a la petición de mi señor.” (Eugene)
“Si, no solo el joven Aruh cuenta con buen personal, sino que tiene a sus monstruos para cuidarme… Salgan a divertirse, cubriré los gastos extra.” (Allan)
Contentos, los mercenarios salieron en dirección a la parte externa de la ciudad… Todos, incluida la jefa.
Nosotros intercambiamos sonrisas ante esta oportunidad… De nueva cuenta, podré hacerlo con todas mis chicas al mismo tiempo.
No desaprovechamos ni un minuto. En cuanto el señor Allan se fue a dormir, nos entregamos a una locura de amor y sexo…
Y en medio del acto, sentí como los huevos de imp comenzaron a eclosionar al mismo tiempo, por lo que tuvimos que ponernos algo de ropa y tomar un descanso.
Presencié el momento en el que los huevos se rompieron.
En el interior había una membrana que tuve que cortar para permitirle nacer a los dos bebés imp.
“Son dos hembras… Bienvenidas al mundo, Nimue, Kimue.” (Aruh)
Las sostuve a ambas en mis brazos… Eran apenas más pequeñas que un bebé humano, tenían una piel completamente blanca, dos alas de piel parecidas a las de un murciélago saliendo de sus espaldas así como una pequeña cola parecida a la de Desia.
Sus rostros eran muy bellos pero diferentes el uno al otro, además de que el color de cabello era distinto: el de Nimue era negro y el de Kimue plateado.
Debido a que estaban unidas a la membrana por un cordón umbilical, significaba que iban a tener ombligo…
Junto con la apariencia que tenían, tal hecho las diferenciaban enormemente del resto de los imps (monstruos humanoides voladores de piel blanca, ojos diminutos y bocas enormes)… Pensé nombrar a su especie ‘Fairimps’.
“¡Son muy lindas!” (Agatha)
“¡Fyaaa!” (Lempo)
Si, lo son… Y al igual que ha pasado con Cherry, Lempo y Medea, estas pequeñas nacieron con una gran atracción hacia mí…
Le di un beso en la frente a cada una y decidí en compañía de las chicas, alargar el descanso para cuidar de las pequeñas.
En cuanto a cómo revelarlas al señor Allan, lo haremos cuando se hayan desarrollado. Con la ayuda de Dob, las haremos pasar como agentes… Guardar tantos secretos se está volviendo un poco difícil; sin embargo, Fortuna insiste en que es buena idea ocultarle varias cosas a su padre.
…
Al final cuidamos de Kimue y Nimue hasta que se durmieron, les dimos de comer, bañamos y dimos ropa… Cherry le dio la que usaba cuando era bebé a Nimue, y Medea la suya a Kimue.
Una vez dormidas, las dejamos al cuidado de Arachne (quien entró de nuevo y fue al acorazado número 1), y las chicas y yo volvimos a entregarnos al amor…
A la mañana siguiente, nos preparamos antes de que regresaran los mercenarios, Dob, las tres agentes y Perik. Teniendo todo listo y usando nuestras prendas y equipamiento de viaje, sacamos los carros y los animales de los establos.
Todavía no salía el sol, pero el señor Allan ya estaba también preparado gracias a Eugene y Keeva.
“Bueno, estos son los últimos instantes en Jimama… De vuelta a esos días de viaje.” (Dob)
Los primeros en llegar fueron Dob y el resto de su grupo. Perik fue inmediatamente al acorazado número 2, que era conducido por Keeva.
Cuando llegaron los mercenarios, estos se dieron gran prisa en prepararse también (salvo por el carruaje del señor Allan, que ya teníamos listo)
Tanto hombres como mujeres olían a alcohol y a fluidos sexuales, la jefa no fue la excepción… Perfecto, pasaron una buena noche.
Cuando todos estuvimos listos, fue momento de partir… Nos dirigimos a la puerta sur, la cual estaba llena de presencias, era sin duda el desfile de despedida.
“¡Salve a los héroes de Jimama y de Goldtree!” (guardias)
Desde lo alto de los muros, los guardias comenzaron a gritar alabanzas, entre ellos estaban los jóvenes de la brigada, el alcalde con su esposa, el Señor de la región y algunos de los oficiales de alto rango que habían venido con él.
“¡Megan! ¡Ten muchos niños del joven Aruh!” (Eronde)
“Ponle a una de tus hijas mi nombre.” (chica arquera)
“Joven Aruh, ¡Haga su mejor esfuerzo por embarazar a Megan!” (chica maga)
“Esas torpes…” (Megan)
Megan se enrojeció por los comentarios de sus antiguas compañeras de la brigada, sus amigas.
“¡Padre! ¡Fortuna! ¡Que tengan un gran viaje!” (Richter)
“Gracias, hermano… No vayas a echar todo a perder.” (Fortuna)
Con ese comentario tan severo, Fortuna respondió a la despedida de su hermano...
El alcalde, su esposa y su hijo nos gritaron felicitaciones, mientras el Señor de la región ordenaba que se abrieran las puertas… Y cuando los soldados las abrieron, una multitud contenta nos recibió al otro lado.
“Es increíble que tanta gente esté despierta a estas horas.” (Naku)
“También los niños.” (Ursula)
Alcancé a escuchar los comentarios de Naku y Úrsula entre los gritos de la muchedumbre. Dob se puso a la cabeza de nuestro grupo sirviéndonos como guía de desfile, le seguimos y obedecimos sus sugerencias de cómo y cuándo saludar.
“No bajen la guardia en ningún momento.” (Dob)
“No lo haremos.” (Aruh)
Mientras saludabamos a las personas que nos aclamaban, Dob nos hizo una advertencia… Por suerte, la despedida ocurrió sin contratiempos y llegamos hasta las afueras de Jimama, no sin antes desearle prosperidad a la ciudad.