Capítulo 110: Mensaje y reclamo
Me encontraba flotando en un océano inmenso. No sentía mi cuerpo… Traté de moverlo pero fue inútil, ni siquiera sabia si tenia uno.
Lo único que podía hacer era flotar en esas aguas infinitas…
Algo me dice que conozco este lugar… Que ya lo había visto antes.
“Hola, mi amado.” (¿?)
Una voz potente llegó hasta mí… Si no tenía cuerpo, ¿Como podía escucharla?
Voy a tratar de responderle.
“Hola… ¿Donde estoy? ¿Y cómo llegué aquí?” (Aruh)
“¿Ooooh? ¿Eso es lo primero que deseas preguntarme? ¿No te interesa más saber quién o qué soy?” (¿?)
“Tienes razón… Eso sería lo normal, sin embargo…” (Aruh)
“¿Sin embargo…?” (¿?)
“Siento una gran alegría al hablar contigo… Todo mi ser vibra de solo escucharte, y es un sentimiento que me resulta muy familiar… Es como el amor que siento hacia mis amadas chicas.” (Aruh)
Las palabras surgen de mi con tal naturalidad, que más que habladas, parecen ser mis pensamientos… Y me siento orgulloso de ellas.
Quizás tomé por sorpresa a la voz… Ya que no respondió durante un rato. En lugar de eso, sentí una calidez viniendo de mis alrededores hacia mi.
“No solo me estremeces en cuerpo… Sino en mi ser original también. Responderé tus primeras dudas entonces, sé que descifraras mi identidad de inmediato… Estas en el mar de Hetros, el punto más cercano al plano de los espíritus… Y yo te he traído aquí mientras dormías.” (¿?)
El plano de los espíritus… Esta sensación dentro de mi… Solo puede ser alguien.
“¡Naku!... Nagur, ¿verdad?” (Aruh)
“¡Que malo! Sonaste un poco decepcionado cuando te percatarse de mi verdadera identidad… Naku es mi encarnación y estoy unida a ella, ¿sabes?” (Nagur)
“Lo siento, es que no creí que… Espera, ¿Me trajiste? ¿Es eso posible? Se supone que la única persona con quien podías comunicarte era Naku.” (Aruh)
¿Que estoy haciendo frente al gran espíritu Nagur? ¡Y hablándole de manera tan fluida! ¡Algo que ni Naku pudo hacer!
“Sobre eso… Solo me aproveché de los residuos espirituales que ‘eso’ usó… Hace poco te sentí durante una conversación que tuve con mi encarnación pero me fuiste apartado inmediatamente.” (Nagur))
“¿Eso…?” (Aruh)
Un flujo de información llegó a mi… Eran recuerdos.
Es cierto, ya antes había estado aquí, pero fui transportado a otro lugar… A una oscuridad. Ahí, una voz me regañó por amar a algunas de mis chicas, y me ordenó que me hiciera de muchas más para tener una mayor descendencia… Que esa era mi misión.
“Esa otra voz… ¿Era otro espíritu?” (Aruh)
“No… No era otro espíritu. Quedamos muy pocos, incluso de los menores… Y eso que te llamó estaba de hecho en un plano aún más alto… Era un zintme, el último de ellos.” (Nagur)
Un zintme… ¿Uno de los sirvientes de los dioses? ¿Los que guían las almas a la fuente eterna?
“La confusión que sientes es comprensible, amado mio… Pero debes tranquilizarte o de lo contrario nuestra conexión se perderá, y aún hay algunas cosas de las que deseo hablarte.” (Nagur)
El desorden de pensamientos en mi comenzó a calmarse, las aguas alrededor de mí se habían puesto turbias pero se aclararon de vuelta.
“Lo siento… Es solo que mi cabeza comenzó a llenarse de ideas y posibilidades. Por cierto, olvidé todo lo de la vez pasada que entré en este plano, incluso si continuamos conversando, ¿No lo olvidaré también?” (Aruh)
“Lamentablemente sí, ya que ni siquiera tenemos el vínculo que tengo con mi encarnación… Pero con el que tu tienes con ella, puedo mandarle un poco más de información sin que se pierda.” (Nagur)
Oh, ¿Soy como un servidor entonces? Bien por mi.
“Hay cosas importantes que he tratado de transmitirle, pero la mayoría se pierde… Y también, siento curiosidad por lo que te dijo el zintme.” (Nagur)
Nagur, el gran espíritu de los naga… Tiene una personalidad que se asemeja a la de mi amada Naku… Pero eso era de esperarse.
Si tuviera mi cuerpo, habría sonreído.
Le explique a Nagur sobre lo que recordaba de hablar con el zintme… Y de inmediato proclamó:
“Está mintiendo… Hay cierta verdad en lo que dice pero también miente.” (Nagur)
“¿Mintiendo?” (Aruh)
“Si. Tu alma fue traída por los dioses, eso lo sé… Pero no para algo tan frívolo como para ser un esparcidor de semillas… Ni cuyo odio fuera su mejor característica. Amado mío, si bien es cierto que la mitad de tu alma vino de otro mundo y poseé una gran capacidad de resentimiento… Palidece contra la bondad y amor que tu alma emite ahora, ¡Y tienes muchas más virtudes!” (Nagur)
La voz de Nagur sonaba muy molesta… Nuevamente me fue imposible no compararla con Naku.
“No le creas por completo… Es el último zintme y debe tener sus propios planes… ¿O escuchaste las voces de los dioses confirmando lo que decía?” (Nagur)
No, si bien parecía estar siendo regañado… No escuché ninguna otra voz. Pero… ¿Me estaba manipulando para su conveniencia? ¡Ni siquiera se puede confiar en seres divinos!
“Aunque… Quizás tenga algo de razón en que debas tener muchas mujeres y descendencia… Con las compañeras que se te han unido y se te están por unir, comienzo a hacerme a la idea de que no te mentía del todo.” (Nagur)
“También dijo que debía ayudar a Naku a vencer a tu enemigo… Y que sólo entonces, permitiría mi relación con todas mis chicas...” (Aruh)
Stolen from its rightful place, this narrative is not meant to be on Amazon; report any sightings.
Tenía mis teorías sobre la identidad del enemigo que buscábamos… Podría ser el Imperio de Rasder, podría ser un monstruo muy fuerte, incluso otro espíritu; pero había un candidato que sobresalía del resto, y que en estos momentos he confirmado.
“Es por que tal enemigo es un demonio, ¿verdad?” (Aruh)
“No lo sé.” (Nagur)
¿Huh?
“¿No lo sabes? ¿No pueden los espíritus ver el futuro? ¿No le habías mostrado pistas a Aruh sobre lo que se avecina?” (Aruh)
“Amado mío… Este mundo es muy distinto al mundo del que vienes. Aquí los espíritus no tenemos tanto poder como para predecir el futuro...” (Nagur)
Quería interrumpirle para dejarle saber que en la Tierra ni siquiera había… Mmm, quizás si los haya… Mi alma intangible viene de allá…
“Los mensajes que le he mandado a mi encarnación son cosa que recuerdo del pasado, veo en el presente y deseo en el futuro… Soy lo que llaman un gran espíritu, pero no puedo escapar del ciclo espiritual unido al ciclo material. De lo contrario, no me habrían herido aquella vez.” (Nagur)
Nagur me explicó más a fondo lo que son los espíritus, de cómo acogió a los naga (es exactamente como cuentan nuestras historias salvo por detalles pequeños) y de por qué su protección solo abarca a las montañas de Tulser… Estaba relacionado a su ‘enemigo’.
“Durante la guerra, cuando los demonios se levantaron contra los espíritus, los zintme y los dioses, uno de ellos se enfrentó a mi. La pelea fue terrible, apenas y pude conservar mi existencia… Pero justo entonces, el rey demonio cayó y mi enemigo huyó para esconderse, pero fue exterminado… O eso creía.” (Nagur)
Para poder recuperarse, Nagur decidió descansar en Tulser, donde se concentra un buen flujo de Hetros… Dejó de sentir la presencia del demonio con quien peleó, y poco después vinieron los naga.
“Pude sentir su despertar, sigue con vida y logró esconderse… Los sirvientes físicos de los zintme, los arc, salieron a buscarle pero incluso si le encuentran, no podrán enfrentarlo… pues han perdido la mayoría de sus poderes por culpa del rey demonio” (Nagur)
“Pero entonces, ese mensaje que le enviaste a Naku, ¿Conoces la manera de encontrarle?” (Aruh)
Incluso si no puede ver el futuro, Nagur es un espíritu y su poder le permite ver lo que ocurre en Maltras…
“Ese futuro no está escrito… Y aunque puedo percibir su existencia no puedo percibir su ubicación ni saber sus planes… Lo más que sé es que una nube oscura se acerca y que llegará un momento en el que se volverá tan visible, que iré a combatirlo como mi reencarnación… Y esperaba que…” (Nagur)
“Si, yo estaré ahí.” (Aruh)
Mi voz sonó con determinación… Haciendo que las aguas del océano se volvieran cálidas una vez más.
Pero si la visión (o mensaje) que Nagur le dio a Naku es el resultado de sus expectativas más que de una habilidad para leer los flujos del tiempo, eso explicaría varias diferencias que han ocurrido.
Desgraciadamente la cosas no están para nada bien. Técnicamente estamos a la expectativa de que el enemigo se vuelva tan fuerte que sea fácil de notar. Nagur comentó algo sobre los arc, no se mucho sobre ellos más que son muy fuertes, además de que son despiadados con los demonios y aquellos que les apoyen.
Suenan extremistas, pero con los demonios como enemigos, es de esperarse y comprender… Con suerte, pueda contactar con algún Arc para cooperar.
Si logro hacer que recuperen sus poderes, nuestra victoria estaría asegurada.
Es un plan que tiene que pulirse pero es lo mejor que tengo. Estuve por decírselo a Nagur, pero…
“¿Amado?… ¿Amado mio? Nuestra conexión…” (Nagur)
No pude escuchar nada después… Abandoné el océano donde me encontraba.
…
El calor a mi lado se siente muy agradable… Normalmente cubre todo mi cuerpo, pero ahora solo del lado derecho de mi cuerpo.
Moví mi brazo suavemente, acariciándole.
“¡Ahaaa! ¡Continua, Aruh!” (Naku)
Abrí mis párpados poco a poco y mi vista se aclaró en un instante… Me encontraba en la tienda de campaña donde duermo junto con mis amores, sin embargo, solo Naku me acompañaba.
Ella continuaba dormida, plácidamente descansando con una sonrisa en sus labios y con las mejillas enrojecidas. La causa, me encontraba abrazándola con una mano y acariciando uno de sus pechos con la otra.
“¡Aruh~! ¡Eres imbatible! ¡Ya van siete veces! Mis caderas no van a soportar… Pero no te detengas.” (Naku)
Estaba hablando en sueños. Se veía tan linda que le di un beso en su frente… Mmm, siento que tuve un sueño donde aparecía ella pero no logro recordarlo.
Y algo me dice que era importante.
Una presencia a punto de entrar en la tienda me saca de mis pensamientos… Era Desia. Ella entró sosteniendo una bandeja con agua, y en cuanto me vio despierto, suspiró de alivio… Su gesto se volvió entonces severo.
“¡Joven Aruh! ¡No crea que se me ha pasado el enojo del susto que nos hizo pasar anoche!” (Desia)
“¡Ah! Provoque un gran escándalo por mi torpe juicio… Pero, gracias a ello pudimos salvar a la amiga de Lauzi y a los demás rehenes.” (Aruh)
“Eso no se lo discuto, joven Aruh… Pero usted mismo dijo que eran armas peligrosas… Todavía experimentos. Sabe que de la misma manera en la que se preocupa por todas nosotras, así nos preocupamos por usted.” (Desia)
Mientras me regañaba, Desia se me acercó… Su mirada se posó en Naku y sonrió feliz.
“Deje que le cambie los vendajes… Tengamos cuidado de no despertar a la señorita.” (Desia)
Me levanté con cuidado, Naku se aferró un poco a mi, pero con un beso y dejando que usará mis piernas como almohada, pude tomar una posición en la que Desia me podía atender.
Me puse a recordar lo que pasó anoche luego de nuestra victoria sobre los hobgoblins y los devar, mismos que llegaban a los 45 individuos, todos escondidos en las lejanías y sirviendo al que presentaba variación.
Como Regis no estaba, las encargadas de buscar en el bosque fueron Kimue y Nimue, asistidas por Quetzal.
Todos los monstruos fueron exterminados, tras lo cual me dirigí rápidamente a atender a los heridos, pero antes de que pudiera poner manos a la obra, un dolor recorrió todo mi cuerpo concentrándose mayormente en mis brazos, en los cuales aparecieron heridas sangrantes… Se trataba del efecto secundario de las flechas de luz.
De mis estudios y de los de Gerso, descubrí que es posible crear cristales capaces de almacenar elementos… Pero sólo podían ser usados por gente (o entes) con la aptitud de controlar dicho elemento. He estado trabajando en la manera de romper esa regla para crear artefactos capaces de generar magia que puedan ser usados por la gente que no puede…
Solo he encontrado fracasos… Y este, el más reciente prototipo, me provocó mucho daño tras usarlo. De no ser por mi resistencia, mi cuerpo no habría resistido y colapsaría.
En muchos otros casos, lo habría pensado mejor para no llegar a usar este plan, pero sin tener varias de las sustancias y armas que he preparado, junto con la frustración, el tipo de enemigo… y también por una falta de disciplina de mi parte, decidí recurrir a los prototipos.
Miré a Desia, continuaba molesta… Normalmente suele conversar mucho conmigo de temas diversos, pero está silenciosa en estos momentos… Claramente enojada.
“Sus brazos han sanado por completo… Mi magia curativa no fue efectiva anoche así que me espanté. Joven Aruh, por favor cuide más de su cuerpo. Si son heridas naturales puedo curarlas… Pero las que se provocó anoche no lo fueron.” (Desia)
Ella me miró fijamente con esos hermosos ojos negros con dorado… Una mirada de preocupación.
“Son muchas las situaciones en las que podemos herirnos o quizás hasta morir, sea por combates o por enfermedad… Y de solo pensar en usted siendo el blanco de ello me hace sentir terrible, y pasa lo mismo con todas. Sabemos que es fuerte, valiente y muy dulce, que lo más que podemos hacer es apoyarlo, no frenarlo… Es por eso que deseo que, de entre las causas por las que sea lastimado, al menos no se encuentre usted como el responsable.” (Desia)
Sus palabras hacían mucho énfasis en que no hiciera algo parecido a lo de anoche… Su mirada pasó de tristeza a enojo en mitad de su discurso, convirtiéndose en un reclamo… No me quedó de otra más que encogerme de hombros por la pena.
Puedo dar cualquier justificación, pero solo serian excusas.
Si los papeles se invirtieran con alguna de mis chicas, mi sufrimiento sería colosal.
“Desia… Tienes razón en que muy probablemente, no, seguramente llegue a ser herido y hasta de gravedad… La armadura que fabriqué es para convertir mi cuerpo en la mayor defensa para todas ustedes; y en la misión para derrotar al enemigo que apareció en la profecía de Naku, me encontraré en situaciones donde deba poner a prueba mi resistencia…” (Aruh)
El rostro de Desia se fue ensombreciendo a medida que me escuchaba hablar, así que debía darme prisa en ir directo al grano.
“Sin embargo, te prometo que incidentes como los de anoche no volverán a ocurrir… Si bien continuaré experimentando, al menos no me usaré como sujeto de pruebas otra vez.” (Aruh)
Ambos nos miramos en silencio por un rato… Y luego de que sintiera la sinceridad con la que hablaba, su expresión dejó de ser triste o severa… En cambio, una bella sonrisa iluminó su rostro.
“...Claro, y siempre que sea lastimado en las demás situaciones, puede contar con que lo curaré.” (Desia)
La cola de Desia recorrió mi espalda, su caricia se sintió erótica, pero tras terminar de cambiarme el vendaje, se golpeó ambas mejillas, se levantó y se alejó hasta la puerta.
“Por cierto, para dejar que su cuerpo se haya mejorado en su totalidad, tendremos que posponer las relaciones sexuales… Probablemente hasta mañana o el día siguiente.” (Desia)
Su voz estaba llena de sufrimiento mientras me daba las terribles noticias.